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¿Por qué alzar ahora el precio del gas a los ciudadanos magallánicos?

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¿Que hay detrás de la
provocación piñerista a los magallánicos?
La protesta magallánica conducida por la Asamblea Ciudadana
es un cuadro de oposición y rebeldía ante un gobierno que no respeta sus
promesas ni crea condiciones democráticas adecuadas para consultar a las
mayorías que quiere representar. Pero todo huele a más de un gato encerrado. A
un plan gubernamental con objetivos estratégicos no confesados. ¿No será que
grupos empresariales y el Gobierno quieren imponer la solución
energética-nuclear en todo el territorio nacional para bloquear otras opciones
energéticas y con tal fin construyen un escenario de inseguridad energética en
ciernes? 

Es sabido que la opción energético-nuclear demanda una
tecnología centralizada y una fuerte concentración de capital, por lo tanto una
estructura monopólica de la producción energética. Mientras que las energías
renovables funcionan mejor en unidades más pequeñas y descentralizadas y son
menos costosas.    

Por supuesto que hay un conflicto político en curso. Por un
lado los ciudadanos magallánicos saben que unidos y organizados pueden hacer
retroceder a un gobierno que busca aplicar una medida injusta que los perjudica
mayoritariamente (1). Por el otro, el poder central parece decidido ir hasta el
final con su plan. Su ministro del Interior es un adicto de la aplicación de la Ley dura y formado en su
obediencia. El leit motiv de R. Hinzpeter lo conocemos: reprimir lo que
considera una amenaza a su autoridad y al orden público.  

Por sus obras pasadas sospecharéis siempre. En verano y en
tiempo de vacaciones el gobierno empresarial de Piñera optó por enfrentar
a la ciudadanía de Magallanes e imponer un alza espectacular del 16,9 % del gas
en una zona donde esta energía reviste un valor de subsistencia, seguridad y
calidad de vida que la convierten en un Bien Común. Bien sabemos que un
Gobierno neoliberal no entiende estas razones. Para Piñera y sus tecnócratas el
gas es sólo una mercancía cuyo precio debe ser regulado por el mercado en un
contexto de crisis energética larvada y provocada.

Para expresar sin ambages lo que está  en juego, el
"popular" ministro Laurence Golborne expresó  sin tapujos que
para cuidar el patrimonio de Enap, "empresa de todos los chilenos",
es necesario "traspasar el precio real a los consumidores". Lo que no
dice Golborne es que el Gobierno quiere eliminar Enap o, como lo hizo Piñera
con las sanitarias, privatizarla. Puesto que si una empresa pública empieza a
encarecer sus productos y servicios (por decisión gubernamental), los
neoliberales se van a aprovechar para repetir en sus medios que las empresas
públicas son ineficientes. Vieja triquiñuela cuyo fin es introducir el mercado
y aumentar los precios y, por supuesto, las ganancias de los grupos
capitalistas que vendrán a ocupar el lugar de las públicas en nombre de algún
principio económico de pacotilla.  

Leamos entonces entre líneas las declaraciones del ministro
de Energía R. Raineri cuando afirma que: "Las reservas de gas y de
petróleo van en franca declinación. A partir del año ’90 (las autoridades)
tomaron la decisión de frenar las actividades de exploración y producción de
gas en la región. La cantidad de pozos explorados cayó drásticamente, y la
región todos estos años ha vivido prácticamente de los recursos que se
obtuvieron hace muchísimos años atrás". Fin de la cita. De lo anterior
podemos inferir que tanto los tecnócratas concertacionistas como la derecha
aliancista y, por supuesto los grandes empresarios nacionales y las
multinacionales de la energía sabían lo que se venía:  una crisis
energética que crearía las condiciones propicias y ‘espectaculares’ para
imponer opciones sin consultar a la ciudadanía.  

Pero….
¿Por qué plantear la cuestión energética en un contexto tan dramático ahora
y enfrentar sin miramientos a  la población magallánica con frases
agresivas del estilo "se acabó la fiesta" ? Respuesta:  para crear un
ambiente propicio para sacar de la manga a relucir la solución atómica-nuclear.
 

