Chile… la plutocracia y la política
por Eduardo Andrade Bone (Chile)
7 años atrás 7 min lectura
02/07/2018
Se suele decir que los inicios de la política se remontan al neolítico, cuando la sociedad comienza a organizarse en un sistema jerárquico, en donde ciertos grupos o individuos adquieren poder sobre el resto. En este sentido se puede señalar que la política es una actividad orientada, que tiene un carácter ideológico en la toma de decisiones de un sector para alcanzar determinados objetivos para beneficio propio o colectivo. También puede definirse como una manera de ejercer el poder con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados que se producen dentro de una sociedad y que suelen estar ligados al ámbito económico-social y al político.
Ahora la plutocracia no es otra cosa que una forma de oligarquía en la que una sociedad está gobernada o controlada por la minoría formada por los miembros más ricos de la misma. El concepto es habitualmente empleado en un sentido despectivo, para prevenir de los riesgos de un sistema de gobierno excesivamente influido por los estratos más acaudalados de una sociedad, cuyo funcionamiento puede verse excesivamente distorsionado por los miembros más ricos de una sociedad.
También se suele decir que la democracia, el gobierno del demo, es decir del pueblo, no tiene absolutamente nada que ver con el gobierno administrado por los grandes intereses económicos, que en realidad corresponde más bien a una plutocracia.
En el caso de Chile podríamos señalar que, a través de la mayor parte de su historia, ha sido gobernada por la plutocracia, con las excepciones del gobierno de Pedro Aguirre Cerda, los tres primeros años del gobierno de Eduardo Frei Montalva y el gobierno de la Unidad Popular, encabezado por la figura inmortal del presidente Salvador Allende.
Luego la plutocracia chilena mueve todas sus fichas con el objeto de recuperar el poder político y parte del poder económico, que les había sido arrebatado por la nacionalización del cobre, la reforma agraria y el paso de diversas empresas a lo que se llamó el área social de la economía del programa de la Unidad Popular, como las cuestiones más trascendentales del proceso de cambios que vivía Chile. De allí que la plutocracia con la ayuda de los Estados Unidos, el sector más conservador y reaccionario de la Iglesia Católica, el Partido Nacional (RN), la Democracia Cristiana, Patria y Libertad, junto a los grandes empresarios nacionales, buscan el golpe de estado, para así poner fin a la inédita experiencia política e histórica encabezada por la Unidad Popular.
Una vez que triunfa el golpe de estado de septiembre de 1973, encabezado por el criminal y ladrón Augusto Pinochet y familia, la plutocracia se pone a disposición de la dictadura comenzado así el proceso de desmantelamiento de las diversas políticas que se habían implementado y que comenzaban a beneficiar a las grandes mayorías del país.
Posteriormente y durante los 17 años de dictadura, los sectores políticos ligados a la plutocracia, vale decir los actuales partidos políticos como la Unión Demócrata Independiente (UDI), Renovación Nacional (RN) y el sector golpista de la Democracia Cristina, dan paso a la elaboración de toda la institucionalidad de la dictadura, la cual es plasmada en la Constitución fraudulenta del régimen militar, el sistema electoral antidemocrático conocido como binominal y el ente también anti democrático conocido como Tribunal Constitucional, todo al servicio de esta plutocracia y el poder del dinero.
Ahora los gobiernos post dictadura no han hecho otra cosa que administrar la parte más sustancial heredada del régimen militar y solo realizando cambios cosméticos, simbolizados en las dadivas de los subsidios sociales, pero no en los cambios efectivos y reales, de manera que beneficien a la gran mayoría de los chilenos.
Esencialmente la plutocracia chilena, representado por los partidos políticos de centro derecha (UDI-RN-DC+-) ha sobrevivido políticamente, gracias al tráfico de influencias, el nepotismo político, los conflictos de intereses y su involucración en la corrupción. Todo este sector político mencionado, de forma directa o indirecta o a través de lazos familiares están relacionado con la plutocracia y el poder del dinero.
Lo que tenemos entonces, es una plutocracia (oligarquía) disfrazada hoy de seudo democracia, una especie de droga, para que el ciudadano de a pie no proteste mucho y siga todo igual: mientras el 1% de la población es cada vez más inmensamente rico, y el resto tiene que vivir de las sobras del neoliberalismo.
En esta plutocracia el sector de la clase política (centro-derecha) que está al servicio del poder del dinero, ha optado por políticas de parche y no soluciones reales para los chilenos, que se han visto afectados por todas las iniquidades que ha creado el modelo económico (neoliberal) imperante desde la dictadura hasta nuestros días.
Esta plutocracia además ha buscado generar la sensación de cierto progreso a través de los medios de comunicación del sistema que controla. La publicidad comercial especialmente a través de la TV llama insistentemente a integrarse a la alineación de la compra desenfrenada de bienes de consumo y ofreciendo créditos con intereses leoninos (estafa), que en otros tiempos se llamaba comprar “al fiado”. Dicha oligarquía ya controla alrededor del 35% de la riqueza nacional, cuestión además que va en ascenso.
La plutocracia chilena estrechamente ligada a la fauna neoliberal a ultranza y el legado de la dictadura, ha optado por secuestrar y corromper la política a través del soborno, la coima, la corrupción y los altos ingresos de los altos ejecutivos del aparato público y del parlamento de la nación, cuyas reglas quedan establecidas en la constitución pinochetista y sus diversos derivados legales.
