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Héctor Llaitul: “Si el próximo presidente de Chile es alemán, impondrá un sistema de dominación muy cruento contra nuestra nación originaria”

Héctor Llaitul: “Si el próximo presidente de Chile es alemán, impondrá un sistema de dominación muy cruento contra nuestra nación originaria”
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19 de noviembre de 2025

En entrevista enviada desde la cárcel de Concepción (Penal Biobío), Héctor Llaitul, líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), condenado a 23 años de prisión por la ley de Seguridad del Estado, abordó distintos temas en el contexto de la reciente elección presidencial.  La ofensiva de la ultraderecha con sus tres candidatos presidenciales, la posibilidad de un indulto, las reconvertidas políticas de seguridad del gobierno de Boric, junto con analizar en qué está el movimiento de resistencia mapuche y su opinión sobre la nueva intervención estadounidense en América Latina son las problemáticas profundizadas por el histórico werken mapuche.

– ¿Cómo caracterizas la ofensiva de la ultraderecha y la presencia alemana en el Wallmapu, considerando que se presentaron tres candidatos de derecha de origen alemán a la primera vuelta de la elección presidencial?

«La ofensiva de la ultraderecha hoy tiene rostros conocidos, que en cierta medida componen distintas dimensiones de una posición en su conjunto, que es la reafirmación de un Estado capitalista de naturaleza profundamente racista y colonial. Eso es lo que representan tanto Kast, Kaiser como Matthei, quienes precisamente son descendientes de alemanes. De lo anterior, resulta necesario hacer un breve repaso histórico de lo que ha sido la presencia de los alemanes en este país, quienes hoy son prácticamente los dueños del sur de Chile, así como de su representación en el sistema de dominación sobre el Wallmapu histórico.

Los tres candidatos alemanes y hoy Kast, no solo expresan los intereses del empresariado con las garantías que ya tienen para seguir explotando nuestro Wallmapu histórico, sino que hoy pretenden perpetuar su poder con un sistema absoluto que nos someta a mayor colonialismo a través de la imposición de asentamientos y exterminio de comunidades.»

– ¿Cómo fue esa ocupación colonial en el Wallmapu?

«Los alemanes, así como otros grupos de colonos (italianos, neozelandeses, suizos) se establecieron en nuestro Wallmapu ancestral por las políticas del Estado, una vez que los ejércitos de Chile y Argentina consolidaron a sangre y fuego la ocupación de La Araucanía hacia el año 1881, lo que hasta la actualidad significa invasión, genocidio, ocupación política y militar de nuestro territorio ancestral desde el Puelmapu hasta el Gulumapu.

Los alemanes se instalaron de forma paulatina y muy violenta (racista). Con la ayuda del Estado se fueron haciendo de muchas tierras y recursos que históricamente pertenecieron a nuestro pueblo, a la identidad territorial mapuche y huilliche.

Fueron Valdivia, Osorno y Llanquihue las principales zonas de colonización alemana. Su actividad económica estuvo centrada desde el inicio en la venta de madera producida por la tala y roza, siembra y cosecha de productos agrícolas, y ganadería ovina y bovina, interviniendo las tierras ancestrales.

En la actualidad, los descendientes de alemanes no sólo son poseedores de casi toda la territorialidad ancestral huilliche con la actividad forestal, sino que tienen diversas inversiones capitalistas que atentan contra nuestro Itrofilmogen (todas las formas de vida) -con lecherías, cervecerías, frutícolas-. Inversiones que sustentan su dominación ideológica, cultural, político y doctrinal, que tiene como objetivo de fondo el exterminio de nuestras comunidades.

Hay que recordar lo que significaron los enclaves alemanes como el de Colonia Dignidad, un reducto de los fascistas y nazis en tiempos de la dictadura civil militar de Pinochet, que fue un centro de adiestramiento, de tortura y degradación humana sin límites.

