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El legado de doce Rodriguistas asesinados por la CNI

El legado de doce Rodriguistas asesinados por la CNI
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15 de junio de 2025

Entre los días 15 y 16 de junio del año 1987 fueron asesinados doce jóvenes chilenos por agentes de la CNI, crímenes que tal como lo hicieron durante todo el periodo de terrorismo estado eran justificados a través de los medios de comunicación, como supuestos enfrentamientos “con extremistas o enemigos”, los que según ellos que amenazaban la seguridad de Chile. Han transcurrido varias décadas desde que sucedieron esos crímenes y sin embargo los mismos argumentos utilizados en el pasado, reaparecen hoy con el envalentonado negacionismo de la derecha, que intenta blanquear y validar a la dictadura.

Por esto, recordar a estos héroes y heroínas del pueblo, es una manera de contrarrestar la permanente política de la derecha, destinada a invalidar la dura y larga lucha antidictatorial, con sus discursos negacionistas han intentado convencer a los chilenos y chilenas que el golpe de estado fue parte de una “guerra para liberar a Chile del comunismo”. Una mentira odiosa que intenta identificar a todos y todas quienes hoy pensamos distinto a su ideología autoritaria y que en esa época, nos atrevimos a levantar la voz y a enfrentar a la tiranía, como “los extremistas, los terroristas “o los enemigos de Chile.

Para oponernos a esta nueva escalada negacionista abrimos las páginas de la memoria histórica, lugar donde están estos doce Rodriguistas junto a miles de héroes y heroínas que lucharon en contra del terrorismo de estado, la mayoría de ellos militantes de la izquierda chilena. Compatriotas que entregaron sus vidas siguiendo el ejemplo de Salvador Allende, nuestro presidente combatiente, hombres y mujeres que nunca se rindieron ante el terrorismo de estado y que sin embargo son intencionalmente dejados en el olvido calificándoles, tal cual lo hacen los negacionistas de la derecha, “como extremistas, violentistas”, olvidando que la lucha antidictatorial fue una larga y valiente resistencia al abuso, a la violencia y al terrorismo, de parte de quienes hoy la derecha pretende reivindicar.

Pero más allá del negacionismo de la derecha y de las elites políticas, los doce Rodriguistas asesinados en junio de 1987 son reconocidos en el corazón del Chile rebelde y consecuente, por lo que fueron y por lo que hicieron; luchadores sociales ejemplos de una militancia consecuente cuyo objetivo fue el férreo compromiso de ayudar a terminar con la dictadura civil militar de Pinochet. Como combatientes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez asumieron sus responsabilidades convencidas y convencidos por los hechos, que no bastaba solo con querer el fin de la dictadura, sino que, era necesario arriesgarse e ir más allá, enfrentando a la tiranía civil militar en todos los terrenos, incluido el militar.

Desde allí, al igual que lo hicieron militantes heroicos del MIR, del PS, del PC, del MAPU Lautaro y más allá del negacionismo con el que se escribió la historia oficial, aportaron para lograr la apertura para el dialogo político, lo que no hubiera sido posible sin la presión social y política desde la valiente movilización social en las calles a través de protestas y manifestaciones, además del aporte de los miles de exiliados para denunciar la represión y las violaciones a los DDHH. Fue esa permanente resistencia en casos heroica junto a la extraordinaria movilización social y política la que origino el declive del dictador, la que culminó con que los altos mandos del gobierno norteamericano de la época, los mismos que años antes le habían puesto en el poder, forzaron a la cúpula dictatorial a negociar una salida pactada ante la amenaza cierta de una salida revolucionaria a la dictadura.

Los hechos históricos no mienten, los Rodriguistas asesinados y asesinadas son combatientes del pueblo, revolucionarios que asumieron la responsabilidad de organizar, apoyar y realizar cientos de acciones de desobediencia civil, rebelión y resistencia al tirano, entre los cuales están los “apagones”, el atentado al dictador, las acciones realizadas en contra de torturadores y el ingreso de armas a Chile. Todas, acciones valientes e inteligentes de resistencia, validas y que fueron determinantes en el contexto que nos tocó vivir, con un alto valor operativo y político, acciones que ayudaron a socavar el poder militar y moral de la tiranía a tal punto que debilitaron su hegemonía y su discurso.

Queridos hermanos sus nombres, por su militancia consecuente y su entrega sin límites, están grabados en la memoria de su pueblo y en nuestros corazones para siempre:

Recaredo Ignacio Valenzuela. Patricio Ricardo Acosta Castro, Julio Arturo Guerra Olivares. José Joaquín Valenzuela Levy. Patricia Angélica Quiroz Nilo. Ricardo Cristián Silva Soto. Ricardo Hernán Rivera Silva. Elizabeth Escobar Mondaca. Esther Cabrera Hinojosa. Manuel Eduardo Valencia Calderón.

Todos ellos y ellas fueron detenidos en distintos lugares de Santiago en el transcurso del día 15 de junio, luego los llevaron al cuartel central de la CNI en calle Borgoño, allí los torturaron y mantuvieron hasta el amanecer del 16, para luego trasladarlos a una casa vacía en la calle Pedro Donoso, en Recoleta, donde los asesinaron mientras yacían amarrados en un escenario preparado para el crimen.

Entre estos doce héroes del pueblo están Juan Waldemar Henríquez Araya y Wilson Daniel Henríquez Gallegos, ambos murieron combatiendo heroicamente, cubriendo la retirada de una cantidad de Rodriguistas que debido a esta decisión pudieron escapar ilesos.

En ese mismo mes de junio de 1987 nuestro comandante José Miguel, el jefe del FPMR se refirió a lo sucedido:

 «Un grupo de jóvenes fueron asesinados por la CNI a sangre fría, algunos de ellos cayeron enfrentando valientemente a los terroristas de la dictadura, sellando con su actitud el ejemplo de una juventud valiente que ama la libertad y se alza en un gesto de rebeldía inmortal, rompiendo con la corrupción del pasado, la decepción y el entreguismo de muchos en el presente. Los Rodriguistas, a los patriotas, la historia no los juzgará por no luchar y las futuras generaciones recordarán esta decisión histórica en esta hora infinita de vergüenza nacional».

Honor y Gloria eterna para cada hombre y mujer que  se atrevió  a  luchar contra el terrorismo de estado y que entregaron sus vidas  por la libertad de nuestro país…

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