“El Acuerdo Transpacífico, ¿una amenaza a la integración latinoamericana?”
por Mariano Turzi (Argentina)
9 años atrás 5 min lectura
El recientemente firmado Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP) tendrá implicancias determinantes no solo para el futuro de la economía internacional, sino del orden global1 En ese sentido, su consolidación o estancamiento determinará en gran medida el devenir de la integración regional latinoamericana. Esta nueva realidad transformadora de los asuntos globales tendrá consecuencias decisivas para las estrategias de acción e inserción externa de gobiernos y compañías en América Latina. Si en el siglo XX el Canal de Panamá marcó la separación del continente americano en norte y sur, en el siglo XXI el TPP está introduciendo un nuevo vector al proceso de integración latinoamericano, dividiendo a la región en este y oeste, o Pacífico y Atlántico. El riesgo para América Latina es que esa división se traduzca en diferencias de regionalización y divergencias de regionalismo. La primera hace referencia a un proceso de naturaleza más bien económica, liderado principalmente por actores no estatales comerciales (compañías) y financieros (bancos y organismos de crédito). El segundo resalta las dimensiones institucionales y políticas.
En cuanto al regionalismo, ya se advierte una creciente fractura de naturaleza política. La Alianza del Pacífico (AP) ha sido postulada por políticos y analistas como una fuerza contraria al Mercado Común del Sur (Mercosur). Ese nuevo agrupamiento sería pragmático en lo político, abierto en lo comercial, liberal en lo financiero y más funcional a los intereses de Estados Unidos en lo geopolítico. El Mercosur, por el contrario, sería un anacronismo estancado por su populismo ideológico, su defensa del proteccionismo mercantilista y el recelo de los actores financieros internacionales, aunque a la vez sea el sostén de un proyecto más autónomo de Washington. Estos dos modelos diferentes de integración –regionalismo abierto y bilateralismo competitivo– no son inherentemente incompatibles o antinómicos. De hecho, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) ha hecho propio el lema «unidad en la diversidad». Pero desde una perspectiva de economía política internacional, el TPP provee una estructura externa de incentivos que favorecen y fortalecen coaliciones internas de poder con visiones y gestiones de proyectos de desarrollo nacional que no tienen a la integración latinoamericana como prioridad estratégica.
La integración económica nacional y la integración económica regional en América Latina tienen que tomar en cuenta los nuevos límites y oportunidades del TPP con urgencia y profundidad en el análisis. Organismos como la CELAC o la UNASUR deberían plantear un diálogo para sincerar posturas y estructurar eventuales transiciones. Tanto para la autonomía política como para el desarrollo productivo, la falta de coordinación representa un riesgo significativo. Aún en el caso de que la tendencia hacia la fragmentación competitiva fuese inevitable, el ordenamiento de ese proceso bajo un esquema de desintegración regional sería preferible a una disgregación desordenada. El riesgo es que esa diferencia se transforme en divergencia. El incentivo externo del TPP podría generar que tanto regionalización como regionalismo acaben capturados por intereses y agendas extrarregionales. De hecho, los documentos sobre las negociaciones preliminares que se han filtrado a través de Wikileaks, revelan –por ejemplo, en el caso de derechos de propiedad intelectual– cómo la estructura comercial regional sería rediseñada de acuerdo a los intereses corporativos de los gigantes del sector farmacéutico internacional2
El TPP no es un acuerdo para crear comercio sino para administrar comercio y finanzas
El dato geopolítico crítico es que el TPP no es un acuerdo para crear comercio sino para administrar comercio y finanzas. Constituye un movimiento de retaguardia más que de avance; la gestión de un poder declinante más que el despliegue de un poder ascendente. Washington ya no confía en su propia posición. Cuando los poderes hegemónicos se sienten seguros, proclaman y promueven los principios de la libertad. Sin contemplar las diferencias iniciales, la libre competencia juega a favor de las asimetrías existentes. Su poder es global y sus aspiraciones de construcción de orden también. Ya sea por voluntad o capacidad, el TPP refleja claramente que las ambiciones norteamericanas actuales son mucho menos ambiciosas. El «pivote a Asia» y el TPP son la respuesta institucional que intenta dar la superpotencia norteamericana a realidades que están más allá de su control: la económica de la globalización y política de la interdependencia. Esa realidad es que el mundo se reconfigura en base a bloques regionales más que a parámetros globales. El TPP ha introducido para América Latina una amenaza estratégica de largo plazo: la recreación hegemónica. Ya sea intencional o involuntaria, desde el Norte o hacia el Este. Sin «conciencia de región», América Latina perderá espacio de acción internacional y quedará siendo geopolítica y geoeconómicamente relegada a una posición funcional a diseños más allá de su opinión y control.
