Tanto la Secretaria de Estado Hillary Clinton como el enviado especial para el conflicto palestino israelí, George Mitchell, y el mismo presidente Obama en su discurso en el Cairo hace pocos días han insistido en que debe avanzarse hacia la solución de los dos Estados y que para ello el gobierno israelí tiene que detener la construcción de nuevos asentamientos en Cisjordania y en Jerusalén.
En la entrevista que mantuvieron hace dos semanas en Washington, Obama indicó el punto de los asentamientos con claridad y Netanyahu se mantuvo firme en su negativa, no mencionó la posibilidad de los dos Estados y puso el plan nuclear iraní como un peligro “existencial” para Israel. Sin solución sobre Irán no habría, desde su perspectiva, posibilidad de negociación. El apoyo de Teherán a Hamas probaría la alianza contra Israel que para el Primer Ministro es la cuestión central.
En su discurso de ayer Netanyahu ha entrado en la negociación tratando de rescatar parte de lo que le exige Estados Unidos pero yendo atrás varios años, con la intención de volver a un largo e infructuoso proceso que no conduzca a ningún sitio. Entre tanto, proseguiría la situación de hechos consumados: más asentamientos y apropiación ilegal de tierras y propiedades palestinas.
A la vez, ha puesto menos énfasis en la cuestión iraní, pero los resultados en las elecciones en ese país le darán más fuerza a sus argumentos en el futuro.
El primer ministro israelí aceptaría que exista un estado palestino pero debería estar desmilitarizado, no poder controlar su espacio aéreo ni firmar acuerdos militares con países “enemigos de Israel”. A la vez, los palestinos deberían reconocer el carácter “judío” del Estado de Israel. Por último, no se detendrán los asentamientos y Jerusalén no es negociable.
Es posible que un gobierno palestino aceptase un alto nivel de desmilitarización, especialmente si es protegido por fuerzas internacionales de Naciones Unidas (algo que Netanyahu no mencionó, pero que podría contemplarse en el futuro dado el precedente de la misión de la ONU en Líbano).
Es también un hecho que progresivamente el mundo árabe y los palestinos han ido reconociendo a Israel, pero aceptar que es un Estado “judío” como pide Netanyahu implica negar los derechos de los árabes israelíes que viven en Israel (un 20% de la población) y cerrar definitivamente las puertas a que puedan regresar los millones de palestinos exiliados desde la instauración del estado de Israel en 1948.
Es posible que muchos palestinos en el exilio aceptasen no regresar a un estado fragmentado en Cisjordania y la empobrecida franja de Gaza, pero debería ser a cambio de una compensación económica y un plan pactado entre donantes internacionales, países receptores de los refugiados e Israel. Para este último supondría aceptar que ha expulsado a millones de personas de sus tierras, algo que sus gobernantes nunca han querido reconocer.
La cuestión más crítica en lo inmediato es la negativa de Netanyahu a detener los asentamientos. El mandatario israelí tiene que buscar un punto intermedio entre satisfacer a Estados Unidos, su principal aliado internacional, y a los miembros sionistas de su coalición de gobierno que no quieren saber nada con un estado palestino.
Alrededor de 400.000 israelíes ocupan tierras palestinas en verdaderas ciudades unidas por redes de carreteras y servicios, usando masivamente los acuíferos en una zona donde cada día falta más agua, y aislando a las comunidades y poblados árabes.
Al anunciar que aceptaría un Estado palestino pero que los “hermanos” de los asentamientos proseguirán colonizando, el Primer Ministro le dice a Obama que está dispuesto a negociar sobre un estado palestino fragmentado, con soberanía limitada y con fronteras no fijas. O sea, le indica que está dispuesto a volver a casi una década atrás y empezar largas negociaciones infructuosas.
El desafío para el gobierno de Obama es aceptar esta limitada y posiblemente inútil propuesta israelí o tomarla como un indicio de negociación. Si de verdad la Casa Blanca quiere es que se solucione la cuestión palestina entonces tendrá que indicar a Netanyahu que desde los acuerdos de Oslo en los años 80 en adelante todo está hablado, negociado y preparado y, por ello, lo que se precisa es tomar la decisión política de crear un Estado palestino y luego ajustar los detalles.
