«¿Cómo se explica que importe más alimentar a los autos que a la gente?»
por Roberto Montoya (El Mundo)
17 años atrás 5 min lectura
Tras cuatro años sin acudir a la cita con sus lectores, el comprometido intelectual uruguayo consigue en las 350 páginas del nuevo libro que presentó ayer en Madrid, 'Espejos', presentar una historia casi universal a través de 600 relatos
«Vistos desde el aire todos los humanos somos enanos; desde abajo gigantes. Por eso es necesario verse desde la horizontalidad, desde la igualdad, respetando la diversidad, que es lo más rico que tenemos».
Eduardo Hughes Galeano (Montevideo, Uruguay, 1940), conocido universalmente como Eduardo Galeano, que hoy presenta en Casa de América de Madrid, a las 19.30 horrs. Espejos, una historia casi universal (Editorial Siglo XXI), reconoce que el cáncer contra el que tuvo que combatir hasta hace poco, le impidió seguir con sus obligaciones rutinarias, pero le dejó mucho tiempo para hilar las 600 pequeñas historias que desarrolla en su nuevo libro.
Es un hilo misterioso como el que tantas veces ha utilizado este comprometido intelectual a través de su cuarentena de libros para dar unidad, armonía y coherencia a historias aparentemente tan disímiles como hablar en una misma obra de Aristóteles, George W. Bush, Barck Obama, Mahoma, el Quijote, Mark Twain, el medioambiente, mujer, la inmigración, el libre mercado y mil cosas más. Temas profundos contados sencillamente y con un omnipresente toque de ironía y humor. «'No te tomes en serio aquello de lo que no te puedas reir', me aconsejó una vez un amigo brasileño», dice sonriendo, claro, este narrador incansable. Cuando publicó en 1971 una de sus obras más emblemáticas, Las venas abiertas de América Latina, en esa región del mundo comenzaba una oleada de golpes de Estado y sangrientas dictaduras militares. «En nombre de la libertad de mercado limitaron la libertad de la gente. El mercado libre significó para Milton Friedman un Premio Nobel, y para países como Chile, un Pinochet».
«Eran dictaduras nacidas para castrar», dice, «para aniquilar a lo más 'peligroso' de una generación entera, a la voluntad de cambio. Tenían miedo a que esa energía de cambio pudiera traducirse en peligro real para sus intereses».
Galeano es optimista sobre la nueva situación en América Latina. «En los últimos años por suerte surgieron gobiernos con voluntad de cambio, están empezando a hacer cosas, es muy diverso el panorama político latinoamericano, porque Latinoamérica es un reino de la diversidad, y eso es lo mejor que tiene. Ojalá logre reunirse y unirse esa energía de cambio para generar la posibilidad de defendernos mejor.
Eduardo Galeano es crítico con algunas actitudes de gobiernos europeos ante esos procesos. «Subrayo lo de la diversidad porque en Europa no se termina de entender. No siempre es fácil ver y entender esa diversidad desde afuera. Y más difícil es verla con los ojos de las naciones que han sido dominantes durante el periodo colonial y que de alguna manera lo siguen siendo. Desprecian lo que ignoran, desconocen cuál es la verdadera realidad de países sobre los cuales se sienten todavía con derecho a emitir sentencia, a decir esto es bueno, esto es malo, esto es democrático, esto no es democrático».
«Cuando se dicen cosas como que Bolivia es un país ingobernable, o incomprensible, en realidad quieren decir que es un país invisible para sus ojos, ojos envueltos en telarañas coloniales, que les impiden ver». Este eterno joven rebelde, capaz como pocos de aglutinar estos días alrededor de su libro a 1.500 personas, mayoritariamente jóvenes, en sus presentaciones en Galicia y Cataluña, dice que con Espejos «quiere mostrar la diversidad del mundo, que es una diversidad negada por la mirada del poder, porque la mirada del poder es mutiladora del arcoiris terrestre. Este tiene muchísimos más colores que los que le reconocen».
