Venezuela – Andrés Eloy, el poeta que supo pintar angelitos negros
por Daniela Saidman (Venezuela)
10 años atrás 5 min lectura
sábado, 23 agosto, 2014
El pueblo venezolano sabe de la obra del escritor cumanés
porque anda siempre prendido a los caminos más hondos
de esta tierra de ternuras y solidaridades.
En estos días nos sorprendió la muerte. Lo que pensábamos lejos nos tocó próximos y prójimos. Y convocados todos a la ternura nos conmueven los cientos de niños asesinados en Gaza. De ese dolor hondo vinieron los versos de Andrés Eloy Blanco, porque
“Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda”.
Es el mismo poeta venezolano que nos cantó el Coloquio bajo la palma, animándonos a ser mejores, a “dar más sin decir lo que se ha dado” porque “lo que hay que dar es un modo de no tener demasiado y un modo de que otros tengan su modo de tener algo”.
Este poeta nuestro fue un escritor, dramaturgo, humorista, abogado y político, que nació en Cumaná el 06 de agosto de 1896 y falleció en Ciudad de México, el 21 de mayo de 1955.
El supo conjugar la vocación de quijote con la de poeta, para ser un político capaz de sumarse a las causas más justas y un escritor convencido de la magia y la palabra que tiene sabor a pueblo. En él todo fue canto y entrega. Y tal vez por esta razón, sea uno de los poetas venezolanos más queridos y más recordados. ¿O es que hay alguien que no sepa recitar “píntame angelitos negros”? ¿Y que no ponga alguna emisora AM, el 31 de diciembre, un ratito antes de las doce, para esperar el año nuevo con las Uvas del tiempo?
El poeta cumanés estudió derecho en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la agitada vida estudiantil de aquellos años lo envolvieron pronto en el encendido ejercicio de la libertad. Aunque ya desde antes, cuando apenas contaba ochos años, partió con sus padres a Margarita por desavenencias con el gobierno de Cipriano Castro.
Se incorporó al Círculo de Bellas Artes en 1913 y apenas cinco años después recibió su primer galardón por el poema “Canto a la Espiga y al Arado”, mientras publicó El huerto de la epopeya, su primera obra dramática. Ese mismo año (1918), siendo estudiante de derecho, fue encarcelado por participar en manifestaciones contra el régimen de Juan Vicente Gómez.
Luego de recibir el título de abogado, Andrés Eloy Blanco comenzó a ejercer pero sin abandonar jamás su vocación por la palabra. En 1923 obtuvo el primer premio en los Juegos Florales de Santander, en España, por su poema “Canto a España”. Durante su viaje a recibir el galardón decidió quedarse durante un año en la península ibérica y tuvo la oportunidad de relacionarse con los poetas españoles de esos tiempos. Nombrado miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, en 1924, se trasladó a La Habana donde sostuvo encuentros con intelectuales y escritores cubanos, y venezolanos que se encontraban en el exilio.
El imparcial
Porque el ser humano siempre tiene cosas que contar y sueños por cumplir, empezó a editar en la clandestinidad, en 1928, el periódico disidente “El Imparcial”, que pronto se convirtió en el órgano de difusión de la Unión Social Constructiva Americana y el Frente de Acción Revolucionaria.
Tras el golpe de Estado del 7 de abril fue confinado en Puerto Cabello hasta 1932, cuando lo liberaron por motivos de salud. Encerrado escribió Barco de Piedra, dicen que son sus poemas más tristes. Cuando finalmente le devolvieron la libertad, se la dieron a medias, tenía prohibido realizar cualquier tipo de manifestación pública, por lo que se volcó nuevamente a las letras, publicando Poda en 1934, libro donde se encuentran Las uvas del tiempo y La renuncia, poemas entrañables del pueblo venezolano.
Fue nombrado jefe del Servicio de Gabinete en el Ministerio de Obras Públicas por Eleazar López Contreras. Aunque su posición siempre crítica y libertaria lo alejaron del gobierno después de la represión de las manifestaciones del 14 de febrero de 1936 y su militancia en la Organización Revolucionaria Venezolana.
Como diputado del Partido Democrático Nacional llegó al Congreso, pero jamás abandonó los versos. Y comenzando 1940 integró su partido en la recién fundada Acción Democrática, desde donde trabajó para la candidatura de Rómulo Gallegos.
