Articulos recientes

Al navegar en nuestro sitio, aceptas el uso de cookies para fines estadísticos.

Noticias

Opinión

La comprensión de la historia de Chile a partir de la lucha de clases

Compartir:

A
sus 37 años, Marcelo Cornejo Vilches, profesor de Historia de enseñanza media,
habitante y luchador social de la población San Luis de la comuna de Maipú, ya
dedicó 10 años de su vida a escribir "Acumulación de Capital en Chile: crisis y
desarrollo, últimos 40 años".  El texto de casi 500 páginas, que
prontamente publicará como "libro libre" y también en edición de papel, es un
análisis apasionante, polémico y punzante respecto de las lecturas anteriores
de orientación marxista de los más importantes intelectuales de Chile y América
Latina.

Marcelo
es moreno, sencillo, riguroso, obsesivo del estudio del devenir chileno y el
marxismo sin mediaciones. En carne propia ha sufrido los dolores de un poblador
y profesional empobrecido en Chile, y gatillado por la fiebre del conocimiento,
el aprendizaje teórico y práctico de la lucha de clases en el país, ofrece la
siguiente entrevista que procura sintetizar horas y horas de conversación
(imposible de abarcar la magnitud de su investigación, altamente detallada y
documentada) respecto de su obra imprescindible y que está dedicada a las
mujeres y hombres que a diario combaten por cambiar la vida.

-¿Qué pretende el libro?
"Reposicionar la comprensión de la
historia a partir de la lucha de clases. El problema central es: ¿cómo explicar
que desde el siglo XIX y en el largo plazo se ha constatado una  tendencia
a la caída de la tasa de ganancia, sin embargo a partir de la década de 1970,
dentro de esa misma tendencia de largo aliento, se ha producido una coyuntura
de alrededor de 25 años en que la tasa de ganancia tiende a repuntar en el
corto plazo,  produciéndose un aumento de la masa y tasa de ganancia en
relación a los salarios?, ¿cómo explicar la convergencia de tasas y masas de
ganancias en una misma dirección?, ¿cómo explicar el aumento del consumo en un
contexto de detrimento de la disminución de la masa de salarios en relación al
capital?, ¿cómo explicar la intensificación de los procesos de concentración y
centralización del capital y la disminución de las actividades subversivas de
las clases explotadas y dominadas?, ¿cómo explicar la relación entre el
fulminante desarrollo tecnológico y el aumento de la explotación al trabajo
humano y la depredación feroz sobre los recursos naturales?, ¿cómo explicar la
centralización a niveles exorbitantes de grandes magnitudes de capitales
monopólicos y oligopólicos y la continua insistencia de grandes sectores de
población por lanzar incansablemente sus pequeños capitales bajo la forma de
PYMES iniciativas micro-empresariales a una voracidad de mercados ya
monopolizados y desnaturalizados?"

-¿Dónde encontraste las respuestas
en tiempos en que la izquierda chilena escasea de una matriz política
articulada y prima la nostalgia y la fragmentación?

"El único criterio con que se puede dar una
explicación general a estas contradicciones, la dio Marx en "El Capital": se trata
de las fuerzas que contra-restan la caída en la tasa de ganancia. Una de esas
fuerzas es la lucha de clases. Es cierto que no es lo mismo la tasa de ganancia
y la masa de ganancia, no en vano es la tasa la que explica la feroz revolución
tecnológica y su correlato de concentración y centralización de capitales
vivida en los últimos años. Sin embargo, en términos matemáticos, de alguna
parte sale el valor que permite se sostenga la revolución tecnológica, la
centralización y la concentración de capitales, las siderales masas de
ganancias y otros procesos anexos como el consumismo. Y esa fuente no es otra
que la explotación (o súper explotación) del trabajo asalariado. En
consecuencia, han sido los altos niveles de explotación salarial lo que explica
la expansión del capitalismo chileno, amén de otra variable igualmente
importante, a saber la explotación de los recursos naturales."

SOBRE LA "BANCARROTA"
DEL CAPITALISMO

-¿Crees, dadas las
crisis actuales, que el capitalismo está "al borde del abismo"? 

"Aquí cabe abordar críticamente un mito
"apocalíptico" arraigado en algunas concepciones políticas ascéticas que
pululan en algunos sectores revolucionarios y que dicen relación con la
supuesta "venida" o "llegada" de la crisis final del capitalismo. No es posible
afirmar la inminencia o existencia de la crisis final del sistema capitalista.
Es más, ni siquiera es posible afirmar la muerte o desaparición de las
contradicciones propias del capitalismo y la ley del valor aún bajo sistemas
económicos sustentados por fuerzas político-sociales declaradas abiertamente
anticapitalistas que ven con verdadero espanto y horror la existencia de la ley
del valor, los precios, el mercado y la propiedad privada enmarcadas en la
construcción del socialismo o en la toma del poder por parte de fuerzas
políticas revolucionarias. Este modo de producción todavía muestra
considerables márgenes de crecimiento de las fuerzas productivas. Prueba de
ellos son los llamados BRICs. Si el capitalismo fue impulsado fuertemente por Europa
en el siglo XIX y por Estados Unidos en el siglo XX, todo parece indicar que
durante el presente siglo XXI, será esta zona económica la que servirá de motor
dinamizador del capitalismo a nivel global. Los BRICs son los grandes
receptores de IED y de flujos de capital, los grandes productores de energía,
la gran despensa mundial de reservas naturales y agua, los grandes poseedores
de una inmensa población mundial que aún vive en pleno desarrollo etapas
transitorias de urbanización y modernización, y donde el capital ve con gran
esperanza y aliento sus perspectivas de reproducción y ampliación."

-¿Es inútil entonces,  todo esfuerzo histórico
revolucionario?

