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Crisis de Derechos Humanos en Chile. En guerra contra el derecho a la protesta. Informe N° 3

Crisis de Derechos Humanos en Chile. En guerra contra el derecho a la protesta. Informe N° 3
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1. Ejercicio de la fuerza con intención deliberada de causar daño.

Desde el inicio de las protestas, protagonizadas por estudiantes que organizaban las evasiones al metro, se pudo ver la desproporción en el uso de la fuerza y la brutalidad física aplicada contra niños, niñas y adolescentes.
A la luz de lo que pudo observarse en innumerables registros audiovisuales, constatarse a partir de los partes médicos de personas hospitalizadas y reconstruirse a partir de testimonios de manifestantes, Carabineros de Chile ha hecho un uso indiscriminado de escopetas antimotines. En la mayoría de los casos esto sucedió sin respetar los protocolos de la propia fuerza.
Los mismos indican que se debe recurrir a ellas cuando “elementos tales como agua, humo, gases y otros resulten insuficientes”.

El uso balines y perdigones ha causado al menos 222 lesiones oculares5, con pérdida de al menos un ojo. El caso más extremo es el de Gustavo Gatica, joven universitario de 21 años que perdió la vista de ambos ojos a causa de perdigones disparados a la cara durante una marcha en Plaza Italia (rebautizada Plaza de la Dignidad) el viernes 8 de noviembre. Según el medio independiente Interferencia, la cifra de lesiones equivale al 70% del total de víctimas oculares producidas por armas no letales entre 1990 y 2017, en distintos conflictos alrededor del mundo. Este tipo de lesiones muestran que se realizan disparos deliberados a la cabeza de los manifestantes, sin mediar agresión y con el sólo fin de causar daños físicos. Se han denunciado disparos a la cabeza tanto de balines como de cartuchos de gases lacrimógenos.

Asimismo, numerosos registros fotográficos y audiovisuales en redes sociales muestran a agentes de Carabineros que arrojan gas pimienta a la cara de personas desarmadas, que no ofrecen resistencia ni actúan de manera agresiva. También se han difundido videos donde vehículos de esa fuerza de seguridad atropellan a manifestantes en plena calle, como sucedió el lunes 28 de octubre en plena Alameda, en el centro de Santiago. La víctima, un joven de 22 años, fue inmediatamente hospitalizada y en el caso intervino el INDH. Días antes, el 22 de octubre en la localidad de San Pedro de la Paz (Concepción), se produjo una situación más dramática donde un móvil de Carabineros arrojó un cuerpo desde su interior mientras circulaba a velocidad. Otro caso estremecedor, registrado y difundido en redes desde Viña del Mar el jueves 14 de noviembre, mostraba a un carabinero en motocicleta que perseguía a un estudiante, Agustín Guzmán, y que luego de derribarlo en el piso pasó por encima de su cuerpo.

2. Violencia sexual

Durante las cuatro semanas de protestas han sido numerosas las denuncias de casos de humillaciones, abusos, vejaciones y tortura sexual, que tienen como víctimas principales a mujeres y miembros de la comunidad LGBTIQ+. Ejemplos de estos casos se han denunciado en la Comisaría 36 de La Florida, en Santiago de Chile, donde mujeres detenidas habrían sido obligadas a desvestirse, a mostrar y dejarse tocar sus pechos y genitales y hacer sentadillas desnudas frente a uniformadas. Otro caso de gravedad, representativo de las vejaciones denunciadas, fue el del joven J.M.6 estudiante de medicina de 23 años detenido el 21 de octubre. El denunciante relató haber sido golpeado hasta quedar inconsciente, con quiebre de su tabique nasal, luego violado con una porra o luma por su orientación sexual, y finalmente amenazado de muerte para que no contara lo sucedido.

Asimismo, el 23 de octubre se reportaron en otras reparticiones 6 casos de desnudamiento y obligación de realizar sentadillas (incluido un niño) y 2 amenazas de violaciones. El viernes 25 de noviembre, por su parte, una joven de 27 años denunció haber sido víctima de apremios ilegítimos y abuso sexual en la Comisaría 1era de Rancagua. A raíz de numerosas denuncias sobre hechos este tipo, el INDH ha iniciado 66 querellas criminales por violencia sexual contra agentes del Estado7.

