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Los operadores del PS en el mundo empresarial

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Desde la década de los 90, ilustres militantes se han codeado con el poder económico

23 mayo, 2017

Los operadores PS en el mundo empresarial

No solo el Comité Patrimonio del Partido Socialista cuenta con ilustres nombres que hicieron crecer las inversiones de la tienda. La relación con el mundo empresarial es antigua. Economistas como Jaime Estévez, Óscar Guillermo Garretón, Carlos Ominami y Máximo Pacheco, o abogados como Osvaldo Puccio, han sido carne de los lineamientos de los primeros años de la Concertación en el poder y que parecen mantenerse: sostener buenas relaciones con el sector más poderoso en Chile.

Desde el año 2000 y hasta el 2004, el Partido Socialista recibió del fisco más de $ 7.200 millones, dinero que invirtió en el mercado bursátil local y extranjero, llegando a doblar el patrimonio en seis años. El rol del Comité Patrimonio en estas operaciones fue fundamental; sin embargo, no es la única cercanía en la tienda al mundo de los negocios.

Desde la década de los 90, ilustres militantes se han codeado con los empresarios del país y muchas veces se han convertido en personajes importantes de la puerta giratoria entre el mundo público y el privado.

En los 90, el nombre más importante fue Carlos Ominami Pascual, quien también se desempeñó como ministro de Economía de Patricio Aylwin. A mediados de los 80 se había perfilado como una de las voces socialistas más  importantes en materia económica, después de su exilio en Francia. Pese a que militó en el MIR hasta 1973, el conocimiento como doctor en Economía –un grado que adquirió en la Universidad de París X Nanterre– lo convirtió en una de las voces socialistas de los “renovados”, cuando ingresó al PS en los años 80.

Militantes de ese partido señalan que en la primera década de vida de la Concertación de Partidos por la Democracia, Ominami se transformó en uno de los grandes recaudadores del Partido Socialista –junto a Ricardo Lagos–, adquiriendo “muñeca” y lazos con empresarios.

Por entonces, la vinculación con la economía no era un tema menor. No solo tenía relación con los lazos del partido y ese sector de país, sino con todo el ideario del bloque de Gobierno tejido sobre el regreso a la democracia y la capacidad de gobernar de la nueva coalición. No se debía volver al pasado, por lo que mantener buenas relaciones con los empresarios, para no darles razones para crear una campaña del terror y  cerrar ese flanco, era fundamental.

En su libro La Democracia semisoberana, Carlos Huneeus sostiene que el programa de Crecimiento con Equidad de Aylwin expresaba la continuidad del sistema, más que una reforma al sector económico. “Más aún, el concepto de economía social de mercado estuvo ausente del vocabulario de las autoridades económicas, dando una clara señal al empresariado de la continuidad del sistema económico”, dice el texto del cientista político.

El PS no se queda atrás

Jaime Estévez, comentan al interior del bloque oficialista, fue uno de los que empujó al PS para que saliera a buscar directorios, de la misma forma en que lo hacía la derecha. “Para quienes conocen su trayectoria, este pragmatismo no es nada nuevo: cuando estuvo en el MAPU, fue de los que decidió fríamente pasarse al PS para usarlo como plataforma de poder, junto a Enrique Correa, Jose Miguel Insulza y Jaime Gazmuri, a fines de los 80. Ahora, sabe que su lugar para influir ya no está en la política sino en los negocios y en sus buenas relaciones con el empresariado”, relataba un militante socialista hace algunos años, cuando se conoció que BancoEstado –mientras Estévez era presidente del directorio– le prestó US$120 millones al grupo Luksic para comprar el Banco de Chile a fines de 2000. Luego de ser ministro de Obras Públicas, en 2007 pasó a formar parte del directorio del Banco de Chile y este año fue reelegido en ese cargo, donde, entre otras cosas, se encarga de los comités de Directores y Auditoría y de Crédito de Directores. Además, es miembro del directorio de Cruzados SADP y también perteneció a los directorios de Endesa Chile S.A., AFP Provida y AFP Protección.

Era obvio que lo que miraba Estévez, a comienzos de los 90, era lo mismo que veían muchos en el primer Gobierno posdictadura. El economista –ex Mapu, como se mencionó– después de estar en Radio Moscú y luego, durante el exilio, habitar en países como Austria e Italia, se quedó en México, donde fue asesor del ex Presidente del PRI, Luis Echeverría. En esos años afianzó lazos con otros economistas que posteriormente tendrían una potente voz en el PS, como Carlos Ominami.