Planteemos la
pregunta en términos político-económicos
¿Cuál es la opción energética para el país que los grandes grupos están
manejando porque les garantiza abultadas ganancias? Y la otra.  ¿Cuál es
la energía que pretenden presentar como "limpia" o ecológicamente
"correcta", comparada con un proyecto feo y criticable ecológicamente como el
de HidroAysen? Las respuestas no sólo se encuentra en las pasadas declaraciones
de Ricardo Lagos o en las giras de Sergio Bitar, el ministro de Bachelet, en
Francia. Recordemos que la solución energética nuclear es también parte de la
agenda programática de la
Concertación. 

Así, como por casualidad, junto con el anuncio de aumentar
el precio del gas a los ciudadanos magallánicos y de presentarles un plan
rechazado por éstos, la prensa santiaguina informaba este domingo: "El
ministro Ricardo Raineri tendrá una agenda ajetreada la próxima semana. Desde
su oficina de Teatinos 120 se trasladará a recorrer una serie de centrales nucleares
en Bélgica y luego participará en París en un encuentro con autoridades de la Agencia Internacional
de Energía Atómica de la Ocde,
organismo al que postula Chile y cuyo ingreso permitirá avanzar a La Moneda en la creación de un
marco regulatorio en la industria nucleoenergética al concluir el mandato del
Presidente Sebastián Piñera, en 2014."
Atención,  a continuación la nota agrega: "La visita, desde su primer
diseño, contó con un invitado personal de Raineri: el empresario Guillermo
Luksic." 

Además, se informaba en La Tercera que el presidente
de Quiñenco (el grupo empresarial de los faraones Luksic),  " sólo podía
cerrar su compromiso para viajar en abril a Francia. Se tratará del debut del
Comité Empresarial de Energía Chileno-Francés, que fue creado en octubre de
2009 por los presidentes Sebastián Piñera y Nicolás Sarkozy, y que desde hace
algunos meses encabeza Luksic. Raineri y Guillermo Luksic se reunirán en París
con el titular de Energía y Desarrollo galo, Jean-Luis Borloon, y el presidente
del grupo franco-belga Suez, Gérard Mestrallet." 

AREVA (2) es la gran jugadora europea de la energía atómica.
La multinacional francesa que posee la tecnología adecuada para construir
centrales nucleares de III generación debe frotarse las manos. El escenario es
factible y vale la pena hacer este ejercicio, por el momento algo hipotético,
es cierto. Pero la posibilidad de que grupos capitalistas energéticos globales
hagan alianzas estratégicas con grupos chilenos como Quiñenco para controlar el
Mercado de la energía en Chile es real. Así, la soberanía energética quedará en
manos de capitales privados y al servicio de sus necesidades energéticas.  

No solo debemos apoyar las protestas de la Asamblea ciudadana de
Magallanes sino promover un debate nacional y construir ya un movimiento
antiatómico que impida la instalación de centrales nucleares para evitar que
materias y desechos altamente radiactivos y nocivos circulen por las rutas del país
amenazando la salud de la población. Habrá que evitar que el riesgo del fuego
nuclear penda como una espada de Damocles sobre los habitantes de un país en
cuya loca geografía sísmica y volcánica los magnates de la energía y el
Gobierno empresarial quieren realizar pingües ganancias sin prever la amenaza
para la seguridad y la supervivencia ciudadana. 

Notas:

(1) Es muy probable que el Gobierno retroceda ante la unidad
y la movilización ciudadana, pero lo hará después que el objetivo gubernamental
de dramatizar el problema de la energía para imponer su solución energética por
el mercado haya sido logrado.

(2) Areva fue denunciada en toda Francia el 5 noviembre de
2010, con manifestaciones realizadas por militantes antinucleares,
organizaciones populares y sindicales debido al transporte, del cual es
responsable, de materias radiactivas hacia Gorleben, Alemania.

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