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Ollanta Humala de visita en Chile: «Venga la esperanza»

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Hasta hoy, está confirmada la rauda visita a Chile para el miércoles 15 de junio del recientemente electo Presidente de Perú, el Comandante Ollanta Humala, ganador en la segunda vuelta electoral del pasado 5 de junio. Humala, con certificaciones en Ciencias Políticas y Derecho Internacional, debe asumir como mandatario el próximo 28 de julio en el Congreso Nacional para el período comprendido entre 2011 y 2016.

En Chile, un comité de peruanos residentes en el país apoyó fuertemente su candidatura. Uno de los representantes más relevantes del Comité de promoción de la campaña en este país para los migrantes es un hombre de 70 años, un hombre con 51 años de militante social, un hombre sencillo y entero: Marco Rojas Turkowsky. Su ideario lo sintetiza diciendo que  «los pueblos no sólo pueden buscar la unidad latinoamericana entre gobernantes, sino que los gobernantes tienen el deber de facilitar a los pueblos cómo reunirse desde abajo, trascendiendo la institucionalidad. Los pueblos deben fundirse sin mediaciones de ninguna especie.»

Sanado de batallas titánicas y arriesgando el pellejo toda su vida por sus ideas emancipadoras, Marco es uno de los que prepara la cita del Presidente Ollanta Humala con «la familia peruana».

-¿Cuál ha sido tu relación con Chile?
«Ocurrió que hacia fines de los 60′, residiendo en Chile, yo recibí una beca para estudiar medicina en Francia, pero tuve la suerte de dialogar en 1968 con el entonces, Presidente del Senado, Salvador Allende. Él me pidió que me quedara en Chile para ayudarlo por la experiencia política anterior que yo había tenido. Me ganó más la escuela política de Allende que la oferta de París. Y decidí quedarme.»

-¿Qué labores cumpliste durante el gobierno de la Unidad Popular?
«Trabajé en la Agencia Granja, como gerente de comercialización, y tuve la oportunidad de crear la canasta familiar para los almacenes del pueblo en la época de desabastecimiento.»

-Esos almacenes eran algo distinto que las Juntas de Abastecimientos y Precios (JAP)…
«Totalmente otra cosa. Funcionaban en los sectores más populares, en los campamentos donde los alimentos no llegaban debido a que los sectores opositores a la Unidad Popular no permitían que el pan, el azúcar, el aceite estuvieran allí. Luego, se ideó que los mismos pobladores vieran la forma de cómo abastecerse. De ahí nace el supermercado Montserrat, del  cual  fui gerente. El supermercado era de propiedad social y dos accionistas privados. Mi tarea consistía en hacer que la comida arribara a la comunidad más pobre. Se trataba de 120 campamentos en Santiago, 45 mil familias. Entre ellos se encontraban Nueva La Habana, Lo Hermida y La Victoria.»

-¿Cómo operaban esos almacenes?
«Los pobladores realizaban de manera autogestionada una administración y organización propias, de control y vigilancia, de la forma de adquirir los alimentos. Y solicitaban los víveres a Montserrat, que aprobaba los pedidos y se los hacía llegar. Los mercados del pueblo eran dirigidos por los mismos pobladores. De hecho, fue la primera vez en América Latina que la administración de un ámbito así era autogestionado por el pueblo. Y esta iniciativa era absolutamente promovida por Salvador Allende.»

-Llegó el golpe de Estado…
«Naturalmente fui de inmediato llamado para mi detención. En ese momento, el gobierno de Perú, encabezado por el General Juan Velasco Alvarado, se movilizó para lograr resolver los problemas de los compatriotas que estábamos en Chile. Recuerdo que había alrededor de 15 peruanos cautivos en el Estadio Nacional. Y el ministro de Relaciones Exteriores de la época, Armando de la Flor Valle, hizo una intensa labor para recuperar a los peruanos prisioneros. De ese modo pude salir de Chile a Perú en un avión de la Fuerza Aérea de mi país, a fines de septiembre de 1973.»

-¿Te perseguía alguna fuerza en particular?
«Obsesivamente me perseguía el reconocido y ya muerto agente de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) de la dictadura, Osvaldo Romo (el «Guatón» Romo). Él, antes del golpe, fue trabajador de los almacenes del pueblo. Yo había tenido duras discrepancias con él y por sus inmoralidades  lo acuse de su conducta, asociada a la especulación de los productos que le dábamos. Él pretendía enriquecerse ilícitamente con la comida para los pobladores. Era una suerte de ‘delincuente con cobertura legal’.»

