Gabriel Boric según Saramago, Groucho Marx y Sartre
por Ricardo Candia C. (Chile)
1 año atrás 4 min lectura
12 agosto, 2024
“¿Acaso no es cierto que, en el preciso momento en que la boleta es introducida en la urna, el elector transfiere a otras manos, sin más contrapartida que algunas promesas escuchadas durante la campaña electoral, la parcela de poder político que poseía hasta ese momento en tanto miembro de la comunidad de ciudadanos?”
José Saramago
Los que hemos transferido nuestra pequeña parcela de poder político a otras manos, tenemos bien ganado el derecho de, por lo menos, expresar nuestra rabia cuando el defraude es mucho más que el aceptado para evitar a la ultraderecha. Porque Gabriel Boric ha develado su verdadera personalidad política: ninguna. O varias. O todas. Que es como decir la del medio, la del veleta, de la vuelta de carnero, la del viraje de chaqueta o la del estar bien con todos.
Menos con la gente que le creyó. Esa que renunció a su porción de soberanía por no tener nada más a su alcance. Un político que intenta quedar flotando entre la nada y la cosa ninguna, bandeando según sea la lisonja y la presión, que acepta los poderosos tentáculos de las decadentes democracias europeas y del complicado momento del imperialismo norteamericano y que, por cierto, hace gala de un enorme temor a la derecha en todas sus versiones y variantes, jamás será alguien confiable.
Quien de pronto abjura de su pretendido izquierdismo, jamás fue de izquierda. La historia de este país está llena de tránsfugas, rábulas y marranos. A lo sumo, es el producto de la miopía de la izquierda, de su tibieza tembleque, de su desorientación y de su falta de horizonte.
La escasa mirada de largo plazo de quien se formó políticamente con cero contacto con el país real, está obligado a ver solo lo que huella su pie. Las marchas estudiantiles no son ni han sido la realidad de un pueblo que no ha levantado cabeza en más de treinta años.
Boric y su gente no se proponen cambios que beneficien a las víctimas de una cultura esencialmente inhumana. Creen que el actual orden es el único posible y en este dominio habría que buscar el sentido de la política leída en los manuales y asentada en la visión que importaron de la Concertación. No es posible analizar el pensamiento político de Gabriel Boric, sus convicciones y horizontes utópicos. A lo sumo, es posible dar con una seguidilla de frases que sonaron muy interesantes en el momentos en que fueron dichas.
Groucho Marx: «Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros».
Por eso Gabriel Boric necesita impostar gestos, un cierto paso arrogante y variaciones tonales de su voz para intentar demostrar convicciones y principios muy anidados, reflexionados, leídos y estudiados. Sobre todo, actuar con un sentido de autoridad al modo del alcalde de La Pérgola de las flores, que tanto festeja la derecha.
Pero no le sale. Hasta el día anterior a su elección, Gabriel Boric denostaba en cuanto podía a la Concertación/Nueva Mayoría. Era todo aquello que se debía superar en moral y proyección política, en falsas promesas y rendiciones. Era, en sus palabras, lo peor que le había pasado a un pueblo que tuvo el coraje de sacudirse la dictadura.
Como todos sabemos, en breve, Gabriel Boric debió acudir a parte de los peores cuadros concertacionistas cuando cayó en cuenta que poder y gobierno son cosas diferentes. Así, de pronto, solo con cargo a una evidente ausencia de principios, el otrora crítico de la Concertación/Nueva Mayoría, autopropuesto para superar ambas coaliciones que ya estaban en una etapa terminal, les entrega un salvavidas que habrán recibido risueños y complacidos.
La ausencia de principios verificables, anclados en convicciones reales hará que a Gabriel Boric solo le quede enjaezarse como líder de esas sobras flotantes en lo que le reste de vida política.
