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Antes del Golpe del 73 Chile trató de encontrar el software adecuado para el socialismo

Antes del Golpe del 73 Chile trató de encontrar el software adecuado para el socialismo
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Muchas veces los humanistas critican acerbamente a la tecnología acusándola de olvidarse de los valores humanos. Y generalmente tienen razón. Por su lado los técnicos, ingenieros y científicos deploran que por no escucharlos los políticos siguen chapuceando y no resuelven los grandes problemas de la vida cotidiana: transporte, alimentación, vivienda, energía. Multiplicando así la miseria y dividiendo peligrosamente a la sociedad, entre poco que tiene mucho y muchos que tienen poco. Y obviamente también tienen razón.

Cada tanto la política y la tecnología logran armonizarse y en esos contados casos los resultados pueden ser espectaculares. Pero también por su eventual potencia transformadora pueden devenir en amenazas para el status quo y finalmente son boicoteados y olvidados. Es el caso del proyecto Cybersyn, uno de los primeros a nivel mundial en donde ciertas tecnologías de la comunicación, nuevos modelos de gestión y una epistemología liberataria se aunaron para transformar tecnológicamente a la sociedad.

Recordar hoy ese fracaso puede ayudar quizás a entender lo difícil de esta alianza entre tecnología y política, y los enormes intereses que mas alla de declamaciones, no están interesados en que fructifique

En los albores de la cibernética organizacional

Hay nombres y experiencias que se pierden en la historia. Con la enorme aceleración de la información, con sus circulación casi instantánea, a medida personalizada, pero sobretodo con la enorme liberación de energía creativa que ha permitido fundir en un solo trazo lo arcano con lo mundano, lo esotérico con lo convulsionante, las iniciativas fallidas con su reedición en mejores y mas animadas manos, es casi imposible no mirar para atrás e imaginar como reinventar en un mismo gesto simultáneamente el futuro.

Es el caso de una perdida experiencia que tuvo lugar en el Chile de Salvador Allende entre 1971 y 1973 , liderada por Stafford Beer un genio prácticamente desconocido, que ayudó a fundar una de las ramas de la cibernética organizacional.

Stafford Beer no tuvo empacho, mientras que los académicos generalmente no quieren ensuciarse las manos, en poner el cuerpo, para intentar lo que todavía es un sueño: poner la tecnología al servicio de una política de distribución social, de reasignación de la riqueza y de orientación de la producción sobre bases equitativas. Nada casualmente en “Plataforma para el Cambio” su obra mas ambiciosa, Stafford había escrito a mediados de los 70 “Estoy harto de esconderme, siendo un ser humano de carne y hueso, detrás del anonimato convencional, de la autoría académica

Lo mas llamativo de la experiencia fue sin dudas la alianza entre el régimen socialista de Allende y una tecnología incipiente -a esa altura apenas un par de computadoras que hoy nos dan risa, y una red de telex que unió 4.000 puntos productivos en el país-

Sala Control Stafford Beer
La silla tipo Star Trek con controles al mejor estilo NASA vemos recreada en su sitio, es una réplica de la que existió en lo que habría de ser la sala de operaciones.

Un proyecto que nunca llego a ver la luz

Son miles las incógnitas que quedarán pendientes para siempre. Por ejemplo imaginar qué hubiese sucedido si el proyecto Cybersyn Sinergia Sinergetica hubiese podido avanzar mas en sus funciones y objetivos.

Visto desde el atalaya facilista de la historia, hoy podemos titular simpáticamente esa experiencia -que terminó con tragedia, asesinatos colectivos, represión brutal y significó la peor oleada de terrorismo estatal en la historia latinoamericana después de las guerras de la independencia- como la búsqueda chilena de un software socialista.

Así al menos recordó esta gesta The New York Times hace unos días, agitando de paso nuestras neurona con las 3 o 4 escaramuzas previas en las que el proyecto Cybersyn se había entremezclado con nuestras deambulaciones.

Porque fue allá en el lejano 1975 leyendo Platform for Change un libro pionero en contenido y formato cuando descubrimos -casi en tiempo real- la tragedia de esta exploración contada por el propio Stafford Beer. Anticipándose en décadas a otras experiencias narrativas similares Stafford inauguraba su libro bautizándolo como “un nuevo tipo de libro para un nuevo tipo de mundo”.

