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Tarapacá: Es la corrupción, estúpido

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Tarapacá no deja de sorprender … esta nueva administración liderada regionalmente por la flamante senadora UDI Luz Ebensperger ( ex Intendenta de Piñera ) llega y asume el poder en mejor pie que en su primer gobierno, o al menos eso parecía, ya que cuenta con una experiencia  «en el cuerpo» de administración gubernamental, situación inexistente hace 8 años y que les costó más de un dolor de cabeza.

La mayor parte de las nuevas autoridades regionales, ya ocuparon cargos públicos y son muy cercanos a la nueva senadora UDI de la región, partiendo por el Intendente Miguel Quezada, que fue jefe de gabinete de la actual senadora cunado se desempañaba como Intendenta Regional en Tarapacá.

«…NUNCA ES TRISTE LA VERDAD, LO QUE NO TIENE ES REMEDIO.» JMS.

La reciente historia política de Tarapacá es compleja, es dura, llama a reflexión, en Tarapacá se conjugaron como en ninguna otra región del país los casos de corrupción política más emblemáticos que durante años fueron permeando la sociedad local en todos sus ámbitos, empresarial, comunicacional, judicial, eclesiástico, educacional, etc … uno a uno fueron impregnados, envueltos y asimilados como uno más de la larga cadena – que aún no se corta – de la corrupción.

Solo nombrar los casos más emblemáticos:   los  ex senadores  Rossi y Orpis, con financiamientos fraudulentos de SQM y Corpesca respectivamente, lograron que esta región durante un tiempo no tuviera representación en la cámara alta, también cayeron en lo mismo la ex diputada Marta Isasi por Corpesca y el reelecto diputado de la UDI Renzo Trisotti que logró la suspención condicional del procedimiento  por delitos tributarios en caso financiamiento de SQM.

Cuando asume Bachelet su segundo periodo presidencial el ex senador socialista Fulvio Rossi, se convirtió en senador oficialista, por lo cual reclama sus «derechos adquiridos», estos no son otros que nombrar todos los cargos públicos de su interés en la región, y acá es cuando la corrupción se esparce,  cuando nacen ramificaciones que tocan todo el espectro social, – público y privado-.

Acá no se salvó nadie, en  el Gobierno Regional se instaló la «máquina rossista» – incluyendo seremías –  trabajando para el senador, no para la región; ZOFRI es controlada por  Rossi instalando  a un DC de su confianza Patricio Sesnich; UNAP capturada por rector Soto y sus amigos,  que tienen al CORE como caja pagadora para seguir sobreviviendo; ex intendenta y diputada y actual Jueza de policía local  Antonella Sciaraffia era la que confeccionaba las minutas a Ponce Lerou para favorecer a SQM; «el obispo más joven de Chile», casi con orgullo lo destacaban los iquiqueños cuando señalaban al ex obispo Marcos Órdenes que terminó acusado por abusos sexuales a menores; medios de comunicación regionales cooptados, sin independencia financiera y vendidos al mejor postor; el fiscal regional de Tarapacá era nada menos que el Fiscal Manuel Guerra, sí,  el mismo de Exalmar, Penta y SQM, de toda lógica que en Tarapacá no existe nadie condenado por contrabando, lavado activos, corrupción pública o algo que se le parezca – acá todos los condenados son de escasos recursos-, en Tarapacá no se castiga a nadie de la elite local, es de mal gusto.

De los municipios ni hablar, se necesitaría un capítulo aparte para ellos, es de público conocimiento que a nivel nacional las entidades públicas con mayor grado de corrupción son los municipios, estadística entregada por la misma Contraloría General de la República, y en Tarapacá no podían ser menos, todos los municipios con administraciones cuestionadas, pero con muy pocos alcaldes destituidos, principalmente porque muchas veces los concejales -los que deben fiscalizarlos – son parte de sus corruptelas también, y estas van desde millonarios viáticos por viajes de «turismo» que son llamados de capacitaciones, pasando por sobresueldos a contrataciones de familiares y amigos, y terminando en máquinas de adjudicación de contratos millonarios donde  los alcaldes son parte del negocio, en esto caen todos, pero sin duda que la administración del ex alcalde y actual diputado Ramón Galleguillos fue un ejemplo y destacado de estas malas prácticas.

De todo lo anterior uno podría concluir que en Tarapacá no se castiga judicialmente ni con el voto popular  la corrupción púbica. Pero esa sería una conclusión apresurada o al menos muy lapidaria, debido a que múltiples casos de corrupción en el resto del país, dejan a Tarapacá lejos de ser una isla en este aspecto, por el contrario, es casi una generalidad.

