Articulos recientes

Al navegar en nuestro sitio, aceptas el uso de cookies para fines estadísticos.

Noticias

Corrupcion

Ética a la chilena

Compartir:

Abril 2019
Los griegos del siglo V AC se dedicaron a reflexionar sobre todo.  Sobre el universo visible e invisible, sobre la creación, sobre el papel del ser humano en la tierra y su comportamiento en sociedad, y dejaron retratada toda una tipología de personajes humanos en su mitología sobre los dioses.  Pero la culminación del pensamiento griego fue su reflexión sobre cómo debería gobernarse el Estado, para lo cual inventaron la Política, es decir el manejo de la Polis, que es la Ciudad-Estado de los griegos de la Edad de Hierro.

Analizaron concienzudamente las acciones humanas, los impulsos, y el por qué los hombres buscaban objetivos “malos” o “buenos”, para lo cual tuvieron que reflexionar sobre que es lo bueno o lo malo y en que  contexto, inventando por lo tanto, la ciencia de la estética en el comportamiento, que se llamó Ética.

La reflexión Ética de Aristóteles quedó reflejada en su ”Ética a Nicomano” donde se resalta la Prudencia como factor importante del actuar del hombre sabio y la elección del “camino del medio”, misma deducción que hacen los maestros de sabiduría chinos.

Es notable, por no usar algún adjetivo calificativo que pueda crear la idea que la justicia chilena cayó también bajo el embrujo de estos semi dioses, que esa justicia envíe a clases de Ética a dos personajes que manejaban millones y millones, financiando su coalición política en sus campañas electorales, lo que no está permitido por ley, pero además haciendo esto a través de un procedimiento cuestionable a los ojos de Impuestos Internos, lo que lleva a una cadena de ofensas contra la ley, y contra la institucionalidad que está en la base de la convivencia democrática republicana.

Este procedimiento consiste en inventar y facturar por parte de sus empresas trabajos no existentes a los receptores del dinero, y a sus amistades, permitiendo un aprovechamiento tremendamente eficiente de estas facturas.

Así, estas facturas disminuían las utilidades de la empresa ahorrando impuestos a través de la rebaja por concepto de IVA de este impuesto mensual de declaración y pago simultáneo, y disminuyendo utilidades contables a través de un mayor costo de producción.

Así se elegían parlamentarios siempre en deuda con sus benefactores, a los que se influye en su creación de leyes ad hoc.  Y después se habla en corrillos íntimos de:  “Fulano, es empleado nuestro”, relación  indeseable por la falta de transparencia que conlleva en la creación de leyes y en las decisiones políticas en general.

La verdad es que estos chicos fueron en su tiempo y me consta, a innumerables clases de Cultura Católica en la UC donde se habló mucho de “concupiscencia”[1]  bastante poco de virtudes cívicas y que servían de chiste para los chicos que querían ser empresarios exitosos y millonarios intuyendo que la concupiscencia iba a necesitar mucha guita para ejercerla.

Y en la Facultad de Economía incluso de la Pontificia UC, se hablaba de eficiencia para manejar recursos,  no de virtudes sociales.

Y todo lo que se aprende antes de los 25 años queda grabado como verdades incuestionables en nuestros valores, sobre todo si favorece a través del tiempo el logro de fortuna y poder económico y social, cosa que estos chicos si obtuvieron.

Ellos fueron extremadamente eficientes en obtener sus propósitos.  Lo único que les falló fue justamente el manejo de la Prudencia. Y la Prudencia tiene que ver con los límites de las acciones, con un poco de miedo en cómo viene la mano de vuelta, y con no tener la sensación de estar como dioses olímpicos a los que nadie puede tocar.

Si hubieran leído un poco más a los griegos y sus experiencias, se hubieran percatado que el peor pecado contra los dioses era justamente la “hubris”[2] , que es el llegar a sentirse impune como un dios cualquiera.

Tanto así que en Inglaterra un médico Lord Owen, que ahora es miembro de la Cámara de los Lores y un psiquiatra, Jonathan Davidson  han caracterizado un trastorno de personalidad de tipo narcisista, relacionado con la bipolaridad, al que llamaron Síndrome de Hubris, y que afecta a las personas que adquieren demasiado poder en un tramo extendido de tiempo.

Los griegos siempre decían que “los dioses ciegan a aquellos que quieren perder”.

Así estos muchachos   menospreciaron a sus colaboradores de toda la vida y los trataron mal, y se creyeron por sobre las leyes de la Polis.

Fueron incapaces de ser un poco más humanos y humildes y darse cuenta que se habían aprovechado del trabajo de otros para su éxito.

Les falló la humanidad, y por eso su socio al que no reconocieron como amigo, los delató.

Y así todo Chile los vio caer sin tener mucha compasión por la caída, y ahora se percibe que las clases de Ética van a ser como las de Cultura Católica de la UC.  Es decir, no servirán para nada, si es que el revolcón que les dio la vida  por su falta de límites, no caló en su corazón ni en su conciencia.

En USA les hubieran dado 20 años de cárcel y no un curso de Ética, que por lo demás no les va a hacer ni cosquilla y del cual las personas se ríen socarronamente.

Y terminado el curso de Ética, el par de flores podrá irse a dar una vuelta al mundo en un yate privado, para pasar el bochorno, sin explicarse mucho por qué Aristóteles perdió tanto tiempo con este tema en vez de montar una transnacional en el Mediterráneo con sucursales en Montcarlo.

Y las futuras generaciones recibieron una clase magistral sobre la impunidad  del delito económico  en Chile, principalmente si es en gran escala.

Tarde para clases de Ética. Los deberían haber mandado al psiquiatra junto con el Juez.

Notas:

[1] «Concupiscencia«, según la RAE:  f. En la moral católica, deseo de bienes terrenos y, en especial, apetito desordenado de placeres deshonestos.

[2] La palabra ‘hubris‘ proviene del vocablo griego ‘hybris’, que en su significado moderno describe a una persona que, por tener excesiva soberbia, arrogancia y autoconfianza, desprecia sin piedad los “límites divinamente fijados sobre la acción humana”.

Más sobre el tema:

Nadie irá a la cárcel por el CasoPenta
Luego de cuatro años desde el inicio de las investigaciones, el caso que abrió la puerta a las formalizaciones y acusaciones por financiamiento ilegal de la política llegó a su fin de forma polémica: sin penas privativas de libertad para ninguno de los imputados.

Compartir:

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

WordPress Theme built by Shufflehound. piensaChile © Copyright 2021. All rights reserved.