Narrando complejidades/complejizando narrativas

Su libro funcionaba como un sistema, bordando una narrativa (las páginas amarillas) con argumentos pro-cambio (las páginas blancas), y comentarios en un META lenguaje (páginas doradas) para generar una tesis (páginas celestes). Todas estas dimensiones interactuaban en múltiples niveles y eran revividas por Diagramas del sistema, de modo tal que el ojo, el gran reconocedor de las pautas que conectan, pudiera poner todo en su lugar.

Si bien la mayoría del contenido teórico de su obra había sido diseñado a fines de los años 60 y principios de los años 70, sus últimas páginas blancas correspondían a una conferencia dictada el 11 de febrero de 1971 Fanfarria para la libertad efectiva. Praxis cibernética para el gobierno con un apéndice en donde hablaba de los últimos días de Allende.

Nuestro seguimiento de Beer se continuó con nuestra presencia en el GESI-CEA, fundada por Charles Francois donde discurrimos infinitas veces por la galaxia cibernética y el nombre de Beer fue reiterado, pero rara vez asociado a esa experiencia. También cuenta en este periplo alrededor de Beer, nuestra frecuentación de los libros de Carlos Mathus a fines de los 70.

10 años mas tarde recibimos en fotocopia el borrador del primer libro “Management and the office of the future” de Fernando Flores, quien fue el líder intelectual y el mandamás político del proyecto, y tampoco asociamos en ese entonces con la fortaleza que se merecía la experiencia Cybersyn con la narrativa floresiana.

No hará mas de 2 o 3 años nuestro querido amigo Guillermo Raffo nos comento de su visita, probablemente a Liverpool, a ensimismarse en los archivos de Stafford -quien murió en 2002- para hacer una película que atraparía justamente la fugaz, valiente y frustrada experiencia de tecno-socialismo en los 70.

Pero ahora Internet mediante, basto que el NYT nos embarcara en estas entonaciones para que tuviéramos una maravillosa reedición actual de la experiencia de la mano de dos arquitectos de la información y ciberartistas como son Catalina Ossay Enrique Rivera para darnos cuenta de muchas cosas que ya mismo pasamos a compartir con ustedes

Cybersyn era Beer, Beer era Cybersyn

El desarrollo de Cybersyn, del que teníamos algún conocimiento de primera mano, pero bastante distorsionado en su alcance, logros, expectativas y carácter innovador -como podemos contrastar ahora- por suerte ha sido examinado en detalle en los últimos años a través del proyecto excepcional desplegado por Catalina Ossa & Enrique Rivera con un generoso subsidio del gobierno chileno.

Cybersyn fue una idea genial acuñada por Stafford Beer, un inglés lleno de credenciales ya en esa época, que pretendió llevar a la práctica ideas seminales de la cibernética, ayudando al gobierno de Allende a delinear alguna vía alternativa, que permitiera una planificación económica sin caer en los caminos sin salida de los modelos soviético y cubano que se derrumbarían por si solos casi 2 décadas más tarde.

Ninguno de los jóvenes veintiañeros ilusionados y prepotentes dispuestos a cambiar al mundo, que fue tocado por la varita mágica del talento y la entrega y compromiso de Beer fue después el mismo -como tampoco lo fue el propio Beer. Y el seguimiento que hicieron los diseñadores del sitio recreado de personajes como Rodrigo Egaña, Roberto Cañete, Fernando Flores y Raul Espejo especialmente, así lo revela.

Sillon Stafford BeerLa silla tipo Star Trek con controles al mejor estilo NASA vemos recreada en su sitio, es una réplica de la que existió en lo que habría de ser la sala de operaciones. El propósito original era que la sala recibiera informes computarizados provenientes de las máquinas de telex desparramadas a lo largo de los más de 4.000km de longitud del país. Los administradores se sentarían en las 7 sillas ad hoc tomando decisiones gerenciales a partir de la información recibida.

Aunque el proyecto nunca vio la luz, sirvió para parar la maniobra de desestabilización del paro de Octubre de 1972 ganando enorme credibilidad ante los ojos de Allende, al punto que decidió mudarlo al palacio de la Moneda el 8 de septiembre de 1973, 3 días antes de caer allí asesinado.

Fernando Flores y la famosa carta enviada a Stafford Beer

Cybersyn nació en Julio de 1971 cuando Fernando Flores, en ese momento un tecnócrata gubernamental de apenas 28 años le envío una carta (en sobre y papel obviamente) invitándolo a reinventar la economía socialista. Flores, uno de los integrantes del MAPU, fue el Director Político del proyecto Cybersyn. Al estar a cargo de la gerencia técnica de CORFO, tuvo la factibilidad política para realizar uno de sus sueños como joven estudiante de ingeniería de la Universidad Católica: la aplicación de conceptos cibernéticos en el proyecto socialista. Este escenario político era perfecto para aplicar las revolucionarias ideas de Stafford.