*Fuente: Nodal
Notas
1.Los actuales miembros son Australia, Brunei, Canadá, Chile, EE.UU., Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Y se han alineado ya otros posibles candidatos como Corea del Sur, Taiwán, Filipinas y Colombia.
2.Usamos esas fuentes debido al secretismo de los acuerdos.
Artículos Relacionados
Las elecciones chilenas y bolivianas y su incidencia sobre el Perú
por Isaac Bigio (Perú)
19 años atrás 8 min lectura
Un espectro se cierne sobre Davos, el del populismo
por Javier Tolcachier (AlaiAmlatina)
8 años atrás 6 min lectura
10 preguntas definitivas de Rusia planteadas a Kiev y EE.UU. sobre la tragedia del MH17
por Actualidad RT
10 años atrás 7 min lectura
China y Rusia: Las locomotoras del nuevo orden mundial
por Raúl Zibechi (Uruguay)
10 años atrás 11 min lectura
Salvador Allende en perspectiva histórica del movimiento popular chileno
por Sergio Grez (Chile)
6 años atrás 10 min lectura
Auge y caída de un mito: El día que Bachelet entregó el gobierno
por Paul Walder (Chile)
9 años atrás 9 min lectura
Genocidio en Gaza. La fabricación del consentimiento occidental
por Alain Gresch (Francia)
10 segundos atrás
«el presidente afirma, en relación a los palestinos, que “la nación entera es responsable” y debe ser “combatida hasta partirla”; el ministro de Defensa declara que no habrá “ni electricidad, ni comida, ni agua, ni combustible”, porque se trata de una guerra “contra animales humanos” y hay que “actuar en consecuencia”.»
Mirando hacia otros derroteros
por Manuel Acuña Asenjo (Chile)
39 mins atrás
«El proyecto de construir una sociedad que suceda a la actualmente vigente no podrá ser trabajo de aprendices. Es, por el contrario, una tarea gigantesca, ciclópea, que es necesario desarrollar con el auxilio del instrumental teórico que nos dejaron quienes se preocuparon, antes que nosotros, de dilucidar estos aspectos.»
Genocidio en Gaza. La fabricación del consentimiento occidental
por Alain Gresch (Francia)
10 segundos atrás
«el presidente afirma, en relación a los palestinos, que “la nación entera es responsable” y debe ser “combatida hasta partirla”; el ministro de Defensa declara que no habrá “ni electricidad, ni comida, ni agua, ni combustible”, porque se trata de una guerra “contra animales humanos” y hay que “actuar en consecuencia”.»
Académica chilena es ‘cancelada’ de evento en universidad alemana por mostrar apoyo a Palestina
por Diverso Medios Nacionales e Internacionales
2 días atrás
“Me habían invitado a fines de julio a dar esta charla magistral. Hay que considerar que Eugene Kogon fue un historiador y periodista que durante la Alemania Nazi fue sobreviviente de un campo de concentración y escribió su tesis sobre cómo las estructuras nazis continúan en la burocracia, siendo una persona muy comprometida con el socialismo democrático”