Brasil: Temor del 1% a los de abajo, causa del impeachment
por Raúl Zibechi (Uruguay)
9 años atrás 5 min lectura
Sobre el primer punto hemos hablado bastante: en junio de 2013 millones de jóvenes ganaron las calles contra el aumento al transporte urbano y la represión policial, en acciones que deben comprenderse como una gigantesca denuncia contra la desigualdad que los gobiernos del Partido de los Trabajadores no modificaron, aunque hayan disminuido la pobreza. Hoy sabemos que la desigualdad no sólo no cayó, sino que tiende a aumentar, incluso en los periodos de bonanza económica, cuando el uno por ciento acaparaba 25 por ciento de la riqueza, porcentajes que habrán subido durante la presente crisis.
La segunda se relaciona con las huelgas. Las luchas obreras en Brasil habían alcanzado un pico luego de la salida de la dictadura, en el periodo de aprobación de la nueva Constitución Federal en 1988 y las primeras elecciones presidenciales directas en 1989. En esos años se alcanzó un pico histórico de mil 962 huelgas, en 1989, y algo menos en 1990, para descender abruptamente en la década neoliberal y estabilizarse bajo los dos gobiernos de Lula en torno a 300 huelgas anuales.
En 2013 se produjo un aumento repentino de las huelgas (aunque en 2012 ya habían crecido), batiendo el récord de la serie histórica de los 30 años pasados. Según el informe del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Económicos, Balance de las huelgas en 2013 (http://goo.gl/o35Wi6), ese año hubo 2 mil 50 huelgas. Pero el crecimiento cuantitativo es un dato que no alcanza a mostrar los fuertes cambios registrados en las protestas.
El informe citado destaca que hubo una expansión de las luchas hacia sectores que habitualmente no se movilizan. Sostiene que hubo un
desbordede
las categorías profesionales más frágiles, tanto desde el punto de vista de las remuneraciones como por las condiciones de trabajo, salud y seguridad. Se refiere, de modo particular, a los trabajadores de la industria de la alimentación y la limpieza urbana.
En la industria frigorífica trabajan 800 mil personas, de las cuales entre 20 y 25 por ciento presentan problemas de salud, ya que realizan entre 70 y 120 movimientos por minuto, cuando se recomienda no superar 35. En 2010, 70 por ciento de los obreros de la multinacional Brasil Foods sufrían dolores por el trabajo, y 14 por ciento pensaron en suicidarse por la presión a que los someten (http://goo.gl/x0Bxfi). Un joven que ingresa a la industria a los 25 años, a los 30 ya tiene lesiones irreversibles.
Los trabajadores de la limpieza urbana de Rio de Janeiro realizaron una huelga memorable durante el carnaval de 2014 y consiguieron aumentos de 37 por ciento en sus salarios. Fue una huelga masiva y combativa que se sostuvo con base en la democracia directa, desconociendo al sindicato burocrático (http://goo.gl/zvl58G). La inmensa mayoría son negros y mestizos que viven en las periferias urbanas y en las favelas.
En 2014 irrumpieron las camadas menos calificadas y peor pagadas de la clase trabajadora, alentadas por las movilizaciones de junio de 2013 e impulsadas por la crisis que se comenzó a sentir en 2012.
La tercera cuestión consiste en el aumento de la organización y el activismo en las favelas, donde viven los brasileños más pobres. El 24 de junio de 2013, mientras millones se manifestaban en paz en las avenidas, la policía ingresó disparando al Complexo da Maré, en Rio de Janeiro, y asesinó a 10 jóvenes negros. Es lo común. Lo diferente fue la respuesta de los favelados: 5 mil vecinos cortaron la estratégica avenida Brasil durante dos horas. Fue el comienzo. En julio, las acciones se multiplicaron por la desaparición del obrero Amarildo de Souza en la Unidad de Policía Pacificadora (UPP), de la favela Rocinha.