Lo veremos transitar como un político conservador que repetirá que la gente es pobre porque quiere, que es necesario levantarse más temprano, que esta es tierra de emprendedores, que este sistema es bueno, pero hay que corregirle algunas cosas y que él se asume como la deriva adelantada, actualizada y necesaria de los que lo antecedieron.
Y resumirá su filosofía política en una posología que rechaza la violencia venga de donde venga, que está en contra de toda dictadura, que hay que defender la democracia siempre y en todos lados, que los extremos son malos, que las instituciones funcionan, que habrá justicia en la medida de los financiable y que el himno nacional es el segundo más bello después de La Marsellesa.
“Creo que un ser humano siempre puede hacer algo más de lo que se ha hecho de él. Esta es la definición que yo daría hoy de la libertad: ese pequeño movimiento que convierte a un ser social totalmente condicionado en una persona que no reproduce la totalidad de lo que ha recibido a través de su condicionamiento.”
Jean Paul Sartre
*Fuente: ObservatorioCrisis
reenviado por enred_sinfronteras@riseup.net
https://mastodon.bida.im/@RedLatinasinfronteras
https://twitter.com/RedLatinaSinFro/
Artículos Relacionados
Los nuevos "médicos descalzos"
por Hernando Calvo Ospina (Le Monde Diplomatique)
19 años atrás 12 min lectura
Chile: El enemigo y otros desafíos
por Andrés Figueroa Cornejo (Chile)
15 años atrás 13 min lectura
TLC y presencia militar: el revés de la trama
por Ariela Ruiz Caro (Perú)
20 años atrás 4 min lectura
¡Hiroshima, mon amour! (o los fantasmas descarnados que vieron "los hibakusha")
por Javier Cortìnes (España)
10 años atrás 5 min lectura
Ecuador. La hora de la insurrección popular
por Carlos Aznárez (Argentina)
6 años atrás 5 min lectura
Ecuador digno ha derrotado a Noboa y vota 4 veces NO. ¡Votó por el futuro!
por La Base America Latina
3 mins atrás
20 de noviembre de 2025
Inna Afinogenova, Marco Teruggi y Estefanía Veloz analizan la derrota de Daniel Noboa en la consulta popular de Ecuador, donde la ciudadanía rechazó cuatro veces su proyecto.
La Geopolítica del Fascismo en Sudamérica
por Mauricio Herrera Kahn (Chile)
11 horas atrás
19 de noviembre de 2025
«El fascismo sudamericano no es ruido
Es estrategia, no es locura, es cálculo, no es pueblo, es cúpula. Y solo se detendrá cuando las democracias vuelvan a ofrecer algo más poderoso que el miedo.
Cuando vuelvan a ofrecer futuro…»
Héctor Llaitul: “Si el próximo presidente de Chile es alemán, impondrá un sistema de dominación muy cruento contra nuestra nación originaria”
por Andrés Figueroa Cornejo (Chile)
12 horas atrás
19 de noviembre de 2025
Hemos de observar que más allá de los gritos de victoria que levanta la ultraderecha y los anti-mapuche del oficialismo gobernante, en cuanto a acabar con las acciones de resistencia, la causa mapuche no se detiene. Es más, reflota con nuevos bríos y sobre la base de mantener y proyectar los lazos en materia territorial y política.
Sáhara: “Ni Trump ni Sánchez pueden frenar nuestra determinación para ser libres”
por Néstor Prieto Amador (Madrid, España)
3 días atrás
17 de noviembre de 2025
“Instamos al Gobierno de España a volver a la senda del Derecho Internacional y recuperar el consenso que siempre ha existido en la política exterior española respecto del Sahara Occidental” aseguró la actriz Andrea Guardiola durante la lectura del manifiesto final en la Puerta del Sol. “Mientras alzamos nuestras voces en la misma ciudad donde se rubricó la ocupación marroquí, decenas de presos políticos saharauis se encuentran en las cárceles marroquíes sufriendo torturas y encarcelamientos en condiciones infrahumanas” dijo.