La inversión alemana en Chile es de USD 1.019 millones, según InvestChile. Y en el Wallmapu (principalmente en las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos) tiene un carácter particular privado, herencia de la colonización, donde los proyectos actuales se dividen en distintos rubros que atentan e intervienen en el territorio, y que se disfrazan con las llamadas energías renovables. Ejemplo son las empresas alemanas WPD Chile (con sede en Bremen, Alemania) que son proyectos de parques eólicos en el sur, en las regiones de Los Lagos y Los Ríos, así como es el Parque Eólico Malleco, con una inversión de US$ 500 millones y con una instalación de 77 aerogeneradores, afectando hábitats, con impacto en la fauna y la alteración de la topografía, y que se impusieran sin consulta a las comunidades mapuche.

Otro ejemplo es el del hidrógeno Verde (H2V), donde Chile sería socio privilegiado para Alemania en la Estrategia Nacional de H2V.  Si bien, los proyectos más grandes están en el extremo sur (Magallanes), nuestro territorio ancestral también se considera clave para el desarrollo de la cadena de valor y el know-how. Es el caso de COMASA H2V Lautaro, Malleco, con una inversión de US $30 millones. Para su producción se debe utilizar una gran cantidad de recurso hídrico (ríos y lagos), generando residuos derivados del proceso de purificación de agua y la operación de las plantas, contaminando suelos y acuíferos de nuestro territorio.

Frente a esta realidad y a las nuevas aspiraciones colonialistas, sin lugar a duda que, si el próximo presidente de Chile es un alemán, este impondrá un sistema de dominación muy cruento contra nuestra nación originaria y contra los demás oprimidos de Chile.»

– Durante esta campaña presidencial se planteó la posibilidad de indultarte por parte del ex candidato Eduardo Artés, idea que se dio en medio de las discusiones de un indulto a violadores de derechos humanos. ¿Qué opinas de estas propuestas tan disímiles, sobre todo ahora que ya se sabe quiénes van al balotaje en diciembre?

«Solo queda rescatar lo planteado por el profesor Artés, quien como ex candidato a la presidencia propuso públicamente la posibilidad de un indulto a mi persona. Creo que el profesor Artés tiene la más alta convicción de la justeza de la Causa Mapuche. Agradezco públicamente su planteamiento, porque entiendo que su posición de indultarme se extiende también hacia todos los presos políticos mapuche que estamos en diversas cárceles (la mayoría concesionadas) y que hemos de sufrir altas e injustas condenas por parte del Estado chileno.

La propuesta de un indulto para un mapuche, aunque venga de la misma institucionalidad opresora, representa una forma de dar legitimidad al clamor de nuestras comunidades y nuestro Pueblo-Nación porque no es justa la prisión de mapuches que luchan por sus tierras y cultura. Así como también es una forma de legitimar la libertad de los presos políticos mapuche, demanda transversal de todo el movimiento de resistencia y de diversos sectores de la sociedad consciente no mapuche.

Se pudo observar cómo a Artés le tocó confrontar políticamente con representantes del empresariado (en su mayoría alemanes), quienes han ofrecido abiertamente mayor represión, ‘correr bala’ a las expresiones de resistencia mapuche. Y es en este marco que la ultraderecha aprovechó y propuso otorgar indultos y más privilegios a los criminales y violadores de derechos humanos de Punta Peuco. No está de más mencionar que estos criminales fueron condenados por cometer crímenes de lesa humanidad (como asesinatos, desapariciones, torturas), según la legislación internacional, lo cual es abiertamente contrario a la justa lucha de nuestro pueblo por la recuperación de nuestras tierras usurpadas.  Al respecto se debe ser claro. Una cosa es cometer crímenes horrendos para favorecer a los ricos y mantener las injusticias en contra de los oprimidos, y otra cosa es la lucha desde los oprimidos por hacer justicia. La lucha del pueblo mapuche es histórica, centenaria y de resistencia.»

– El tema de seguridad ha sido permanente en el actual gobierno y en la campaña presidencial. ¿Cómo calificas las políticas de seguridad implementadas durante este gobierno en el Wallmapu?

