La imposible comensalidad después de Doha
El vergonzoso fracaso de la Ronda de Doha se debe principalmente a los países ricos, que quisieron garantizarse la parte leonina en los mercados de los pobres. En un cuadro de hambre ya instalada se desperdició la oportunidad de asegurar comida en la mesa de los hambrientos. El sueño ancestral de la comensalidad que nos hace humanos, cuando todos podrían sentarse a la mesa para comer y comulgar, se vuelve aún más distante. Además de la crisis alimentaria, todavía nos asolan la crisis energética y la climática.
La derecha busca el golpe y la Central Obrera le es funcional al abrir otro flanco
Los antiguos romanos decían ‘historia magistra vita est’. No es, precisamente, la primera vez que gobiernos que llevaban adelante profundos cambios sociales, cayeron empujados en forma combinada por los que perdían con tales reformas y por aquellos que no aceptaron sostener el proceso revolucionario mediante sistemas de alianzas apropiados para esos tiempos. Los casos a encontrarse son abundantes si se los rastrea y por eso, recordar ese dicho romano que en otros términos también puede encontrarse en ese gran historiador que fuese Tucídides de Atenas, debiera servir hoy a los dirigentes de la COB para reflexionar sobre el rol que están jugando de cara al referendum revocatorio del próximo domingo en la inmediatez y frente a la batalla de fondo que se libra en la sociedad boliviana.
Bolivia: Evo o «p’atrás»
Saben que si se vota, gana Evo
Pero la guerra de desgaste, la operación de "acoso y derribo", o el más explícito "voltear al indio" se ha convertido en una carrera "contra-reloj". Porque todos los indicios apuntan a que el domingo puede que algún prefecto saque más votos revocatorios que los que obtuvo cuando fue elegido. Y legalmente tendría que dejar su cargo.
Y las encuestas predicen que los votos contrarios a Evo Morales no alcanzarán el necesario 53,7 % para que su mandato resulte revocado. Ese fue el margen alcanzado en diciembre del 2005 cuando resultó electo.
Municipales 2008 y el descrédito de la política
La justicia, la tan cacareada igualdad, la protección y seguridad social, sigue siendo una quimera que se ha limitado a la política de lo paliativos, dadivas y mendrugos para los sectores sociales más golpeados por el capital neoliberal, y avalados por la casta política que cogobierna el país, que ahora volverá a solicitar el voto de los electores, para ellos seguir encumbrándose por las redes del poder, de la corrupción, el tráfico de influencias y sus propias carreras políticas.
«Hay que cambiar la Ley de TVN»
Creo que hay que cambiar la ley si queremos tener una televisión que de cuenta de la diversidad y de la amplitud de identidades de nuestra sociedad. Además, TVN debiera abordar con seriedad una revisión de nuestra historia y de los problemas actuales de cara al bicentenario. Y no caer en el show lamentable de echar a correr como caballos de carrera los rostros de Violeta Parra, Neruda o Víctor Jara; como si todos no fueran grandes figuras y tuviera que establecerse entre ellos un ranking de ganadores y perdedores.
El mito de la LGE
La disputa por la LGE expone parte de nuestra mitología local. Es como el aplastante mito del pecado original que nos libera moralmente de la responsabilidad de aquella culpa, aunque paradójicamente nos la vuelva a echar sobre los hombros pero en las generaciones siguientes. Pelear por la LGE nos tranquiliza y desculpabiliza frente al problema que no se resuelve tan sólo con la mejor de la leyes, sino con la intervención radical sobre los comportamientos dentro y fuera de la sala de clases.
Chile: Canción de invierno
Nuevamente las buenas intenciones del Ministerio del Trabajo se transformaron en impotencia llana ante los acuerdos habituales entre la Concertación y la Alianza por Chile, esta vez, en torno a la promesa legal de convertir el salario mínimo de $ 159 mil pesos (300 dólares), en salario base. La medida, originalmente, pretendía que el sueldo mínimo no se compusiera por montos accesorios, sino que, en efecto, fuera la plataforma mínima remuneracional.
O sea que para el gobierno el nuevo sueldo base sigue estando compuesto por “un monto en dinero y bonos fijos, cuya suma final sea igual (o puede ser superior) al monto del ingreso mínimo mensual.”
– Vea video con Sub Verso
¿Ruy Díaz de Vivar o Barzini?
Según la revista británica “The Economist”, “En Fannie y en Freddie -como también, escandalosamente, en los bancos de inversiones-, los beneficios fueron privatizados, pero los riesgos fueron socializados”.
¡Para que Ud. vea, Sr. Zaldívar, que el socialismo no es tan malo!
“The Economist”, que como Zaldívar es una ardiente defensora del “mercado”, mezcla el cinismo con la desvergüenza cuando afirma: “La indigesta verdad es que cuando una crisis financiera golpea, el Estado tiene que transar para imponer tanto dolor como pueda, pero asumiendo de todos modos una amplia parte de las pérdidas”.
Allende, su visión, su pueblo…
Los grandes hombres crean grandes visiones y el lenguage para comunicarlas a otros que las hagan suyas. Los hombres como Allende no mueren, engañan a la muerte para vivir eternamente. El pueblo que Allende envisionó no lo traiciona, está con él en movimiento eterno, esperando su momento de gloria. El tiempo, que es infinito, está de su parte. A nosotros nos queda elegir: lamentarnos del pasado o proyectarnos hacia el futuro siempre verde y esperanzador. Hacernos uno con el pueblo de Allende y cruzar con él definitivamente las Alamedas y ser libres.
Solidaridad (1) en el mes de la solidaridad
“Aunque no hubiera nacido Karl Marx o Lenin, aunque Rusia estuviera bajo el régimen de los zares, mientras haya un pobre que padezca injusticia, el católico se siente unido a él, deudor de él. De esta deuda no se sentirá libre hasta haberla pagado”.[12] “El católico es social no por anticomunista sino porque es católico”.[13] “Trabajar en condiciones humanas es bello y produce alegría. Pero esta alegría es echada a perder por los que altaneramente desprecian el esfuerzo del obrero, no obstante que se aprovechan de sus resultados”.[14] “Otros hay que ofenden al obrero, haciéndole sentir que él vive porque la sociedad bondadosamente le procura empleo”. “Más cierto sería decir que la sociedad vive por el trabajo de sus ciudadanos: sin trabajo no habrá riqueza ni sociedad”. [padre Alberto Hurtado]