«El General Alvarado le dio esperanza al pueblo peruano»
-¿Y qué hiciste a tu regreso a Perú?
«Me dediqué a respaldar a la gente perseguida que salía de Chile con destino a Perú. A ellos  les daba la bienvenida y los abastecía de todo, en cuanto a vivienda, alimentación, salud.»

-¿Cómo resumirías el perfil político del General Juan Velasco Alvarado?
«Era un Presidente nacionalista apoyado por los sectores progresistas de Perú. Él nacionalizó el petróleo, realizó la Reforma Agraria y fue capaz de darle una identidad propia al pueblo peruano. Es decir, colaboró con el despertar de mi gente. Es cierto que fue acusado de errores en aspectos de su gobierno. Pero lo más difícil es saber y aprender a gobernar. Sin embargo, lo más importante es que al pueblo de Perú le entregó la esperanza, identidad y personalidad.»

-¿Tuviste algún cargo bajo su mandato?
«Tuve el honor de ser Gerente General de la Cooperativa Wando, una de las más grandes del Departamento de Lima y que se dedicaba a la producción de naranjas. Llevé esa responsabilidad hasta el golpe militar que dio Morales Bermúdez en agosto de 1975. Él fue el felón de la historia de Perú, que hizo retroceder todos los adelantos efectuados por el General Alvarado. Después de ser despedido, fui perseguido como ‘el hombre de Allende y Velasco Alvarado’.  Fui buscado con el rótulo de ‘terrorista’, con el fin de sacarme de la vida política de Perú.»

-Pasaron los años…
«Sí. Y paradójicamente retorné a Chile junto al regreso de los gobiernos civiles. Yo no trabajé en ningún gobierno de la Concertación. Y me dediqué a laborar en lo que también conozco bien, que es la medicina alternativa.»

«La tercera es la vencida: Primero fue Allende, luego Alvarado y ahora es Ollanta Humala»
-¿Qué ha sucedido en estos últimos tiempos contigo?
«Por la edad y mi experiencia política colaboré y colaboro en la comunidad peruana en Chile ofreciendo orientación respecto de una opción política más en mi vida. La tercera oportunidad. Primero fue Allende, luego Alvarado y ahora es Ollanta Humala. La tercera tendrá que ser la vencida.»

-¿Qué significa para ti la victoria electoral del Comandante Ollanta Humala?
«Una satisfacción plena. Y puedo decir, a través de los versos de mi hermano, el gran poeta peruano Javier Haraud Perez (1), que hace muchos años escribió aquellos versos que dicen:


Porque mi patria es hermosa

como una espada en el aire,

y más grande ahora y aun

más hermosa todavía,

yo hablo y la defiendo con mi vida.

No me importa lo que digan

los traidores,

hemos cerrado el pasado

con gruesas lágrimas de acero.

El cielo es nuestro,

nuestro el pan de cada día,

hemos sembrado y cosechado

el trigo y la tierra,

y el trigo y la tierra

son nuestros,

y para siempre nos pertenecen

el mar

las montañas y los pájaros.

Yo espero ardientemente que el pueblo peruano cumpla por fin sus esperanzas y que todos los que han caído por la creación de una Patria Grande, libre, independiente económicamente, tengan su justicia en esta hora. No importa lo que digan de Humala. Sigamos cerrando ‘con gruesas lágrimas de acero’ el pasado. Que se cumpla lo que el pueblo profundo de Perú requiere. Lo mismo que quiso Tupac Amaru, lo que quiso Luis de la Puente Uceda, los campesinos, los trabajadores, los estudiantes.»

-En Chile, la derecha a través de sus políticos, empresarios y medios de comunicación principales, atacó y ataca con dientes y garras a Ollanta Humala…
«La derecha aquí fue muy dura contra Humala. Intentaron crear un clima de terror entre los peruanos residentes para dañarlo política y electoralmente. Fue terrible. Muchos peruanos en Chile adoptaron una actitud muy negativa al principio de la campaña de Ollanta. Tenían temor de mostrar las fuerzas progresistas de sus ideas. Sin embargo, la persistencia fervorosa de mis compatriotas aquí, Omar Blas, Raúl Paiba, Santiago, Leo, Elvira, Prado, logramos reunir a 150 compatriotas para formar el Partido Nacionalista Gana Perú.»

-¿Y cuál sería el rol de ese partido en Chile?
«Lo más importante es educar a los propios peruanos residentes. Esa es la clave de todo.»