«¿Qué autoridad tienen países que ni se han autocriticado de haberse enriquecido en el pasado con la esclavitud?», pregunta Galeano. «Se intenta ocultar que la venta de carne humana duró tres siglos; fue el negocio más próspero de las coronas europeas». Y en su libro Galeano relaciona ese pasado con la intolerancia actual, intolerancia ante el otro, ante el homosexual, ante el inmigrante, intolerancia ante aquel de color de piel distinta. «¿Y si Adán y Eva eran negros?, planteo en el libro. Porque los humanitos venimos todos de Africa, en eso no hay divergencia de los expertos. Somos todos africanos emigrados, y el que se ocupó del reparto de los colores fue el Sol, y fue blanqueando a los que se alejaban del lugar de origen, que era Africa».
Eduardo Galeano reconoce que se ha avanzado en los derechos de la mujer en el mundo, «o en parte del mundo, de forma muy desigual, pero no porque los machos se los hayamos regalado sino porque ellas lo han conquistado en un proceso muy duro». Pero advierte: «Todavía son vistas por la ideología dominante como objetos de propiedad masculina. La forma más repugnante de la propiedad privada es la propiedad de las personas, como ver a la mujer como propiedad del hombre».
El escritor uruguayo pone también la lupa en «el reino del petróleo» y el auge de los biocombustibles. «Para EEUU, fue un error de Dios poner el petróleo bajo las arenas de Medio Oriente, en vez de ponerlas donde debía». «El petróleo sigue siendo el producto rey. ¿La prensa europea le dedicaría tanta importancia a Chávez, como un Satán siempre disponible, si Venezuela en vez de petróleo exportara lechuga?». Y otro tanto dice de Irán: «Ahora va a resultar que las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki las tiró Irán, y no, las tiró nada menos que un Gobierno demócrata de EEUU.
Galeano concluye: «El mundo gira alrededor de su majestad el auto. «¿Cómo se explica que importe más alimentar a los autos que a la gente? Si el petróleo es insuficiente o muy caro, vamos a darle de comer soja, maíz, azúcar. ¿Cuál es el miembro más importante de la familia?: Sin duda el que duerme en el garaje».
30/05/08
Artículos Relacionados
Explosiones sociales: una visión social
por Manuel Castells (en Chile)
6 años atrás 1 min lectura
Yo tenía 12 años cuando el asalto a Moncada
por Eduardo Galeano (Uruguay)
13 años atrás 2 min lectura
La reunión de Copenhague sobre el cambio climático, vista desde el Sur
por Hugo Blanco (Perú)
16 años atrás 7 min lectura
A Cristo lo ahogaron los católicos chilenos el Viernes Santo
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
19 años atrás 3 min lectura
La ultraderecha justifica un nuevo Golpe de Estado
por Enrique Villanueva Molina (Chile)
3 horas atrás
11 de julio de 2025
Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario uno de los candidatos presidenciales de la derecha chilena, dice que “apoyaría un nuevo golpe de Estado y propone proscribir al Partido Comunista “, mientras el derechista José Antonio Kast, del Partido Republicano promete indultar a los presos de Punta Peuco alegando los problemas de edad y salud de los criminales recluidos.
Ministra, cnl. Laureani, hijo del (alias) «Teniente Pablito», ex-miembro de la DINA, se aparece en lugar en que trabaja el PNB
por Agrupación de Familiares de DDDD y EEPP de Arica y Parinacota (Chile)
1 día atrás
10 de julio de 2025
Ministra, garantice que el personal militar no participe en diligencias vinculadas al Plan Nacional de Búsqueda sin coordinación expresa y autorización de las instituciones civiles a cargo.
El «Acuerdo de Ha’avara», el pacto entre los sionista y Hitler, que incomoda a Israel
por piensaChile
1 día atrás
10 de julio de 2025
«¿Sabías que el Tercer Reich financió parcialmente la migración de judíos alemanes a Palestina en los años 30? Este acuerdo, conocido como el Acuerdo de Ha’avara, es uno de los capítulos más polémicos y menos discutidos de la historia del sionismo y el nazismo.»
La ayuda como emboscada: la horrible nueva cara de la guerra de Israel en Gaza
por Eva Barlett (Canadá)
6 días atrás
06 de julio de 2025
«El régimen (israelí) está siendo juzgado por genocidio. Sus líderes están acusados de crímenes contra la humanidad. Israel está aislado. El régimen es ahora casi universalmente despreciado, al igual que lo fueron los regímenes nazi y del apartheid. La gente de todo el mundo está abrumadoramente del lado de Palestina. No se puede volver atrás del apartheid y el genocidio».