¿De qué te ríes?
Es bueno saber de qué se ríen los que esta noche ríen.
Acaso tus bienes superan los veinte mil millones de dólares. Acaso, tienes tu dinero en los paraísos fiscales? ¡Ah! ¿No? Entonces de que te ríes y celebras como si fueras igual a los super millonarios de Chile, esos que nos han explotado a ti, igual que a todos nosotros, para ser los millonarios.
«No se trata de caridad. Se trata de solidaridad»
Cursó estudios de economía y finanzas en París, Singapur y Gran Bretaña. En la actualidad vive en todo el mundo, produce una línea de cosméticos totalmente naturales en Hong Kong y es la fundadora y directora creativa del colectivo creativo FOLORUNSHO, con sede en Freetown, un «SHARITY» que inició con niños de la calle en Sierra Leona.
«¿Quién es esa gente?»
Son los elegidos para la Convención Constituyente. «Se apellidan Rivera y Henríquez, González y Bravo, Pérez y Woldarsky. Hay abogados y matronas; profesores y estudiantes; empresarios y machis; agricultores y ajedrecistas; científicos y filósofos; actores, dirigentes indígenas y dueñas de casa. La mayoría tiene educación superior, pero no vienen de los círculos de la élite santiaguina.»
¿Es Chile un país de clase media?
Durante más de dos décadas, el relato generalizado sobre nuestro país era que el desarrollo había permitido que una gran mayoría de la población dejara atrás la pobreza, constituyendo una fisonomía social dominada por una amplia «clase media», ubicada entre una minoría millonaria, y quienes aún viven en la pobreza.
La elite chilena: sus conflictos internos y su compleja relación con la ciudadanía
La elite chilena ha sido examinada críticamente en los últimos años. Acusada de endogámica (Hausmann), de generar un conveniente capitalismo jerárquico (Schneider), de monopolizar el poder político (Bro, Murillo) y de disfrazar como mérito lo que es privilegio (Khan, Araujo), no son pocos los investigadores que atribuyen el estallido social a su incapacidad de entender los problemas de la sociedad (Repetto, Araujo)
Donde la vida ya no vale nada
¡Vaya como han retornado rápido a la política los legisladores y jefes de partido sobornados! Preparémonos para que muchos malhechores se reelijan en los municipios, levanten sus candidaturas para el Parlamento y alcancen incluso un cupo en lo que muchos quieren ver como un nuevo coto de caza de la política competitiva y bien remunerada: la “Convención constituyente”.
La clase capitalista va al paraíso
Entiéndase bien. No es la clase obrera, como titulaba Elio Petri su película ganadora de la Palma de Oro en Cannes en 1972, la que alcanza el nirvana emancipador en la sempiterna lucha de clases.
Más allá de las diatribas conceptuales sobre el alcance y efectos del materialismo histórico en la vida de las gentes, la dos últimas crisis mundiales tras la cuasi-licuación financiera de 2007-08 y la inacabada pandemia del COVID 19, han resultado en ‘paraísos ganados’ por la clase capitalista.
Hoy cuenta más un banquero que el padre Julio Lancellotti que cuida a quienes viven en la calle
De los 3.400 años de historia de la humanidad que podemos datar, nos dice el historiador Georg Weber, 3.166 fueron de guerra. Los restantes 234 no fueron ciertamente de paz sino de preparación para otra guerra. Prácticamente las fiestas nacionales de todos los países, sus héroes así como los monumentos de sus plazas, están relacionados con hechos de guerra.
Sin lugar para los débiles
Y como en una lograda secuencia de cine negro – la realidad nuevamente superando la ficción-, sus machetes de hojalata caen a la calle antes que su cuerpo, golpeando el recalentado pavimento de una patria sin lugar para los débiles, los locos y los eternos y rebeldes perdedores.
Las alucinaciones de Vargas Llosa
En su artículo de este domingo 20 de septiembre de 2020 en El País de Madrid Mario Vargas Llosa vuelve a dar rienda suelta a una de sus frecuentes alucinaciones, y probablemente la más estrafalaria de todas. Según ella los países pobres lo son porque eligieron serlo. En cambio otros pueblos, más lúcidos y trabajadores, optaron por la prosperidad y la consiguieron. De ser cierta esta ocurrencia del narrador peruano produciría una revolución copernicana en la historia y las ciencias sociales, sumergiendo en una crisis terminal al pensamiento social de Occidente desde Platón hasta nuestros días.