«El gobierno de Boric ha sido el que más mal ha tratado la causa mapuche a través de sus políticas de seguridad, lo que no sólo se refleja en el aumento de la represión sobre las comunidades, sino en el apoyo incondicional a los grupos económicos que con mayor fuerza nos confrontan con sus políticas extractivistas; en la represión indiscriminada, la mayor cantidad de presos políticos mapuche, con tortura y persecución en las cárceles, y con la militarización en todo el Wallmapu. La actual administración ha creado las condiciones para que un nuevo gobierno de la ultraderecha le declare la guerra al Pueblo Nación Mapuche. Así, desde el Estado se vuelve a imponer una estrategia que reinstala un discurso y una posición anti mapuche cargada de matices colonialistas y de racismo puro y duro.

Sin embargo, nuestro pueblo ha dado muestra de valentía y dignidad, enfrentando esta nueva ofensiva neofascista que se cierne en el cono sur, y seguirá asistiendo con integridad y valor, así como lo hicieron nuestros antepasados.»

– A partir de ese análisis, ¿Cómo estas políticas de seguridad pueden ser una reconversión de lo que fue la política de seguridad nacional establecida durante la tiranía civil militar de Pinochet?

«Las autoridades dicen condenar la violencia, pero en los hechos, es el Estado quien la utiliza indiscriminadamente en contra de las comunidades movilizadas, para lo cual hace uso del poder de las Fuerzas Armadas. La actual administración crea una plataforma para imponer nuevas políticas de seguridad que, a nuestro entender, es la reconversión de la doctrina de seguridad nacional, proveniente del imperialismo estadounidense a las dictaduras militares que asolaron América Latina.

Por tanto, se impone una estrategia amplia que paulatinamente ha ido convocando a diversos sectores políticos del sistema, incluyendo al Partido Comunista. Una cosa es condenar y perseguir el crimen organizado y la delincuencia común, y otra es reprimir y tratar de exterminar a las comunidades que resisten dignamente la arremetida del gran capital en el Wallmapu.»

– ¿Cómo la reconvertida política de seguridad nacional, en vez de perseguir al crimen organizado o la delincuencia común, asegura la criminalización de la causa mapuche?

«Las políticas de seguridad que está implementando el gobierno de Boric se fundamentan en una doctrina de orden público de tipo fascista. Se trata de otro legado dictatorial que se traspasa para que los sectores ultraconservadores la utilicen en busca de asegurar, a como dé lugar, los intereses de los poderosos. Se suponía que con la actual administración, el Estado debía desarrollar una política sistemática de seguridad, sustituyendo esta doctrina de los tiempos de la dictadura. Pero pasó a transformarse en una política de criminalización de la manifestación social y de protesta, principalmente hacia los conflictos medioambientales y de la causa mapuche autonomista.

Para todos es sabido que la doctrina de seguridad tiene como característica la vulneración sistemática de los derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas en el contexto de los regímenes autoritarios. Al respecto, la carta fundamental de la dictadura tuvo y aún tiene como eje central mantener la participación de las Fuerzas Armadas como custodios de una institucionalidad opresora.

La presente política de seguridad pública conlleva el fortalecimiento del Estado policial, un sistema procesal punitivo, cárceles concesionadas, una Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), más prerrogativas a fiscales y jueces en base a información dirigida por la inteligencia política, cuyo propósito es la desarticulación de las expresiones de resistencia y reconstrucción que aún mantenemos en el Wallmapu histórico. Su manifestación más evidente está en la militarización del territorio ancestral, a través del Estado de excepción, las leyes draconianas, los fiscales racistas, la demonización de los mapuche y weichafe, los drones, las tanquetas, los blindados y la cantidad exorbitante de efectivos militares y policías. Por lo mismo, resulta casi incomprensible cómo el Partido Comunista y cierta izquierda del Frente Amplio pueden estar a favor de extender el Estado de Excepción.»

– ¿Qué opinas de lo que sucede en aguas internacionales frente a Venezuela y la intervención de Estados Unidos en América Latina?

