Honduras: Sospecha de fraude retrasa conteo de votos
«No vamos a negociar absolutamente nada con estas instituciones. Exigimos que se respete la decisión del pueblo de que Xiomara sea su presidenta. No importa lo que hagan, porque este proceso ha iniciado y nadie lo va a parar», afirmó Zelaya.
El ex-presidente dijo que Libre está listo para comparar las actas que ya tiene en sus manos y las que llegarán con las del TSE. «Que nos demuestren con actas en las manos que hemos perdido. Nunca lo podrán hacer», afirmó.
Masoquismo politico ratifica el sistema y hace presidenta a Bachelet
Concretada la elección, nos encontramos con que Bachelet ha resultado triunfante no sólo gracias a los 3 millones 069 mil votos emitidos por sus adherentes, sino, principalmente, ¡gracias a la abstención de 6 millones 681 mil ciudadanos, que no la querían de presidenta! Lo cual puede parecer un mal chiste gratuito, pero es la pura verdad. Las matemáticas no mienten, dicen.
En Chile podemos votar, pero no elegir
Hace un tiempo convocaron al OLCA a una reunión para discutir las apuestas programáticas de una de las candidaturas presidenciales, agradecimos el gesto, pero no fuimos… optamos por restarnos, fundamentalmente porque nuestro caminar al lado de comunidades víctimas del extractivismo nos ha enseñado que administrar un sistema de muerte no puede generar vida, y la vida es nuestra fuerza motriz, desde ella partimos y hacia ella vamos. Por lo tanto, estamos más empeñados en articular las experiencias de vida que creativamente se vienen desplegando, que en enfrascarnos en discusiones poco fértiles, no porque no sean honestas las semillas, sino porque la tierra político partidaria de este país, está demasiado reseca y estéril.
Por qué votaré por Bachelet
Toda propuesta radical con flecos populistas, contradice las enseñanzas de Allende, quien asumió desde joven que para conducir una sociedad hacia una mayor justicia e igualdad había que sumar, aunar voluntades en pos de un destino común alcanzable. El todo o nada no es revolucionario, es conservador, porque inhibe las iniciativas, menosprecia los cambios graduales, dogmatiza la razón, impide la reinvención de las nuevas luchas y obstaculiza la alegría de avanzar.
Las elecciones son circunstanciales
Las próximas elecciones marcarán un hito mas en nuestra vida política, su característica principal es la cantidad de candidatos con mucho diagnóstico y poca claridad programática, haciendo gala de una demagogia aburrida y sin contenido. Por otro lado somos testigos de candidaturas multimillonarias, financiadas por los ricachones que se presentan a diputados o senadores, incluso a CORE, o por aportes empresariales de quienes rebajan la “inversión” de los impuestos que pagan.
El vuelo de Constanza: La candidata a Presidencia de Uruguay
La alternativa […], instala un lazo embrionario de superación práctica de la resignación de muchos militantes ante la artificiosa –e ideológica- imposición de la “naturalidad”. Sin exitismo alguno, en esta etapa al menos, este lazo debiera ser cuidadosamente cultivado con el famoso apotegma gramsciano del optimismo de la voluntad, aunque con el pesimismo de la razón.
Franco Parisi ¿La instalación de un nuevo Caballito de Troya?
Supongamos que el discurso del candidato presidencial Franco Parisi fuera real y sincero; supongamos que pasara a segunda vuelta; supongamos que fuera elegido presidente. Ahora hagamos la siguiente pregunta: ¿cómo habría de gobernar un personaje sin un partido político y con un parlamento muy contrario a sus intereses?
Ahora supongamos que no pasara a segunda vuelta ¿a quien entregaría su apoyo? ¿Entregaría su apoyo a Michelle Bachellet? Obviamente sus partidarios no se lo perdonarían. ¿Entregaría su apoyo a Evelyn Matthei? Muchos podrían verlo como algo ilógico. ¿“Dar apoyo a un personaje que lo atacó descaradamente”?
La madre de las próximas batallas
La mayoría de los candidatos y chilenos consultados por las encuestas tienen la esperanza de que un próximo gobierno se comprometa a derogar la actual Constitución de 1980.
Pero…. después de 23 años de posdictadura, es ingenuo pensar que nuestra añosa y reseca clase política emprenda los cambios demandados; menos, todavía estén dispuestos a ceder sus cargos parlamentarios en bien de una democratización del sistema institucional, después de las ingentes sumas gastadas para “repetirse una y otra vez el plato” , a la vez que mantener las cuotas de poder de sus partidos.