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Discurso del presidente Gustavo Petro en la 79 Asamblea de la ONU

Discurso del presidente Gustavo Petro en la 79 Asamblea de la ONU
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26 de septiembre de 2024

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, tomará la palabra para su discurso en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Es la tercera vez que Petro da un discurso en este recinto y se espera que hable de temas como la paz, el medio ambiente y sus programas sociales.

 

Naciones Unidas, 24 de septiembre de 2024. Estas son las frases más destacadas del discurso, de 18 minutos, que el jefe de Estado pronunció ante la Asamblea General de la ONU:

·         Mi hija Antonella Petro me acaba de mandar un párrafo con el que ella quiere que empiece mi discurso, así que con el respeto de ustedes voy a leerlo. Es el párrafo de una niña de 15-16 años y dice así:

“Hoy estoy orgulloso de presentarme ante ustedes como el presidente del corazón de la tierra. Así es como nuestros indígenas de la Sierra Nevada denominaron a mi hermoso país.

Geográficamente hablando, tiene sentido que nosotros seamos el corazón del mundo. Sin embargo, si somos el corazón, tenemos que dar el ejemplo de unidad, de Paz Total y de preservación de la naturaleza. Si el corazón funciona, es un gran avance.

Sin embargo, todas las otras partes del cuerpo son importantes. Si una falla, el resto también lo hará. Por eso es que desde el corazón de la tierra invitamos a todos los países a hacer un acto de conciencia, dejar a un lado la codicia que está matando al ser humano y a la madre tierra y dar un paso hacia la Paz Total.

Hasta ahí mi hija, cumplo sus órdenes».

·         En este recinto la capacidad de comunicación de un presidente depende de la cantidad de dólares que tenga en su presupuesto. En la cantidad que tenga de aviones de guerra y en el fondo en la capacidad que tenga su país de destrucción sobre la humanidad.

·         El poder de un país en el mundo ya no se ejerce por el tipo de sistema económico o político o de ideas que irradie, sino por el poder de destruir la vida de la humanidad.

·         Los que no tenemos poder de destrucción, al contrario, los que tenemos el poder de sostener la vida en el planeta, hablamos sin mucha atención prestada y muchas veces quizás solo para nuestros propios pueblos.

·         Si pedimos que se cambie la deuda por acción climática, no nos escuchan las minorías poderosas. Si pedimos que dejen las guerras para concentrarnos en la transformación rápida de la economía del mundo para poder salvar la vida y la especie humana, tampoco nos escuchan.

·         Es el poder de destrucción de la vida lo que da volumen a la voz en el recinto de las Naciones Unidas y congrega a la mayoría de sus representantes y delegados.

·         Se han quemado 11 millones de hectáreas en la selva amazónica en tan solo un mes por el calentamiento global y la crisis climática. Los científicos dijeron que, si se quemaba la selva de las amazonas, llegábamos al punto de no retorno climático.

·         Hace un año pedí una conferencia de paz por Palestina en este mismo lugar, sin que hubiera estallado aún la primera bomba. Hoy tenemos 20.000 niños y niñas asesinados bajo las bombas y los presidentes de los países de la destrucción humana se ríen en estos pasillos.

·         El control de la humanidad sobre la base de la barbarie está en construcción y su demostración es Gaza, el Líbano. Cuando muera Gaza morirá la humanidad toda.

·         El 1% más rico de la humanidad es responsable de la crisis climática que avanza y se opone a acabar el mundo del petróleo y del carbón, porque es su propia fuente de riqueza.

·         Ese 1% más rico de la humanidad, la poderosa oligarquía global es la que permite que se tiren bombas a las mujeres, ancianos y niños de Gaza, del Líbano o de Sudán. O se bloqueen económicamente los países rebeldes que no encajan en su dominio como Cuba o como Venezuela.

·         La oligarquía global lleva a la humanidad a su propia extinción.

·         Ya no hay más tiempo: los gobiernos son incapaces de detener la extinción de la vida. Hoy hay que escoger si es la vida o es la codicia, si es la humanidad o es el capital.

​·         Se necesita de nuevo la bandera levantada, quizás ya no roja sino de todos los colores, una bandera de toda la humanidad para defender su propia existencia en el planeta.

·         De la China recojo su idea de un diálogo entre civilizaciones; de Europa su proyecto de pacto social; de Estados Unidos su amor a la democracia original; de Sudamérica su diversidad huracanada, su jinete abanderado, su Simón Bolívar; del África sus tambores que llaman a comunicarnos con los espíritus de la naturaleza; de Jesús la idea del amor universal.

·         El ejército de la vida no tendrá las armas de la oligarquía global, no tendrá armas nucleares, no competirá por armas ni tendrá los dineros a manos llenas de los bancos ni el poder de destrozar los niños en los genocidios de la oligarquía, pero tendrá el mayor poder de todos: el poder de una humanidad unida que no se dejará quitar su existencia en el planeta.

