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Donald Trump 2024: ¿en la Casa Blanca o en la cárcel?

Donald Trump 2024: ¿en la Casa Blanca o en la cárcel?
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31 de julio de 2022

El Departamento de Justicia de Estados Unidos debe decidir si presenta cargos criminales contra el expresidente

 

Donald Trump tiene previsto anunciar una nueva candidatura a la presidencia para 2024 en los próximos meses, pero hay un obstáculo que se cierne sobre ese sueño: la cárcel. Analistas y expertos todavía coinciden en que es difícil imaginar al expresidente vestido de naranja, pero las posibilidades han aumentado en las últimas semanas.

Las audiencias públicas del comité congresual especial que investiga el Asalto al Capitolio son las culpables de ello. A lo largo de ocho citas emitidas por televisión, gran parte de las revelaciones han puesto su foco en Trump. Y entre tanto testimonio explosivo es fácil ver por qué se ha ido cimentando un posible caso criminal contra el empresario.

Hay dos conclusiones claras.

  • Primero, Trump lideró una campaña para deslegitimar los resultados electorales que dieron la victoria a Joe Biden en 2020.
  • Y segundo, Trump embaucó a miles de sus seguidores para que se opusieran a la certificación de esos mismos resultados electorales.

¿Puede cualquiera de esas conclusiones llevar a Trump a la cárcel? Depende. El Departamento de Justicia de Estados Unidos está precisamente volcado con esa cuestión. Porque no es solo un asunto de «¿Podemos presentar cargos criminales contra Trump?», sino también uno de: «¿Debemos?». Lo más cerca que ha estado un presidente estadounidense de ser acusado de un crimen fue Ulysses S. Grant en 1872, cuando tuvo que pagar una multa por exceso de velocidad en coche de caballos.

El Fiscal General Merrick Garland, líder del departamento, tiene ante sí una decisión extremadamente complicada. Y quien la está intrincando todavía más es el propio Trump, quien con una candidatura presidencial para 2024 podría dinamitar todos los esfuerzos de la investigación fiscal.

Las claves del comité

Que Trump vaya a la cárcel no dependerá del comité especial, pero sus revelaciones sí pueden ser relevantes para un potencial proceso criminal. La investigación del Asalto al Capitolio puede transferir sus conclusiones al Departamento de Justicia y presionar a Garland para que presente cargos contra Trump.

¿Pero qué es lo que ha determinado el comité que es tan perjudicial para Trump? El caso resta en tres claves:

  • Trump abanderó una campaña para cuestionar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 por supuesto fraude electoral. Todo y pese a que consejeros y tribunales les dijeron en repetidas ocasiones que Biden había ganado de forma legítima.
  • Trump presionó a políticos estatales, al Departamento de Justicia e incluso al vicepresidente Mike Pence para revertir los resultados electorales.
  • Trump embaucó a sus seguidores a asistir a una manifestación el 6 de enero de 2021. En esa jornada, Pence debía encabezar la certificación de los resultados electorales. El proceso se entorpeció por el asalto al Capitolio por parte de miles de manifestantes.

Sin «La Gran Mentira» del fraude electoral, es poco probable que miles de manifestantes hubieran acudido a la llamada de Trump del 6 de enero. Y sin la propagación de teorías con las que poder revertir los resultados, es poco probable que miles de esos mismos manifestantes hubieran asaltado el Capitolio con visos a darle la reelección al entonces presidente.

Es en los detalles y los vínculos entre esas tres claves donde el Departamento de Justicia podría conseguir que Trump acabe en la cárcel.

¿Trump, a la cárcel? Tres vías probables

Analistas, catedráticos de derecho y exfiscales coinciden en que el Departamento de Justicia tiene ahora mismo pocas vías para demostrar que Trump cometió un crimen. Mucho depende de que testigos estrella que hasta ahora se han negado a testificar lo hagan en los próximos meses.

Con la información conocida hasta ahora, especialmente a través de testimonios explosivos como el de Cassidy Hutchinson, existen tres rutas probables por las que el departamento de Garland podría presentar cargos criminales contra Trump:

  • Conspiración para defraudar a Estados UnidosEs un cargo habitual en infracciones fiscales, pero podría encajar en este caso por las iniciativas para bloquear la transición de poder presidencial. Eso incluye incitar a la violencia el 6 de enero, cuando se estaban certificando los resultados electorales, aunque más probablemente tenga que ver con la trama para proponer falsos electores1 o con las presiones a Pence para no llevar a cabo sus funciones en la certificación oficial.
  • Conspiración para obstruir un procedimiento oficial. De nuevo, entrarían en juego la violencia del 6 de enero, pero sobre todo la trama de los falsos electores y las presiones a Pence.
  • Fraude electoral en Georgia. Tiene que ver con una trama que ha recibido menos atención durante las audiencias porque ya hay una investigación estatal en marcha contra Trump. El departamento de Garland está centrándose en las posibles presiones que ejercieron Trump y sus aliados a los políticos del estado para impedir que certificaran sus votos electorales.

