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Engañan al cerebro y a través de éste, al bolsillo del ciudadano

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Decir que nos relacionamos y entendemos el mundo que nos rodea a través del cerebro, puede ser una obviedad, sin embargo, es en la correlación cerebro-mundo que nos rodea, donde se producen importantes distorsiones que no corresponden a la realidad reflejada en nuestro cerebro. Veamos un ejemplo simple. Si Ud., está en el tren en una estación del metro y a través de la ventana observa que hay otro tren detenido que está en sentido contrario y al frente suyo que empieza a moverse lentamente, Ud. inevitablemente tenderá a pensar que es “su tren” el que se está moviendo, hasta que otros sentidos le comunican al cerebro que no hay tal movimiento físico.  En los sentidos existen distorsiones que a veces detectamos, pero que en su gran mayoría no son percibidas.  El premio Nobel de economía 2002 Daniel Kahneman, compartido con Vernon Smith,  lleva muchos años investigando sobre los errores que comete la mente y que él llama “priming” o  “cebado”, al fenómeno de no advertir que hemos recibido un estimulo concreto y sin embargo hemos reaccionado a tal efecto.
En el marketing moderno y en política se conoce bastante de estas técnicas de “cebado”, sin embargo, hemos convivido tanto tiempo con ciertas prácticas políticas, que estas se han  enraizado como parte de una “normalidad” de nuestro entorno. Kahneman, señala que si nos encontramos muchas veces con algo y ése algo  no me ha devorado, entonces puedo sentirme seguro. Por eso nos gusta lo que conocemos. Pero también sucede al revés, como las campañas del terror.  En 1972 se comercializó una cajetilla de cigarrillos con el nombre, Monza, por el nombre del autódromo de Milán en Italia. La derecha lo utilizó como parte del rumor conspirativo, un mensaje subliminal, rumoreando que al mirar el nombre de la cajetilla al revés, se leía en inglés NOW, que significa “ahora”, y la Z significaba Plan Z  luego, la A era equivalente a plan.  O sea, quería decir, “Plan Z ahora”.
En estos días, con un poco de atención podrá Ud., notar que los políticos de derecha empiezan a utilizar frases donde enganchan la palabra “abismo”. Felipe Morande en una reciente entrevista a “El Mercurio” la emplea en sus respuestas y  Allamand, invitado al programa Tolerancia Cero, también se refiere a ella en sus respuestas. El mecanismo funciona  primero colocando palabras “buenas” como “progreso”, “paz”, “respeto”, etc., asociadas al discurso del candidato o candidata de su coalición, y las palabras “malas”, como “desorden”, “comunismo”, “encapuchados”, “miedo”, o “inseguridad” asociados a los candidatos adversarios. La palabra “abismo” fue utilizada recientemente en la discusión presupuestaria de EE UU, y le dieron un carácter catastrófico,  y por eso la utilizan.
Kahneman y Tversky  llaman  “representatividad”, al  atajo que la mente toma para afrontar los problemas del mundo real, dice  Amos Nathan Tversky, psicólogo cognitivo, “Asusta pensar que “no se sabe algo”, pero debe asustarnos más el pensar que, en gran medida, “el mundo está gobernado por gente que piensa, erróneamente, que sí sabe que está sucediendo”.  No sólo estamos convencidos de que sabemos más sobre nuestra política, de lo que realmente sabemos, sino que estamos convencidos de que “lo que no sabemos carece, de importancia”, lo que muchas veces conduce  a enjuiciar erróneamente una situación o a una persona, cuando no la conocemos.
El economista jefe global de Citi, Willem Buiter ha dicho que, «La deuda soberana de EEUU es el eje de la economía global».  Los ejemplos de la actual disputa del programa de salud aprobado en Estados Unidos, llamado Obamacare, ha puesto nuevos nombres en el subconsciente de los americanos, “shutdown” o “cierre del gobierno”, la economía ahora es «rehén» de los republicanos, para quienes los que recibirán subsidio son unos “flojos”. Se trata una vez más de poder y dinero. En EE UU., los republicanos ven que están perdiendo un negocio monumental, el  seguro médico, donde tienen grandes inversiones y empresas que les producen cuantiosas utilidades. Además, el gobierno entregará subsidios a las familias más pobres que no puedan costear  el seguro médico y no podrán discriminar respecto a las enfermedades pre-existentes ni poner topes en el  gasto médico, como se hace en  Chile, es decir, es un problema de lucro. Si lo ellos pueden cambiar, porqué no lo podemos hacer nosotros en salud.