En el libro Democracia en Chile, Edgardo Boeninger señala que “la estrategia gubernativa –de los primeros años de la Concertación– se basaba en la firme convicción de que la legitimación de la economía de mercado y la paz social, a su vez condición para un crecimiento sostenido, requerían una percepción colectiva de que se estaba implementando efectivamente políticas destinadas a resolver problemas de la gran masa”.

Boeninger también consigna que, consciente de la desconfianza del sector privado, lo esencial era poner en marcha una política económica orientada a la estabilidad, el crecimiento y la apertura al exterior, en lo que ya se había avanzado un buen trecho durante el gobierno militar.

Los grandes grupos económicos y la mineríaOtro de los nombres PS importantes en sus relaciones con el empresariado es el de Óscar Guillermo Garretón, economista, ex subsecretario de Economía de Allende, quien mucho tiempo después asumió como presidente de dos empresas de capitales españoles: Telefónica CTC y Iansa. Esta última fue una de las compañías escogidas por el Comité Patrimonio del PS para invertir los dineros recibidos como indemnización por los bienes requisados posgolpe y, en efecto, Garretón fue uno de los primeros presidentes del referido comité, en el año 2003.

Después que Garretón fuera uno de los primeros en ocupar un cargo en el Comité Patrimonio, lo reemplazó Patricio Jorratt, ingeniero comercial de la Universidad del Norte, que después de estar 8 años en el puesto dejó la tarea de presidir la instancia a mediados de octubre de 2014.

Jorratt tejió importantes lazos con la minería, otro de los sectores donde miembros del PS han tenido una fluida comunicación, como por ejemplo el abogado Eduardo Loyola, quien fue subsecretario del Trabajo de Aylwin y también ocupó los puestos de subgerente de Relaciones Industriales de la Compañía Minera Disputada de Las Condes y fue vicepresidente de Recursos Humanos de Codelco entre 1994 y 2000. Fue, asimismo, gerente de Antofagasta Minerals y gerente general del Consejo Minero, desde donde se opuso al royalty, razón por la que el PS congeló su militancia.

Uno de los nombres más importantes en el vínculo empresarios-PS es el de Máximo Pacheco Matte, quien se desempeñó como ministro de Energía en el actual Gobierno de Bachelet, hasta que dejó la cartera para asumir como “generalísimo” de Ricardo Lagos –a quien también financió anteriormente–, antes de que el propio PS le diera la espalda frente a un nuevo desafío presidencial.

Su carrera ha estado vinculada con los grandes grupos económicos del país: Angelini, grupo Luksic y además International Paper, donde llegó a ser vicepresidente senior y presidente en Europa, Medio Oriente y África, antes de abandonar el puesto en 2013.

Al asumir la cartera de Energía, en 2014, su declaración de patrimonio daba cuenta de una fortuna personal cercana a los 20 millones de dólares, la que dejó bajo la administración de una suerte de “fideicomiso ciego”, donde había variadas empresas en que pedía que no invirtieran, entre ellas las compañías energéticas de SQM y las relacionadas con el grupo Matte. Según esa declaración de intereses, era socio en Inversiones Pushkin Limitada, Inversiones Chejov S.A., J.y M. Pacheco Consultores Limitada y accionista del Inmobiliaria Sport Francais y el Banco de Chile. Al igual que Estévez y Garretón, Pacheco proviene de las filas del Mapu, y cultivó una estrecha relación con Camilo Escalona

Osvaldo Puccio también fue ministro de la Concertación, primero MIR y luego socialista del sector Tercerista, de Ricardo Solari. Fue torturado y prisionero en Isla Dawson, hasta donde llegó junto con su padre, quien era el secretario privado de Salvador Allende. Luego de Dawson, pasó al exilio en la RDA y, posteriormente, se convirtió en el vínculo de la Concertación con el ex yerno de Pinochet, Julio Ponce Lerou. De hecho, entre julio de 2012 y agosto de 2013 fue miembro del directorio de Pampa Calichera, una de las empresas de las cascadas controladoras de la minera no metálica. “Mientras Puccio era embajador en Austria entre 1994 y 2000, y Ponce Lerou vivía allí, se hicieron amigos y es él quien le abre las puertas al empresario en el socialismo y la izquierda», señaló el autor del libro Todo sobre Julio Ponce Lerou, Manuel Salazar.

*Fuente: El Mostrador

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