Una figura mítica, aguda, capaz de bombardear a los chiquilines con sus preguntas cáusticas pero bien orientadas, Beer amaba escribir poesía, pintaba, traía libros y música clásica de la adelantada Europa y fungía como un bon vivant.

Paradójicamente la política era casi una palabra prohibida entre los ingenieros de Cybersyn e incluso había derechistas enquistados entre el grupo original de programadores. Casi sin recursos, lo que hizo posible el proyecto, fue el descubrimiento inesperado de 500 máquinas de telex en los depósitos de la compañía telefónica estatal de entonces.

Los militares con su proverbial lucidez no entendieron de que se trataba y lo desmantelaron, perdiendo así una gran oportunidad de inventar una Internet con fines de gestión a nivel estatal que tardaría más de dos décadas en ver la luz.

Destruyendo un proyecto innovador

Al revés, los militares encarcelaron a Flores, hicieron huir del país a Benadof y Espejo y reeditaron lo que Onganía había hecho en la Argentina a mediados de los 60. En la volada liquidaron uno de los momentos más creativos de la Universidad de Chile, llevando de paso al exilio a Francisco Varela, que si bien no estuvo asociado en ese momento con el proyecto, posteriormente sería un gran amigo de Stafford Beer. Efectivamente éste le prologaría tanto a él, como a su coautor Humberto Maturana, su libro pionero De máquinas y seres vivos (1973) traducido por la prestigiosa editorial Reidel en 1980 como On autopoiesis and cognition

Beer murió en 2002 y en 1996 donó su maravillosa biblioteca a la Universidad de Liverpool. Logró que varios de los jovencitos prometedores, con Raul Espejo a la cabeza, se estableciesen en Londres, y luchó denodadamente junto a decenas de personas mas, para que Pinochet liberara a Flores que se estableció vendiendo sandwiches en California. Mas tarde se convertiría en millonario, creador del coaching ontológico, diseñador de El Coordinador, el primer software a nivel mundial de workflow, hasta terminar como senador chileno, candidato, sin mayores pretensiones a la Presidencia de la República y autor de uno de los weblogs mas leídos en lengua castellana.

A seis años de su muerte esta muestra genial en el Palacio de la Moneda, que fue anunciada en el 2005 en una oficina dentro del palacio presidencial, a pocos metros de donde se instalo su simil original hace mas de 3 décadas, es un testimonio de ideas brillantes que llegaron antes de tiempo, de necesidades nunca resueltas que hoy no están mejor pensadas que entonces, y de un deficit permanente entre la innovación tecnológica, que está siempre a una distancia infinita de la articulación de vectores políticos, sociales y económicos, que condicionan su despliegue, y que en la mayoría de los casos terminan en buenas intenciones frustradas, antes que en ejemplos a seguir de buenas prácticas logradas.

Que en la Argentina de hoy prestemos más atención -y seamos víctimas- mucho mas de la confrontación directa, que de la dialéctica de los memes. Que seamos presa de la manipulación de masas cuando supuestamente el periodismo ciudadano Internetiano debería fácilmente neutralizar a la Gran Prensa- y que una astuta articulación del complejo agromediático venda como modelo de país, cortando las rutas, desabasteciendo, tirando comida a la vera del camino, aumentado los índices inflacionarios, una política que perdieron en las urnas, nos brinda ciertas caldo de aristas, para entender porque el Proyecto Cybersyn fracaso y cuán lejos estamos aun de poder reiventarlo en nuestras pampas.

*Fuente: Filosofitis

Referencias:

Cybersyn Sinergia
Este sitio contiene el resultado de una investigación sobre Cybersyn, proyecto cibernético desarrollado en Chile, entre 1971 y 1973, por el científico británico Stafford Beer.

Cybersyn reeditado y revisado hoy

weblog del proyecto

Bouquet de Links para analizar y profundizar en el proyecto

Stafford Beer Collection

El sitio de Catalina Ossa y Enrique Rivera Laboratorio de arte, ciencia y tecnología

Categorías Ciencia y Tecnología, Crónicas, Diseño, Genealogías, Gestión Innovación, Iconoclasia, Inteligencia Colectiva, Irreduccionismo, Irreduccionismo, Pioneros, Política, Software Social

Before ’73 Coup, Chile Tried to Find the Right Software for Socialism

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