"Al respecto, prefiero rescatar aquel juicio de
Engel relativo a los orígenes del movimiento comunista europeo decimonónico "…si
se seguía interpretando cada acontecimiento como un signo de la tormenta que se
avecinaba y se mantenían vigentes los antiguos estatutos semiconspirativos,
había que achacarlo a la tozudez de los viejos revolucionarios
." A
diferencia de lo que cómoda y oportunistamente podrían concluir algunos
apóstoles del entreguismo, yo creo que la respuesta en clave histórica a esta
problemática está dada por procesos como las revoluciones europeas, la
revolución rusa, la revolución china y los distintos esfuerzos revolucionarios
latinoamericanos, en particular el proceso chileno; y es que a mayor desarrollo
de las fuerzas productivas, mayor desarrollo de la lucha de clases, y
viceversa."

-El futuro depende de la lucha…
"En el caso de la clase asalariada y explotada,
el hecho de saber capitalizar esta lucha de clases con saldo a favor dependerá
esencialmente de la existencia, racionalidad, claridad, organización y
capacidad de dirección de la llamada vanguardia política revolucionaria. Si
esta organización revolucionaria no existe o no es capaz de hegemonizar
ideológicamente a la sociedad para un proyecto de clases, eso no es
responsabilidad de la historia, sino de las omisiones, errores o nivel de
derrota de los propios trabajadores. Tampoco es posible acercar el fin de la
tiranía del capital sobre los explotados, si estos mediante la lucha de clases
no acicatean el desarrollo de las fuerzas productivas. Es decir, la lucha de
clases no sólo produce el desarrollo de las fuerzas productivas sino que nos
acerca a la libertad de los trabajadores respecto del capital. Lo anterior
alcanza toda su significación bajo la tesis marxista donde es la historia la
que pone las condiciones y el ser humano quien protagoniza el cambio histórico.
Si alguien que use el materialismo histórico como método de análisis llegase a
incurrir falazmente en la conclusión de que mientras al capitalismo le queden
fuerzas para crecer no tiene sentido luchar contra él, es porque, en
definitiva, pretende acomodarse al alero del proyecto político hegemónico de la
facción de turno de la clase burguesa."

DICTADURA Y DEMOCRACIA

-De acuerdo a tu
investigación, ¿en qué consiste la actual democracia? (que así al menos es
denominada por estas tierras lo que existe en Chile).

"La evidencia indica que Estados Unidos,
Europa, los BRICs, América Latina (Chile por ejemplo) tienen regímenes
políticos ubicados en las antípodas de la democracia real y directa
protagonizada por las clases sociales explotadas concientes en sí y para sí
mimas . En su lugar, regímenes altamente autoritarios con democracias formales
carentes de cualquier tipo de participación política real, sirven de marco
institucional para el funcionamiento del gran capital en cualquiera de sus
formas. En general, las sociedades actuales tienen reducida la democracia a una
mera ilusión, o a una verdadera estafa como en el caso chileno. Cuando llega la
situación de que la ciudadanía y los trabajadores rompen la ilusión y realmente
toman conciencia de su poder constituyente, el capital acostumbra a adoptar dos
fuertes medidas: por un lado decreta la guerra político-económica apoyado en
las llamadas "clases medias" y, por la otra, destruye la economía mediante la
especulación, la inflación y el retiro de significativas porciones de capital a
zonas más seguras, amén del repertorio histórico del imperialismo y el
colonialismo. Al respecto nuestra más cercana experiencia es el caso de la Unidad Popular.
Por esta razón, el capital prefiere las democracias formales, ilusorias, los
regímenes autoritarios y dictaduras, y en general sistemas políticos fundados
en la ignorancia, el miedo y el consumismo. Es incompatible la verdadera
democracia donde dominen los trabajadores con el régimen del capital, pues este
siempre apuesta por la dictadura burguesa lo más perfectible posible.

EL MARXISMO

-Tu libro está fundado sobre las principales obras de
Marx y Engels, intelectuales y luchadores denostados directa o indirectamente,
empleando mil argumentos…

"A mi juicio, no cabe la menor duda que los
estudios realizados por Marx y Engels sobre las leyes históricas de la economía
política capitalista no sólo se han confirmado con espectacular dramatismo,
sino que pese al empeño de dar por  muerta o transmutada a la lucha de
clases, esta se ha intensificado de manera feroz. Es decir, la lucha de clases,
ni ha desaparecido, ni se ha suavizado, ni se ha "invi-civilizado". Por el
contrario, se ha tornado más clara, más patente y más potente. De lo contrario,
¿qué sentido tiene incrementar a niveles sin precedente el dominio, represión y
hegemonía sobre los explotados del mundo? ¿Qué sentido tendría para la
burguesía sofisticar a niveles impensados sus técnicas y estrategias de
dominación, si no es con el propósito de "engañar" y "distraer" 
ideológicamente a los explotados frente a una lucha cada vez más intensa,
nítida y enorme? ¿Qué sentido tendría para el sector de la burguesía triunfante
extenuarse en la perpetuación de la derrota política sufrida por los explotados
del mundo a partir del año 1973?" 

-Pero algunos señalan que la lucha de clases ha sido
sustituida por cierto movimientismo social…

"Es absolutamente evidente la explosión de
conflictos sociales con un marcado carácter subjetivo, pero ello no significa
que este tipo de conflictos este reemplazando o desplazando a la lucha de
clases. Mejor dicho, las explosiones de conflictos subjetivados se inscriben en
la expansión de la lucha de clases, porque esta crece proporcionalmente a la
expansión del capital, cuya base material fundamental es la contradicción con
el factor trabajo complementado también con las tensiones de los recursos
naturales. Si el capital prospera y se engrandece derribando y ampliando
fronteras, la lucha de clases avanza y avanza ocupando, colonizando y creando
nuevos y distintos campos de batalla, donde por cierto, la dimensión subjetiva
es una de las órbitas en que opera. En este sentido, conviene precisar que un
mayor incremento en la lucha de clases no es directamente proporcional a una
mayor claridad o empuje político de los explotados. En tanto lucha, el capital
ha logrado en los últimos 35 años ganar batallas importantes, sometiendo y
dominando a los explotados. Pero esto no quiere decir que el movimiento
histórico ya no provenga del campo de la lucha de clases, o que el cambio
histórico no vaya a ser protagonizado por los explotados, o que estos en su rol
hayan sido reemplazado por la "ciudadanía", "los rebeldes de siempre", "los
demócratas de verdad" o las "organizaciones sociales" sin dirección política o
autónomas respecto de lo político. Creo que este tipo de tesis no sólo son
especulaciones provenientes del aula académica sin ningún tipo de respaldo
político práctico, sino que además exagera al elevar y  proyectar ciertas
tendencias propias del momento histórico al nivel de caracterización y ley del
movimiento histórico general del capitalismo."

