La falseada cuestión de los “migrantes” y refugiados que llegan a la UE
por Alberto Rabilotta (Canada)
9 años atrás 6 min lectura
Nada aprendieron estas elites de las consecuencias de las políticas coloniales e imperiales en los pueblos de los otros continentes, ni en sus propios pueblos.
La rigidez del “patrón oro” y el liberalismo a ultranza que lanzó una rebatiña imperial y condujo a la Gran Depresión, al fascismo y a la segunda Guerra Mundial es reproducida en el euro, que está provocando depresiones económicas y disolución social en Grecia y otros países de la UE con deudas impagables.
Tampoco aprendieron las lecciones del pasado de que no hay que coquetear con el fascismo, como muestra el apoyo (sin problema de consciencia) al régimen oligárquico-fascista en Ucrania que está llevando a cabo la política anti-rusa de Washington.
Porque nada aprenden, para seguir la misma política, es que no quieren ver que los flujos de refugiados que llegan a las costas de Grecia o Italia, después de haber dejado una espantosa estela de náufragos y muertos en el Mediterráneo, son el producto directo de las políticas de países de la UE y de Estados Unidos (EEUU), de la creación de extremistas y fanáticos religiosos para luchar contra la Unión Soviética en Afganistán y luego en Chechenia, y muy particularmente de las agresiones militares que destruyeron a los regímenes seculares en Irak y Libia, y que están desestabilizando y destruyendo la economía y la sociedad secular en Siria.
Tampoco estas elites neoliberales quieren recordar que histórica y repetidamente las grandes potencias europeas y EEUU han impedido, en beneficio de sus empresas monopolistas y de sus objetivos geopolíticos, que hubiera un desarrollo socioeconómico autóctono en los países del Oriente Medio, de África y Nuestra América, como desde los años 60 y 70 los países reclamaban los países No-Alineados al proponer en la ONU la creación de un Nuevo Orden Económico Mundial.
Los países del imperio, porque así debemos llamarlos, siguen sin cambiar sus políticas, como se ha visto recientemente en las abstenciones y oposiciones en la ONU, a partir de la propuesta argentina, para crear un marco internacional destinado a una más justa y segura renegociación de las deudas soberanas (1).
De nuestro lado, en los países de América, sí conocemos muy bien las causas de los flujos de migrantes porque desde hace ya dos siglos hemos estado del lado “receptor” de esas migraciones que trajeron a nuestros países a millones y millones de europeos huyendo del hambre, de las guerras y las persecuciones políticas, de las periódicas y destructivas crisis económicas del capitalismo.
Y antes de esas migraciones bien definidas de los siglos 19 y 20 fueron las potencias coloniales europeas que trajeron a nuestro Continente a millones de africanos esclavizados para que trabajaran como bestias en las plantaciones (si no trabajo me matan, y si trabajo me matan, como decía Nicolás Guillen), y eso tampoco parece formar parte de la consciencia europea cuando se habla de movimientos masivos de población, de migraciones forzadas, prefiriendo en muchos casos seguir viendo esa sanguinaria etapa que marca la historia de África como la época en que el “hombre blanco” europeo “llevaba sobre sus espaldas la pesada carga de la civilización al Continente africano”.
Y no hablemos de la era colonial en la cual las potencias europeas y EEUU causaron tanto daño y destrucción social en los países de América, en particular en las sociedades de los pueblos originarios. Ni mencionemos lo que esas políticas neocoloniales e imperiales siguen causando en nuestros pueblos, en las heridas nunca cicatrizadas que aun tenemos, desde Las Malvinas hasta Puerto Rico.
Y a pesar de eso, o quizás por todo eso, la hermandad de los pueblos forjada durante las luchas por la independencia nos enseño a evitar las guerras entre nuestros pueblos, y las que hubo (preguntemos a los paraguayos) fueron bien preparadas por los intereses extranjeros y llevadas a cabo por los cipayos criollos, que aun no hemos erradicado.
Y aunque todavía tampoco hemos erradicado el racismo y los políticos racistas de nuestros países, es el masivo mestizaje y el despertar de los pueblos originarios lo que caracteriza la historia reciente de muchos países de Nuestra América.
La revolución dirigida por Fidel Castro que creó la actual sociedad cubana nos mostró la dirección para estar en la vanguardia de una humanidad que se proclama pacifista, que busca resolver los problemas mediante el diálogo y no las armas, que brega por el progreso sin exclusión social, que lucha contra el racismo.
Las elites políticas e intelectuales del imperio capitalista deben asumir el pasado de toda una historia que, desde hace cientos de años, estuvo basada en imponer el capitalismo mediante guerras, invasiones, colonización, esclavización y destrucción de pueblos en varios continentes.
