El «encuentro» entre izquierda y derecha, de nuevo en el Punto Cero (I. Parte)
por Jorge Leiva C. (Chile)
8 años atrás 5 min lectura
Algunos hechos políticos del último tiempo me han llamado poderosamente la atención. Señalo dos de ellos acontecidos en el transcurso de este año. El primero: En la votación del proyecto de reforma a la Educación Superior enviado por el Gobierno al Congreso, la Comisión de Educación de la Cámara Baja, estuvo a punto de rechazar la idea de legislar con votos de la derecha y de parlamentarios que se presentan como una nueva izquierda. Solo modificaciones de última hora salvaron el trámite.
El segundo hecho es parecido: El proyecto de reajuste del salario mínimo fue rechazado con un encuentro en la votación, algo semejante en su alineamiento de educación, pero con más compromiso de votos por parte de la Nueva Mayoría.
Este parece ser un fenómeno cada vez más frecuente. Es como el signo de los tiempos.
Pero esto no puede ser un hecho trivial para un observador de la historia.
Los hechos me traen a la memoria lo acontecido en enero de 1967, cuando el Senado rechazó otorgar permiso al Presidente Frei para visitar Estados Unidos. El permiso era un requisito constitucional que el Presidente debía solicitar para ausentarse del país. La invitación del Presidente Johnson se quedó sin invitado, porque el Senado, por 23 votos (de la izquierda y la derecha) contra 15 no otorgó el permiso.
Aquello fue recibido por muchos como una humillación al Presidente. Pero lejos de eso, algunos comentaristas consideraron que era un error atribuir el hecho a la persona del Presidente. El semanario de izquierda Punto Final decía: “En realidad los distintos sectores políticos que votaron contra el permiso que constitucionalmente debe obtener el Primer Mandatario para abandonar el territorio nacional criticaron duramente la política norteamericana. En este sentido —como en muchos otros — la oposición no es un todo homogéneo.” Como pudo verse en su tiempo el rechazo respondió a razones distintas, pero en los hechos provocó un encuentro entre la derecha y la izquierda al momento de votar.
Pero alguien podría reparar, en esos momentos, que el motivo del encuentro era una reacción emocional fuera de lugar. Que el momento no era el cumplimiento de una obligación constitucional para mostrar posiciones y antagonismos políticos y sociales del Chile de entonces. Cierto, pero el hecho mostró eso: Un encuentro de izquierda y derecha, tal como hoy las votaciones de iniciativas del gobierno están revelando lo mismo.
Analistas más sagaces y audaces, hablaron de que Chile se encontraba ese 1967 en un Punto Cero. Fue todo un tema en ese tiempo. El Gobierno de Frei impulsaba cambios estructurales en el país que eran históricos. La reforma agraria, la chilenización del cobre y el fortalecimiento de la organización popular eran los más notables. En la perspectiva del tiempo histórico, estos cambios se pueden apreciar en su justa medida. Marcaron un cambio sin el cual el Chile de hoy no se entiende. Pero las fuerza políticas los evaluaron de manera distinta. Para la izquierda eran insuficientes y para la derecha eran la preparación para que el país avanzara al socialismo y al comunismo.
La tensión de este proceso dejó al Gobierno de la época sin capacidad de garantizar gobernabilidad por mucho tiempo. El partido gobernante como partido único nació marcado por un sino. Una gran capacidad para desatar procesos sociales y una gran incapacidad para conducirlos y controlarlos. El resultado es de todos conocidos. El país se radicalizó y terminó por romperse el orden institucional.
Quien percibió con claridad lo que se avecinaba fue un líder que llamo a la unidad política y social del pueblo. Solo esa alianza hará posible los cambios en Chile, señaló. Pero la ciudadanía lo relegó al tercer lugar en la elecciones presidenciales de 1970. Lo que para Radomiro Tomic era un requisito ineludible para sostener los cambios, no fue comprendido en su tiempo, sino solo cuando era urgente recuperar la democracia y se construyó la alianza que dio origen a la Concertación y que le ha dado gobernabilidad a Chile por más de 20 años.
