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La guerra secreta contra Bolivia

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A principios de este mes, el presidente Evo Morales, volvió a denunciar a
la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) y
tras acusarla de infiltrarse en los movimientos sociales, para provocar
conflictos al gobierno tendentes a su desestabilización, advirtió sobre
su expulsión de persistir en esos afanes.

Tarea imposible para Morales. USAID jamás se moderará. Esta es una
entidad, parte del dominio que ejerce el imperialismo norteamericano en
América Latina, Africa y Asia. Es engranaje de una elaborada estrategia
del capital monopólico destinado a cooperar en el incremento de los
intereses del imperio.

Esta maquinaria fue montada después de la segunda guerra mundial y está
constituida por USAID, Alianza para el Progreso (CIAP), sustituida luego
por la Fundación Interamericana (IAF), el Banco de Importaciones y
Exportaciones (Eximbank), Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Internacional de
Reconstrucción y Fomento o Banco Mundial (BM), Organización para el
Fomento de Inversiones en América Latina (Adela) y sus otros brazos
financieros.

USAID inició actividades bajo el gobierno de Harry S. Truman en 1946 y
desde entonces ha distribuido más de 200 mil millones de dólares en
“ayudas” militares y económicas a los países donde ejerce su dominio en
protección de sus intereses. ¿Cuánto le debe Bolivia a este organismo?,
es un dato que se debe conocer.

USAID, utiliza por lo menos cuatro tipos de programas y ellos son:
Préstamos para el Desarrollo, Programas de Ayuda Técnica, Fondos para
Emergencias y el Programa de Apoyo Militar-Político. Este último es
parte de un vasto aparato de espionaje e intervención estadounidense.

El Programa de Apoyo Militar-Político es la razón de su existencia, pues
está destinado a frenar y destruir los movimientos revolucionarios en
América Latina y para ello tiene elaborado un manual represivo
confidencial, que en Bolivia fue revelado por el desaparecido periódico
“Hoy” en su edición del 23 de noviembre de 1978.

USAID actúa de manera directa entre la agencia y el gobierno del país
donde actúa y de manera indirecta a través de las empresas monopólicas,
siguiendo objetivos económico-políticos prefijados. Este organismo,
dispone de dinero para los inversores yanquis. Incluso invierte
directamente para lograr influencia.

El pedido de moderación que hizo el presidente Morales, no será cumplido
nunca, porque USAID fue organizada para eso, para conspirar y derrocar
gobiernos revolucionarios y ahora tendrá más ayuda pues el Presidente
Barak Obama, acaba de aprobar nuevos programas de “guerra secreta” y
“operaciones especiales” a nivel mundial. Bolivia y Venezuela se
encuentran en la mira.

Obama peor que Bush

Una investigación publicada por el periódico Washington Post, señala que
Barak Obama acaba de autorizar la expansión de la guerra secreta contra
grupos radicales, incrementando el presupuesto necesario.

De acuerdo al Post, las operaciones especiales se realizan en 75 países
con el concurso de 13 mil efectivos militares y civiles, expertos en
operaciones de inteligencia, guerra psicológica, asesinato selectivo,
misiones de entrenamiento, acciones clandestinas y otros.

La periodista venezolano-estadounidense, Eva Golinger, señala en uno de
sus recientes artículos que el investigador Jeremy Scahill, descubrió
que la administración de Barak Obama envió equipos élites de fuerzas
especiales, bajo el Comando de Operaciones Especiales Conjuntas a Irán,
Georgia, Ucrania, pero también a Bolivia, Paraguay, Ecuador y Perú.

El canciller Choquehuanca, negocia la reapertura de relaciones
diplomáticas con Estados Unidos, pero como se puede comprobar, ni el
gobierno de Obama ni USAID cambiarán sus políticas. En esas condiciones,
¿no sería mejor, postergar una embajada de Estados Unidos en Bolivia?

Planes norteamericanos para desestabilizar gobiernos, existen en
numerosos lugares. Están preparados y Washington sólo espera el momento
para activarlos. El artículo de Golinger, hace referencia a un alto
militar del Pentágono, quien afirmó que Obama está permitiendo muchas
acciones, estrategias y operaciones que no fueron autorizadas durante
George W. Bush.


Más plata para desestabilizar

Habrá dinero de sobra para conspirar y financiar a organismos como “La
Torre” en nuestro país que hace dos años, casi tumban a Morales con un
alzamiento gamonal que por entonces se denominó el “golpe
cívico-prefectural”, coordinado por el entonces embajador Philip
Goldberg, expulsado oportunamente.

Obama, acaba de solicitar un aumento de 5,7% destinado al presupuesto
para Operaciones Especiales del año 2011. Pidió US$ 6.3 mil millones de
dólares, además US$ 3.5 mil millones adicionales, para operaciones
clandestinas de contingencia. Para 2011, el total del presupuesto de
defensa llega a US$ 872 mil millones de dólares, con US$ 75 mil millones
sólo para la comunidad de inteligencia. Dinero hay de sobra.

Al comenzar el año 2009, el Presidente Obama firmó la “Doctrina de
Guerra Irregular”, priorizándola sobre la guerra convencional. En ésta,
el campo de batalla no tiene límites, pues las tácticas y estrategias
son no tradicionales. La subversión, el uso de fuerzas especiales para
operaciones clandestinas, son las principales técnicas para
desestabilizar al adversario “desde dentro”.

Para llevar a cabo estas tareas, agencias como USAID, la National
Endowment for Democracy (NED) y Freedom House, servirán para canalizar
dineros a los actores que se promueven desde Washington. La “sociedad
civil” y los movimientos sociales son penetrados en los países donde se
supone que los intereses imperiales pueden ser afectados.

Golinger, dice en su artículo, que una fuente de las fuerzas especiales
norteamericanas comentó: “Ya no tenemos que trabajar desde las
embajadas, ni tenemos que coordinar con el Departamento de Estado.
Podemos operar desde donde queremos”.

Este año, Venezuela estuvo a punto de ser clasificada como “Estado
terrorista”, pero Washington la sacó de la lista para no perjudicar la
venta de petróleo a Estados Unidos. No es pues raro que sobre Bolivia,
estén surgiendo acusaciones de sectores opositores sobre un presunto
incremento del narcotráfico. El gobierno tiene que tomar en cuenta a
esos voceros del imperialismo que buscan promover un cambio de régimen.

Guerra avisada, no mata moros, señala el refrán, pero es necesario estar
preparados ante las acciones que se llevan a cabo desde las ONG´s de
USAID. El próximo año, tendrán más presupuesto para corromper a los que
siempre están dispuestos a venderse.

* Fuente: Agencia Latinoamericana de Información

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