Encarnado en la cultura guaraní, el obispo sería un pobre, y el Papa un mendigo
por Leonardo Boff (Brasil)
7 años atrás 4 min lectura
15.12.2017
Hay una crisis generalizada acerca del poder y de su ejercicio, una verdadera crisis sistémica, vale decir, la percepción de que la forma en que entendemos el poder y su ejercicio en todos los ámbitos de la realidad no nos hace mejores. Vivimos casi siempre bajo formas degeneradas, burocráticas, patriarcales, autoritarias, cuando no dictatoriales. Max Weber, uno de los grandes teóricos del poder, le dio una definición tomando como referencia su lado patológico y no su lado sano. Para él, poder es hacer que el otro haga lo que quiero.
¿Por qué no entender el poder como expresión jurídica de la soberanía popular, poder compartido y servicial? Lo ético de este poder consiste en reforzar el poder del otro para que nadie se sienta sin poder sino participante en las decisiones que afectan a todos.
En tiempos de crisis como el nuestro, conviene revisar otras formas de ejercicio de poder que nos ayudan a superar el pensamiento único acerca del poder. Pienso aquí en la forma como los guaraníes entendían el poder y a su portador, el jefe de la tribu.
Un investigador francés, Louis Necker, nos trae un relato impresionante sobre este tema (Indios guaraníes y chamanes franciscanos: las primeras reducciones del Paraguay 1580-1800, Asunción 1990). Me permito transcribir algunos párrafos ilustrativos de otro tipo de ejercicio de poder.
«El jefe no tenía poder de coerción. Sus «súbditos» aceptaban su autoridad y su preeminencia sólo en la medida de las contraprestaciones que recibían de él. El jefe dirigía las tareas comunales… Tenía un privilegio: la poligamia (para ayudarle en sus muchas tareas). Pero a su vez tenía obligaciones muy precisas cuya no ejecución podía significarle el abandono de sus súbditos: conducir hábilmente la política exterior del grupo, tomar decisiones judiciales en materia económica, repartir con justicia entre las familias nucleares los lotes de terreno limpiados colectivamente, mantener la paz en el grupo y muchas veces tener cualidades de chamán, útiles al grupo, como el poder de curar o el control de las fuerzas sobrenaturales. Era muy importante que el jefe fuera elocuente. Y sobre todo debía ser generoso. Como lo observó Lévi-Strauss, en los pueblos del tipo de los guaraníes «la generosidad es el atributo esencial del poder». Para conservarlo el jefe debía sin cesar hacer regalos de bienes, de servicios, de fiestas… En la selva tropical, este tipo de obligación podía ser tan pesada que el jefe se veía obligado a trabajar mucho más que los demás y a renunciar casi a toda posesión para sí mismo. Es el papel del jefe… dar todo lo que se le pida: en algunas tribus se puede reconocer siempre al jefe en la persona que posee menos que los demás y lleva los ornamentos más miserables. El resto se le fue en regalos».
El cristianismo no escoge la cultura en la que se va a encarnar. Se enmarca en la que encuentra. Así lo hizo con la cultura del judaísmo de la diáspora (judíos que vivían fuera de Palestina), con el judaísmo palestino, con la cultura griega de Asia Menor y con la cultura imperial romana. De esta encarnación nos vino el actual cristianismo con sus positividades y limitaciones propias de esta cultura. Especialmente la Iglesia católica romana asumió el estilo de poder, no el predicado por Jesús, sino el de los emperadores, poder absoluto y cargado de símbolos que permanecieron en los papas hasta la llegada del Papa Francisco. Él se despojó de ellos, renunciando especialmente a la famosa «mozetta», esa pequeña capa sobre los hombros cargada de oro y plata, el mayor símbolo del poder del emperador, y a la vida en palacios. El Papa Francisco siguió los pasos del poverello de Asís y el mandato de Jesús y se fue a vivir donde se alojan los obispos y sacerdotes que llegan a Roma.
Hagamos un ejercicio de imaginación. ¿Qué tal si el cristianismo, en vez de echar raíces en la cultura occidental grecolatina y después germánica, hubiera asumido la forma guaraní de ejercicio de poder.
En tal caso los sacerdotes serían paupérrimos, los obispos, miserables y el papa, un verdadero mendigo. Trabajarían incansablemente al servicio de los fieles. Su marca registrada sería la generosidad sin límites. Y darían un testimonio espontáneo y profundamente inspirador del sueño de Jesús. Él nos pidió ejercer el poder como puro servicio: «sabéis que entre las naciones quien tiene poder manda y los grandes dominan sobre ellas; así no ha de ser entre vosotros; por el contrario, si alguno de vosotros quiere ser grande, sea vuestro servidor, porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido sino para servir» (Mc 10,42 ss). Que esta enseñanza sea permanente autocrítica a todo poder, también al eclesiástico, pero principalmente sea inspiradora de una forma no dominadora del poder.
*Fuente: Koinonia
Artículos Relacionados
«El delirio de los ausentes»
por Iván Vera-Pinto Soto (Iquique, Chile)
7 meses atrás 6 min lectura
El país que nos debemos
por Ziley Mora P. (Chillán, Chile)
5 años atrás 4 min lectura
Las últimas fotos del Presidente Allende con vida
por Hermes H. Benítez (Edmonton, Canadá)
17 años atrás 11 min lectura
Estudios sobre la letalidad del Covid-19. (actualizado al 14 de mayo, a las 08:49 hora de Chile)
por Schweizer Ärzte (Suiza)
4 años atrás 149 min lectura
Sentido de la muerte en los obreros de la Escuela Santa María de Iquique
por Iván Vera-Pinto Soto (Iquique, Chile)
10 años atrás 6 min lectura
En Chile hay justicias diferentes: una para los poderosos y otras para la ciudadanía común
por Daniel Matamala (Chile)
20 segundos atrás
Resulta dificil de creer, pero lo que ha hecho y dicho el Senador de la República, Javier Macaya, está registrado en video, diarios, sitios web, etc. y demuestra el nivel a que han llegado algunos políticos en Chile. Ya no se cuidan y menos avergüenzan de defender abiertamente sus ventajas y sus privilegios, obtenidos, en su mayoría, durante los 17 años de dictadura. Por negar y luego defender y justificar, los delitos cometidos por su padre contra niñas menores de edad.
Cierre de la Campaña de Solidaridad con Julian Assange
por Comité de Apoyo a Julian Assange en Estocolmo (Suecia)
3 horas atrás
Desde esta casa simbólica en Estocolmo, que refleja la solidaridad entre los pueblos, hacemos un llamado. Debemos seguir la lucha por la verdad y la libertad de expresión, y el rechazo a la guerra.
Ernesto Llaitul es absuelto por el Tribunal Oral en lo Penal de Los Ángeles
por Radio Universidad de Chile
4 días atrás
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Los Ángeles absolvió este martes a Ernesto Llaitul, hijo del líder de la Coordinadora Arauco-Malleco, Héctor Llaitul, por un ataque incendiario ocurrido en septiembre de 2021 la Región del Bío Bío.
Un Informe vergonzoso e inaceptable: el de Human Rights Watch
por Pablo Jofré Leal (Chile)
5 días atrás
La teoría del empate propugnada por la organización internacional Human Rights Watch (HRW) al tratar de igualar el proceso de genocidio que lleva a cabo el régimen nacionalsionista israelí, respecto a las legítimas acciones de autodefensa y lucha por la autodeterminación de Palestina, son inaceptables.