Consensos de Washington y Buenos Aires
por Emilio Cafassi (Uruguay)
6 años atrás 5 min lectura
El Presidente Macri puede dejarnos perplejos y hasta con alguna mueca de hilaridad ante sus tenebrosas iniciativas. Pocas semanas atrás anunciaba pequeñas medidas de contención de precios, pero en vez de hacerlo por cadena nacional o en conferencia de prensa, la presidencia subió un video -supuestamente- casero desde la vivienda alquilada de una modesta pareja con una niña que le reiteraba su apoyo, aunque reconocía estar agobiada por el peso del ajuste sobre su endeble economía. Compungido, el mandatario los animaba, renovando el pedido de fe. Más recientemente, con la indisimulable intención de comprometer a otros dirigentes y sectores en el derrumbe económico y social, envió una carta a partidos de la oposición, gremiales de clases varias y hasta autoridades religiosas, solicitándoles se expidan sobre 10 puntos que él y su grupo político consideran “imprescindibles”, como “temas esenciales” del debate nacional. Concluye textualmente confiando en que “desde la madurez democrática podremos dar una muestra de acuerdo que nos permita darle mayor tranquilidad a los argentinos”. Ninguno de esos puntos contiene siquiera palabras como educación, salud, vivienda, derechos, servicios, cultura, entre tantas otras omisiones a aspectos elementales de la vida de las poblaciones, incluso en el más acérrimo capitalismo. Obviamente expuso los temas que le interesan en particular, sintetizando las preocupaciones y derrotero exclusivo de su gobierno, que está cada vez más lejos de poder construir consenso alguno y menos en torno a sí.
Aludo a la contradictoria y sarcástica sorpresa porque hasta en la cantidad de puntos contenidos, iguala al conjunto de medidas que fueron sintéticamente popularizadas por el economista John Williamson como “Consenso de Washington” (CW) en 1989 puntualizando las intervenciones y recomendaciones del FMI, el BM y el Tesoro de EEUU. No se trata de un decálogo preciso y suscripto por estas instituciones, sino de una inferencia de sus prácticas en relación a las políticas hacia América Latina que adquirió gran difusión y que puede encontrarse con mayor o menor detalle y controversia en la web o las wikis. Pero Macri no se ha privado siquiera de la notable similitud cuantitativa, aunque es anecdótica respecto a las convergencias cualitativas entre los primeros puntos del decálogo argentino. No fui ganado por la pereza, pero encuentro fascinante la correlación como para transcribir textualmente en itálica algunos puntos de su carta y seguidamente, en caracteres normales, la formulación del CW.
Uno: “Lograr mantener el equilibrio fiscal, tanto en la Nación como en las provincias.” Uno: “Disciplina en la política fiscal, enfocándose en evitar grandes déficits fiscales en relación al PBI.”
Dos. “Sostener un Banco Central independiente en el manejo de los instrumentos de política monetaria y cambiaria en función de su principal objetivo que es el combate a la inflación hasta llevarla a valores similares a los países vecinos.” Cuatro: “tasas de interés que sean determinadas por el mercado y positivas (pero moderadas en términos reales).” Cinco: “tipos de cambio competitivos.”
Tres: Promover una integración inteligente con el mundo, trabajando para el crecimiento sostenido de nuestras exportaciones. Seis: liberalización del comercio, liberación de las importaciones, con el particular énfasis en la eliminación de las restricciones cuantitativas (licencias, etc.). Cualquier protección comercial deberá tener aranceles bajos y relativamente uniformes. Siete: Liberalización de las barreras a la inversión extranjera directa.
Cuatro: Respeto a la ley, los contratos y los derechos adquiridos con el fin de consolidar la seguridad jurídica, elemento clave para promover la inversión. Diez: seguridad jurídica para los derechos de propiedad.
Seis: Reducir la carga impositiva nacional, provincial y municipal, empezando por los impuestos distorsivos. Uno (ya citado). Nueve: desregulación, abolición de regulaciones que impidan el acceso al mercado o restrinjan la competencia, excepto las que estén justificadas por razones de seguridad, protección del medio ambiente y al consumidor y una supervisión prudencial de entidades financieras.
