Chile, 2020: Celebración de los 50 años del Triunfo Popular
por Diputado Hugo Gutiérrez Gálvez (Chile)
6 años atrás 5 min lectura
Recién se inicia el año 2019, y ya se hace necesario advertir que el próximo año 2020, se cumplirán 50 años del triunfo electoral de la Unidad Popular, que llevó a Salvador Allende a convertirse en Presidente de la República de Chile y que, por primera vez en su historia, permitió impulsar un programa de 40 medidas en favor de los trabajadores y trabajadoras de la patria.
Fue un 4 de septiembre de 1970, que el pueblo de Chile ansioso esperaba el resultado electoral. Grande fue la alegría al saberse que Allende obtenía el primer lugar en las preferencia de los ciudadanos por sobre Jorge Alessandri y Radomiro Tomic. Se estaba por iniciar “la vía chilena al socialismo”, también conocida como “la revolución con vino tinto y empanada”. Un proceso político original para aquellos tiempos, en que mediante la lucha electoral se buscaba una profunda restructuración de un Estado chileno asentado en la injusticia, la exclusión y la discriminación. Ese triunfo, más allá de la cruel y sanguinaria respuesta que tuvo por parte del imperialismo norteamericano y oligarquía criolla, nos debe hacer recordar la larga marcha recorrida por las luchas populares en pos de la unidad política y social de la izquierda para alcanzar la victoria ese 4 de septiembre de 1970.
El pensamiento de Salvador Allende y su sacrificio ameritan recordarlo con entusiasmo. Demócrata a ultranza, fue un convencido que la vía electoral era el camino para hacer los cambios en Chile. Incluso en sus errores hay grandeza, creyó que las FFAA chilenas eran leales a la democracia y al Estado de Derecho. Lo anterior exige que, en la actualidad, todos hagamos el esfuerzo político y ético de persuadir y convencer a las FF.AA. y de Orden, que no están al servicio de EEUU. Es difícil, cierto, pero es un esfuerzo necesario y urgente, una democracia profunda y verdadera así lo exigen. Esa espada de Damocles siempre colgará sobre los corazones de los chilenos y chilenas. No habrá patria si las FF.AA. siguen actuando como servidores del imperio y no del pueblo de Chile. Allende estaba convencido que la soberanía y riquezas nacionales, son creadas por los trabajadores y trabajadoras para su bienestar y felicidad, no para siete familias o para llevársela a paraísos fiscales.
Allende fue un visionario, incluso su nobleza y candidez dan cuenta de su liderazgo, que no se empaña con el tiempo. Su gran mérito, haber entrado con el Pueblo a La Moneda. Ese triunfo debe ser imperecedero y contado de generación en generación para no olvidar a los hombres y mujeres que lo hicieron posible, sobre todo a aquellos que les fue la vida en esa construcción de patria justa para todos y todas. La Unidad Popular y Allende significaron una reafirmación del compromiso incondicional con la emancipación humana.
El Gobierno Popular fue el mayor acto de rebeldía del Pueblo chileno, que incluso conocedor de la forma que terminaría, de igual manera habría arremetido con todas las fuerzas de la historia acumulada para llegar a La Moneda. El propio acto de rebelión, sin importar su resultado, es exitoso si logra poner como centralidad la vida humana y su liberación. Y así se hizo. La Unidad Popular fue la forma más preclara de dar orientación a las ansias de emancipación y el mejor gesto de libertad de un pueblo que creyó necesario rebelarse por medios de las formas democráticas contra una oligarquía enajenada en su maldad y ambición.
Millones de chilenos y chilenas fueron parte de ese camino que condujo a Salvador Allende a La Moneda, muchos de ellos aún vivos y recordando con nostalgia y alegría ese triunfo, que no por casualidad fue popular y revolucionario. Fue la más amplia unidad de aquel tiempo lo que permitió el triunfo: cristianos, ateos, marxistas, masones, progresistas y revolucionarios. Fue la mayor convergencia política que se podía alcanzar en ese contexto político internacional y nacional: PS, PC, PR, IC, MAPU y, más tardíamente, el MIR en una alianza informal y un apoyo crítico a la Unidad Popular.
La celebración del triunfo popular de Allende y la Unidad Popular debiera unir, congregar y hacernos dialogar a todos juntos sobre un Programa País y Popular que permita volver a iniciar una etapa maravillosa de nuestra historia.
Es el momento de mostrar con hechos que Allende y la Unidad Popular fueron resultado de la grandeza de Chile y que eso nos importa.
Otro elemento a destacar es este 50° aniversario del triunfo popular, es que va a ocurrir en un año electoral. Por primera vez en nuestra historia democrática, se elijarán Gobernadores Regionales, una especie de presidente regional. Además, todo el poder local deberá ser renovado: alcaldes y concejales. Por lo mismo, debe instarnos a una amplia convocatoria, que vaya desde los sectores democráticos progresistas hasta la izquierda popular revolucionaria, que permita avivar un relato de unidad y cambios verdaderos para Chile.
Tenemos que construir un destino compartido por todos y todas, a pesar de las diferencias. Tenemos que crear todos los canales de entendimiento necesario, toda reivindicación social debiera ser atendida y la democracia real el mecanismo para resolver las diferencias.
Es por lo anterior, y para que la celebración ciudadana, tenga la impronta de un pueblo de Chile vencedor en 1970, se requiere la formación,durante este año 2019, de variados Comités Permanentes de Celebración del Triunfo Popular, que los integren todos aquellos hombres y mujeres, jóvenes, movimientos sociales y partidos políticos, que aseguren el éxito de tan relevante hecho histórico, tanto a nivel nacional como regional.
A 50 años de la más relevante Victoria Popular del pueblo chileno, la historia la debe seguir construyendo ese propio pueblo.
A convocarnos y organizarnos para celebrar el verdadero triunfo popular.
¡Viva Allende!
¡Viva el Gobierno Popular y sus 50 años!
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