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Saddam Hussein y Pinochet

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Todos los diarios del mundo han publicado que Saddam Hussein, el ex dictador de Irak, de pié ante el tribunal que lo juzga a él y otros siete ex subordinados, declaró: “Yo soy el único responsable”. El ex Presidente se refería al decreto con su firma por el cual aprobaba la pena de muerte para 148 chiítas de la localidad de Dujail, que supuestamente atentaron contra él el 8 de julio de 1982.

"Vi pasar las balas ante mis ojos. Estaba en el automóvil, detrás del conductor. Tenía a un amiga a mi lado y un guardaespaldas estaba al lado del conductor. Hubo disparos pero Dios quiso salvar el vehículo, ya que si bien las balas de la ‘duchka’ (ametralladora de fabricación rusa) lo tocaron, no lo atravesaron", recordó Saddam.

“Esas personas habían cometido un crimen contra el jefe del Estado. Yo firmé la orden (…) Yo soy el único responsable. ¿Dónde está el crimen? Denunciar a un acusado que abrió fuego contra un jefe de Estado, cualquiera que fuese su nombre, ¿es un crimen? Juzguen al Presidente, pero dejen a los otros tranquilos (se refería a sus subordinados).
“Fui yo quien ordenó la destrucción de los huertos. ¿Por qué acusan a Taha Yassin Ramadan o a Barzan Al-Tikriti? Fue yo quien di la orden.  Naturalmente no fui yo quien se subió a las apisonadoras para destruir los huertos de todos los implicados en el atentado contra mí, pero yo firmé la orden del Consejo de Mando de la Revolución (la más alta instancia del país)”, dijo con voz tranquila Hussein, que fue derrocado por las fuerzas militares estadounidenses y británicas en abril de 2003.

Sadam también precisó: “Inculparon a Awad Bandar, el presidente del Tribunal, porque pronunció el veredicto, pero fui yo quien les derivé (los prisioneros) al Tribunal Revolucionario de acuerdo con la ley. Awad aplicó la ley y tenía derecho a juzgarlos según la ley, como ustedes hacen hoy.
"Aquí está presente un jefe de Estado. Júzguenlo a él y dejen que los demás se vayan".

Finalmente, el ex dictador expresó: "Saddam no tiene miedo de nadie, sólo de Dios. Y esto no se remonta a ahora sino a cuando era pequeño y no tenía miedo de nadie. Dedicamos nuestra vida a Dios y éste quiso que sigamos aún vivos. No tengo miedo de nadie, pero me preocupo por la reputación de Irak".

En Chile no faltarán los ex subordinados del ex Capitán General, que exclamarán: ¡Igualito que Pinochet!

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