LA FORMA NEOLIBERAL DEL CAPITALISMO

-¿Cómo se impone el neoliberalismo en Chile?
"Ese proyecto político triunfante lo hizo
porque siguió las leyes de la lucha de clases. Lograron acumular fuerza y
poder. Implementaron su proyecto con una brutal y "antidemocrática" dictadura
de clases (que nos pesa hasta hoy). Consiguieron hegemonizar ideológicamente a
la sociedad. Conquistaron una gran mayoría social en torno a ideas muy simples
y directas que se enquistaron hasta la actualidad en el sentido común de la
sociedad en general y de nuestra clase en particular. Aquilataron una buena
línea de retaguardia que les auxiliaría en momentos de desgaste. En definitiva,
lograron lo que en el Manifiesto Comunista ya se exponía como criterio de una
lucha de clases exitosa: la institucionalización de la violencia como
definición última del proceso de cambio histórico. Claro que nosotros como
explotados queríamos transformar y revolucionar la sociedad, pero en la lucha
de clases nos presentamos divididos, sin una dirección política hegemónica, que
además hizo gala de grandes dotes de indecisión para enfrentar la reacción
violenta y brutal de las clases dominantes. No fuimos capaces de construir
mayoría en torno a ideas simples y directas. Además de esta falta de
homogeneidad ideológica, tampoco tuvimos consenso respecto al papel de la
violencia y el sentido general del proceso.  Hoy a 35 años de aquella
derrota, seguimos entrampados en la discusión que nos llevo al desastre
aplastante del 73." 

LA MUNDIALIZACIÓN CAPITALISTA

-Desde, por lo menos
hace más de dos décadas, se habla claramente de mundialización del capitalismo,
¿qué ha ocurrido con los trabajadores?

"Con la globalización de la economía mundial,
disminuye la participación de las remuneraciones en el PIB. El promedio de los
países muestra una disminución de la participación de las remuneraciones en el
PIB de 42,3 % en 1970 a
34,2% en 2004. Una disminución de 8,1 puntos porcentuales que en términos
globales significa una reducción cercana al 20% de la participación de las
remuneraciones en el PIB. Esta disminución de 8,1 puntos porcentuales que es
captada por los excedentes operacionales (ganancias más la depreciación del
capital) aumenta de 57,7% en 1970
a 65,8% en 2004. Una mayor
atención a los antecedentes expuestos nos permite observar además una situación
muy contradictoria respecto a la agricultura. Mientras que esta concentra al
50% de la población mundial, no produce más del 5% del PIB mundial. Es decir,
la acumulación de capital en el mundo depende de una gran masa de pobres
asociados al mundo rural. No obstante, en el mundo desarrollado sólo un 4%
depende de la agricultura. En cuanto a la industrialización, se observa que
esta participa de un tercio del PIB mundial, mientras que los servicios,
participan de un 60% del PIB mundial. Empero, la mayor flexibilidad laboral en
los servicios permite convertir a este sector en parte consustancial al proceso
de producción y circulación del producto creado en el sector industrial. Lo
anterior refuerza la existencia de una enorme masa de asalariados precarizados
susceptibles de ser súper explotados, multiplicando por esta vía la plusvalía y
el valor. 
En los dos siglos (XIX y XX) en los que el capitalismo
se ha desarrollado como modo de producción mundial y hegemónico, la población
se multiplicó por cuatro creciendo a una tasa
anual acumulativa del 1,4% (frente al 0,5 de 1820-1900; y al 0,3 de 1500-1820);
mientras que el PIB mundial se multiplicó por 18, a una tasa anual
del 3%. Por su parte el comercio mundial se
multiplicó por 30. Esto implica que hay suficiente riqueza para repartir entre
toda la humanidad; sin embargo, el sistema funciona sobre la base del
empobrecimiento de la mayoría versus el enriquecimiento de la minoría. De este
modo el reparto del crecimiento arroja que más de mil millones de personas
vivan con menos de un dólar al día. O, dicho de otro modo, el 15% de la
población disfruta del 80% de la renta mundial, mientras que el 80% de la
población sólo disfruta del 15% de la renta mundial. Peor aún, un 36% de la
población mundial se debe repartir un 3% del producto mundial."

CHILE

-Resumidamente, ¿cómo se
ha desarrollado el capitalismo en el país?

"El capitalismo en Chile se ha desenvuelto en
medio de un constante tira y afloja entre clases antagónicas y entre facciones
rivales del capital. Llevado esto al plano histórico, presenciamos en el
período previo al neoliberalismo una especie de crisis de identidad, en tanto
las clases dominantes del capitalismo local no se hayan homogeneizado
totalmente respecto de la dirección que debería seguir el desarrollo económico
social. Esto significa que la economía política y la política económica del
capitalismo criollo se hayan desenvuelto en una espiral de contradicciones cuya
expresión es el permanente zigzagueo."

-¿Se resolvió esa
"crisis de identidad" de la clase dominante?