En diciembre y enero sucedieron los rolezinhos de miles de jóvenes pobres que se reúnen en los shoppings y desafían, bailando, a la policía. De ahí hubo decenas de reacciones a la brutalidad policial. Los favelados neutralizaron el control y comenzaron a organizar en muchas favelas grupos culturales, de denuncia, de defensa de los derechos humanos, que se conectan con otros grupos de otras favelas. Han perdido el miedo.
Los de abajo relanzaron su lucha por la dignidad y por la vida. Fue la señal de alarma para los de arriba. En uno de los países más desiguales del mundo, donde las clases coinciden con el color de piel, el clasismo y el racismo se expresan con la brutal violencia que caracteriza a las sociedades coloniales. Porque Brasil debe ser analizada como sociedad colonial, donde la acumulación de capital se apoya en la segregación que supone el no reconocimiento de la humanidad de los de abajo.
La crisis ha develado que la democracia es apenas el taparrabo que usan los de arriba para esconder sus vergüenzas: la primera y básica es que no están dispuestos a compartir el pastel con negros y mestizos. Para ellos, sólo las migajas que sobran. Pero el problema es otro: nos creímos el cuento. Unos por conveniencia. Otros por pereza o miedo.
*Fuente:La Jornada
Artículos Relacionados
Chile: Transantiago en la mira
por Arnaldo Pérez Guerra (Chile)
19 años atrás 16 min lectura
Paro “cívico” en Venezuela. Segunda edición
por Pasqualina Curcio (Venezuela)
8 años atrás 2 min lectura
El complot de la prensa española para silenciar las manifestaciones de la Cumbre de Salamanca
por Pascual Serrano (Rebelión)
20 años atrás 9 min lectura
Ultimas reflexiones en torno a la muerte del presidente Allende
por Hermes H. Benítez (Canadá)
17 años atrás 11 min lectura
Los mega acuerdos y sus amenazas para América Latina
por Jaime Estay (México)
9 años atrás 10 min lectura
Chile: Las drogas y los narcomilitares
por Medios Nacionales
20 segundos atrás
13 de julio de 2025
Aquí los militares y aviadores ya descubiertos son apenas la punta del iceberg. Las preguntas relevantes son otras: ¿quiénes los encubrían dentro de las instituciones castrenses?, ¿para quién trabajaban?, ¿está el Tren de Aragua detrás de esta operación, como lo hace sospechar la presencia de ketamina, una droga en que se especializa ese cartel?
La ultraderecha justifica un nuevo Golpe de Estado
por Enrique Villanueva Molina (Chile)
2 días atrás
11 de julio de 2025
Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario uno de los candidatos presidenciales de la derecha chilena, dice que “apoyaría un nuevo golpe de Estado y propone proscribir al Partido Comunista “, mientras el derechista José Antonio Kast, del Partido Republicano promete indultar a los presos de Punta Peuco alegando los problemas de edad y salud de los criminales recluidos.
El «Acuerdo de Ha’avara», el pacto entre los sionista y Hitler, que incomoda a Israel
por piensaChile
3 días atrás
10 de julio de 2025
«¿Sabías que el Tercer Reich financió parcialmente la migración de judíos alemanes a Palestina en los años 30? Este acuerdo, conocido como el Acuerdo de Ha’avara, es uno de los capítulos más polémicos y menos discutidos de la historia del sionismo y el nazismo.»
La ayuda como emboscada: la horrible nueva cara de la guerra de Israel en Gaza
por Eva Barlett (Canadá)
7 días atrás
06 de julio de 2025
«El régimen (israelí) está siendo juzgado por genocidio. Sus líderes están acusados de crímenes contra la humanidad. Israel está aislado. El régimen es ahora casi universalmente despreciado, al igual que lo fueron los regímenes nazi y del apartheid. La gente de todo el mundo está abrumadoramente del lado de Palestina. No se puede volver atrás del apartheid y el genocidio».