La violencia policial como expresión del carácter antidemocrático del gobierno de Piñera
por Jorge Franco (Chile)
6 años atrás 4 min lectura
21 de diciembre de 2019
El masivo despliegue policial ordenado por el Intendente de Santiago en la tarde del 20 de diciembre para impedir que los ciudadanos pudiesen congregarse a protestar en la Plaza de la Dignidad, como lo ha venido haciendo desde el 18 de octubre todos los días viernes, ha sido una expresión más de la voluntad claramente antidemocrática que, más allá de la retórica y de las poses engañosas, anima todo el accionar del gobierno de Piñera.
De un accionar cuyo principal objetivo es el de salvaguardar y fortalecer la dictadura del gran capital sobre el conjunto de los chilenos, especialmente ahora que la rebelión popular que estalló el 18 de octubre ha evidenciado el generalizado y profundo descontento de la inmensa mayoría de la población con el régimen político, social, económico y cultural que ha imperado en el país durante las últimas tres décadas de «democracia».
El desempeño del gobierno en materia de violación a los derechos humanos ha alcanzado en estos dos últimos meses niveles difíciles de igualar, tal como lo han constatado de manera unánime los diversos informes emitidos por los organismos, tanto nacionales como internacionales, que los defienden. Resultando imposible negar estos hechos, el gobierno se ha limitado majaderamente a negar su responsabilidad política por lo sucedido.
No obstante, los hechos son elocuentes por sí mismos. Como ha quedado claramente registrado en múltiples testimonios fílmicos, los cuerpos policiales, que en una real democracia tendrían el deber de proteger a la población en el ejercicio de sus derechos, han sido sistemáticamente utilizados para el fin contrario de intimidar y agredir brutalmente a los ciudadanos que simplemente desean hacer uso de su derecho a manifestarse públicamente.
El despliegue sistemático de la violencia policial, con el propósito de acallar a la ciudadanía e impedirle ejercer su derecho a repudiar públicamente su política de atropellos y abusos permanentes en contra del pueblo trabajador, al mismo tiempo que emplaza cínicamente a todos los actores políticos a condenar de plano toda forma de violencia, se ha constituido así en un sello característico de la acción desarrollada por el gobierno de Piñera.
Esta acción represiva suele justificarse aludiendo a la supuesta potestad que tendría la autoridad administrativa para otorgar o no su «autorización» para la realización de cualquier manifestación pública. Sin embargo, aun la Constitución que actualmente nos rige, en su artículo 19 N°13, «asegura a todas las personas, el derecho a reunirse pacíficamente sin permiso previo y sin armas», replicando en esto lo ya establecido en la Constitución de 1925.
La pretensión de disponer de la facultad de negar este derecho, que ha sido invocada desde 1990 por todos los gobiernos «democráticos», procede de lo dispuesto en el decreto 1086 dictado por Pinochet el 15 de septiembre de 1983, por medio del cual se deja en la práctica sin efecto lo señalado por la Constitución de 1980 sobre el derecho de reunión. Un derecho que, justamente por ser tal, no necesita ser «autorizado» por ninguna autoridad administrativa.
Sin embargo, el decreto 1080 exige que toda reunión pública sea previamente autorizada. Más aun, bastaría con que alguien concurra a una premunido de un simple palo para que se considere que esa persona se encuentra «armada» y, por tal motivo, ella pueda ser disuelta por la policía. Este decreto se ha mantenido vigente desde su dictación, sin que ninguno de los gobiernos supuestamente «progresistas» que hemos tenido haya decidido suprimirlo.
Ello, a pesar de tratarse de una norma no solo ilegítima, por desconocer un derecho básico de la ciudadanía, sino también completamente inconstitucional, ya que una norma inferior no puede invalidar lo establecido por una norma superior, y dado también que contraviene de manera explícita lo señalado a este respecto por los tratados de derechos humanos suscritos por el Estado de Chile, los cuales se hallan investidos, precisamente, de rango constitucional.
Todo esto no hace más que reafirmar la necesidad de terminar, de una vez por todas, con el estado de cosas imperante en el país, como si éste fuese lo más natural del mundo, e incluso como modelo digno de exhibir ante otros a manera de ejemplo a ser imitado. A pesar de la represión y del cerco informativo que se ha vuelto a tender sobre sus luchas, el pueblo chileno no se dejará amedrentar y continuará movilizado hasta hacer respetar todos sus derechos.
Artículos Relacionados
Actual general director de Inteligencia estuvo a cargo del monitoreo a los líderes estudiantiles que ahora llegan a La Moneda
por Nicolás Sepúlveda y Benjamín Miranda (Chile)
4 años atrás 18 min lectura
Por «robo de agua», justicia chilena persigue a dirigentes mapuche en Freire
por Alianza Territorial Mapuche
15 años atrás 6 min lectura
El Ejército de Chile y el Fraude millonario a Ley reservada del cobre
por Reflexión y Liberación
10 años atrás 3 min lectura
Caimanes: la burla del gobierno de la Nueva Mayoría frente al dictamen de la Corte Suprema
por Rafael Luis Gumucio Rivas, padre (Chile)
11 años atrás 4 min lectura
Los niños de Fukushima se están muriendo
por Harvey Wasserman (EE.UU.)
12 años atrás 7 min lectura
César González: «Es más peligroso un pibe que piensa que un pibe que roba»
por Julio Leiva (Argentina)
9 años atrás 7 min lectura
La batalla cultural: mucho más que una derrota electoral
por Tomás Pérez Muñoz (Chile)
4 horas atrás
23 de diciembre de 2025
Desde comienzos de este siglo, una parte de la izquierda ha tendido a perder de vista ese hilo conductor: la condición compartida de quienes viven de su fuerza de trabajo y padecen, en distintas formas, la explotación y la dominación de la clase dominante. Más allá de nuestras diferencias —que existen y deben ser reconocidas— hay un factor común que nos atraviesa y nos une. Se trata de la subordinación al capital.
Santiago, inaudito: Prohíben mostrar imágenes del Portal de Belen
por La Calle
5 horas atrás
23 de diciembre de 2025
Las imágenes dicen que mil palabras. Vea lo que ocurre en Santiago. ¿Por qué se prohíbe la exhibición del Portal de Belen? ¿Desde cuándo está prohibido recordar en la calle el nacimiento de Cristo?
¡Frente al avance de la reacción, el único camino es la organización!
por Bloque de Organizaciones Populares (Chile)
6 días atrás
17 de diciembre de 2025
Que no nos engañen cuando hablan de libertad, porque esa es solo la libertad para los dueños del poder y del mercado para seguir explotando y oprimiendo. Hablan de orden y seguridad, pero nada cambiará mientras nuestras condiciones de vida sigan siendo las mismas y nuestros derechos continúen siendo negados.
De feministas, socialistas, populares, terroristas y cínicos, con el Sáhara Occidental okupado de fondo
por Luis Portillo Pasqual del Riquelme (España)
2 semanas atrás
09 de diciembre de 2025 Artículo publicado originalmente el 13 de noviembre de 2025 en el periódico El Independiente. Lo republicamos con la autorización del autor. La Redacción de…