A 40 años del golpe militar en Argentina
por Rafael Luis Gumucio Rivas, padre (Chile)
9 años atrás 3 min lectura
En este aniversario del golpe militar en ese país se conmemora bajo la presidencia de un gobierno de derecha, Mauricio Macri, y la visita del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El imperio, responsable principal de la instalación de los regímenes de facto en América Latina, en los años 70 del siglo pasado, a pesar de que reconocen su intervención directa y su complicidad en crímenes de lesa humanidad, sólo se limita a la promesa – en este caso del Presidente actual – de abrir los archivos aún bajo confidencialidad.
La visita de Obama a Cuba y luego a Argentina no tiene nada de espontaneidad y filantropía, se trata más bien de recuperar la hegemonía norteamericana en América Latina, que estaba siendo disputada por China, en el plano económico, y por la Alianza Bolivariana para los pueblos de América Latina (ALBA) y la Unión de Naciones Sudamericanas, (UNASUR) en el plano político. Ya no es posible revivir la “doctrina Monroe, América para los americanos”, ni menos “el patio trasero, de Roosevelt”, por consiguiente, el gobierno de Obama es más hábil al promover la desestabilización de los gobiernos progresistas de Ecuador, Bolivia, Brasil y antes en Argentina. La visita a Cuba se reduce a una estrategia para penetrar en América Latina, continente muy olvidado – y hasta ignorado – según expresiones de la candidata demócrata a la presidencia, Hillary Clinton.
Frente a esta faramalla del poder hemos podido observar cómo el pueblo argentino se ha manifestado, especialmente en la Plaza de Mayo, en Buenos Aires, rechazando la política reaccionaria del gobierno de Macri, que incluso, está dispuesta a pagar a los especuladores, poseedores de los “Fondos Buitres”.
La dictadura argentina tuvo características distintas a la chilena: en primer lugar, en ese país los militares se constituyeron en un verdadero partido político, por el cual se repartían el poder entre los caudillos militares – Videla, Galtieri, Menéndez -; en Chile, el tirano Augusto Pinochet y su mujer se apropiaron del poder y, además se robaron el dinero del Estado sin ningún contrapeso, con el silencio de la justicia y de un pueblo consumido por el miedo y con altas dosis de estupidez – hay que pensar que Pinochet, ya en democracia, tuvo el 40% de apoyo popular y, hasta hoy, el Estado no ha podido recuperar los bienes robados por los Pinochet-Hiriart, especialmente a través de CEMA-Chile.
En Argentina, al menos, las principales alimañas militares fueron juzgados durante el gobierno de Raúl Alfonsín, mientras que en Chile Pinochet y el Presidente Aylwin practicaban “la amistad cívico-militar”, sobre la base del lema “la justicia en la medida de los posible”, es decir, cero justicia.
En Argentina, el Presidente neoliberal Carlos Saúl Menem amnistiaba a los criminales de lesa humanidad e imponía la ley de punto final. A los Presidentes Néstor y Cristina Kirchner Argentina les debe el hecho de que los militares no hubieran terminado impunes. En Chile, a los traidores de la Concertación les debemos el que Pinochet hubiera sido declarado demente y muerto en su cama, rodeado de sus familiares, y en la actualidad, su conyugue goce del botín legado por su marido, a vista y paciencia del gobierno y de la justicia – es inaudito que la fundaciones de Lucía Hiriart sean dueñas de plazas comunales y múltiples propiedades que aún regenta -.
Los gestos en política son muy importantes, pero la frase “nunca más” me parece una simple expresión de buenos deseos si no va acompañada de la proscripción de todos los responsables y colaboradores “pasivos” de las dictaduras de seguridad nacional, tal cual se hace en Alemania con los nazis.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
25/03/2016
Artículos Relacionados
Once de septiembre de 1973: Un día que estremeció al mundo
por Hernán Uribe (Argenpress)
19 años atrás 6 min lectura
La clase política dio la espalda a los exonerados
por Ernesto Carmona (Chile)
14 años atrás 3 min lectura
Argentina: Arrabal amargo
por Andrés Figueroa Cornejo (Argentina)
12 años atrás 10 min lectura
Crónica de injurias y petardos (o la pelea entre Puccio y el ex-Gral. Nuñez)
por Alfredo Nesbet (Canadá)
19 años atrás 9 min lectura
¡Ah! Si Salvador Allende no hubiese sido…
por Marcos Roitmann Rosenmann (Chile)
6 meses atrás 5 min lectura
Luis Portillo presenta su libro: En defensa de la causa saharaui
por Sahara Press Service (SPS)
1 hora atrás
11 de marzo de 2025
El vínculo del autor con la causa saharaui se remonta a la década de 1960, cuando vivió en el entonces Sáhara Español, en El Aaiún y Villa Cisneros (actual Dajla). Allí compartió experiencias y forjó lazos de amistad con los saharauis, una relación que se ha mantenido a lo largo de los años. En el invierno de 2007-2008 visitó los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), donde fue testigo de la dignidad y determinación del pueblo saharaui.
Hoy habría cumplido 67 años. Se quedó en 18.💔
por Malva Hernández (Chile9
2 horas atrás
11 de marzo de 2025
Rodrigo Medina Hernández, de 18 años de edad, estudiante de Filosofía en la Universidad de Chile, militante del MIR, fue detenido por agentes de la DINA el 27 de mayo de 1976, aproximadamente a las 20:00 horas.
Luis Portillo presenta su libro: En defensa de la causa saharaui
por Sahara Press Service (SPS)
1 hora atrás
11 de marzo de 2025
El vínculo del autor con la causa saharaui se remonta a la década de 1960, cuando vivió en el entonces Sáhara Español, en El Aaiún y Villa Cisneros (actual Dajla). Allí compartió experiencias y forjó lazos de amistad con los saharauis, una relación que se ha mantenido a lo largo de los años. En el invierno de 2007-2008 visitó los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), donde fue testigo de la dignidad y determinación del pueblo saharaui.
Apoyamos a la familia de Julia Chuñil ante filtración de Fiscalía y presión mediática
por Lucía Sepúlveda Ruiz (Chile)
5 días atrás
06 de marzo de 2025
La prensa y el Estado (el presidente Gabriel Boric y el delegado presidencial Jorge Alvial) tienen acceso a la carpeta investigativa, pero el secreto continúa para la familia y abogados de Julia Chuñil Catricura.