"Se terminó la crisis de identidad en la que se
batió el capitalismo local hasta la crisis de 1982. En adelante, los antiguos
complejos políticos que frenaban la acumulación del capital, fueron diluidos y
clausurados por el desembarco masivo y duradero del capital mundial. Lo
anterior puede verificarse en la imponente homogeneidad ideológica de la clase
dominante, así como en los niveles dantescos que ha alcanzado la acumulación de
capitales en la economía chilena. En este mismo sentido, el exterminio y ahogo
de las PYMES viene a ser el síntoma de esta feroz acumulación de
capital.   El resto de las facciones del capital han quedado
reducidas a la impotencia, limitándose a escoger una línea de sobrevivencia y
acoplamiento, en la medida de lo posible, al diseño impuesto por el capital
mundial. En consecuencia, el problema histórico del desarrollo capitalista
chileno puede asumir la característica propia de una crisis en tanto exista una
especie de bifurcación en la direccionalidad del sistema. Esta idea podemos plantearla
a modo de hipótesis en los siguientes términos: al parecer la acumulación
capitalista chilena ha estado marcada por una especie de crisis de
direccionalidad entre, por una parte, una alternativa de desarrollo
autonomizador y "productivista" y, por otra parte, una alternativa liberal
"financiero-comercial", lo que podría reflejarse en las largas pugnas por
imprimirle a las políticas económicas tal o cuál direccionalidad. De hecho esto
podría explicar los constantes zigzagueos de las políticas económicas."

-¿De qué manera se alcanzó "el mando
único"?

Si se observa el capitalismo desde el punto de vista del proceso específico de
acumulación capitalista podría afirmar que, desde sus inicios (segunda mitad
del siglo XIX), el capitalismo chileno no creó una demanda interna por medios
de producción, sino que más bien, apareció sometido al comercio de importación
de dichos bienes, monopolizado por las casas comerciales de
importación-exportación. La importación de bienes de capital  generaría 
una  fuerte  dependencia  por  la disponibilidad de
divisas extranjeras. El capital financiero, poseedor de dichas divisas,
determinaría así el monto de la inversión general en la industria. De este modo
se generaría una estructura productiva donde la industrialización dependía de
la dinámica y fuerza del sector exportador de productos agrícolas y mineros
(salitre).

Durante
el período industrializador del siglo XX previo al golpe de Estado de 1973, la
estrechez del mercado interno y la falta de acumulación de capitales
proveniente del tipo de estructura económica nacional, estaba indisolublemente
ligado al carácter de las relaciones de producción en el campo. El inquilinaje
y el latifundio eran un obstáculo para el proceso económico en la medida que no
permitiera aumentar la demanda para el mercado interno, clave para explicar la
falta de capitalización y productividad agrícola y la inflación. El origen
histórico de esta situación esta registrada en la historia de Chile desde el
momento en que los primeros gobiernos "desarrollistas" se comprometen a
modernizar la estructura económica en la ciudad dejando intactas las bases
materiales del poder de la oligarquía terrateniente.
Tanto la DC como la Izquierda, comprendieron
que la crisis del país no podía ser sorteada sino mediante una intensa batería
de cambios estructurales, entre los que destacaban la reforma agraria, la
modificación en la relación con el capital extranjero, particularmente en la Gran Minería del
Cobre, el papel más protagónico del Estado en la resolución de la crisis social
y la ampliación del mercado interno y de la acumulación interna de capitales
para dar un nuevo impulso a la industrialización. El problema era entender en
qué sentido se orientarían dichas reformas: hacia el socialismo, o bien, hacia
un modelo de capitalismo a la europea.  Todavía no figuraba, ni era
consensuada, la salida que se impondría más tarde: un capitalismo ultra liberal
al estilo anglosajón. Junto a los crecientes problemas derivados del
estancamiento económico nacional, durante la década del sesenta el problema de
la dependencia económico, política y financiera se hizo más patente, toda vez
que se entendía que tanto el origen de los problemas del sistema capitalista
como las dificultades de modernización del mismo eran originadas por el
imperialismo y la dominación que el capital financiero internacional ejercían
sobre el país. En este marco no quedaba más que implementar profundas reformas
estructurales."

-¿Y  el período de la Unidad Popular?
"Hacia fines de los años sesenta el mundo ve con asombro el experimento
político chileno. Asume la presidencia don Salvador Allende, quién está
convencido de poder manejar la crisis capitalista chilena, además de crear las
bases para una transición pacífica y electoral al socialismo. Pero en Chile,
esta crisis tenía sus propias particularidades y determinó el desenlace fatal
del gobierno del Presidente Allende.

