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Mordejai Vanunu, el hombre que destapó el arsenal israelí es hoy un paria

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El Supremo de Israel extiende sistemáticamente cada seis meses la
prohibición de viajar a Mordejai Vanunu, un ex empleado de la central
atómica de Dimona que fue encarcelado en los ochenta durante 18 años de
los que 11 los pasó en confinamiento solitario por revelar a un
periódico británico algunos secretos acerca del reactor y del programa
nuclear israelí.

Vanunu, que hoy tiene 55 años, sufrió unas condiciones de prisión
extremas él mismo dice que por convertirse al cristianismo y no fue
liberado hasta el 21 de abril de 2004, pero se le han impuesto tantas
restricciones que su abogado, Avigdor Feldman, sostiene que a casi todos
los efectos todavía sigue en prisión.

Ya antes de su salida de la cárcel se convirtió en figura señera de los
movimientos pacifistas de todo el mundo. A favor de su liberación se
organizaron, sin éxito, grandes campañas en Occidente. Amnistía
Internacional lo sigue considerando "preso de conciencia", aunque las
autoridades israelíes, avaladas por los tribunales de este país, han
conseguido que se le niegue el pasaporte y con ello la posibilidad de
viajar al extranjero, donde Vanunu quiere casarse y establecer una
familia.

El pasado mayo, Vanunu fue encarcelado de nuevo por tres meses. Un juez
lo encontró culpable de haber violado las condiciones de su libertad
vigilada. Concretamente se le volvió a enviar a prisión por haberse
reunido con extranjeros, algo que tiene prohibido. Como sea que él no
quiere hablar con israelíes de hecho, su propia familia le ha retirado
la palabra sus únicos interlocutores en Jerusalén Este sólo pueden ser
palestinos.

Amnistía Internacional lo considera un preso de conciencia

Hasta el mes de mayo, cualquier día de la semana se le podía ver vagar
sin rumbo fijo por distintos lugares del sector ocupado de Jerusalén con
su cabello largo y extremadamente canoso. De ninguna manera puede
decirse que su vida sea normal, especialmente debido a la permanente
vigilancia a la que está sometido.

"Quiero y necesito la libertad y sólo la libertad; 25 años son
demasiados. Este no es mi Gobierno. Quiero ver el mundo y vivir más allá
del Mosad y del Shin Bet", dijo un envejecido Vanunu en su última
comparecencia ante un tribunal de Jerusalén, en referencia a los dos
principales servicios secretos israelíes.

El año pasado decidió no conceder más entrevistas, aduciendo que las que
ha dado desde 2004 no le han facilitado la vida sino que los israelíes
las han utilizado como pretexto para extender cada seis meses las
limitaciones de movimiento que le han impuesto en estos seis años. En
los últimos días, Vanunu solicita mil dólares por entrevista, lo que
justifica diciendo que tiene que ganarse la vida.

"Quiero ver el mundo y vivir más allá del Mosad", dijo ante el tribunal

Atrás queda la publicación por parte del Sunday Times de un extenso
reportaje el 5 de octubre de 1986 donde Vanunu explicaba prácticamente
todo lo que conocía del reactor donde trabajaba. De esa información los
expertos dedujeron que Israel ya disponía de unas 150 cabezas nucleares.

Vanunu, (Marrakech, 1954), emigró con su familia judía a Israel en 1963.
Tras el obligado paso por el ejército, encontró trabajo como técnico en
el centro nuclear de Dimona. Mientras trabajaba en Dimona estudiaba
Filosofía en la Universidad Ben Gurion y se iba acercando a los
movimientos pacifistas locales, considerados radicales por las
autoridades israelíes.

Fotos clandestinas
Clandestinamente comenzó a tomar fotografías de la planta nuclear. Tras
ser despedido en 1985 por una reducción de plantilla, usó los 7.500
dólares de su despido para viajar por el mundo. Visitó Nepal, Birmania y
Tailandia antes de llegar a Australia. Allí se convirtió al
cristianismo en su rama anglicana.

Entonces, un periodista del Sunday Times se enteró de que un ex técnico
de Dimona hablaba abiertamente sobre el arsenal nuclear que Israel
negaba tener. Y convenció a Vanunu de que fuera a Londres y contrastase
su historia.

Pero los servicios secretos israelíes ya le habían localizado. Poco
antes de que el reportaje saliera publicado, Vanunu conoció a una joven
conocida como Cindy. Tras pasar varios días juntos en Londres, Cindy
compró dos billetes de avión y le convenció para pasar unas vacaciones
en Roma. Nada más llegar al piso de la capital italiana fue abordado por
dos agentes israelíes, que le drogaron y le metieron en un barco rumbo a
Israel. En la sede del Mosad le mostraron la portada del Sunday Times y
le dijeron: "Mira el daño que nos has hecho".

Durante una de sus últimas comparecencias ante el juez, ha distribuido
una carta que recientemente envió al comité de los premios Nobel para
informarle de que no aceptaría jamás ser candidato al premio Noble de la
Paz porque el galardón se le dio en su momento a Shimon Peres, el
actual presidente de Israel, quien "está detrás de la política nuclear
israelí".
04/09/2010

*Fuente: Público.es

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