El dataismo desprecia el sufrimiento humano
Cuando la política se rinde a los pies del capital y los seres humanos son reducidos a la categoría de consumidores y votantes, cuyos suculentos datos se almacenan en los frigoríficos de las redes sociales, el pueblo es amaestrado e imita, consciente o inconscientemente, al burro de la noria que intenta alcanzar la zanahoria.