 

3. Montajes para justificar la represión

Numerosas organizaciones sociales han señalado que las propias fuerzas de seguridad organizan “montajes”, simulaciones de ataques o hechos de vandalismo para justificar la respuesta represiva. Además, de este modo se intenta poner el foco en hechos de violencia y vandalismo para ocultar la masividad de las movilizaciones pacíficas y mostrar el accionar de la fuerza pública como la única respuesta posible ante situaciones de desorden. Numerosos videos en redes sociales muestran situaciones en donde aparecen agentes de Carabineros en lugares donde no existen disturbios ni presencia de manifestantes, y posteriormente se inician incendios mientras testigos presentes en la escena acusan a la fuerza pública de haberlos iniciado. Un presunto montaje denunciado por manifestantes, que se encuentra bajo investigación judicial, ha sido el de un incendio el 20 de octubre en una fábrica de la localidad de Renca. En ese lugar aparecieron cinco cuerpos calcinados en un supuesto saqueo que terminó en incendio. Sin embargo, existen fundadas sospechas de que al menos dos de esos cuerpos –uno con orificios en el tórax y otro con elementos metálicos en el muslo izquierdo- habrían fallecido antes del incendio y no por asfixia como señalan los informes forenses del Servicio Médico Legal. Las inconsistencias en la realización de las autopsias abonan la hipótesis de que podría tratarse no sólo de un montaje de un falso hecho de vandalismo sino también una forma de ocultar un asesinato ocurrido en otro lugar.

 

4. Torturas y centros de detención ilegal

Aunque el posible funcionamiento de centros de detención ilegal durante las protestas se encuentra bajo investigación, existen testimonios que aseguran de su existencia en al menos tres lugares. Uno de ellos habría funcionado a cargo del Ejército, durante el estado de emergencia, entre el 19 y el 21 de octubre, en el Supermercado Alvi Club Mayorista de la localidad metropolitana de Maipú. Testimonios de detenidos y vecinos, junto a un registro audiovisual, apoyan la denuncia de estos hechos. Otras denuncias, en las que intervino el INDH, señalaban que la Comisaría
de la Estación Baquedano del Metro de Santiago fue utilizada como lugar de torturas a detenidos. Si bien al intervenir la justicia no había detenidos en el lugar, la gravedad del testimonio de un denunciante, víctima de apremios ilegales, hizo que los hechos se encuentren bajo investigación.

El tercer caso que se hizo público habría ocurrido en la localidad de Antofagasta, donde un joven estudiante víctima de torturas (le clavaron agujas en la uñas y le hicieron cortes en el rostro con cuchillo) declaró al medio local Regionalista TV que fue detenido ilegalmente por Carabineros el 6 de noviembre a las 5 am. De acuerdo a su testimonio, fue inmovilizado mediante el uso
de una pistola taser y llevado inconsciente a un centro de detención donde había más personas detenidas y golpeadas. Luego de sufrir apremios ilegales y amenazas de muerte fue liberado horas más tarde al ingreso de la ciudad.

 

5. Ataque a rescatistas, disparos en escuelas, gases en casas particulares, hospitales y otros edificios públicos.

Una escena lamentable se vivió el 6 de noviembre cuando carabineros ingresaron a una escuela secundaria femenina, el Liceo 7 de Santiago de Chile, para desalojar el lugar ante la supuesta intención de las estudiantes de ocupar dicho centro de estudios. Esto produjo un enfrentamiento entre policías y estudiantes –todas niñas menores de 18 años- y dejó un saldo de dos jóvenes heridas que tuvieron que ser hospitalizadas, una de ellas con 15 perdigones en su pierna.

Otra escena del repudiable accionar de la fuerza pública se vivió el 8 de noviembre cuando efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros lanzaron gases lacrimógenos en el ingreso al Hospital Gustavo Fricke en Viña del Mar, con la intención de dispersar a manifestantes que cortaban el tránsito en las inmediaciones del centro de salud. Personal médico de la institución denunció el uso de gases en las proximidades del área de emergencias e internación. Un caso similar se vivió el 9 de noviembre cuando estudiantes y familiares realizaban una concentración en el ingreso de la Clínica Santa María, en Santiago, para manifestar su apoyo a Gustavo Gatica (internado en ese nosocomio por la pérdida de ambos ojos en una protesta). Sin mediar hechos de violencia ni agresiones por parte de los manifestantes, Carabineros lanzó gases lacrimógenos a la multitud que se encontraba en la calle, los cuales ingresaron al centro médico.

El Informe completo, en formato PDF, puede ser bajado a través de este enlace: Informe_N3_Chile

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