«www.estonoeschile.cl»: Plataforma web por una constitución más allá del neoliberalismo
Los movimientos sociales han desarrollado soluciones en las últimas décadas para superar el modelo neoliberal, alternativas concretas y viables para construir una economía solidaria, fortalecer la soberanía alimentaria, gestionar las aguas de forma comunitaria, crear un modelo de pensiones de reparto, fortalecer los sistemas de salud y educación públicos, y muchas más.
Lo esencial es la fuerza social
No perder de vista lo esencial: la profundización del modelo neoliberal en Chile. No se trata de la privatización de las empresas estatales, no se trata del shock económico monetarista, no se trata de reprimir al movimiento sindical o de imponer trabas al desarrollo de la cultura. No se trata, por supuesto, de volver a imponer dictaduras militares. El asunto es llevar el modelo a todas sus consecuencias posibles, a todos los ámbitos de la vida pública, estatal, privada. Y se trata de hacerlo en democracia, en “paz”, con la complicidad pasiva o activa de los partidos políticos, con ritos electorales cada dos años, con permanentes operaciones de relaciones públicas que presentan como avances “sociales”, “democráticos”, lo que no es sino la esencia de todo: el modelo llevado a su extremo, el neoliberalismo como forma de vida.
Por el futuro de Chile, ¡váyase!
Dato tras dato nos fuimos enterando que los congresistas chilenos, entre otras cosas, eran los más caros de Latinoamérica. Ganaban incluso más que sus pares de la OCDE en Europa y que podían levantar un dedo, hacer una indicación y subirse los sueldos. La gente conoció información de altos dignatarios, jueces, militares, empresarios y sus costosos estilos de vida, las cifras de los robos, los US$ 18.000 millones que andan perdidos en Codelco, etc. Los datos llegan incluso cuando están ocurriendo los sucesos. Son esos mismos datos los que se socializan y a veces suenan como un latigazo, como cuando el socialista, José Miguel Insulza dijo en CNN, soy “partidario de reprimir con energía el intento por saltarse los torniquetes y no pagar”. La vida versallesca de estos personajes acostumbrados a deambular por los salones diplomáticos internacionales, ganando miles de dólares, para decir lo que debe hacerse y lo que no, fue forjando la cruel distancia de vida que padece el pueblo con la de ellos, por eso es hora que se vayan, deben irse por el bien del país.
Cuando los Generales se sienten orgullosos…
No son 30 pesos, son 30 años, reza la consigna. Pero, en realidad son 46 años de soportar el atropello SISTEMÁTICO de los derechos humanos, sociales, laborales, políticos y ambientales. Lo real, lo concreto, es que la dictadura nunca cesó. Podríamos dividir estos 46 años en tres etapas. La primera, una dictadura que requería la aplicación de una política de terrorismo de estado para poder desbaratar la implementación de un proceso revolucionario liderado por Salvador Allende, dentro de la institucionalidad capitalista, aprovechando los escasos espacios ofrecidos por esta. Para, inmediatamente después de esto, instalar un sistema neoliberal.
Al gobierno le «exigimos que sean capaces de dar la cara al pueblo que hoy exige cambios profundos»
El gobierno que usted preside tiene la alta responsabilidad en esta crisis social y política, a la vez que es un actor en un modelo neoliberal que ha sido indolente a las necesidades reales de la gente. Por lo anterior, exigimos que sean capaces de dar la cara al pueblo que hoy exige cambios profundos. Es momento que transparenten du disposición política y social ante las exigencias y necesidades que se han artículado en el Pliego de los trabajadores y Trabajadoras de Chile.
Les exigimos estar a la altura del momento histórico y dar una muestra de entendimiento social, respondiendo por escrito, en un plazo de 5 días, si están disponibles a realizar los cambios profundos constitucionales y democráticos que todo un país exige hoy en las calles.
Chile: El eclipse de la política
El gobierno de centroderecha tiene mucho más clara la crisis institucional que la oposición de centroizquierda. Para enfrentarla La Moneda necesita un nuevo acuerdo con la socialdemocracia y la democracia cristiana. Entre centroderecha y centroizquierda existe una coincidencia básica que facilita las negociaciones. Ambos defienden la economía de mercado que es el pilar del sistema.
¿Y la Izquierda?
Esos polvos trajeron estos lodos
Conservar los frutos del pillaje del patrimonio público y de los latrocinios cometidos a vista y paciencia de todo un país fue posible mediante el sencillo expediente de tarifar a los portadores de la “reconciliación”. Incluir en la nómina a unos y a otros se transformó en un seguro contra la Justicia. Lo que llamé el cogobierno de la Concertación y la Alianza fue posible porque todos comían en la misma cantina. La perversión del “modelo” estaba en su ADN ya en el origen. Fueros esos polvos los que trajeron estos lodos, y no hacía falta llamarse Nostradamus para adivinar lo que ocurriría. Sólo que anunciar la crisis no la desataba, ni la hacía evidente. Pero finalmente, el dique que contenía los desechos de esa cloaca cedió, como tarde o temprano debía ocurrir.
La única y terrible retroexcavadora
Si en términos políticos entendemos retroexcavadora como barrer todas las instituciones existentes; la única retroexcavadora que hemos tenido a nivel nacional en nuestro período republicano ha sido la dictadura de Pinochet. Recordemos que ella terminó con el conjunto de las instituciones políticas, económicas y sociales preexistentes y las sustituyó por un modelo global neoliberal. Y lo hizo a través de métodos extremadamente violentos y autoritarios. En rigor, el único aspecto del modelo cuestionado por el actual gobierno -y parcialmente- ha sido el educativo. Todos los demás (Plan Laboral, AFP, Isapres, ley minera, sistema que permite la elusión tributaria de los más ricos, y un largo etcétera) han sido reconfirmados en los hechos por un gobierno que ha dispuesto de una clara mayoría parlamentaria.
Presentación sobre el libro «El poder de la UDI»
Juan Pablo Cárdenas y Fernando Paulsen conversan con la directora del Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Periodismo 2009, María Olivia Monckeberg, sobre su última publicación relacionada con la historia del gremialismo en Chile, su fundador Jaime Guzmán y la situación actual del referente político.
El futuro lo cambian quienes no se acomodan, ni se venden
La derecha y la vieja concertación, los grandes socios en el mantenimiento del modelo neoliberal, se atrincheran, ambos comparten el temor por los cambios, sienten que se les empieza a mover el piso y que el ciclo político perverso de “la democracia de los acuerdos y de la justicia de lo posible” llega a su fin, agujereada tambien, por el vinculo de varios de sus principales protagonistas con la corrupción y el cohecho.