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50 Años del Golpe de Estado, Capitalismo, Corrupcion, Delincuencia

Libro: «Los grandes zarpazos de la élite financiera chilena (1973-2021)»

Libro: «Los grandes zarpazos de la élite financiera chilena (1973-2021)»
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07 de agosto de 2023

“El plan laboral y el nuevo régimen previsional, son los pilares del modelo económico”

[Al final del artículo insertamos un video con los autores y un documento PDF, para bajar gratuitamente, con dos capítulos del libro]

Este año se cumplen 50 años del golpe de Estado y en ese contexto, el libro “Todo Legal”, viene a mostrar en forma detallada que éste fue el punto de inicio de una transformación a nivel económico del país, surgiendo lo que en el libro denominan como la polis financiera. ¿Cuál es la diferencia, a grandes rasgos, entre lo que había y lo que surgió a partir de entonces a nivel económico en el país?

“Hasta el 11 de septiembre del 1973 en Chile imperaba una democracia multipartidaria, bastante intensa y de cambios drásticos en términos de programas políticos, entre 1938 y 1973, pero durante todo ese periodo se construyó una economía de impulso estatal. Se crearon grandes conglomerados industriales extractivos y de generación de energía. Al mismo tiempo, en ese periodo de expansión industrial desde el Estado, fueron ampliándose los derechos sociales y políticos. En ese periodo aumentó el electorado, se incorporaron las mujeres, se fortalecieron las organizaciones sindicales y proliferaron distintas sensibilidades políticas que tenían algún grado de participación en el sistema. Eso es lo que marca esta democracia chilena que se interrumpe el año 1973. A partir de ese momento, paulatinamente, se fue desmantelando ese sistema. El año 1978 cuando asume como Ministro del Trabajo José Piñera Echeñíque, hace dos cosas muy importantes: crea un plan laboral (1979) que genera una nueva relación entre capital y trabajo y elabora un nuevo régimen previsional (1980). Esto marca un antes y un después.”

-¿Son los dos pilares del sistema que lo mantienen hasta ahora?

“Claro, democracia vigilada se denominaba en esa época. La dictadura no se consideraba a si misma una dictadura sino una “democracia protegida” y aparece este drástico desmantelamiento de los derechos laborales y la paulatina consolidación de un modelo económico basado fundamentalmente en un sector financiero privatizado, la polis financiera finalmente, le llamamos así con Ignacio porque “polis” tiene el sentido de los político, de la ciudad como ente político pero que está dominado no por los ciudadanos sino por el sistema financiero”.

-¿Estuvo planificado desde un comienzo el debilitar a las organizaciones de los trabajadores, por un lado con el plan Laboral y pasarle a entidades privadas la administración de sus ahorros previsionales?

“Si, lo primero fue “El Ladrillo”, que fue el programa económico de la dictadura elaborado antes del golpe, bajo el paraguas de la Sofofa, la Universidad Católica -varios eran profesores de ahí–, y la Armada, en la persona del almirante Merino. En ese Ladrillo, se habla de muchas cosas que se deben llevar a cabo, entre ellas, la administración privada de los ahorros previsionales, porque eso pone en los administradores privados una enorme cantidad de recursos que provienen de los propios trabajadores, en cuya administración se cobran comisiones a todo evento, y sobre esa administración se toman decisiones que son de influencia política; se asignan esos recursos como inversión en el extranjero a fondos de capital de riesgo, a fondos private equity, a fondos de deuda soberana de otros países, que repercuten de menor manera en el desarrollo local. Son decisiones que se plantean desde la lógica de la rentabilidad financiera, señalando como justificación que en el país no hay suficientes inversiones con buenas rentabilidades que permitan dar buenas jubilaciones, por eso hay que ir a buscarlas afuera… Cierta o falsa, esa es una aseveración que le conviene a un grupo muy reducido, de no más de mil personas que administran esos ahorros. Ahí surgió la polis financiera, porque este grupo de no más de mil personas están ultra mega forradas, manejando platas ajenas, que pertenecen a las y los trabajadores y dándoles las jubilaciones que todos conocemos.”

-¿Por qué hacer un contrapunto entre los personajes que fueron dándole forma esta polís financiera, como Fernando Larraín Peña, Manuel Cruzat y los hermanos José y Sebastián Piñera por un lado, con Luis Mesina, dirigente sindical de Banco Osorno y La Unión en ese entonces, y actual secretario general de nuestra Confederación Bancaria?

“Como libro narrativo periodístico, necesitábamos muchas fuentes de personas que hubiesen estado situadas en distintos puntos del sector financiero, teníamos a estos personajes que están en la parte alta de la pirámide, que toman decisiones de capital, que tienen influencia política en el régimen al punto de incidir en reformas, cuerpos de ley y regulaciones que son fundamentales para el sector financiero y por otra parte, una persona que hubiese estado en el ambito de los trabajadores del sector financiero que viera cómo se iban tornando operativas estas decisiones, como se iban introduciendo y llevando a la práctica en una institución concreta como lo era el Banco Osorno que hoy en día, después de sucesivas fusiones, terminó siendo el Banco Santander. Entonces claro, Luis está en esa situación de testigo desde el lugar donde está situado, como funcionario, como dirigente sindical, como persona que ve la información y la interpreta desde los trabajadores del sector”.

– El prólogo del libro, escrito en diciembre de 2021, tiene un tono optimista porque avisora un cambio drástico de este sistema económico surgido del quiebre democrático del 73, se habla incluso de su “derrumbe como narrativa hegemónica”, pero luego vino el resultado del plebiscito del 4 de septiembre… ¿ves el poder de la polis financiera detrás del triunfo del continuismo en septiembre pasado?

“El prologo merece revisión obviamente, porque es muy poco probable que la arquitectura del sistema cambie, bajo la correlación de fuerzas que hay hoy en el parlamento, en la opinión pública, es muy poco probable que la polis financiera pierda una parte sustancial de su poder, pero una parte si la va a perder. Y en ese sentido todavía se sostienen algunos conceptos que planteamos en esa introducción con Ignacio, porque ya no es hegemónica. Por ejemplo en el tema de la explotación del Litio, ya es casi un hecho que se va a crear una empresa estatal, antes no se hablaba de estos temas. En términos de la reforma de pensiones, la polis no tienen todos los huevos en su canasta, lo más probable es que el sistema se desarme, se descentralice y se les pase por partes a distintos actores y el Estado se quede con alguno de ellos.

Y creo que la economía de los próximos años va a ser más estrecha, más acotada muy poco expansiva como para que los discursos neoliberales se sostengan. Yo creo que es un periodo de inestabilidad geopolítica, con inestabilidad económica internacional. En Estados Unidos se está hablando de nacionalizar parte de la banca.

Y sobre la responsabilidad del poder de esta polis financiera en lo sucedido el 4 de septiembre, hay evidencia empírica del financiamiento de la campaña del rechazo, del rol muy activo de economistas o voceros de la polis financiera. Claro en ese resultado se combinaron muchos factores, entre ellos, un tipo de comunicación bien intenso, bien distorsivo, sumado a los errores no forzados de la propia Convención, pero sin duda la polis financiera financió fuertemente no solo los medios tradicionales, sino que también las nuevas plataformas”.

DOC-20230805-WA0001.

 

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