En general había consenso
en torno a algunos diagnósticos de la crisis capitalista chilena. En primer
lugar, la estructura de tenencia de la tierra de carácter latifundista impedía
expandir el mercado interno. Dicho de otro modo, el terrateniente se esmeraba
por concentrar la propiedad de la tierra con el fin de que, en el contexto de
aumento de la demanda por productos agrícolas por parte de la creciente
población urbana, el precio de los productos agrícolas subiera, beneficiando
así a los terratenientes, quienes sin necesidad de invertir en expandir la
capacidad productiva de su fundo veía como aumentaban fácilmente sus ingresos.
Además los terratenientes se enriquecían en la medida que la demanda por suelos
aumentaba, alzando el precio o renta de la tierra. Este tipo de comportamiento
obligaba a los gobierno a importar productos agrícolas desde Argentina con el
fin de bajar los precios. Ciertamente que este gasto innecesario de divisas
debilitaba el presupuesto aumentando su déficit. Pero en el campo había otra
característica que frenaba a la economía. El tipo de trabajador preferido por
los terratenientes eran los peones e inquilinos. En cuanto a los primeros, eran
trabajadores esporádicos contratados en tiempos de cosechas y recibían un
salario en especies (porotos y pan). En cambio a los inquilinos se les pagaba
con "regalías", vale decir, el patrón les pasaba una casa, animales y tierra a
cambio de su trabajo. Este tipo de relaciones sociales no permitía a los
campesinos demandar productos elaborados por la industria de la ciudad. Esta
situación explica la estrechez del mercado interno que impedía a las fábricas
expandirse. Otro factor que se agrega  a este cuadro es el acelerado
crecimiento demográfico, que se expresa en la migración de población desde el
campo hacia la ciudad con el fin de buscar mejores expectativas de vida. 
Pero el estancamiento económico no generaba trabajo por lo que esta enorme
población flotante se asentó en los márgenes de la ciudad y de los ríos. Nacían
las "poblaciones callampas" y las tomas de terrenos que dieron origen a muchas
poblaciones y comunas actuales. La marginalidad urbana agudizó los problemas
sociales de la ciudad  por la falta de casas, trabajo, agua, luz, salud,
educación y medios de transporte. El siguiente factor que desequilibraba a la
economía era la posición y relación del país con el comercio capitalista
mundial. Por un lado, se registraba un deterioro permanente de los términos de
intercambio, máxime cuando Chile dependía de la exportación de materias primas,
uno de cuyos principales productos era el cobre. La caída del precio de este
producto frente al ascenso de los precios de las manufacturas importadas
agudizaba la falta de recursos por parte del Estado para poder sostener el
gasto fiscal. Por otro lado, la dependencia de Chile respecto a los flujos de
préstamos y capital internacional, reforzaba la ausencia de desarrollo tecnológico
y productivo autónomo. Esta dependencia económica  a su vez era política,
porque la clase dominante chilena comprometida con el imperialismo reproducía
las condiciones impuestas desde los centros de dirección del capitalismo
mundial. Tanto la estructura de tenencia de la tierra como la dependencia
económica y política detonaba un tercer problema: el déficit fiscal. Desde 1939
que el Presidente Pedro Aguirre Cerda creó la CORFO (Corporación de Fomento Fabril), el Estado
había intervenido resueltamente en la economía, fijando precios, financiando la
inversión, asegurando derechos sociales a los trabajadores, cobrando aranceles,
etc. Pero el aumento del gasto generó un cada vez más grave déficit fiscal.
Este déficit se agudizó con el ascenso de la lucha de clases. En la medida en
que el Estado no era capaz de satisfacer las demandas de los distintos grupos y
clases sociales se comenzó a endurecer la espiral inflacionaria. La inflación
en Chile se agudizó en la década del 50 y tenía como principal origen el
estancamiento económico, el déficit fiscal y la estructura de tenencia de la
tierra. Además, tanto el comportamiento de la industria destinada al mercado
interno, como el gasto fiscal estaban determinados por la existencia de divisas
y estas, a su vez, estaban determinadas por el ritmo y características del
comercio exportador, de la capacidad para acceder a créditos internacionales y
de la recaudación de tributos por medio de impuestos y aranceles."

-¿Qué se podía hacer ante la crisis capitalista?
"Por un lado, la reforma agraria fue diseñada
para convertir en pequeños empresarios agrícolas a los trabajadores del campo.
La competencia entre ellos haría aumentar la productividad y la oferta, los
precios caerían, la inflación se controlaría y disminuiría el déficit fiscal.
Además esta reforma convertiría en asalariados a los peones e inquilinos, estos
consumirían en el mercado y la industria mercado internista reactivaría su
crecimiento.  Por otro lado, la chilenización del cobre y posterior nacionalización
aumentaría los recursos del Estado para financiar el gasto fiscal, lo que a su
vez posibilitaría que este siguiera financiando la inversión y las demandas
sociales de los trabajadores. Sin embargo, a la luz de las tendencias de la
economía mundial quedaban algunas preguntas: ¿en que momento el Estado se
abriría al libre mercado mundial cuyas fuerzas pugnaban para derribar los
controles estatales a la producción, comercio y finanzas?, ¿en qué momento el
Estado se desentendería de sus mínimas garantías sociales a los trabajadores?,
¿en qué momento el Estado abandonaría al empresariado nacionalista y
corporativista dependiente de la subvención pública para el desarrollo de la
industria nacional sustitutiva de importaciones?. Sólo unos muy pocos miembros
de la alta e internacionalizada burguesía financiero comercial se dieron cuenta
de este cuadro. La gran mayoría de los burgueses o empresarios optaron por
seguir adelante con el desarrollo industrial orientado al mercado interno con
apoyo estatal.  A su vez, las fuerzas políticas conservadoras optaron por
defender el latifundio bajo el esquema de defensa de la propiedad privada. Por
su parte en el centro político defendieron las reformas al capitalismo
sustitutivo de importaciones en el marco de la integración latinoamericana cuya
agregación de mercados expandiría la demanda e incentivaría el crecimiento
industrial y productivo. Por último la
UP se la jugó por distribuir la riqueza a los sectores
populares, de trabajadores y marginales mediante la constitución de un área de
propiedad social construida en base a la expropiación de las grandes empresas,
la nacionalización de las riquezas básicas y la estatización de la banca. Sin
embargo, no quiso alterar el modelo de reproducción capitalista centrado en la industria
sustitutiva de importaciones basada en el mercado interno con la intervención y
protección estatal.  

Con la UP
la respuesta pareció abrir un camino hacia un socialismo sui generis. La nacionalización
del cobre, la reforma agraria y el área de propiedad social, buscaron hacer
algo de justicia social, pero también avanzaron en la creación de una base de
capitalización suficiente para acometer una profunda modernización económica
del país. Sin embargo, el golpe de Estado terminó con la primera de las tareas.
En adelante los neoliberales aprovecharon las reformas estructurales ya
practicadas durante los gobiernos de la
DC y la UP
para potenciar la base material de un capitalismo sin ningún tipo de ataduras
políticas ni complejos sociales o morales."

-¿Qué aspectos concluyes del curso de
estos hechos?