·         Si la vida vence su extinción, ya no será la oligarquía global la que gobierne el mundo, será derrocada para construir una democracia global. Una nueva historia está por comenzar.

Tomado de la página de Presidencia de la República de Colombia.

¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo?, pregunta Gustavo Petro

En una intervención de marcada clave medioambiental, el mandatario colombiano destaca que el poder equipara la cocaína con el veneno, mientras que protege el uso del carbón y el petróleo que ayudan a la extinción de la humanidad. “La causa del desastre climático es el capital”, afirma. Denuncia también el fracaso de la guerra contra las drogas y la crisis climática.

El presidente de Colombia confirmó este martes en la Asamblea General de las Naciones Unidas que las batallas contra el consumo de narcóticos y por evitar la destrucción del medioambiente han fallado.

“La guerra contra las drogas ha fracasado. La lucha contra la crisis climática ha fracasado”, afirmó Gustavo Petro durante su primera intervención como máximo responsable del país sudamericano en el segmento de alto nivel del debate de la Asamblea.

“¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo?”, reflexionó Petro ante las delegaciones que poblaban el hemiciclo del órgano principal de la Organización.

“El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis, y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada, pero, en cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad”.

Tras denunciar que la culpable de la adicción a los estupefacientes no es la selva, sino la irracionalidad del poder mundial destacó que, de no corregirse el rumbo de una guerra contra las drogas que ya dura cuarenta años, esta batalla se prolongará otras cuatro décadas.

“Estados Unidos verá morir de sobredosis a 2.800.000 jóvenes por fentanilo, que no se produce en nuestra América Latina. Verá millones de afros norteamericanos ser apresados en sus cárceles privadas. El afro preso se convertirá en negocio de empresas carceleras, morirán asesinados un millón de latinoamericanos más, nos llenarán de sangre nuestras aguas y nuestros campos verdes, verán morir el sueño de la democracia tanto en mi América como en la América anglosajona”, vaticinó.

Además, pronosticó que el fin de la democracia se producirá “en donde nació, en la gran Atenas occidental europea”, e indicó que por “ocultar la verdad, verán morir la selva y las democracias y denunció el fracaso de la guerra contra las drogas junto al de la lucha contra la crisis climática.

 El dinero y el petróleo, las adicciones del siglo XXI

A continuación, recordó que en los momentos en que las acciones para salvar a la humanidad y abandonar los combustibles fósiles eran más necesarias “se inventaron una guerra y otra y otra”.

“Invadieron Ucrania, pero también Iraq, y Libia y Siria. Invadieron en nombre del petróleo y del gas. Descubrieron en el siglo XXI la peor de sus adicciones: la adicción al dinero y al petróleo. Las guerras les han servido de excusa para no actuar contra la crisis climática. Las guerras les han mostrado cuan dependientes son de lo que acabará con la especie humana”, desveló.

Una denuncia que ligó a la crisis climática que afecta al planeta y a la falta de regulación de los mercados y el capital.

“El desastre climático nos llena de virus que pululan arrasándonos, pero ustedes hacen negocios con las medicinas y convierten las vacunas en mercancías. Proponen que el mercado nos salvará de lo que el mismo mercado ha creado. El Frankenstein de la humanidad está en dejar actuar el mercado y la codicia sin planificar, rindiendo el cerebro y la razón. Arrodillando la racionalidad humana a la codicia”, apuntó.

Por ello, añadió que “el desastre climático matará centenares de millones de personas y oigan bien, no lo produce el planeta, lo produce el capital. La causa del desastre climático es el capital”, y sostuvo que la lógica tras el consumo y la producción exhaustivos con beneficios cada vez mayores para algunas personas “produce el desastre climático”.

«Detrás de la adicción a la cocaína y a las drogas, detrás de la adicción al petróleo y al carbón, está la verdadera adicción de esta fase de la historia humana: la adicción al poder irracional, a la ganancia y al dinero. He aquí la enorme maquinaria mortal que puede extinguir la humanidad», concluyó.

Llamado regional a salvar la Amazonia

Por último, convocó a toda América Latina a “acabar la guerra contra las drogas y permitir que nuestro pueblo viva en paz” y a salvar la selva amazónica “con los recursos que puedan destinarse mundialmente a la vida”.

“Si no tienen la capacidad para financiar el fondo de la revitalización de las selvas, si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, entonces reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales y con ellos realizar la tarea de salvar la humanidad y la vida en el planeta. Lo podemos hacer nosotros si ustedes no quieren. Solo cambien deuda por vida, por naturaleza”, conminó el mandatario colombiano.

`Fuente: ONU

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