No obstante, además de replicar el espíritu del CW en al menos 5 de sus puntos, avanza más allá de las medidas hegemónicas de fin de siglo pasado, agiornándolas. Refiere explícitamente tanto a una reforma laboral en el punto 5 (en otros tiempos llamada flexibilización) como también a una reforma previsional en el punto 7 (un documento muy reciente del FMI recomienda reformar el sistema previsional argentino y brasileño, obviamente en detrimento de las jubilaciones y pensiones) y a cambios en la coparticipación federal de la recaudación impositiva en el punto 8.
Por último, además de copia y actualización del viejo CW, tendrá también un límite censurante. No recupera el punto 2 del CW, que recomienda redireccionar el gasto público hacia una mayor inversión en los “servicios favorables para los pobres” en educación primaria, atención primaria de salud e infraestructura. La razón es que Macri, con el fin de acotar el gasto público, redujo el presupuesto de educación, salud y frenó las obras de infraestructura. Más explicable es que no haya retomado el punto 8 que recomienda la privatización de las empresas públicas porque no queda prácticamente ninguna, y menos aún rentable, luego de que se le adelantara Menem en los ´90 y el kirchnerismo lo ratificara dejándolas en idénticas manos, a excepción de YPF.
Ya el último punto (10) es una obviedad, como la ratificación del cumplimiento de deudas, tanto como la elemental continuidad de la independencia de las estadísticas públicas (9) que el kirchnerismo destrozó.
Tal vez se pueda acuñar una palabra para el consenso sin sensibilidad: sinsenso.
Artículos Relacionados
Nicaragua: La situación a fecha del 5 y 6 de junio
por Oscar René Vargas
7 años atrás 11 min lectura
¿Ingresará Donald Trump en el Olimpo ingrávido de los mitos?
por Germán Gorraiz López (España)
6 años atrás 6 min lectura
Nick Hanauer: un malthusiano no un keynesiano
por Fernando, H. Azcurra
5 años atrás 8 min lectura
50 países entre ellos Chile, pactan en secreto el TiSA un tratado aún más antidemocrático y neoliberal que el TTIP
por Carlos Enrique Bayo (España)
10 años atrás 7 min lectura
Trabajadores critican rol de la CUT en tramitación de la Reforma Laboral
por Paula Correa (Chile)
9 años atrás 4 min lectura
Chile. Al revolucionario Guillermo Rodríguez: en el refugio de nuestros huesos te quedas
por Andrés Figueroa Cornejo (Chile)
1 hora atrás
21 de enero de 2025
Porque nos quisimos, vengo a decir de mi amigo-compañero Guillermo ‘Ronco’ Rodríguez, hermano mayor, amante de la justicia y la libertad, artista y escritor. Afectado de una grave enfermedad resolvió integrarse a la tierra el 18 de enero de 2025, a eso de las cuatro de la mañana.
NO+AFP: Una reforma que NO reforma
por Coordinadora Nacional de Trabajadoras y Trabajadores NO+AFP
1 hora atrás
21 de enero de 2025
La sociedad chilena debe saber y tenerlo claro, esta propuesta solo posterga la crisis previsional chilena. Es irresponsable insistir en un sistema que muestra su incapacidad para pagar pensiones suficientes. Las caídas en las rentabilidades, el aumento del empleo informal y los bajos salarios nos tendrán nuevamente debatiendo sobre el tema.
Sáhara / Sukeina Yed Ahlu Sid: “La ONU es peor para nosotros que Marruecos”
por Héctor Bujari Santorum
1 día atrás
20 de enero de 2025 Cada palabra suya lleva el peso de un pueblo que resiste mientras el mundo sigue mirando hacia otro lado. Al otro lado del teléfono,…
Israel sigue lanzando ataques contra Gaza al tiempo que el gabinete de seguridad aprueba el acuerdo de alto el fuego
por Medios Internacionales
4 días atrás
17 de enero de 2025
Mientras los palestinos esperan que se confirme la aprobación del acuerdo, Israel continúa lanzando mortíferos ataques contra la Franja de Gaza. Más de 113 palestinos han muerto, incluidos al menos 28 niños y niñas, desde que se anunció el miércoles el acuerdo de alto el fuego. Estas fueron las palabras expresadas por Sami Abu Tahoun, un niño desplazado que vive en el campamento de refugiados de al-Nuseirat.