Fue electo presidente de la Asamblea Nacional Constituyente en 1946. Y dos años después fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores por el presidente Gallegos. Tras su derrocamiento por Carlos Delgado Chalbaud, se exilió en México, donde dedicó el resto de su vida la poesía.
Andrés Eloy es una de las voces imprescindibles de la poesía venezolana, porque en él habitaron la belleza y la justicia. Supo darse entero a la construcción de un país que hoy sigue germinando en sus versos. Jamás se alejó de sus convicciones, por eso tal vez, su obra sigue sonando en los radios cada diciembre y en las calles las madres venezolanas se alegran cuando ven pintados angelitos negros que le dan la bienvenida al futuro.
Píntame angelitos negros (fragmento)
Por Andrés Eloy Blanco
“No hay un pintor que pintara
angelitos de mi pueblo.
Yo quiero angelitos blancos
con angelitos morenos.
Ángel de buena familia
no basta para mi cielo.
Si queda un pintor de santos,
si queda un pintor de cielos,
que haga el cielo de mi tierra,
con los tonos de mi pueblo,
con su ángel de perla fina,
con su ángel de medio pelo,
con sus ángeles catires,
con sus ángeles morenos,
con sus angelitos blancos,
con sus angelitos indios,
con sus angelitos negros,
que vayan comiendo mangos
por las barriadas del cielo”.
dsaidman@gmail.com
*Fuente: Barómetro Internacional
Artículos Relacionados
Cuando se derrama la sangre del pueblo, Neruda levanta su voz
por Pablo Neruda (Chile)
15 años atrás 6 min lectura
Muere Harry Belafonte: cantante, actor y defensor de los derechos civiles en EEUU
por María Serrano (España)
2 años atrás 6 min lectura
«Ese asunto»: Canción irani por Palestina
por Eugenio Pordomingo (España)
7 meses atrás 1 min lectura
“Una mujer fantástica”, nunca me abandones
por Enrique Morales Lastra (Chile)
8 años atrás 6 min lectura
La dialéctica de las hojas
por Carlos Poblete Avila (Chile)
7 años atrás 2 min lectura
Cumbia de Alberto Lozán: "De ti depende, que gane Allende"
por Humberto Lozán y la Huambalí
4 años atrás 1 min lectura
1 Comentario
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
In Memoriam: Muere Gilles Devers, defensor incansable de Palestina y el Sahara Occidental
por Cristina Martínez Benítez de Lugo (España)
46 mins atrás
01 de diciembre de 2024 El abogado que desafió al poder y dejó un legado de justicia histórica. Este 21 de noviembre, la Corte Penal Internacional emitía una orden…
Rusia-Ucrania: Cuando la mentira de los Grandes Medios se desmorona ante la realidad
por Níkolas Stolpkin (Chile)
2 horas atrás
Y ahora último toda esta algarabía de los Grandes Medios de Comunicación con respecto a los “rebeldes sirios” en Alepo, Siria, ¿no será aquello parte de una gran Operación Comunicacional para tapar el inminente fracaso de la OTAN en Ucrania? Deserciones y más deserciones de soldados ucranianos, moral por el suelo de sus soldados, déficit significativa de soldados, población ucraniana harta de la guerra, muy bajo apoyo hacia Zelenski…
In Memoriam: Muere Gilles Devers, defensor incansable de Palestina y el Sahara Occidental
por Cristina Martínez Benítez de Lugo (España)
46 mins atrás
01 de diciembre de 2024 El abogado que desafió al poder y dejó un legado de justicia histórica. Este 21 de noviembre, la Corte Penal Internacional emitía una orden…
Triste papel de Carol Cariola, ayudando a lavar imagen en Chile de Marruecos, ocupante del Sahara Occidental
por piensaChile
16 horas atrás
No se entiende como la Diputada y presidenta de la @Camara_cl, @KarolCariola del @PCdeChile, asista a la «Semana Marroquí en Chile» lavando así la imagen de Marruecos, esa anacrónica monarquía feudal, colonialista que ocupa ilegalmente el Sáhara Occidental.
Excelente, además que en lo personal me agrada mucho este poema.