Lo que tampoco quieren ver, las elites del imperio, es que las migraciones forzadas, de refugiados por los conflictos militares o la falta de medios de subsistencia que llegan a las costas europeas o a la frontera sur de EEUU, seguirán existiendo e irán aumentando a menos de que se ponga fin a las actuales políticas económicas y militares.
Pero, y esto lo sabemos, la naturaleza del sistema capitalista actual no admite cambios. En lugar de solucionar los problemas los irán agravando, en el exterior y hasta en sus propias sociedades, como ocurre en las etapas finales de las decadencias imperiales.
A la vista de todos, la UE practica ahora la rapiña colonialista en el interior de sus fronteras, como muestra el caso de Grecia. En este contexto y recordando que el imperialismo todo lo resuelve bombardeando, es difícil anticipar cambios reales, pacíficos y destinados a hacer que nadie, en el Oriente Medio o en África, tenga que arriesgar la vida para migrar o pedir refugio.
A nadie le gusta emigrar si vive en una sociedad pacífica, organizada, con una cultura incluyente y una economía al servicio de los intereses generales de la población. Esa verdad la escuchamos de las bocas de nuestros abuelos que venían de Italia, de España, de Alemania, Polonia y demás países europeos, y que llegaban a Nuestra América expulsados por la pobreza, las crisis económicas, las guerras y persecuciones religiosas, étnicas y nacionales que han jalonado la historia europea.
– El autor, Alberto Rabilotta, es periodista argentino-canadiense.
*Fuente: Agencia Latinoamericana de Información
Artículos Relacionados
Los comunistas ante el agujero negro del nacionalismo español
por Ángeles Maestro (España)
7 años atrás 11 min lectura
Las maniobras para manejar los fondos de los imponentes
por Hugo Fazio (CENDA)
18 años atrás 12 min lectura
Chile: ¿Habrá realmente reforma previsional?
por Manuel Riesco (Chile)
19 años atrás 13 min lectura
La intervención de la Casa Blanca en el golpe de 1973
por Boris Yopo H. (Chile)
3 años atrás 7 min lectura
En Francia, les « gilets jaunes » exigen otro tipo de repartición de la riqueza creada
por Dr. Hugo Salinas (Chile)
6 años atrás 5 min lectura
Bolivia en el espejo: la nueva Constitución
por Aparicio • Gerardo Pisarello (España)
17 años atrás 9 min lectura
Hoy se firmó protocolo para restitución a Bienes Nacionales de instalaciones del ex Cuartel Borgoño de la ex CNI
por Memria Borgoño (Chile)
9 segundos atrás
Hoy, 10 de diciembre de 2024, Día Internacional de los Derechos Humanos, se firmó el protocolo de acuerdo para la restitución a Bienes Nacionales de las instalaciones del ex Cuartel Borgoño de la ex CNI. . Y el compromiso de entrega en comodato de una de las instalaciones, específicamente Borgoño 1154 hasta Santa María.
¡Sin Memoria y DD.HH. no hay democracia! ¡Por una ley de Sitios de Memoria ahora!
por Red Nacional de Sitios de Memoria (Chile)
2 horas atrás
En una nueva conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, como Red Nacional de Sitios de Memoria, queremos reafirmar nuestra lucha por la promoción y defensa de una cultura de derechos humanos, que ponga en el centro el valor y dignidad de las personas, sin distinciones de ningún tipo.
Chile: «El Siglo» publica «Carta al Director» en que se pide Solidaridad con la lucha del pueblo saharaui
por piensaChile
2 días atrás
08 de diciembre de 2024
Es curioso que un medio de los comunistas chilenos publique una “Carta al Director” pidiendo solidaridad con la lucha del hermano pueblo saharaui. El contenido de la carta es muy certero y debiera haber aparecido hace años en el Editorial del medio y no como una carta de lectores que le piden al director su publicación. Que el llamado de Luis Emilio Recabarren despierte al partido que fundó hace más de 100 años. Nunca es tarde. Enviaremos esta carta a Carol Cariola, comunista y presidenta de la Cámara de Diputados, que asitió a la semana de Marruecos en Chile.
Marruecos: periodista saharaui preso, aislado desde hace 7 años, en celda subterránea, en peligro de muerte
por Cristina Martínez Benítez de Lugo (España)
3 días atrás
07 de diciembre de 2024 El preso político saharaui Mohamed Lamine Haddi, del grupo de Gdeim Izik, está condenado a 25 años de cárcel. Cumple la condena en la…