Mantener viva la Memoria de quienes fueron víctimas directas del Terrorismo de Estado
por Comisión Chilena de Derechos Humanos
10 años atrás 2 min lectura
DECLARACION PÚBLICA
La Comisión Chilena de Derechos Humanos estima necesario felicitar a los integrantes del Consejo de Monumentos Nacionales que acordaron darle el carácter de Monumento Histórico el llamado «Cuartel Rocas de Santo Domingo», cuna de la DINA, donde se torturó y asesinó a numerosas personas y que sirvió de lugar de entrenamiento de agentes de la DINA en los comienzos de la dictadura de Pinochet. Según la declaratoria de Monumento Histórico, el Ejército debe ahora recuperar y devolver los materiales de las cabañas, para reconstruir parte del campamento y convertirlo en museo de la memoria, lo que permitirá que no se olvide, y además, se aprenda sobre la veracidad de los numerosos testimonios y documentos acerca de lo ocurrido en Rocas de Santo Domingo y en el cercano regimiento de Tejas Verdes, expresión de la brutalidad a la que fue sometida las población de Chile en los oscuros días de la dictadura cívico militar encabezada por Augusto Pinochet.
La Comisión Chilena de Derechos Humanos estima también necesario expresar su condena a la reacción del representante del Ministerio de Defensa, coronel de Ejército Eduardo Villalón Rojas, ante el Consejo de Monumentos Nacionales, quien votó en contra de la propuesta de declarar Monumento Histórico al lugar indicado. Este oficial de Ejército, a quien el gobierno ha relevado de su cargo, tuvo la desfachatez de ofender a las víctimas y a los miembros del Consejo de Monumentos Nacionales, razón más que suficiente para que sea sujeto de sanciones.
El Estado de Chile se ha comprometido a mantener viva la memoria de quienes fueron víctimas directas del Terrorismo de Estado y una de las formas de hacerlo es precisamente mediante la declaración de Monumento Histórico de aquellos lugares donde se cometieron crímenes de lesa humanidad.
Iniciativas como la acordada por el Consejo de Monumentos Nacionales contribuyen a satisfacer la necesidad de implementar Políticas en cuanto a la educación en DD.HH., con el objeto de mantener una memoria histórica, y desarrollar una cultura de DD.HH.
Carlos López Dawson
Presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos
Santiago, 14 de noviembre de 2014
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Ni el tema de los derechos humanos ni la reforma al código laboral o a la educación y a la salud, mucho menos el asunto relacionado con la democratización de Chile son capítulos cerrados. Ocurre que un problema es parte del pasado solo cuando es resuelto. Y la realidad de nuestro país nos muestra que en los últimos cuarenta años antes que zanjarse las demandas de los sectores populares éstas se agravaron.
¿Qué hacemos? Para los que buscamos la democratización real se trata de una pregunta estratégica, táctica. ¿Porqué es un problema táctico? Debido a que tenemos que medir la eficiencia de nuestras formas de lucha en función de si fortalecen o no los intereses de la mayoría. En este sentido, la respuesta es clara: es necesario asumir el objetivo de construir una democracia popular, entendiendo a ésta como alternativa al neoliberalismo, como la que termina con el carácter clasista del Estado dominante. Ahí solucionaremos nuestros dramas: cuando se acabe con esa violencia que unos cuantos ejercen sobre nosotros por el solo hecho de vivir a costa de la explotación del trabajo ajeno.