Luego que el desgobierno de Sebastián Piñera, el cual ha llegado a una aprobación ciudadana del 7%, nuevamente comete una torpeza en su pobre gestión, al poner en suma urgencia la aprobación en el Senado del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Internacional (TPP-11).
Un anuncio que ha sido defendido por el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Andrés Allamand, quien hace solo unos pocos meses atrás planteaba su rechazo a firmar el Acuerdo de Escazú, aludiendo paradójicamente a razones de soberanía nacional, ya que el país podía ser llevado a tribunales internacionales por su no cumplimiento.
Si bien es sabido que Chile en los últimos 30 años ha sido el Estado en el mundo que más ha firmado tratados de libre comercio (26) con más de 50 países, impulsando así una economía abierta a los mercados internacionales, hacerlo en este contexto de proceso constituyente es muy poco inteligente políticamente.
Señalo esto, ya que lo que la revuelta social y el aplastante triunfo del apruebo por una nueva constitución evidenció, es que la sociedad en Chile simplemente dijo basta del modelo neoliberal, impuesto en dictadura y profundizado en democracia. El cual ha puesto a la inversión extranjera, al saqueo de los bienes comunes y al consumo desenfrenado, como sus pilares para sostener un crecimiento económico insostenible socialmente y ambientalmente.
La elite de Chile, totalmente sobreideologizada, desde un pensamiento economicista y antisocial, que cree aún en la autorregulación de los mercados, pareciera que ni con todo lo que ha pasado en el país, es capaz de hacer un giro medianamente razonable, que tome en consideración las demandas más importantes que está exigiendo la sociedad.
Una de esas demandas, ha sido impulsada por el Movimiento “Chile Mejor sin TLC” (1), el cual agrupa a diferentes organizaciones, movimientos, parlamentari@s y ciudadan@s, quienes han denunciado los peligros para el país de llegar a firmar el TPP-11.
Las razones son precisamente por la soberanía de los pueblos y por el cuidado de los bienes comunes de todas y todos, ya que es sabido que este acuerdo no solo busca proteger legalmente las inversiones de las grandes corporaciones beneficiadas, sino incluso sus expectativas de ganancias, en desmedro de lo que pase con los cambios en las legislaciones de los países.
Esto quiere decir, que en el caso que las grandes empresas se sientan “pasadas a llevar legalmente”, puedan recurrir a Centros de Arbitraje pro empresariales, como lo son el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias de Inversiones (CIADI), la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI) o la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional.
De ahí que empresas extractivas como Barrick o BHP Billiton, en el caso que se apruebe el TPP-11, puedan recurrir a estos Centro de Arbitraje, cuando vean que la normativa ambiental cambie, lo que para la Convención Constitucional puede ser muy contraproducente. Esto ya que demandas como la Desprivatización de las Aguas o los Derechos de la Naturaleza por ejemplo, las cuales podrían ser parte de la nueva constitución, puedan verse en peligro en su aplicación futura.
La necesidad por tanto de que el Estado de Chile rechace este nuevo tratado y no se haga cómplice una vez más de la entrega de sus territorios a las grandes transnacionales, es primordial en estos tiempos constituyentes. Basta de seguir entregando el agua, la tierra y las semillas a quienes solo quieren seguir especulando con ellas.
El mal uso que hace el desgobierno de la noción de soberanía, solo evidencia que solo la aplica cuando están en juego los acuerdos sobre Derechos Humanos y Derechos Ambientales que defienden a las comunidades y territorios, como pasó con el Acuerdo de Escazú. En cambio, cuando se trata de darle en bandeja a grandes corporaciones las riquezas del país y negar la posibilidad de diversificar su economía, ahí no se habla de soberanía.
Por ende, la soberanía que defiende el desgobierno de Chile se termina subordinando a los grandes grupos económicos finalmente, lo que ha sido una constante en estos últimos 30 años, en donde se ha vendido al mundo la idea de un país exitoso, centrado en un aumento del PIB a partir de grandes exportaciones de commodities, pero sin ningún tipo de valor agregado.
Esperemos que las y los senadores voten en contra de este TPP-11, entendiendo que Chile cambió y que no quiere más abusos.
Notas.
1: Pagina del Movimiento “Chile Mejor sin TLC”: https://chilemejorsintlc.cl/
Artículos Relacionados
La muerte de Gadafi. Conclusiones y lecciones para otros pueblos
por Juan Carlos Calomarde García (Rebelión)
13 años atrás 6 min lectura
¿Por qué una asamblea constituyente? (II)
por Felipe Portales (Chile)
12 años atrás 8 min lectura
Chile: Fuerte represión a marcha por renacionalización
por Prensa OPAL
12 años atrás 1 min lectura
El segundo Bacheletismo: condiciones y expectativas
por Oscar Ugarteche, Aura Montañez (Perú)
10 años atrás 6 min lectura
«Ese asunto»: Canción irani por Palestina
por Eugenio Pordomingo (España)
1 día atrás
De un tiempo a esta parte, se nos está impidiendo acceder a noticias que publican otros medios de comunicación. Lo impiden tecnológicamente y, a no tardar, empleando para ello leyes a la media. Y lo hacen al amparo de que obrando así nos preservan –según ellos- de acceder a informaciones interesadas, falsas, tendenciosas y contaminantes de nuestra mente.
La necesaria movilización popular
por Juan Pablo Cárdenas S. (Chile)
1 día atrás
Las negociaciones cupulares que resolvieron la elección de la testera de la Cámara de Diputados demuestran la fragilidad de nuestro sistema político porque corroboran que el principal afán de nuestra clase dirigente es la lucha por asegurarse cargos de la administración pública y estar siempre de cabeza en los procesos electorales.
La «paciencia estratégica» de Irán se eleva a disuasión seria
por Pepe Escobar (Desde Moscú)
4 días atrás
Los ataques de represalia de Irán contra Israel no se llevaron a cabo en solitario. Los socios estratégicos Rusia y China cubren las espaldas de Teherán, y su papel en el conflicto de Asia Occidental no hará sino crecer si EEUU no mantiene a Israel a raya.
A los saharauis: «Para ganar batallas, es importante practicar activamente los valores de la solidaridad, el compromiso, la disciplina y la lucha»
por Luis Portillo Pasqual del Riquelme (España)
5 días atrás
«Creo que el FP debería plantearse estas cuestiones, ocuparse mejor de encuadrar a su gente, enseñarles a trabajar en la clandestinidad, mejorar la organización para no hacer –como hoy- el ridículo ante el enemigo.»