"Al parecer, el hecho de acentuar el carácter
de clase de un proyecto de desarrollo influye notablemente en la orientación y
ritmos de las políticas económico sociales, mientras que su formulación en
términos "populistas" (es decir opacando o encubriendo el carácter de clase de
las políticas), genera mayor incertidumbre y demoras innecesarias que terminan
por abortar el desenvolvimiento de dicho proyecto. La diferencia entre una
concepción y otra estriba en el grado de acentuación o encubrimiento del
carácter de clase de las políticas de desarrollo. Declarar abiertamente el
carácter de clases del proyecto en un contexto de crisis económica implica
necesariamente alterar las bases de la institucionalidad  "democrática".
Es decir  necesariamente se debería optar por un régimen político
dictatorial, sea de corte reaccionario o revolucionario, esto último
independiente de los eufemismos con los cuales se presente la dictadura. En
este sentido, la práctica histórica de los neoliberales parece confirmar que en
tiempos de crisis, a mayor carácter de clase de las políticas económicas, menor
libertad política para las clases sociales antagónicas. Este es un problema de
carácter histórico, sobre todo si se considera que durante la UP (que fue el período
histórico en que se vivieron los mayores grados de libertad), pese a la crisis
económica, una parte del Gobierno prefirió insistir en su enfoque "nacional-democrático"
y "popular" (no de clases) de los problemas económicos. La consecuencia ya la
sabemos: las clases explotadoras aprovecharon el tiempo y el espacio para
preparar una reacción de ferocidad inusitada. La vía chilena al socialismo de la UP se enmarcó en un enfoque
teórico singular: por una parte siguió fiel a las políticas populistas
distributivas del frente popular, y por otro lado, siguió fiel a la idea de dar
un fuerte impulso al desarrollo del capitalismo bajo una sólida dirección
estatal, como preludio a la transición al socialismo. Por último, realizó
grandes reformas estructurales, que ciertamente acercaban al país al socialismo
y lo hacía entrar en contradicción con el tipo de instituciones económicas
propiciadas por el capitalismo subdesarrollado y en crisis. Pese a todo, la UP prefirió conservar su
antigua visión "pluriclasista" y "pluripartidista" de su programa. En
consecuencia, el enfoque "populista" de los problemas económicos también es
parte de los pensadores marxistas desde el momento en que pretenden hacerse
cargo de un Estado que asume como rol central la sustitución parcial de la
burguesía industrial en las tareas de acumulación y reproducción del capital
bajo el concepto de querer implementar un proyecto de desarrollo nacional que se
mostrara como representante de los intereses del conjunto de las clases
sociales (que en el caso de los marxista y de la UP excluía a la oligarquía y a los grandes
monopolios) y no solamente de los intereses del proletariado o el campesinado.
Este enfoque nos podría llevar a plantear que en cierta manera la crisis de la UP se originó en la dualidad
ideológica subyacente entre la representación de los intereses nacionales de
casi todas las clases sociales o sólo la representación de los intereses de las
clases explotadas (campesinado y proletariado). El romper con el molde estatal
que representaba no sólo "a casi todas las clases" sino que a "todas",
incluyendo a la oligarquía y a los grandes monopolios, generó una crisis en el
propio Estado, que difícilmente el gobierno de la UP podría haber solucionado. Esto último pesará
gravemente durante la UP
como factor explicativo de su autolimitación en el accionar y falta de una
estrategia de clases frente a un enemigo tan hipócrita, cruel e implacable como
lo era la alianza entre imperialismo-oligarquía-fascismo."

-¿Cuáles fueron las condiciones de la
imposición del neoliberalismo capitalista?

"La llegada del neoliberalismo, como proyecto hegemónico de la oligarquía
ligada al mercado mundial, requirió en primer lugar deshacerse de todas las
cadenas ideológicas, institucionales y morales que le ataban al Estado
desarrollista e industrialista. Y lo hizo de manera feroz, violenta,
instaurando el terror revolucionario propio de una dictadura burguesa, con un
proyecto ideológico homogéneo capaz de hegemonizar a la sociedad. Sus ejes
discursivos basados en el anti-intervencionismo estatal, la crítica a la
política democrática y el anticomunismo, cimentaron la plataforma política
básica para implementar el proyecto neoliberal: la disciplina social conseguida
con un gobierno autoritario y represivo. Pero además, el proyecto neoliberal se
presentó como el camino auténtico del desarrollo capitalista, pretensión que envolvía
la inevitabilidad del sistema capitalista. Se instaló así una idolatría al
mercado y una fobia a todo cuanto de economía estatal oliera. Era la primera
vez que se proponía que un capitalismo liberal, con funcionamiento del mercado
y plena prioridad de la iniciativa privada, era capaz de alcanzar el desarrollo
y el crecimiento. Pero todo esto estaba determinado por un contexto
internacional bastante favorable a las ideas liberalizadoras. De hecho, el
agotamiento de las políticas sustituidoras en los países del Cono Sur de
América (y su correspondiente pérdida de legitimidad en Chile), el cambio de
rumbo del capitalismo mundial (con el consiguiente retroceso de los Estados
Benefactores y las políticas keynesianas), y las corrientes epistemológicas
neopositivistas que ponían el énfasis en el automatismo de las decisiones más
que la ordenación racional de las cosas, cimentaron la opción neoliberal
chilena; opción que se autoproclamó como "revolucionaria" en medios de
importantes éxitos estadísticos y financieros (1976-1981)."

-Hubo un choque con la vieja derecha…
"Lo que puede llamarse como la derecha de aquel
entonces estaba más aferrada al proyecto nacional corporativista de corte
gremialista, estatista y de compromiso social que al proyecto neoliberal. De
hecho, el proyecto neoliberal como tal, recién vino a irrumpir transcurridos ya
dos años desde el golpe de Estado. Por otro lado, este nunca fue expresión de
la derecha, sino expresión de un sector de la burguesía exitosa en su
acumulación de hegemonía, a saber el capital financiero internacional ligado a
la explotación de materias primas, donde no sólo estuvieron  ausente los
referentes políticos de derecha, sino que además sus representantes
esencialmente pertenecían a una camada nueva, expresión de la convergencia de
técnicos de alto nivel provenientes del mundo académico con filiación de
distinta índole, entre los que cabe destacar como fuente, a los sectores
liberales minoritarios descontentos existentes tanto en la democracia
cristiana, como en la llamada derecha. En este sentido, creo que el problema no
residía en la emergencia de posturas radicales o gradualistas, sino más bien,
en la ausencia por parte de la clase social explotada de la claridad ideológica
suficiente para levantar un proyecto político hegemónico y con vocación de
poder que a su vez recogiera la evidencia histórica de que finalmente el
proceso se saldaría violentamente.

