Para mi es fácil decirlo: o ciertos humoristas chilenos cambian su repertorio o donde vayan oirán fuerte y claro: ¡Y… fuera!
Un nuevo Chile nace desde el 18 de octubre -en eso creo-, lo que bien podría traducirse como un gran grito cósmico que recorre toda nuestra geografía y diversidad humana y que dice ¡¡BASTA!! ¡¡Basta de burlas, de humillaciones, de crueldad, de maltrato, de matonaje, de aprovecharse del más “débil”, de tratos degradantes, inhumanos y crueles, de abusar de un otro/otra/otre impune y gratuitamente, de sacar ganancias y risas fáciles y miserables atentando contra quienes son “vistos” como “diferentes” en nuestro país y que muchas veces no saben cómo defenderse, como pasó con Margarita, en Puerto Montt. ¡¡Descansa en paz, angelita linda!!
“Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía”: Intervención feminista se toma las calles de Santiago
Una estremecedora intervención en la que cientos de mujeres cantaron y bailaron al unísono una melodía en la que critican entre otras cosas la tendencia institucional de atribuir la responsabilidad por la violación a la víctima, se tomó diversos puntos de la capital durante esta jornada.
“Duerme tranquila
niña inocente,
sin preocuparte del bandolero,
que por tus sueños
dulce y sonriente
vela tu amante carabinero”,
dice la letra de la canción en su inicio, en alusión directa al himno de la institución policial.
Crónica: La violencia machista y el asesinato de los sentidos
Un catastro que causa escalofríos, pero que obliga a la sociedad a cuestionarse qué está pasando, qué está fallando y cómo se puede detener. Una sociedad que parece haber perdido la capacidad de solidarizar con el dolor ajeno. Pareciera que para poder sentirnos en la piel de otra tenemos que imaginarnos que se trata de nuestra madre, nuestra hija o nuestra hermana. No basta con saber que a una desconocida le sucedió.
Los machistas miran los cuerpos como cosas y a las mujeres como objetos
“Existe el privilegio de los hombres de tratar a otras personas como si fueran sus objetos y cuando ven que hay un acto de humanidad de esa persona, que es el acto de romper con una relación, de enfrentarse a la violencia, el agresor hace el acto máximo de disposición de un objeto: deshacerse de ese objeto, como podría ser venderlo o destruirlo, que es lo que define la propiedad en nuestro sistema legal patriarcal”