Coronavirus, una pandemia muy oportuna
“Podemos estar viviendo el mayor teatro de operaciones jamás creado para elevar el grado de sumisión y obediencia apelando al miedo-pánico, a fin de reorganizar los mecanismos represivos y coercitivos”.
La radiografía del momento son hospitales colapsados, personal sanitario exhausto y un sistema de salud pública resquebrajado por las privatizaciones. El Covid-19 destapa las vergüenzas de una gestión destinada a transformar la medicina en un gran negocio para empresarios ávidos de ganancias. Como suele ocurrir en estos casos, la iniciativa privada se frota las manos. Cualquier circunstancia es buena para hacer caja. Así, juegan con el miedo mientras ven aumentar sus beneficios.
Plebiscito: ¿Ser o no ser?
No cabe duda: otra vez estamos frente a una trampa montada por la casta política al servicio de la oligarquía. La demanda de una Asamblea Constituyente -que nació bajo dictadura- fue esquivada y en su reemplazo nos imponen una Convención Constitucional que carece de la soberanía de una Asamblea. La Convención funcionará en una jaula de acero de limitaciones y reglas que castran el poder originario. El resultado -si el pueblo no derrota esta maniobra- será un esperpento de Constitución.
El dilema es si participar o no en el plebiscito del 26 de abril; si entrar en la trampa en forma consciente intentar convertirla en un instrumento democrático. No participar significa dejar que la reacción conservadora haga con el rechazo o su Convención Mixta lo que le dé la gana.
Carabineros sufre de psicosis (enfermos igual que el Presi): ¡Anda viendo comunistas por todos lados!
Esto de ver comunistas en todos lados ya debiese estar incluido en algún plan de salud … es demasiado, y hablo en serio, hay obsesión patológica, en algún momento reaccionarán peor por vernos a todos como “marxistas chavistas leninistas”, similar al síndrome post guerra.
Para algunos, respetar la vida o imponer la muerte, depende de cual sea la moda
Por supuesto que quienes rechazan el cambio de constitución tienen derecho a organizar sus marchas, demos, concentraciones. Pero, en un país que vivió una dictadura brutal, que asesinó a miles de ciudadanos, para, entre otras cosas, imponer esa constitución que hoy millones exigen cambiar, resulta de una violencia inaudita, escuchar a personas que marchan cantando una consigna que dice:
«Se está poniendo de moda, tirar weones al mar. Por eso comunistas, aprendan a nadar»
Los desesperados ex concertacionistas
Más de trescientos ex integrantes o partidarios de los gobiernos de la ex Concertación han convenido un texto público en que hacen un desesperado llamado a un acuerdo nacional en “pro del bien superior del país, a fin de evitar un lacerante enfrentamiento entre los chilenos”. Se trata de una nómina de quienes fueron ministros de estado, subsecretarios y otros altos funcionarios públicos, además de embajadores y parlamentarios, algunos incluso en ejercicio todavía.
"P'a que prenda el 26"
Nos quieren callar
pero nacimos gritando
Nos quieren detener
Y seguimos avanzando
Se ve que nos tienen miedo
Se que lo están negando
Sin justicia no hay paz
¡Vamos todos
Por el cambio!
Escuchando a los chilenos en medio del estallido: Liberación emocional, reflexividad y el regreso de la palabra “pueblo”
Esta columna ofrece un inédito panorama de las emociones colectivas que emergieron tras el 18/O, a partir de un estudio con grupos focales. Sugiere que el estallido actuó como un detonante emocional que hizo crecer la desconfianza en el poder, en la elite financiera y en la ideología del mérito, a la vez que permitió la reaparición de la palabra pueblo, la esperanza en soluciones colectivas y la posibilidad de hablar entre todos sobre lo que antes se vivía con resignación. Esto último es clave, dicen los autores y autoras: para que el estallido cuaje en un cambio social, es necesario que los chilenos nos escuchemos entre todos, particularmente a quienes están en una posición menos privilegiada.
A propósito del asesinato reciente de un líder indigena en Costa Rica: algunos apuntes
El líder indígena costarricense Jerhy Rivera, fue asesinado este lunes en San Antonio de Terraba, Costa Rica, en un altercado entre un grupo usurpadores de tierra y comunidades locales, hecho que fue repudiado por organizaciones civiles. Jerhy Rivera era un reconocido líder indígena que representaba a su comunidad en la disputa que mantienen las tribus indígenas de la región contra lo que ellos califican como «invasores racistas”.
El negro historial del Festival de Viña del Mar (Que por un día se aclaró)
Tanto ha sido el dolor para la derecha, que el Senador y niño símbolo de la corrupción, el del raspado de olla, el talibán fundamentalista de Iván Moreira ha hecho escándalo de proporciones porque la izquierda se ha tomado el Festival de Viña. No puede entender que después de toda la campaña en contra de Mon Laferte, de llamarla a funar, de realizar campaña para que no compren entradas para ver a las tres mujeres artistas, valientes y talentosas y con olor a comunistas de ese día. Claro, la palabra cultura y rebeldía no está en el léxico de la derecha. Aun así después de toda esa propaganda del terror igual la Quinta Vergara se llenó de juventud rebelde y valiente.
El poder civilizatorio de la “calle” y la revuelta de los ricos en Chile
La perversidad del eslogan oficial de “hay que rechazar la violencia venga de donde venga” se funda en la insistencia en que la desigualdad y la depredación social orquestada por la revuelta de las élites y los ricos de Chile, no es violencia. La evidencia empírica, no obstante, ha demostrado que la violencia genera violencia y eso es lo que ha sucedido en Chile. El punto es cómo parar la violencia de arriba para que no produzca espirales de violencia callejera. En este contexto, la discusión sobre la esencia de la “primera línea” es inconducente, porque no contribuye a entender y darle prioridad a la feroz verdad del saqueo de las élites en Chile.
>b>Violencia institucionalizada