LA VIOLENCIA COMO MOTOR ECONÓMICO

 -¿Qué papel ha jugado la violencia de clase en
esta historia?

"Las últimas décadas en Chile han significado
la aceleración e intensificación de la máquina productora de violencia. Pero a
la vez, un análisis a la economía obliga a encontrar signos de intensificación
y aceleración de la acumulación de capital. Estas dos tendencias nos ilustran
una verdad sencilla, pero deliberadamente ignorada: existe una relación directa
entre mayor violencia y mayor acumulación de capital.   Por cierto
que no se trata de violencia ejercida por la clase dominada o explotada, sino de
la violencia que ejercen las distintas facciones y grupos de la clase dominante
a través de un complejo y sofisticado sistema de dominación. Sus instrumentos
ya nos son conocidos: marcos legales antisociales y clasistas, ejércitos,
policías, medios de incomunicación masiva (cadenas empresariales de televisión,
cadenas empresariales de radio, periódicos de grandes consorcios), publicidad,
sistemas educacionales segregadores, organismos de seguridad públicos,
ideología, aparatos armados de carácter público y privado, técnicas de control
mental de masas, droga y más droga diseminada entre las poblaciones, tráfico de
armas, entre otras joyas."

-¿Cuáles son  las modificaciones económicas
centrales?

"Los cambios económicos han logrado que el país
se integre plenamente a los mercados globalizados. Esto supone un gran
desarrollo de las telecomunicaciones necesarias para una mayor movilidad de
factores productivos y mercancías las que, por estar determinadas por las
fluctuaciones de la oferta y la demanda, exigen ser transportadas rápidamente
de un lugar a otro acorde con la nueva lógica empresarial centrada en la
obtención de la máxima ganancia a corto plazo."

-¿Y para los trabajadores?
"Los  cambios económicos tienen un directo
impacto en la mano de obra: se pasa del "fordismo" (es decir, gran cantidad de
trabajadores agrupados en fábricas durante jornadas de trabajo fijas y
contratos bien definidos en una larga cadena de montaje) al "neotaylorismo" (es
decir, empleados subcontratados, desperdigados en pequeñas empresas
subcontratadas que ofrecen sus servicios a otras mayores, con trabajadores sin
contrato, recibiendo honorarios según lo que vendan o produzcan). Este cambio
exige la flexibilización laboral, dejando al trabajador en una situación de
soledad e indefensión frente al capital. Lo anterior va a significar la pérdida
de derechos sociales en un contexto de trabajos flexibles o part-time. Así, en
esta lógica de flexibilización laboral, se obligará al asalariado a auto
explotarse, aumentando por esta vía la súper explotación.

-¿Y las organizaciones sociales históricas?
"Desde el punto de vista social, esta nueva
manera de organizar la mano de obra implicará la crisis de las antiguas grandes
organizaciones sociales. Estas carecen de una acción continua y permanente en
el tiempo. Existen como un gran cascarón vacío, que ocasionalmente se llenan
cuando la efervescencia y movilización de masas intensifica sus ritmos. Sin
embargo, pronto vuelven a quedar vacías, una vez que la movilización social ha
entrado en una fase de reflujo. Este es el caso de la CUT, por ejemplo. A su vez, la
acción de masas tiende a un tipo de discontinuidad permanente. Tras ascender y
provocar un fuerte impacto en las grandes estructuras, rápidamente pasa a un
estado de retroceso, desarticulándose las organizaciones que surgen en el
momento de alza. Es el caso, por ejemplo, de la llamada "revolución pingüina"
de 2006. Un examen más detallado a estos hechos sociales, permite identificar
una gran proliferación de colectivos cuyo rol es promover la acción social. Sin
embargo su estabilidad y continuidad en el tiempo es limitada y efímera. No
obstante lo anterior, la movilización social adquiere altos grados de
radicalidad. Esta se da fundamentalmente en el mundo del trabajo subcontratado
ligado a la producción o elaboración de materias primas, y también, en los
trabajadores ligados a la prestación de servicios públicos. También se observa
radicalidad en la acción social proveniente de sectores que se resisten a la
expansión de las fronteras del capitalismo, tal es el caso por ejemplo de los
usuarios del transporte o el de los pueblos originarios. De todos modos, la
carencia de una organización política hegemónica, con un mínimo de homogeneidad
ideológica, así como la ausencia de un proyecto político creíble, explican el
tipo de comportamiento de las organizaciones sociales. Empero, esta crisis es
distinta al apogeo que tienen las grandes estructuras del capital, cuya
articulación es la única forma de integración de los explotados a la sociedad.
Dicho de otro modo, las grandes estructuras comerciales, financieras, y
mercantiles en general, vinieron a ocupar el espacio de las otrora poderosas
organizaciones sociales de masas. Por lo tanto la dialéctica del proceso
permite debilitar las grandes estructuras de la clase explotada y fortalecer
las grandes estructuras del capital, que incluso llegan a niveles de cierta
obesidad. Para tal efecto en su lugar se instala, como ideología triunfal, una
lógica de cálculo costo-beneficio y de sobrevivencia individual, la que
descansa a su vez sobre mayores tasas de explotación. Por lo tanto, el
individuo percibe que su vínculo con la sociedad deja de ser la política y pasa
a ser el consumo facilitado por la tarjeta de crédito. Y esto es así porque el
gran desarrollo tecnológico del capitalismo implica una cantidad infinita de
productos lanzados al mercado, las que deben ser consumidos muy rápidamente.
Aquí la publicidad cumple un rol muy importante pues a través de ella se genera
una insaciable sed: el consumismo. Es la cultura del despilfarro que destruye
la concepción del trabajo como medio para satisfacer necesidades. En esta
perspectiva, toda organización social que no pretenda mayores niveles de
productividad y consumo de la mano de obra estará condenada a vivir en un
estado de permanente anemia social. Es lo que ocurre por ejemplo con la familia
y otras antiguas organizaciones sociales."