El costo social y político que pagamos por esa incomprensión dejará huellas en la historia de Chile. Incluso quienes asumieron posiciones más extremas en el Chile de los 70 lo reconocieron tardíamente. En la entrevista que la periodista Patricia Politizer hace al líder socialista Carlos Altamirano en 1989, éste señala: “con 16 años de distancia, puedo ir incluso más lejos en el análisis de los acontecimientos En ese entonces, si de realismo se trataba, habría que haber aceptado la llamada unidad social y política del pueblo que ofrecía Radomiro Tomic en torno a su persona” .Y, a la pregunta de la periodista si la Unidad Popular debió negociar su programa, Altamirano responde “en esa fantasía especulativa, he dicho algo más grave: que debimos apoyar la candidatura Tomic y su programa”
A veces la comprensión de los tiempos históricos llega demasiado tarde.
Al año siguiente de la derrota de Tomic, algunos abandonamos la Democracia Cristiana, convencidos una vez más que este conglomerado político así como desató un proceso de cambios que no pudo conducir —y terminó entregando el país al gobierno de la izquierda—, había iniciado un proceso opositor que tampoco podía conducir y que, como lo demostró la historia, terminó con en una dictadura. Parece que la marca de nacimiento siempre lleva a la DC a intentar transitar por un “camino propio”. Incluso hoy, olvida que el mundo post moderno pone en el centro el tema de que toda acción humana, incluida la política, es una co-.construcción social de carácter relacional.
Las señales de los últimos acontecimientos muestran la aparición de un ominoso porvenir. La suerte y la permanencia de la formula política que ha dado gobernabilidad al país por más 20 años, está en serio peligro de sobrevivencia. Puede que de nuevo el país esté en un Punto Cero.
¿Qué debe hacer la izquierda en esta coyuntura, con la que se vuelve a encontrar en la historia?
Sobre eso reflexionamos en la segunda parte de esta columna.
Artículos Relacionados
La concertación esta dominada por inútiles tecnócratas neoliberales
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
18 años atrás 4 min lectura
¿Por qué «huyen» los bailarines cubanos?
por Fernando Ravsberg (La Habana, Cuba)
11 años atrás 4 min lectura
El discurso de Bachelet en la creación del Consejo Asesor Presidencial
por Luis Torres (Chile)
19 años atrás 10 min lectura
No a la Normalización de la Ocupación de Palestina: Rechazo a la presencia de Tal Ben Shahar en Chile
por Red Chile-Palestina de Salud Mental
8 segundos atrás
08 de julio de 2025
El 9 de septiembre, en el Centro de Eventos San Carlos de Apoquindo, Santiago-Chile, está anunciado que un psicólogo estadounidense llamado Tal Ben Shahar, nacido en la Palestina Histórica Ocupada, quien trata temas como la “Felicidad”, vendrá a dictar sus charlas.
¿Cuál es el origen del sionismo y su relación con los judíos jázaros?
por piensaChile
2 horas atrás
08 de julio de 2025
El sionismo es un movimiento colonial europeo que usó la religión y la manipulación histórica para justificar la ocupación de Palestina. Su base étnica (ashkenazí) está desvinculada genética e históricamente de la tierra que reclama, lo que explica su violencia: necesita borrar a los palestinos para sostener su mentira.
La ayuda como emboscada: la horrible nueva cara de la guerra de Israel en Gaza
por Eva Barlett (Canadá)
2 días atrás
06 de julio de 2025
«El régimen (israelí) está siendo juzgado por genocidio. Sus líderes están acusados de crímenes contra la humanidad. Israel está aislado. El régimen es ahora casi universalmente despreciado, al igual que lo fueron los regímenes nazi y del apartheid. La gente de todo el mundo está abrumadoramente del lado de Palestina. No se puede volver atrás del apartheid y el genocidio».
Gaza: Los indicios señalan que Israel utiliza de forma continuada la hambruna para perpetrar su genocidio contra la población palestina
por Amnistía Internacional (Chile)
5 días atrás
03 de julio de 2025
“Hay una crisis de leche en Gaza en general. Además, observamos que las madres recientes, como no comen adecuadamente o a causa del pánico, el trauma y la ansiedad, no pueden amamantar. Conseguir leche maternizada normal es una auténtica lucha. Pero si tu bebé tiene alergias, es casi imposible encontrar fórmulas especiales en ningún hospital de Gaza. Para los bebés, la imposibilidad de conseguir leche maternizada especial puede ser una condena a muerte”.