-¿Qué aspectos del programa de Ollanta para los migrantes peruanos en Chile relevarías?
«La creación de un ‘Canon Consular’, donde las remesas a Perú desde el exterior sirvan para sustentar una política pública en  beneficio de los migrantes. La reforma del Servicio Consular, para pasar del Consulado notario y distante a un consulado social y cercano, con costo mínimo de trámites, y protección especial a la mujer. El costo mínimo de envíos de dinero de mis compatriotas a Perú, como de trámites documentarios. Los convenios para la homologación de títulos; y el Plan Indoamérica para promover una política común sudamericana respecto de la defensa de los ciudadanos peruanos y del Continente residentes en ultramar, entre otros temas.»

-Uno de los ámbitos delicados entre Chile y Perú tiene causas geopolíticas…
«En ese sentido el Comandante Ollanta Humala ha sido claro al decir que la política exterior de su gobierno con los países vecinos se fundará sobre el respeto a los tratados internacionales -especialmente con Chile-, la paz, la integración, la promoción de la confianza y de una política de desarme, y en un comercio justo al servicio del desarrollo de los países. También ha planteado la renuncia al uso de la fuerza y ha acentuado la solución pacífica de las controversias. Se apoyará a la Unión de Naciones de América del Sur (UNASUR), como un paso previo a la unión latinoamericana.»

-Y ahora que harás tú…
«Formar a continuadores de un nuevo tipo de sociedad. Ese es mi papel. No tengo otra bandera.»

Junio 12 de 2011

Nota

(1) Este fue Javier Heraud Perez, poeta y guerrillero peruano:

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CARTA DE JAVIER HERAUD A SU MADRE

Nov 62. La Habana. Cuba.

Querida madre:

No sé cuándo podrás leer esta carta. Si la lees quiere decir que algo ha sucedido en la sierra y que ya no podré saludarte y abrazarte como siempre. ¡si supieras cuánto te amo!, ¡si supieras que ahora que me dispongo a salir de Cuba para entrar en mi patria y abrir un frente guerrillero pienso más que nunca en ti, en mi padre, en mis hermano tan queridos!

Voy a la guerra por la alegría, por mi patria, por el amor que te tengo, por todo en fin. No me guardes rencor si algo me pasa. Yo hubiese querido vivir para agradecerte lo que has hecho por mí, pero no podría vivir sin servir a mi pueblo y a mi patria. Eso tú bien lo sabes, y tú me criaste honrado y justo, amante de la verdad, de la justicia.

Porque sé que mi patria cambiará, sé que tú también te hallarás dichosa y feliz, en compañía de mi padre amado y de mis hermanos. Y que mi vacío se llenará pronto con la alegría y la esperanza de la patria.

Te besa

Tu hijo

Javier


CARTA DEL PADRE AL ASESINATO DEL POETA

Lima, 23 de Mayo de 1963

Sr. D. Pedro Beltrán
Director de «La Prensa»
Ciudad

Muy distinguido señor:
Le agradecería tuviera a bien disponer se publicara la declaración que formulo con referencia a los sucesos ocurridos en Puerto Maldonado en donde perdiera la vida mi hijo el poeta Javier Heraud Pérez.

El sacrificio de mi hijo Javier ha sumido a mi familia en el más profundo desconsuelo, tanto por la forma como ha desaparecido como por la pérdida de una promesa para la cultura y el pensamiento de mi patria.

Nosotros sabíamos que nuestro hijo Javier estaba hondamente preocupado porque aspiraba a tener una vida útil y creadora. Lo prueba sus libros de poemas, pero nunca supimos que él pensara, al irse a Cuba, en otra cosa que estudiar cinematografía. Por eso las noticias de Puerto Maldonado nos fulminaron, y yo fui al lugar de los hechos porque me resistía a creerlos. Allí tuve la trágica certidumbre de la muerte de Javier. Pero mi pena, con ser insondable, se ha agrandado más aún al saber que mi hijo, que había ido allá urgido por un ideal, arrostrando los más graves peligros con el. más absoluto desinterés, había sido víctima de una cacería inhumana. Cuando, inerme en una canoa de tronco de árbol, desnudo y sin armas en medio del río Madre de Dios, a la deriva, sin remos, mi hijo pudo ser detenido sin necesidad de disparos, más aún por cuanto, su compañero, había enarbolado un trapo blanco. No obstante eso, la policía y los civiles a quienes se azuzó les disparaban sobre seguro, desde lo alto del río, durante hora y media, inclusive con balas de cacería de fieras.