-¿Y políticamente?
"Desde el punto de vista político, el
fortalecimiento de las estructuras del capital, la crisis de las grandes
organizaciones sociales, la agudización de las contradicciones capital-trabajo,
la crisis de identidades sociales no capitalistas y la constitución del mercado
como único espacio que valoriza al individuo a costa de su atomización,
desvinculación social, desintegración orgánica y dispersión, hacen que sea la
dimensión mercantil la que guíe a la sociedad en un sentido de reproducción y
encubrimiento de las condiciones de explotación. Esto último a través de la
fabricación de entelequias (ficciones, ilusiones,
fantasías)
que reemplazan las posibles construcciones ideológicas no
capitalistas propias de la clase social explotada. Lo anterior permite que el
poder político se cristalice en manos de los aparatos que garantizan la
reproducción del capital. A partir de aquí, el vacío ideológico generado por la
crisis de los antiguos proyectos políticos clasistas de liberación, comienza a
ser llenado por una nueva carga ideológica, más cercana a la sumisión y
resignación.  El resultado es un individualismo antisocial, con grandes
cargas de frustración, pero a la vez con grandes dosis de mansedumbre. Esta
falta de  ideología, proyecto e identidad de clase es reemplazada por la
necesidad de aferrarse a muletas que permitan escapar momentáneamente o hacer
más llevaderas las condiciones materiales de existencia, súper explotación y
precarización. Es en este contexto en que a la enajenación laboral le seguirá
la alienación social, para lo cual la sociedad capitalista ha creado ingentes recursos:
adicciones a la televisión, la cerveza, el fútbol, la moda, la apariencia
física, la realidad virtual en el ciberespacio, las drogas, los alucinógenos,
el alcohol. Sin embargo para el capital estos medios de alienación, si bien es
cierto contribuyen a crear mayores condiciones de explotación y dominación,
también generan "dolores de cabeza": delincuencia, conatos de violencia
inorgánica en eventos masivos, desidia, indisciplina, enfermedades mentales
crónicas, baja calidad operaria en el trabajo, analfabetismo funcional, y en
general todos aquellos fenómenos fomentados por el sistema pero que a la vez
son condenados y lamentados largamente en los medios de desinformación e
incomunicación masiva.

-Tú eres profesor…
"La escuela es un lugar donde la violencia que
engendra el sistema de dominación se vive cuerpo a cuerpo. Sabido es que la
educación es distinta para las elites que para los pobres. Por ejemplo,
mientras a las elites se les enseña a mandar, a los pobres se les enseña a
obedecer. Todo esto es materializado con los distintos índices que el propio
sistema tiene para medir la calidad de la educación (y que ha mostrado la
tendencia ha agudizar la distancia entre ambos tipos de educación). Como sea,
el tipo de enseñanza de los asalariados y sectores populares genera seres
sedientos de dominación: sea el alumno que se conforma con lo que existe, o el
alumno que no ve en la escuela más que una pérdida de tiempo, pero que a su
vez, sirve para ensayar las técnicas que el propio sistema le ha enseñado:
egoísmo, deslealtad, competencia salvaje, obediencia, etc. También valga para
el profesor, que no ve en la escuela más que la forma de ganarse el pan y si es
posible arreglar su vida de acuerdo a los estándares que el propio mercado
impone, no importando ni la suerte ni el destino del alumno."

-Pero está también la violencia en su forma más
irreductible y concentrada en el Estado…

"El capital, consecuente con su mayor
estructuración, produce un tipo de violencia orgánica, centralizada y
fuertemente direccionada por componentes institucionales e ideológicos. Es este
el tipo de violencia que entra a operar cuando el capital dominante se ve
amenazado o desafiado por plataformas de clase opuestos.  Además de anular
la capacidad de lucha de los enemigos de clase, la violencia orgánica del
capital es usada para exterminar o eliminar físicamente dicha amenaza. 

Mediante la
función represora, las Fuerzas Armadas han mostrado su verdadero carácter de
clase, oculto tras los bonitos desfiles de fiestas patrias. En cada uno de los
incontables golpes de Estado de Chile y América Latina se contó con el
protagonismo indiscutido de los militares y las Fuerzas Armadas en conjunto.
 Los militares en América Latina han sido formados como instrumentos de
clase de las oligarquías para protección estatal de sus intereses. Pero además
de esta función los militares han servido como agentes para modernizar y
transformar a la sociedad desde arriba, es decir desde el Estado. Este proceso
ha sido llamado modernización capitalista autoritaria, excluyente y funcional a
la cadena del capital. El carácter de clase de las fuerzas armadas queda de
manifiesto en el origen de sus oficialidades: terratenientes, grandes
comerciantes, connotados hijos de familias con profesiones liberales, empresarios
de minas, industrias y banqueros, hijos de la alta y mediana burocracia
estatal. El desarrollo del capitalismo en Chile y los procesos de modernización
que acarreo se hicieron sin modificar las estructuras sociales, ni de
propiedad. La modernidad se asentó sobre la base tradicional que heredó el
pasado colonial: sin reforma agraria, sin mayor desarrollo del mercado interno,
sin desarrollo de industrias de mayor complejidad tecnológica, con estructuras
y relaciones sociales precapitalistas insertadas en un circuito comercial
mundial plenamente capitalista. Fue esta la manera en que las relaciones de
dependencia funcionalizaron las estructuras nacionales con los intereses del
capital metropolitano.
En ellas se
cristalizan las relaciones de poder de las facciones de clase del bloque
dominante.  

Febrero 25 de 2011

Compartir:

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

WordPress Theme built by Shufflehound. piensaChile © Copyright 2021. All rights reserved.