«Los intereses estratégicos estadounidenses son absolutamente incompatibles con la continuidad de un gobierno patriótico y chavista como el de Venezuela, por lo cual se debe impedir su consolidación a como dé lugar. Con una política injerencista no se pudo derrocar a un gobierno legalmente constituido. Utilizaron todas las fuerzas internas que tuvieron a su disposición, las cuales resultaron insuficientes. Por ello, se pasa del injerencismo a una verdadera declaración de guerra que tiene como objetivo central la invasión militar a Venezuela para hacerse del petróleo y de las reservas del crudo. De hecho, en el último periodo esta política guerrerista de Estados Unidos se ha ampliado para lograr el control total del continente. La hegemonía norteamericana es dictada por el FMI y el Banco Mundial, el Consenso de Washington y el modelo de acumulación capitalista, que se basa principalmente en la desnacionalización o en la transferencia de riqueza por la fuerza hacia las grandes corporaciones norteamericanas.

En este contexto, hacemos extensiva nuestra mayor solidaridad con el pueblo venezolano, con sus organizaciones sociales y políticas que están prestos y en disposición de la defensa de su pueblo en contra de un nuevo intento de agresión por parte de Estados Unidos.

Desde el momento en que Hugo Chávez y el movimiento bolivariano le arrebató el poder a la oligarquía venezolana y los intereses de las transnacionales yanquis se vieron afectados, Estados Unidos incrementó medidas contra ese gobierno y la sociedad venezolana en general, lo que implicó bloqueo económico y sedición desde la ultraderecha.

Una eventual incursión militar contra Venezuela constituye no solo es una afrenta para el pueblo venezolano, sino una declaración de guerra contra todos los pueblos independientes y naciones originarias que habitamos en el Abya Yala y que aún resistimos al capitalismo.

Cualquier intervención guerrerista contra ese ejemplar pueblo debe unir a todas las fuerzas conscientes y revolucionarias del continente, sobre todo aquellas que con mayor convicción abrazamos la lucha anticapitalista y antiimperialista.

Desde Wallmapu va nuestro saludo combativo al hermano pueblo Wayu, al pueblo Pemon, así como a los demás descendientes del Weichafe y líder Waikapuru.»

– Finalmente, ¿En qué está el movimiento y la resistencia mapuche en medio de la ofensiva fascista?

«Como siempre hemos sostenido desde la CAM, la lucha es por la reconstrucción del Pueblo Nación Mapuche y en la actual etapa los esfuerzos principales están puestos en llevar adelante un proceso de resistencia a todo nivel.

Hemos de observar que más allá de los gritos de victoria que levanta la ultraderecha y los anti-mapuche del oficialismo gobernante, en cuanto a acabar con las acciones de resistencia, la causa mapuche no se detiene. Es más, reflota con nuevos bríos y sobre la base de mantener y proyectar los lazos en materia territorial y política.

La resistencia resurgirá dada la conciencia y compromiso de lucha de las nuevas generaciones de weichafe y del Newen de la Mapu que perdurará por siempre.

Resistencia que han retomado las comunidades que han abrazado la política del control territorial, lof que no abandonarán el camino asumido de luchar sin cuartel en contra de los diversos proyectos extractivistas, principalmente contra las forestales y centrales hidroeléctricas, toda vez que estas persisten con el despojo y la depredación de nuestros territorios, considerados sagrados.

Reivindicamos la continuidad de la lucha mapuche autonomista y revolucionaria porque existen inversiones que atentan contra las comunidades y sus demandas, porque atentan contra la naturaleza y contra nuestras formas de vida, porque pretenden el exterminio de nuestro Itrofilmogen. La lucha seguirá y será más fuerte porque aún existe un movimiento que estamos por la autonomía y por las transformaciones verdaderas que restituyen nuestro mundo mapuche en el concepto más amplio. El fortalecimiento de nuestro Mapuche Kimun ka Mapuche Rekiduam, ha hecho posible que renazcan con mucho Newen Pu Kona ka Pu Weichafe, dispuestos a dar su vida si es necesario para la reconstrucción nacional mapuche.

No actuamos con lógica winka ni occidental, ni como defensores medioambientales, como nos llaman los «progres». Tampoco como luchadores sociales o como políticos pragmáticos, como se definieron los constituyentes, sino que se lucha como Mapuche, porque somos Mapuche y cada vez que se atenta contra nuestra Ñuque Mapu, contra nuestros Lof, contra nuestros presos políticos, habrá una respuesta con todo el Feyentun y Newen de la Mapu.»

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