¿Trump, a la cárcel? Causalidad e intencionalidad

La narrativa desvelada por el comité especial a través de pruebas y testimonios es clara, pero mucho más complicado es trasladar esas narrativas a un juicio exitoso. A diferencia de lo que debería hacer la fiscalía en un juicio, el comité ha podido apoyarse en rumores y versiones de terceros para dibujar su versión de los hechos. Así que si Trump acaba en la cárcel es algo que dependerá en gran parte de que los fiscales demuestren dos factores: causalidad e intencionalidad.

  • Causalidad. Los fiscales deberán demostrar que existe una correlación entre las palabras y actuaciones de Trump, y las iniciativas antidemocráticas que se desataron en el contexto del Asalto al Capitolio. Eso incluye la violencia durante el 6 de enero o los esfuerzos por revertir los resultados electorales a lo largo de las semanas previas.
  • Intencionalidad. Los fiscales deberán demostrar que Trump quería revertir los resultados electorales, que pregonó la narrativa del supuesto fraude electoral pese a que sabía que era mentira, o que buscó la violencia que desataron sus seguidores en el Capitolio durante el 6 de enero.

Conociendo las revelaciones del comité, cualquier crítico con Trump será raudo en concluir que el expresidente tiene las de perder. Pero que Trump sea declarado culpable dependerá de un jurado de 12 personas que alcance un veredicto unánime. Y ahí entran consideraciones más enrevesadas:

  • En el asunto de la causalidad, no hay mensajes ni testimonios que vinculen a Trump de forma directa y explícita con la violencia o la reversión de resultados. Al menos, por ahora.
  • Y en el asunto de la intencionalidad, es difícil determinar que Trump creyera con certeza que había perdido las elecciones y que aun así siguió pregonando mentiras. Nadie puede entrar en su cabeza. Aunque sí cabe la posibilidad de demostrar «ceguera voluntaria» porque muchos a su alrededor le dijeron en repetidas ocasiones que había perdido y que sus acusaciones de fraude eran inconsistentes o directamente falsas.

Trump 2024, o cómo desquitarse problemas

Presentar cargos criminales contra Trump y acabar con un jurado que le declare inocente o que no alcance una decisión unánime sería devastador para el Departamento de Justicia. Sobre todo, si Trump decide anunciar una candidatura a la presidencia en 2024 con la que tildar a las investigaciones en su contra como una nueva caza de brujas política.

  • Si sale indemne del juicio, su narrativa se verá validada e incluso podría repetir actuaciones sin miedo a consecuencias penales.
  • Y si encima Trump gana las elecciones en 2024, podría desmantelar cualquier otra investigación en su contra dentro del Departamento de Justicia. Podría incluso indultarse a sí mismo. Es algo que estaría tanteando él mismo, según fuentes de Rolling Stone.

¿Y ahora, qué?

Garland ha dicho que nadie está por encima de la ley, ni siquiera un expresidente. Pero la influencia de Trump sobre una parte importante del electorado hace más complicado tomar la vía del juicio antes de 2024.

  • De un lado, un Trump en la cárcel podría desatar una respuesta pública muy adversa y atentar contra la reputación del Departamento de Justicia como una herramienta más con la que saldarse cuentas políticas.
  • Del otro, no hacer nada ante una de las mayores afrentas contra las instituciones estadounidenses, una que estuvo cerca de desatar una crisis constitucional, sentaría un precedente muy peligroso.

El Departamento de Justicia lleva meses ampliando recursos y personal para llevar a buen puerto sus múltiples investigaciones sobre el 6 de enero. En las últimas semanas, y según medios como The Washington Post, Trump se ha convertido en uno de los principales objetivos de esas investigaciones. Falta ver si lo que encuentran permite que Garland dé inicio a un proceso judicial que tendrá la atención de todo el planeta.

1 En unas elecciones presidenciales en Estados Unidos, los candidatos deben ganar el voto popular de un estado para llevarse todos los votos electorales de ese estado. Por ejemplo, Biden había ganado el voto popular en Georgia, así que se llevó los 16 votos electorales de ese estado contra los 0 que se llevó Trump. Esos 16 votos electorales tienen forma de 16 electores que votaron a favor de Biden durante la cita del colegio electoral del 14 de diciembre. Trump y algunos de sus aliados propusieron listas falsas de electores alternativos en estados donde decían que se había producido fraude electoral, incluido Georgia. Pretendían que las listas sirvieran como justificación para rechazar los votos electorales que se certificaron el 6 de enero.

*Fuente: Newtral

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