TODO TIEMPO PASADO, NO FUE MEJOR

Lo descrito previamente  refleja  la última década de Tarapacá hasta el día de hoy, algunos aspectos han cambiado,  otros casos están lejos de terminar, pero siempre existe la esperanza, esperanza que muchos depositaron en la nueva administración regional liderada en lo formal por el Intendente Quezada y en los hechos por la senadora Ebensperger.

Pero acá empiezan las primeras sorpresas, la senadora reclama su «derecho adquirido», por lo cual empieza a nombrar a todos sus más cercanos en todos los puestos de su interés, también a bloquear a todas las personas que no son de su interés, y ahí se le produce su primer tropiezo, a los partidos aliados ( RN y Evópoli) no les avisaron que esta acción es parte de los derechos adquiridos de la senadora, pero deben callar y rumiar su malestar, o representarlo de manera muy sutil.

La senadora entiende que así es el juego de la política, siempre ha sido así, el voto de un senador pesa en el congreso y repercute en La Moneda, todo bien, hasta que la senadora se olvida del pasado reciente, de que la ciudadanía se enteró al menos de las corruptelas de los que vinieron antes, no lo considera, en el pasado al igual que ahora los que mandan las regiones son los senadores, piensa con un convencimiento total, y da el paso,… sabiendo que es riesgoso y será cuestionada, pero ella es senadora, mujer empoderada, «saldrá jugando», … y da el paso, nombra como su jefa de gabinete a Marianella Ovalle, condenada en un juicio abreviado como autora del delito de lavado de activos en arista Corpesca.

Lo que vino después, era esperable, terminó con la renuncia de Ovalle casi una semana después de dar a conocer su contratación a través de los medios de comunicación.

Lo más impactante de esto es la poca lectura de la senadora del rechazo que produciría en la opinión pública una contratación de estas características, esto es lo más preocupante en este caso, seguramente debe estar conjeturando que fue una operación política de sus adversarios o tal vez de sus aliado de coalición, pero no asume un error de apreciación objetiva del rechazo que produce en la opinión pública la corrupción en políticos, estén estos condenados o no, esto en el pasado podía aceptarse, con dificultad pero al final – ya estaba nombrada – , «y la gente se olvida», antes era así ya no.

LO INEXPLICABLE

Y finalmente pasó lo inexplicable, luego del episodio Ovalle, el gobierno nombra como director regional de CORFO a Cesar Villanueva Vega, un conocido, tristemente célebre conocido como «el palo blanco de Galleguillos» cuando era funcionario de la Municipalidad de Alto Hospicio y Galleguillos era el Alcalde.

A Villanueva lo investiga actualmente  la Fiscalía Regional  de Tarapacá, por casi todos los delitos que están dentro del ámbito público, enriquecimiento ilícito, lavado de activos, malversación de fondos públicos, tráfico de influencias, etc, etc, etc.

Además ya fue sumariado por orden de la contraloría por faltas a la probidad, al ocupar una licencia médica fraudulenta e irse a EEUU a realizar un postgrado.

LO QUE SE VIENE : Sale Rossi … Entra Ebensperger

Definitivamente no hay buenas señales de esta nueva administración, las esperanzas depositadas se están apagando con mucha rapidez, a la misma velocidad de los nombramientos de personas profundamente cuestionadas, y además con el convencimiento de que en los criterios de asignación de cargos se ha impuesto el amiguismo, las lealtades personales, las cercanías familiares, en definitiva los «derechos adquiridos» de la senadora en este caso.

Lo anterior representa un problema mayor, en el pasado fue el ex senador Rossi que actuó de la misma manera, el problema que no vislumbran las nuevas autoridades es que todos los amigos leales a Rossi que él instaló, no eran personas corruptas per se, Rossi no eligió a los «mas bandidos» para ser parte del gobierno, no, eligió a gente leal a él, no me extrañaría  que la senadora esté pensando que sus amigos y leales, son gente proba, que están lejos de caer en corruptelas como en anteriores administraciones, pero se equivoca.

Lo que la senadora Ebensperger no aquilata es que el poder corrompe, y el poder absoluto, corrompe absolutamente, y eso es lo que pretenden los senadores al instalar sus máquina locales, el poder y control total de la región. Esto por definición también es corrupción.

El autor, Francisco Estévez S., es periodista

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