15/06/09
– El autor es director del Norwegian Peacebuilding Centre (NOREF), Oslo
El presente material se edita en Rebanadas por gentileza de José Zepeda, Director del Departamento Latinoamericano de Radio Nederland / Web
* Fuente: Rebanadas de Realidad
Artículos Relacionados
Teología de la liberación: ayer maldita y perseguida, hoy bendita y elogiada
por Benjamín Forcano Chile)
12 años atrás 14 min lectura
Zaldívar: el tamaño no importa
por J. Arellano y M. Jiménez (Chile)
10 años atrás 10 min lectura
El mundo árabe gira hacia Rusia
por Angel Ferrero (Moscú, Rusia)
8 años atrás 17 min lectura
Algo huele mal en la Encuesta CEP
por Víctor Herrero (Chile)
9 años atrás 5 min lectura
Marruecos: la naturaleza política del Majzen
por Chawqui Lofti (Marruecos)
9 años atrás 10 min lectura
El efecto domino de la guerra económica contra Venezuela
por Diego Olivera Evia (Venezuela)
10 años atrás 6 min lectura
Empampando la vida: La historia de Claudina Morales
por Iván Vera-Pinto Soto (Iquique, Chile)
5 horas atrás
24 de septiembre de 2025
Claudina nos enseña que la revolución más profunda nace del amor, de la educación, de la organización y de la conciencia de quienes no se dejan silenciar, y que la vida, por más dura que sea, se transforma cuando uno se entrega de lleno a vivirla.
Experto judío en Holocausto: «Los israelíes están hoy más preocupados por perder Eurovisión que por el Genocidio de Gaza»
por Francisco Carrión (España)
1 día atrás
23 de septiembre de 2025
«Crecí en un hogar sionista. Serví en el ejército israelí. Creo, y sigo creyendo, en el derecho de Israel a existir. Pero la forma en que se ha convertido Israel; el sionismo que ahora dice tener; el régimen que ha creado; el racismo; la intolerancia; la violencia; el odio… son cosas que no puedo apoyar».
Experto judío en Holocausto: «Los israelíes están hoy más preocupados por perder Eurovisión que por el Genocidio de Gaza»
por Francisco Carrión (España)
1 día atrás
23 de septiembre de 2025
«Crecí en un hogar sionista. Serví en el ejército israelí. Creo, y sigo creyendo, en el derecho de Israel a existir. Pero la forma en que se ha convertido Israel; el sionismo que ahora dice tener; el régimen que ha creado; el racismo; la intolerancia; la violencia; el odio… son cosas que no puedo apoyar».
«No hay niño mío ni tuyo ni suyo, los niños son nuestros»
por Jorge Drexler y Jorge Limón
2 días atrás
22 de septiembre de 2025
El Fin y el medio
Canción de Javier Limón y Jorge Drexler ‧ 2018
Letras
Un refugiado es un refugiado
Un niño es un niño y el miedo es el miedo
Destierro es destierro
Y una hipocresía es una hipocresía
No hay signo, no hay bando
No hay ideología ni misterio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
Un daño es un daño, del verbo dañar
Todos los daños son daños centrales
Un niño es un niño
No existen los daños colaterales
No hay meta, no hay causa
Ningún motivo, ningún premio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
El fin es un punto por siempre distante
Una cambiante ficción
Un ciclón a merced de una hoja
Una paradoja como la de Zenón
Donde algo parece que se va acercando
Y siempre se escapa, siempre se esconde
Siempre a la misma exacta distancia
De un mismo horizonte (mismo horizonte)
El dedo que aprieta el gatillo
Debería saber esto
No hay tuyos ni suyos ni míos
Si son niños, son nuestros (todos los niños son nuestros)
Ni patria ni credo hay
Ni diferencias de criterio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio