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La Unión Demócrata Independiente: la banalidad del abuso

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El fiscal, Carlos Gajardo, a cargo de la investigación del PentaGate, viene de formalizar a las siguientes personas, en su mayoría, pertenecientes a la UDI:

  • Carlos Alberto Delano y Carlos Eugenio Lavín, por delitos tributarios, sancionados en el artículo 97 no.4, y por el delito de soborno;
  • Manuel Antonio Tocornal, por delito tributario;
  • Pablo Guillermo Wagner, por cohecho y lavado de activos;
  • Samuel Irarrázaval y Carlos Ramón Bombal, por delito tributario – el fiscal asegura que serían formalizados muchos otros personeros, incluso de la arista política -.

Dentro de esta lista, quien arriesga, hasta ahora, una pena mayor es el ex subsecretario de Minería del gobierno del millonario Sebastián Piñera – en el que los negocios personales se mezclaban con los del Estado, y el dinero de los chilenos era la “caja chica” de los plutócratas – aparece formalizado por cohecho, al cual se suma el delito de lavado de activos, que tiene una alta penalidad. Los demás implicados en el escándalo de la década, posiblemente terminarán pagando sendas multas, al considerarse dos atenuantes: “irreprochable conducta anterior” y, sobre todo – aun cuando tardía – la colaboración con la investigación.
En la democracia de “opereta” a la cual hemos llegado, los ricos nunca cometen delitos, sólo “errores”, y jamás van a la cárcel por muy grave que sea el delito –perdón, el error – que hayan cometido. Robar no es malo, lo que sí es una gran estupidez es el ser descubierto. Los millonarios están seguros de que no serán fiscalizados por la Superintendencia respectiva, por lo demás, es seguro que quien ostenta este cargo político, al cesar su función pasará a engrosar las filas de alguna de las empresas.
Hay una especie de banalidad del mal y del abuso que recorre todo el caso del PentaGate. Los dos dueños de Penta, Delano y Lavín, son a la vez, mecenas y dueños de la UDI, es decir, la plata toca la música. Los distintos mails prueban cómo Delano tomaba las decisiones políticas principales, por ejemplo, como no le parecía bien Evópolis, de Felipe Kast, se negó a colaborar con este partido, pero sí le agradaba Andrés Velasco, quien fue invitado a almorzar y a recibir $20.000.000 – cualquier persona envidiaría tal merienda -. Con respecto al “roticuajo” de Moreira, ante petición de dinero, lo enviaba a hablar con su suche, Hugo Bravo.
Los dueños de Penta nunca imaginaron que en el Chile, que es su parcela, algún día iban a ser descubiertos. Todas estas pillerías la verdad es que las hacían hacían con plena impunidad, de ahí que la “calidez” de los mails que circulaban entre ellos, logran enternecer al lector. Ena von Bauer, por ejemplo, escribe que debe $100.000.000 y claro, su respuesta llega de inmediato, con el regalo de $70.000.000; Moreira, por su parte, pide el raspado de la olla cuando le restan los 100 últimos metros de recorrido.
En la banalidad del abuso es muy fácil que Jovino Novoa, como coordinador de las platas de la UDI, tenga una chequera y una libreta de boletas, para falsificarlas ideológicamente. El gerente Hugo Bravo y el contador Marcos Castro estaban siempre dispuestos a firmar los cheques que los jefes les ordenaran.
Gracias a la pelea entre Hugo Bravo y sus dos jefes, Delano y Lavín, empezaron a descubrirse las relaciones “pecaminosas” entre Penta y la UDI – lo que viene a ser un solo cuerpo. Sin esa pelea, el Chile corrupto seguiría actuando de la misma manera dolosa, como lo ha hecho la derecha desde el 11 de septiembre de 1973. Por eso siempre repito: el Chile de la transición no es una democracia, sino una monarquía altamente corrupta, y los partidos políticos no son sino mafias feudales, que se reparten entre ellos el dinero de todos los chilenos.
09/01/2015

