Publicado el 26 Mayo 2013
La decisión del Partido Comunista de Chile (PCCh) de dar su apoyo a la candidata presidencial, Michelle Bachelet, es obviamente la decisión legítima de un partido que así lo decide, pero ello no significa que tal orientación represente a todos los comunistas de Chile.
La determinación que tomó el Comité Central, no fue una decisión tomada por las bases comunistas a través de un plebiscito partidario. Esto me parece importante decirlo, pues una de las exigencias fundamentales del movimiento social es que si realmente queremos cambiar el modo de hacer política, esto debe hacerse con la participación activa del pueblo; es decir, desde la base. Por otro lado, los dirigentes comunistas siempre hablaron de que apoyarían un programa no personas ¿Qué motivó que ese discurso cambiara? ¿Qué se puede esperar de estos dirigentes en los años venideros? ¿Cambiará el modo de operar de los partidos políticos en el futuro, como exige el pueblo movilizado?
Ante este acontecimiento es importante explicar que el Partido Comunista no representa a todos los comunistas de la nación, es sólo el partido de los comunistas militantes. El PCCh no tiene la potestad del comunismo chileno o la marca registrada de él. De hecho, en el país, somos más los comunistas que no militamos que los que militan. Eso lo sabe Guillermo Teillier, lo sabe Lautaro Carmona, lo saben todos los compañeros. Y si bien la mayoría hemos seguido votando por los candidatos comunistas, en las elecciones municipales y parlamentarias, tenemos claro, desde un análisis materialista dialéctico e histórico, que cuando un partido de Izquierda decide apoyar una candidatura con claros tintes neoliberales comete un grave error. Hoy, los actuales dirigentes del Partido Comunista, a cambio de escaños en el parlamento, han hipotecado la ideología y desafectado la identidad comunista forjada en la lucha contra la dictadura y en contra del neoliberalismo de las últimas dos décadas.
La famosa “nueva mayoría” que se invoca como panacea para apoyar a Bachelet, es sólo un eslogan, una ilusión. Mientras no haya participación efectiva de las bases no habrá democracia verdadera. Hasta el más bobalicón se da cuenta que el discurso de los dirigentes de los partidos de la Concertación no se condice con su práctica diaria. Recomiendo solicitar, por ley de transparencia, los documentos de cómo han votado los proyectos de ley los parlamentarios concertacionistas en los últimos años. Desde mañana veremos a los dirigentes comunistas tratando de justificar lo injustificable y tratando de convencer al pueblo de las virtudes de la candidata; sin olvidarse claro está, de decir que quienes los criticamos le hacemos el juego a la derecha. O sea, algo así como el discurso fascista de que los comunistas nos comemos las guaguas, pero al revés. Créanme, no se les ocurrirá un argumento más inteligente.
Fuente: Alejandro Lavquén
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Una vergüenza!
Justo cuando en Chile comienzan a surgir nuevos movimientos como el de Marcel Claude y Roxana Miranda, justo cuando al fin tenemos un Chile que despierta y abre los ojos, justo cuando es el momento de unirnos en contra de la charlatanería de la Gordis y Co.!
Parece que el sol calienta harto al lado de la Sra. Bachelet.
Son unos vendidos!
Lo mejor de las redes frente a este tema es:
El PCCh cambio el Venceremos por el Venderemos. ja jaja ja.
Que buena, no puede ser mas gráfica.
Definitivamente la política de mercado penetro las estructuras político e ideológicas mas profundas de la izquierda chilena.
Se impone el pragmatismo de forma categórica.
Que basura los comunistas!! Vallejo lo mínimo que podría hacer es bajarse del partido. Si ella no es capaz de verlo por si misma están haciendo una vez mas otro papelón comportándose como la prostituta de la concertacion que se entrega al mejor postor. El poco apoyo que tenían los comunistas se reducirá a la nada, por mi parte mi voto esta con Marcel alguien da gusto escuchar, una persona coherente, decente, con valores y moral. Veo que es difícil conseguir alguien así en estos días.
El PC, señor Lavquén, nunca ha tenido ideología. Y lo ha probado cientos de veces. Nunca tuvo otros principios que el de servir a la URSS, así la URSS le hiciera cambiar de aliados, de derecha a izquierda, 100 veces. ¿Ya no recuerda cuando el PC apoyó a Gonzalez Videla? Bueno, pues sin la URSS, el PC sin duda sigue sin principios, pero ahora no tiene norte, ni objeto, ni sentido y eso desde 1989. El resto es simplemente inercia.
El PC, con su organización, sus militantes, que apenas saben repetir el menú de slogans del día, SOLO puede optar por entrar a alguna coalición que lo lleve al gobierno. Si antes no lo hizo, es porque la DC no los dejaba. Es obvio que un partido que siempre se presentó como pro «dictadura del proletariado» (otro eufemismo) y anti-democracias, no tiene nada que hacer dentro del juego democrático, el parlamento, ni nada de eso. De hecho su sueño de que se haga un plebiscito en las bases del PC es altamente risible. ¿Desde cuando se hacen plebiscitos en el PC, jaja? Eso indica que no conoce nada del PC, ni de las organizaciones comunistas, organizaciones absolutamente jerárquicas y obedientes, no pensantes.
En fin, el PC está haciendo lo UNICO que puede hacer para sobrevivir, pues para sobrevivir se necesita plata y la plata de los contribuyentes es lo más fácil para apropiarse, sino pregúntele a los que vivieron en los países «comunistas».
Si pregutan por el pueblo, el pueblo donde esta, el pueblo esta en su casa (si puede) viendo television.
Es evidente, que el PCCh, no postula ni cree en procesos revolucionarios. Sin embargo fuera de la añeja fraseología voluntarista. ¿Quién postula o cree en un proceso revolucionario en Chile? Por cierto el papel aguanta muchas cosas, pero el pueblo, o las mayorías de los chilenos, no las supuestas sino las ciertas. ¿En que están? ¿Cuáles son sus aspiraciones? La dictadura impuso victoriosamente su “constitución” y su modelo, al calco exacto de la madre patria los EEUU. Se sabe que en el juego democrático chilensis es imposible cambiar la constitución, también que la mayoría de políticos se acostumbraron a las prebendas y privilegios que deja el “modelo”. Entonces ¿Qué hacer?
Lo loable sería que el PC hiciera una autocrítica histórica, cambiara de nombre, como hicieron muchos PC en el mundo y se transformara en un partido democrático que lucha por algo que tendría que declarar que es. Eso si tuviera dirigentes con agallas es lo que debería hacer. Y nadie tendría nada que reprocharle.
Respecto al quehacer, pienso que seguir presionando a los partidos y al estado para que vayan haciendo las reformas que necesita Chile para salir del subdesarrollo.
Los empresarios no dudan en financiar derechas e izquierdas en Chile. No es diferente la situación de los trabajadores, deben tomar lo que les sirva, sin mirar de donde viene y repeler todo lo nefasto del mismo modo. Hay que terminar con el amarre a las izquierdas o derechas, que en fin de cuentas son solo son partidos que luchan por sus propios intereses. Terminar con esa ilusión que los de izquierda están por el pueblo. Los partidos solo necesitan votos, hay que usar los votos para intentar dirigirlos hacia donde es conveniente para Chile y sus mayorías.