Cuando el compañero de mi hijo gritó: «no disparen más», estando ya cerca de la ribera desde donde les disparaban, y según versiones orales que he recogido en la población un capitán gritó: «fuego, hay que rematarlos». Un teniente, más humano y más respetuoso de las leyes de la guerra que prohiben disparar contra el enemigo ya inerme y herido, contuvo el fuego, pero ya era tarde . Una bala explosiva había abierto un boquete enorme a la altura del estómago de mi infortunado hijo y muchas balas más se habían abatido sobre el cadáver de mi hijo, que con sus 21 años y sus ilusiones, había tratado de hacer una incitación para que cesen los males que, según él, debían desterrarse de nuestra patria

Las leyes de Guerra prohiben el empleo de balas explosivas. Ya se ha desterrado definitivamente de las prácticas el ensañamiento con el vencido. Y las leyes humanas y sociales impiden soliviantar a los civiles para abrumar al vencido. El Perú, que siempre en la guerra fue tan generoso como Grau con sus adversarios, habrá de mirar con unánime repulsa estos graves hechos y es de desear, para que no se abra un sombrío e impune antecedente de crueldad que podría no cerrarse nunca, se haga cumplir sanción y justicia al desatado furor fratricida que ha tenido como escenario un claro río de nuestras montañas y como víctima a un mártir adolescente traspasado de ideales generosos.

Para nuestra familia, sin distingos, nuestro Javier es el símbolo de la pureza y del sacrificio.

De Ud. Muy atentamente.

JORGE A. HERAUD CRICET


MENSAJE DE PABLO NERUDA

Julio de 1963
Universidad de Chile
ISLA NEGRA, Juliio de 1963

He leído con gran emoción las palabras de Alejandro Romualdo sobre Javier Heraud. También el valeroso examen de Washigton Delgado, las protestas de Cesar Calvo, de Reinaldo Naranjo, de Arturo Corcuera, de Gustavo Valcárcel. También leí la desgarradora relación de Jorge A. Heraud, padre del poeta Javier.

Me doy cuenta de que una gran herida ha quedado abierta en el corazón del Perú y que la poesía y la sangre del joven caído siguen resplandecientes, inolvidables.

Morir a los veinte años acribillado a balazos «desnudo y sin armas en medio del río Madre de Dios, cuando iba a la deriva, sin remos…» el joven poeta muerto allí, aplastado allí en aquellas soledades por las fuerzas oscuras. Nuestra América oscura, nuestra edad oscura.

No tuve la dicha de conocerlo. Por cuando ustedes lo cuentan, lo lloran, lo recuerdan, su corta vida fue un deslumbrante relámpago de energía y de alegría.

Honor a su memoria luminosa. Guardaremos su nombre bien escrito. Bien grabado en lo más alto y en los más profundo para que siga resplandeciendo. Todos lo verán, todos lo amarán mañana, en la hora de la luz.

Pablo Neruda

 


CARTA DE NICOLAS GUILLEN

19 de Julio de 1963

UNION DE ESCRITORES Y ARTISTAS DE CUBA
Habana, 19 de Julio de 1963
Año de la Organización

Sr. Gustavo Valcarcel,
Lima, Perú

Querido Gustavo:

Te escribo para expresarte nuestra, viva pena por la muerte de Heraud, su holocausto a la revolución peruana.

Aunque él estuvo en Cuba, no tuve 1a suegra de conocerlo entonces, porque no coincidimos aquí. pero quienes lo trataron – jóvenes cubanos que hoy lo lloran- lo quisieron como hermano, pues fraternal era su corazón tanto como lúcida su inteligencia. Dicen que Él prometió volver y sus compañeros lo esperaban. Prefirió quedarse e inscribir su nombre junto a los mártires de la liberación de su pueblo, que nada podrá detener. Sangre pura y generosa la suya, sangre que va a crecer cada día y terminará ahogando a quienes la derramaron. Siempre ha sido así siempre ha de ser así.

En mi nombre y en el de nuestra querida Unión, donde la muerte de Heraud ha sido conmovedora. te envío nuestros sentimientos solidarios con el dolor, que a ustedes aflige, que es también nuestro, tú lo supones, tú lo sabes. Los asesinos da este muchacho puro – no quienes lo mataron con sus manos irresponsables – sino los otros, los que mandaron que lo mataran, están mucho más muertos que él, o no, son en realidad los únicos que han muerto.

Por ahora nada más, sino nuestro cariñoso recuerdo y un abrazo fuerte y largo.

Te quiere

Nicolás Guillén.

Fuente: La Semilla San José

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