Colombia: La otra marcha, la del 6 de marzo
por Hernando Gómez Buendía (Colombia)
17 años atrás 4 min lectura
Asistir a la marcha del 6 de marzo es un acto puro de moralidad, una expresión colectiva y simbólica de nuestra dignidad como seres humanos.
Son las motosierras, las cabezas cortadas para jugar al fútbol, los cuerpos recortados para ahorrar trabajo, los machetazos para no gastar balas. Son las niñas violadas, los niños masacrados, las casas incendiadas, los 4 millones de hectáreas usurpadas, los 3 millones de campesinos echados como perros. Son Mapiripán, Chengue, Mejor Esquina, Barcelona, El Aro, La Negra, el Alto Naya, Honduras, Pueblo Bello, Las Tangas, Buenos Aires, El Salado, La Granja, La Chinita. Son la Unión Patriótica, Carlos Pizarro, Bernardo Jaramillo, Jaime Garzón, es Mario, es Elsa. Son 15.000 asesinatos, 1.800 masacres, cientos de fosas ocultas, 3.000 desaparecidos.
Son crímenes de lesa humanidad, o crímenes que niegan el ser humano en cada uno de nosotros. Por eso, asistir a la marcha del 6 de marzo es un acto puro de moralidad, una expresión colectiva y simbólica de nuestra dignidad como seres humanos.
La misma dignidad que se expresó en la marcha del 4 de febrero, cuando unos 8 millones de colombianos en 140 países salimos a protestar contra los asesinatos, los collares-bomba, las pipetas, las minas, los secuestros, las cadenas y las bombas de las Farc. Son crímenes de lesa humanidad, que por eso merecen el repudio de la humanidad.
No se trata de comparar. Y no es lícito comparar. Un crimen nunca puede justificar otro crimen, porque entonces ninguno sería un crimen —y habríamos renunciado a ser humanos—. Así que, desde el punto de vista moral, los mismos 8 millones de colombianos que marchamos en febrero tenemos el deber de hacerlo en marzo.
Pero no hay que ser un genio para saber que a la marcha del 6 de marzo no asistirán 8 millones de colombianos, y tal vez ni siquiera un millón de colombianos. Es porque esos eventos multitudinarios no son —como deberían ser y como a la gente le dicen que son— actos morales puros, sino que además son actos mediáticos y actos políticos.
Los medios son el único lugar donde las multitudes se crean, se organizan y se expresan, y por tanto la marcha de febrero no habría sido sin la supercampaña de los medios en contra de las Farc. Pues resulta que en los medios decisivos no hay la misma claridad ni hay el mismo entusiasmo en condenar los horrores de las 'autodefensas' (y es elocuente que así las llamen).
¿O es que de veras cree usted que los canales privados, las radiocadenas y el periódico de Bogotá van a dedicar iguales horas extras y otra página diaria a organizar otra megamarcha contra los 'paras'?
Lo cual me trae a la marcha como un acto político, como expresión de acuerdo o desacuerdo con una cierta manera de concebir y gestionar los intereses públicos. Y aquí nos encontramos con una asimetría inocultable: en tanto la política de mano dura en contra de las Farc tiene el apoyo de tirios y troyanos, la política de mano blanda respecto de los 'paras' es el asunto más controvertido de este megagobierno.
Los hechos son tozudos. Llevamos ya 6 años de un Presidente dedicado con sus ministros y sus consejeros a buscar un camino legal para indultar a los señores de Ralito y sus miles de 'muchachos'. Hay una Ley de 'Verdad, Justicia y Reparación', pero es la verdad que le convenga contar a cada ex comandante, la justicia en cárceles que no lo son tanto y la reparación en fincas para ser entregadas a grandes palmicultores.
Los hechos son tozudos, pero las percepciones son todavía más tozudas. La gente —la mitad de la gente, dicen las encuestas— piensa que las autodefensas se justifican y uno de cada tres colombianos piensa que ellas deben perseguir a las guerrillas. Es lo que oigo decir en las tertulias: que a la marcha de marzo no hay que sumarse porque los 'paras' no son tan malos, porque son un mal necesario, porque pagaron sus penas, porque se acabaron, porque la Farc invitan o a las Farc les conviene, porque atacar a los 'paras' es atacar al Ejército y es atacar al presidente Uribe.
Todo lo cual en mi opinión confirma que el nuestro es un país bastante confundido.
– Web del autor: www.hernandogomezbuendia.com
*Fuente: Red Informativa Virtin
Artículos Relacionados
Dos diputados británicos, dispuestos a vender su influencia
por Luis Casado (Chile)
10 años atrás 2 min lectura
Los jóvenes mueren en la democracia espúrea chilena
por Eduardo Andrade Bone (AIP)
17 años atrás 7 min lectura
¿Sobrepasamiento y colapso del sistema mundial?
por Leonardo Boff (Brasil)
16 años atrás 3 min lectura
Plan Nacional de Búsqueda realiza diligencias en Iquique y Pisagua
por Edición Cero (Iquique, Chile)
6 días atrás
23 de abril de 2025
En la localidad de Pisagua, cuya cárcel fue utilizada como sitio para recluir a presos políticos durante la dictadura, continuaron este martes 22, diversas diligencias establecidas en el Plan de Búsqueda y cuyo propósito es dar con el paradero de los detenidos desaparecidos.
Prospecciones realizadas con georadar en Pisagua, en mayo de 1999, a la búsqueda de Detenidos Desaparecidos
por Angel Tamayo (Chile)
6 días atrás
23 de abril de 2025
Informado, a través del sitio web Edición Cero, de las diligencias que realiza la justicia chilena, en Pisagua e Iquique, en el marco del Plan Nacional de Búsqueda, no pude evitar, nuevamente, que una gran cantidad de recuerdos sobre trabajos hechos en esa zona, como perito de la justicia, vuelvan a mi memoria.
Maldivas ratifica prohibición de entrada al país de israelíes
por Prensa Latina (Malé, Islas Maldivas)
1 semana atrás
18 de abril de 2025
El Gobierno de Maldivas reafirmó su firme solidaridad con la causa palestina y su firme compromiso con la promoción y protección de los derechos del pueblo palestino, indicó la fuente oficial.
El nuevo negocio de Israel: acarrear turistas, por US$ 800, para que vean la destrucción de Gaza
por Resumen Latinoamericano Contrainformación
2 semanas atrás
15 de abril de 2025 En la Palestina ocupada la perversidad, el sadismo y la criminalidad van de la mano de sus ejecutores… los sionistas. Pruebas al canto: …