Un ejemplo claro de la corrupción en el aparato del Estado es el sueldo percibido por el máximo ejecutivo de la empresa aún estatal Codelco y que percibe $ 50.530.000 pesos mensuales, vale decir unos 79.171 dólares por mes.
Mientras que un diputado le cuesta a todos los chilenos por año la suma de $296.012.422, si se consideras que se le asigna una dieta de $9.121.806; monto de personal de apoyo de $6.050.131; asesorías externas por $2.329.756; gastos operacionales para los comités de $23.297; monto por personal de apoyo para los comités de $955.283 y asesorías externas para los comités por $291.219, según lo publicado por la prensa nacional.
En tanto, un senador tiene un costo anual de $379.049.241, esto porque mensualmente se le entrega por concepto de dieta $9.121.806; gastos operacionales por $8.299.500; personal de apoyo por $6.834.052; asesorías externas por $3.145.170; gastos operacionales para los comités de $23.296; monto por personal de apoyo para los comités por $958.045 y asesorías externas para los comités por $2.788.901.
Todo esto contrasta con el salario promedio de un trabajador chileno que es de 343.000 pesos (540 dólares), mientras que el salario mínimo está establecido en 276.000 pesos (435 dólares). Mientras que la mayoría de los pensionados viven con 150.000 pesos mensuales.
De allí que se puede decir que la plutocracia y sus vasallos en la política, no han hecho otra cosa que saquear las arcas del estado chileno para beneficio propio, al margen de muy pocas excepciones políticas. En realidad, la plutocracia no es otra cosa que la mafia en el poder, cuyos nexos más directos son la Sofofa y la CPC, dos entes empresariales que agrupan a los grandes empresarios y el poder del dinero
De allí que cada cierto periodo los chilenos eligen a los representantes de esta plutocracia y un sector de las fuerzas progresistas (FA, PC) que no están contaminada con todo lo degradante que ha sido capaz de crear la plutocracia chilena.
Ahora esta oligarquía política empresarial desde la época de la dictadura ha lo grado también corromper a los guardianes de su sistema, que no son otros que los altos oficiales de las fuerzas armadas y de la policía militarizada chilena, que han estado involucrados en sendos actos de corrupción.
Finalmente cabe destacar que estos diversos factores creados por la plutocracia y sus sectores políticos afines han contribuido al distanciamiento, la rabia, el desencanto y la desconfianza de los chilenos, hacia la autodenominada clase política del país. Recordemos que en las últimas elecciones municipales alrededor del 60% de los electores no sufrago. Y en las presidenciales últimas, diciembre 2017, el 52% de los chilenos no ejerció su derecho a votar, reflejando el gran descontento existente con la desprestigiada actividad política y una seudo democracia que aún manifiesta tener muchas carencias, pero muy bien protegida por la plutocracia y su brazo armado que no son otros que las FF.AA. chilena.
-El autor, Eduardo Andrade Bone, es Comunicador Social, Analista Político y Corresponsal de prensa AIP/MP
Artículos Relacionados
Crónica de dos semanas en los grupos de WhatsApp de votantes de Bolsonaro
por Sebastián Valdomir (Brasil)
7 años atrás 13 min lectura
El imperio contraataca en Nuestra América
por Nancy Valiño (Cuba)
16 años atrás 17 min lectura
Venezuela: El diálogo y la violencia en sus respectivos laberintos
por Aram Aharonian (Venezuela)
12 años atrás 13 min lectura
El Papa Francisco le exige al mundo que limpie su suciedad
por Marlene Samatelo (Perú)
11 años atrás 7 min lectura
Vicepresidenta de Colombia / Francia Márquez: «No me dejo deslumbrar por el poder»
por El País
2 años atrás 1 min lectura
Bandazo hacia la derecha y el pasado en Chile
por Ariel Dorfman
1 hora atrás
19 de diciembre de 2025 El general Augusto Pinochet, el hombre fuerte que impuso un régimen de terror en Chile de 1973 a 1990, debe estar sonriendo en su…
Perú: Fallo del Tribunal Constitucional valida la “ley de impunidad”, permitiendo la prescripción de crímenes de lesa humanidad
por Elena Rusca (Perú)
2 horas atrás
19 de diciembre de 2025
La ONU alerta sobre el grave retroceso que supone el fallo del Tribunal Constitucional peruano que valida la “ley de impunidad”, permitiendo la prescripción de crímenes de lesa humanidad. El caso Castillo evidencia una crisis más amplia del Estado de derecho en Perú.
¡Frente al avance de la reacción, el único camino es la organización!
por Bloque de Organizaciones Populares (Chile)
2 días atrás
17 de diciembre de 2025
Que no nos engañen cuando hablan de libertad, porque esa es solo la libertad para los dueños del poder y del mercado para seguir explotando y oprimiendo. Hablan de orden y seguridad, pero nada cambiará mientras nuestras condiciones de vida sigan siendo las mismas y nuestros derechos continúen siendo negados.
De feministas, socialistas, populares, terroristas y cínicos, con el Sáhara Occidental okupado de fondo
por Luis Portillo Pasqual del Riquelme (España)
1 semana atrás
09 de diciembre de 2025 Artículo publicado originalmente el 13 de noviembre de 2025 en el periódico El Independiente. Lo republicamos con la autorización del autor. La Redacción de…