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La Franja de Gaza agoniza por la falta de recursos

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Crisis Humanitaria

La Franja de Gaza agoniza por la falta de recursos. Sin fármacos ni electricidad, los hospitales no pueden ofrecer una atención adecuada.

Los casos de cólera han aumentado un 160% desde el año pasado

MADRID.- Mientras todas las miradas apuntan al Líbano, donde ya han muerto al menos 600 personas a causa de la ofensiva israelí, a menos de 400 kilómetros la población palestina de la Franja de Gaza afronta una situación crítica debida a la falta de alimentos, fármacos, electricidad y recursos energéticos.

La crisis humanitaria empeora desde que Estados Unidos y la Unión Europea suspendieron sus ayudas económicas al gobierno de Palestina tras la victoria de Hamas en las elecciones y después del bombardeo de la única planta energética de la zona por aviones israelíes, según recoge un artículo publicado en la revista ‘The Lancet‘.

La pobreza ya alcanza al 80% de la población y el desempleo al 40%. Pero otros factores están agravando la situación de este pueblo castigado por las continuas incursiones del ejército israelí, los bombardeos y las restricciones.

Deterioro del sistema sanitario
Como consecuencia de la suspensión de las ayudas desde occidente, 13.000 profesionales de la salud de Gaza han cobrado un único sueldo en cinco meses. Otros, los que tienen pasaporte extranjero, permanecen en las fronteras esperando a que las autoridades israelíes les permitan entrar para ayudar a sus compatriotas.

"Todos los actores humanitarios que están trabajando en los territorios palestinos coinciden, hoy en día, en las desastrosas consecuencias de la política de embargo económico impuesta por Israel y la comunidad internacional", explica la ONG Médicos del Mundo Francia en un informe.

Los hospitales están sin existencias. En junio, el 19% de los fármacos básicos estaban agotados en la Franja y el 27% en Cisjordania. Además, la falta de anestésicos ha obligado a cancelar las operaciones programadas y sólo pasan por el quirófano los casos más urgentes, aunque algunos médicos temen que en un par de semanas deba suspenderse toda cirugía.

La interrupción del suministro eléctrico provocada por la destrucción de la central energética obstaculiza el trabajo de los laboratorios y los servicios de radiología, y amenaza con destruir la cadena del frío que permite la conservación de las vacunas.

Mujeres y niños, los más afectados
Los alimentos no se pueden mantener adecuadamente por lo que las infecciones gastrointestinales se han disparado. Tampoco es posible tratar el agua y los residuos, lo que se traduce, según informes de la Organización Mundial de la Salud, en un aumento del 160% de los casos de cólera en comparación con el año anterior.

La hambruna, la miseria y el temor ante la posible falta de proteínas, derivado de la prohibición por parte de Israel de practicar la pesca en la costa de Gaza, merman las fuerzas de los palestinos, en especial de los más débiles.

Christiane Berthiaume, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó de que "desde enero, cuando la comunidad internacional recortó su ayuda financiera a la Autoridad Nacional Palestina, el número de palestinos que viven de la asistencia humanitaria del PMA ha pasado de 480.000 a 600.000".

Los niños representan el 34% de las víctimas del conflicto y el 35% de los heridos. Los trastornos psicológicos y los abortos espontáneos se disparan debido, según informan fuentes sanitarias de la zona, a las bombas sonoras generadas por los cazas de la aviación israelí al romper la barrera del sonido, que atormentan a la población día y noche desde el pasado verano.

Ayudas insuficientes
Ante la reciente explosión del conflicto entre Israel y las milicias de Hizbulá en suelo libanés, las organizaciones humanitarias e internacionales temen que las donaciones se agoten, algo que "a medio y largo plazo puede ser un problema", según informó David Shearer, jefe de la oficina de asuntos humanitarios de Naciones Unidas.

El pasado mes de junio, la Unión Europea anunció la creación de un "mecanismo de ayuda internacional temporal" que, a través del Banco Mundial, ha hecho llegar a la oficina de Mahmud Abbas, jefe de la Autoridad Nacional Palestina, 329 millones de euros.

Pero estas ayudas no son suficientes para paliar la trágica situación del pueblo palestino. "Si no podemos hacer nuestro trabajo _declaró el ministro de sanidad palestino, Bassem Naim- entonces aparecerán las enfermedades, y éstas no se detendrán en las fronteras".

 Juventud Palestina de Concepción: jupac@surnet.cl
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