Chile: El reciente desastre minero, en la mina San José, no es una casualidad
por Alirio Herera (Chile)
14 años atrás 5 min lectura
El derrumbe de la mina San José no es más que el resultado de la
presión, ejercida por el capital, por llevar más allá del límite físico
factible las condiciones materiales en las cuales se desarrolla la
relación de explotación del trabajo asalariado.
El bloque dominante asume, con sangre fría, los costos políticos de este
riesgo, sin duda, consciente del control social que ejerce sobre los
asalariados chilenos. No en vano las organizaciones sociales intermedias
(Partidos Políticos, Centrales Sindicales, medios de comunicación y
demás organizaciones coadyuvantes) han sido, al margen de la farándula,
durante más de 20 años, un eficiente cómplice en el creciente control
centralizado del capital transnacional en la economía nacional y en el
control y manipulación de las huestes asalariadas que aún, incluso ven
en sus enemigos, una opción de salvación.
Michelle Bachelet -hija del destacado general Bachelet, patriota y leal,
organizador de la mayor red de abastecimiento popular, las JAP (Junta
de Abastecimientos y Precios), creada en Chile, para resistir y vencer
el “golpe blanco”, en Octubre de 1972, con el cual los yanaconas y
aliados internos del imperialismo yanki intentaron derrocar al
presidente Allende- en reciente encuesta de imagen aparece beneficiada
como la figura política con la mayor aceptación de los consumidores
chilenos, no obstante, en su gobierno se realizo, hasta ahora, el mayor
saqueo minero ambiental. El capital transnacional, bajo su gobierno,
retiro desde Chile, según el Bco. Central, una cifra superior a 70.000
millones de dólares. ¿Podría su padre reconocer a su hija?.
La Concertación de partidos por la Democracia es la agrupación política
chilena que, en la historia de nuestro país, con creces, ha servido con
mayor eficacia al capital transnacional comenzando, en su beneficio, con
la desnacionalización de los ingentes y colosales recursos mineros y
ambientales con que cuenta nuestra nación. No han sido más que los
socios estratégicos encubiertos del Imperialismo. En su acción
“vendepatria” han superado a la oligarquía tradicional
El Gobierno de Piñera, su oponente electoral en el binominalismo,
originario de la oligarquía tradicional, socio natural del imperialismo,
no puede ser distinto de los gobiernos de la Concertación, a pesar de
tomar algunas medidas como levantar, aunque gradualmente, el descuento
de salud a los chilenos económicamente pasivos. Sin embargo, sus
recientes medidas no lo diferencian de sus opositores, como se sabe,
intento imponer, como lo hizo Lagos, so pretexto de cubrir gastos del
terremoto una invariabilidad tributaria para la minería transnacional
que controla el cobre chileno. No obstante, ante su fracaso, por el
rechazo de la Concertación, incremento en el exterior la Deuda Pública
por un monto de 1.500 millones de dólares muy superior a los 600
millones dólares que le hubiese permitido recaudar la “invariabilidad”.
Por tanto, sus “carencias” financieras quedaron resueltas, y más, con un
excedente del cual se desconoce su destino. A pesar de todo, ha
trascendido que, ya intenta negociar con la Concertación un nuevo
proyecto de invariabilidad.
Piñera, fiel a su origen y en su agresividad mercantil, ha llevado a
replicar el modelo de la “concesión plena” (o perpetua) de la minería
(“Inventado” por José Piñera, su hermano) al ámbito del espectro de las
frecuencias radioeléctricas que, en complicidad con la Concertación,
comprometen el futuro de la comunicación digital al limitar el libre
acceso al nuevo espectro digital y facilitar con la “concesión a
perpetuidad” el control de la información en manos de grupos económicos y
transnacionales.
El reciente desastre minero, en la mina San José, no es una casualidad.
Es la consecuencia lógica del modelo de saqueo, depredador y explotador,
impuesto desde el momento mismo del golpe de 1973, por el imperialismo y
las transnacionales, que obliga por la racionalidad propia del capital,
maximizar las utilidades, a llevar, incluso traspasar, el límite físico
factible de las condiciones materiales de la relación de explotación.
El capital, por cierto, para llegar a este extremo requiere que exista
un gran destacamento de asalariados, sin trabajo o en trabajos de baja
calidad y carentes de toda fuerza política que los proteja, dispuestos a
emplearse independiente de todo riesgo.
Utilizando las recientes palabras, en una acida critica al gobierno de
Piñera, de un destacado “concertacionista”…“En Chile faltan empleos de
calidad para 600 mil desocupados, para gran parte de los 400 mil
trabajadores en empleos con apoyo del Estado y para un alto número de
trabajadores por cuenta propia subempleados. Además, faltaría otro
millón de empleos para una participación laboral como la de los países
OCDE y generar condiciones de estabilidad para una gran proporción de
los trabajadores que se desempeñan con contratos por obra o de plazo
fijo, sin acceso a capacitación ni a sindicalización”. En suma, en
Chile, más de la mitad de la fuerza de trabajo disponible, vale decir,
más de 3.400.000 trabajadores, vende su fuerza de trabajo en condiciones
inferiores al estándar que fijan los países capitalistas que conforman
la OCDE.
Al momento, cuando ya han pasado más de 72 horas del derrumbe minero que
compromete el mayor número de vidas (33), el bloque en el poder, por la
presión internacional, comienza a movilizar equipos de salvataje de
significativa tecnología, pero, que en su cuantía de inversión en pesos
constituyen una miseria al lado de los montos descomunales en dólares
que, anualmente, obtienen las transnacionales en este saqueo.
Al momento, también, 31 presos políticos mapuche cumplen más 28 días en
huelga de hambre, en una acción de resistencia, contra el bloque
dominante, propia de este aguerrido pueblo, que lleva toda una historia
en su lucha de sobrevivencia iniciada, hace más de 500 años, desde el
momento mismo que desembarca el Capitalismo en América.
Sin duda, el saqueo minero y ambiental que permite rentabilizar los
beneficios del capital transnacional se hace incluso cobrando vidas
humanas, continuara de no mediar una acción decidida de los trabajadores
de nuestro país por defender su vida y la de sus seres queridos.
miércoles 11 de agosto de 2010
*Fuente
: Argenpress
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