¿Dónde está Allende, a 44 Años de su muerte?
por Rolando H. Vergara (Edmonton, Canadá)
8 años atrás 6 min lectura
De prisa viajan las nubes grises en el cielo cerrando el paso a los tenues rayos de sol y el viento frío de Abril, arrebata de los árboles las primeras hojas doradas que anuncian la llegada del otoño a la ciudad de Santiago.
En la Alameda, miles de estudiantes, trabajadores y ciudadanos de la capital marchan exigiendo cambios profundos en el modelo político del país caracterizado por las inmensas desigualdades sociales.
Alegres y sonrientes van los líderes estudiantiles y laborales que encabezan la primera movilización social del año y junto a ellos, hombro con hombro, sobresale la figura inconfundible de Allende, imitada genialmente por un participante.
¿Y dónde esta Allende? A 44 años del combate heroico del Presidente Salvador Allende en el Palacio de la Moneda, un 11 de Septiembre de 1973, por la dignidad del pueblo chileno, por la democracia, y el socialismo, Allende continúa obstinadamente entre nosotros.
Como en aquella fría mañana de Abril, Allende aparecerá de nuevo en la Alameda y en cada una de las movilizaciones de los estudiantes para conseguir educación pública, de calidad y gratuita.
Pero Allende acompañará también a los humildes, a los trabajadores, a los campesinos, a los indígenas, a las mujeres y estudiantes de otros lugares de nuestra América Latina y el mundo, que defienden sus derechos y luchan por construir sociedades más justas e igualitarias.
Y en estos días, a 44 años de su desaparición física, Allende está más presente que nunca en la América Latina socialista y soberana. Allende vive y lucha, en este mismo instante, junto a la Revolución Bolivariana de Venezuela.
El hombre que imagino el socialismo del siglo XXI no ha muerto, continua más vigente, más imprescindible y más apreciado que nunca en las luchas democráticas y revolucionarias de los pueblos latinoamericanos por conseguir transformaciones político-sociales profundas y reinstalar el socialismo como solución y alternativa para los grandes problemas de la humanidad. [1]
El Comandante Hugo Chávez, visionario y audaz revolucionario bolivariano, entendió mejor que nadie el desafío de Allende y lo señalo, poco antes de morir, en un sentido tributo al Presidente Mártir.
“Algunos (…) teorizaron diciendo que era imposible la vía al socialismo por ese camino, por el camino electoral, por la vía pacifica. Pasaron los años y yo creo que lo que esta ocurriendo hoy en America Latina reivindica el intento de Allende y del pueblo chileno. No es [sensato decir} que o sea viable por la vía pacifica ir construyendo los senderos del socialismo”.[2].
La Revolución Bolivariana en Venezuela confirman la plena vigencia, viabilidad y justeza del “camino Allendista” para construir el socialismo en libertad, pluralismo y democracia. La Revolución Bolivariana, de manera categórica, es el paradigma del Socialismo del Siglo XXI.
No es pura casualidad que Venezuela, en estos días, este siendo agredida y amenazada militarmente por las políticas intervencionistas de Donald Trump y gobierno de los Estados Unidos en confabulacion con la derecha económica y política venezolana.
La estrategia golpista diseñada y financiada por el Departamento de Estado y el Comando Sur de Defensa de los EEUU contempla el desarrollo de una agresión encubierta, llamada guerra de cuarta generación, contra el Gobierno de la Republica Bolivariana; y que en el curso de los últimos meses ha ido adoptando diversas formas, tales como la psicológica, comunicacional, internacional, institucional y la violencia insurreccional.
El objetivo estratégico del imperio y la contrarrevolución venezolana, no es otro que lograr la derrota del proyecto histórico de la Revolución Bolivariana, recuperar el poder político para la oligarquía, implantar un programa económico neoliberal antipopular y desatar la represión masiva contra el movimiento popular.
En este complejo escenario el Presidente Nicolás Maduro y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se plantean retomar la iniciativa destinada a resolver la crisis política y los más apremiantes problemas que vive el país, convocando al pueblo venezolano a elecciones libres para la realización de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC). La propuesta del gobierno y el chavismo es una iniciativa incuestionablemente democrática y de claro protagonismo popular, que puso en marcha la participación de los trabajadores, de los movimientos sociales y el pueblo en general en la solución de la grave crisis que vive el país.
La convocatoria del poder constituyente originario del pueblo es un acto de auténtica democracia participativa, que provoco las iras del imperio expresada en insolentes declaraciones del Gobierno de los Estados Unidos y otros gobiernos derechistas de América Latina, exigiendo la cancelación de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente y acusando de dictadura al Gobierno de la República Bolivariana.
“La ANC, señaló Maduro, fue convocada para la paz, pero ahora ante la amenaza imperial el pueblo la elegirá para activar y desplegar la defensa de la independencia, la dignidad y la soberanía”.
Como es sabido, las elecciones para elegir los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente se realizaron de acuerdo a la Constitución y las leyes del país y concito la participación entusiasta de más de 8 millones de venezolanos y venezolanas.
Hablando desde la Plaza Bolívar de la ciudad de Caracas, luego que el Consejo Nacional Electoral (CNE) entregara los primeros resultados de la elección, el presidente Nicolás Maduro refiriéndose a la ANC dijo que “no solo tiene la fuerza constituyente nacional, sino que tiene la fuerza de la legitimidad, la fuerza moral de un pueblo que de manera heroica, en condiciones de guerra, salió a votar, a decir, queremos paz y tranquilidad”.[3]
La Asamblea Nacional Constituyente, como lo han demostrado los hechos recientes, ha sido una acertada iniciativa de la Revolución Bolivariana para neutralizar la contrarrevolución oligárquica e imperialista, ha sido la respuesta justa de una revolución socialista que encarna los valores humanistas, pluralistas, libertarios y democráticos del socialismo del siglo XXI que imaginó Salvador Allende.
Por eso es vergonzosa y repudiable la posición de la Presidenta Michelle Bachelet y su gobierno, quienes calificaron de ilegitima la Asamblea Constituyente. De igual manera, es absolutamente condenable la actitud lacaya de algunos dirigentes, que en una clara traición a los principios del verdadero Partido Socialista de Chile en el cual milito Allende, se sumaron a los ataques del imperio y los gobiernos ultraderechistas del continente en contra de Venezuela.
Entonces, ¿dónde esta Allende? Consecuente con su compromiso latinoamericanista y su intransigente posición antiimperialista, Allende ni por un instante habría dudado en estar al lado de la Revolución Bolivariana levantando su voz para defenderla y para condenar las agresiones imperialistas.
Decisivos son los días que se viven en Venezuela en su lucha por consolidar el proceso revolucionario bolivariano iniciado por Hugo Chávez. Sin embargo el pueblo venezolano seguirá avanzando y encontrara su camino hacia la victoria. Con la misma fe y convicción de Salvador Allende quien con premonitorio acierto en medio del fragor de su ultimo combate en La Moneda, anunciaría que “Así se escribe la primera página de esta historia. Mi pueblo y América escribirán el resto”.
–El autor, Rolando H. Vergara, es profesor e investigador del Latin American Research Institute, Canadá.
Notas:
[1] Véase, Rolando H. Vergara, “Allende y la Alternativa a Construir”, http://piensachile.com/2014/09/allende-y-la-alternativa-construir/
[2] Hugo Chávez, Conferencia de Prensa del Presiente en el Hotel Alba, Caracas, Venezuela, 11 de septiembre 2012.
[3] Nicolás Maduro, Venezolana de Televisión, Caracas, Venezuela, 18 de Julio de 2017
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