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2 Comentarios

  1. casandra

    La primera moraleja del caso, es que si transgredes las leyes, no debes ser mezquino. Me explico, si Carlos Eugenio Lavín y su socio del choclero quebrado le hubieran pagado lo que le correspndía a Hugo Bravo, compañero de universidad, compañero desde los tiempos del Banco Hipotecario de Manuel Cruzat, y compañero de travesía en toda la vida económica del dúo dinámico, no se hubiera destapado la cacerola. Porque aquí cada uno tiene su papel, el dúo dinámico debe haber aportado los contactos sociales y familiares y la creatividad en el armar martingalas, pero Bravo debe haber aportado el conocimiento de la legislación tributaria y económica que nos rige y la organización y el orden que hay que tener para montar un sistemita como Penta. De modo que Bravo no es un suche, como dice nuestro redactor, es el socio que aporta la logística del sistema, y Lavín es tan fatuo que quiso llevárselo por delante como si fura un empleadillo cualquiera. Y Bravo habló.
    Como el Sr. Gumucio es conocedor de la historia de Chile, pero los lectores no, sabrán que los antepasados de CE Lavín García Huidobro, hicieron su fortuna traficando esclavos africanos y después cuando ya eran ricos acuñaron monedas para la Corona. Digamos que la ambición y la carencia de empatía humana pueden ser hereditarias. También los Borbones hicieron lo mismo, los escoceses y muchos otros potentados que en este momento trafican con los alimentos, con las finanzas de las naciones y por ende, con la vida humana.
    Claro que para ser Padrino y que le resulte sin tanto escándalo, hay que ser menos mezquino.
    Pero sabemos que en Chile el que hace dinero, no importa como, aunque vaya a parar al chucho, sale de la cárcel como blanca paloma, nadie le quita el saludo, y a poco andar se recicla como honorable y casa a su hija con algún otro prócer de la misma calaña, de esos que aparecen en el Mercurio participando sus bodas y nadie recuerda su temporada en la cárcel o fugado a otro país. A lo más las señoras dirán que es «pillín» pero nadie lo condenará mucho porque logró engañar al Estado, que es ese invento maléfico de la chusma que no conoce su lugar en el mundo, ni quién es quién.
    ¿Qué será de Hugo Bravo después de ésto? ¿Le quedará algún amigo del grupete? No lo creo porque tuvo la osadía de defenderse y ese no es comportamiento de sumisión esperado de cualquier recién llegado. El Sr Claro pudo darse ese lujo con Piñera cuando lo expuso ante el país por sus dichos irreverentes contra su socia de partido, Evelyn Matthei en un acto de venganza. Pero el manejo comunicacional de Piñera superó al de Claro y a todo el mundo se le olvidó su deslealdad contra su ex patrón, que lo hizo rico y con su correligionaria y salió presidente. Y como Claro era feo, fanático y bastante insoportable, una «bosta» como le dijo Delano, perdió a los ojos del público.
    Menos mal que a Lavín no le interesa la política porque si no lo tendríamos de candidato a la presidencia.

  2. Alfredo Armando Repetto Saieg

    Quienes hemos entendido a cabalidad lo que significa la lucha de clases, batallar por un Chile democrático, los que también sabemos del sabotaje organizado a los gobiernos populares por parte de la patronal, de sus funcionarios y esbirros, los que no aceptamos la corrupción porque éste es un problema político y estructural que va más allá de la ética, despreciamos a los chovinistas y arribistas, a esos que se creen libres cuando el sistema los somete a través de múltiples estrategias.
    En la batalla por crear conciencia no podemos desfallecer: son muchos los que se sienten solidarios con el neoliberalismo, los trabajadores que tienen la esperanza de ascender socialmente y formar parte de esa clase social dominante que defiende sus cajas de caudales; quedan muchos desclasados, una capa de gente sobornada, completamente aplastada por el capital y que no sabe elevarse hasta las ideas del hombre nuevo. Por último, existen empleados que piensan que los intereses de la sociedad consisten en defender el viejo régimen o que la corrupción es una travesura. Felizmente cada vez son menos.

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