En Italia el primer ministro italiano, Enrico Letta, ha decidido rechazar las dimisiones de cinco ministros y pedirá una “moción de confianza”. Si Ud. examina cual es la situación de fondo, verá que es una pelea de poder. Silvio Berlusconi ordenó a los ministros de su partido que presentaran la dimisión, tras comprobar que el Senado tramitará su expulsión en cumplimiento de una condena por evasión fiscal por el caso Mediaset. ¿Cuál es el poder de Berlusconi para poner en crisis al gobierno? El enorme poder de su fortuna que permite financiar las campañas de sus parlamentarios y de su partido, con el cual puede presionar al gobierno.
En nuestro país ocurre lo mismo, recordemos el rostro de ira furibunda de Moreira cuando lo sacaron de una senaduría por Santiago y lo mandaron al sur. ¿Por qué Moreira no renunció al partido ante tamaña indignidad? Porque Moreira es un operador político pagado por la derecha para decir brutalidades en favor de la dictadura.
En el caso de la economía o las finanzas, podríamos decir que la situación raya en lo grosero, con una terminología que todos conocemos, como “los grandes bancos son tan grandes, que no pueden quebrar”, y por lo tanto se deben ajustar  todos los objetivos de déficit al concepto de  “recuperación» para “salvar”  a la banca. El resto es despedir millones de trabajadores, mientras se produce la “recuperación”, para lo cual llevan años inyectando dinero que aumenta más y más las utilidades de accionistas, empresarios y a los especuladores financieros.
Los bancos se capitalizan y descargan la deuda a  los ciudadanos, a los cuales se les echa a la calle sin trabajo y les quitan las casas mientras les dicen que está por llegar el bienestar o el chorreo, una gran falsedad.  En Minnesota, EE UU., se está estimulando a todos los estudiantes en un nuevo programa de capacitación para costura industrial.  A nivel nacional, los fabricantes han creado centros de reclutamiento que utilizan pantallas táctiles y otras tecnologías interactivas para promover los beneficios de las textiles y hacer prendas con trabajo para los estudiantes universitarios. Les dicen que, “si usted tiene una habilidad cuando la economía empeora, es más probable que tenga éxito que alguien que no lo hace”. Lo que no le dicen, es que todo lo que estudió y gastó en formarse en la universidad, no le sirve más que para un trabajo manual.
En el transcurso de las diferentes crisis, numerosas generaciones se han quedado fuera del circuito de la economía de mercado, son los sub consumidores de 2da, 3ra o 4ta clase, los desplazados, cuyo consumo  para la gran empresa es marginal, y por lo tanto tienen poco interés en ellos. Para el gran empresario y los ricos, estos desplazados son “los nuevos flojos”  que no quieren ser emprendedores.  Una valiosa generación de jóvenes que están confiando en sus estudios para salir de la miseria, probablemente se va a frustrar, porque al parecer, nadie quiere aceptar que lo que estamos viviendo, está para quedarse para siempre y que para el futuro la gran apuesta es,  si las nuevas tecnologías y la innovación científica estará disponible a tiempo y será suficiente para mantener  el nivel de vida mundial, o la situación de crisis económica y las finitud de los recursos terminará por someter a  la humanidad a un ciclo crónico de simple sobrevivencia.
Hasta hace poco, Yantian, en China, era una ciudad manufacturera en el sureste de China, un emblema del enorme auge  en las exportaciones del país. Para 1998, había más de 400 empresas extranjeras que se habían instalado en ella. Hoy, la cantidad de firmas extranjeras en la ciudad ha descendido a unas 150 y  simboliza los problemas que China afronta para sostener su futuro crecimiento. El costo de fabricar en China ha ido subiendo y se eleva en alrededor de US$ 11 la hora, más prestaciones adicionales. La falta de empleos de las nuevas generaciones de los países desarrollados, como  EE UU., porque  ni mencionemos  a los pobres viejos ya sumidos en la miseria, está permitiendo que los egresados de las universidades de hoy puedan ganar entre US$ 14 o US$ 18 horas la hora, en costura industrial. O sea, se están ajustando los costos a las economías emergentes. No estamos demonizando  el trabajo de costura industrial, al contrario, lo que estamos diciendo es que, este  modelo de economía de mercado global esta igualando hacia abajo la distribución del ingreso, porque no tiene nada más que ofrecer.
La deuda es el problema, toda la deuda. Han diseñado un modelo que ha vivido de la deuda y han disfrutado del paraíso en la tierra por la deuda, pero que  ya no se sostiene, como se aprecia en la presente crisis de deuda entre la Casa Blanca y los republicanos en el Congreso.  En EE UU y Europa han despilfarrado  monumentales sumas  de dinero y endeudaron a varias generaciones futuras, sin embargo, los causantes siguen “vivitos y coleando” a cargo de la “recuperación” de la economía, que no es otra cosa que seguir distribuyéndose las platas entre ellos mismos. En Chiles, a partir del golpe militar, el traspaso de dineros y de una cuantiosa riqueza al sector privado ha sido constante y creciente, de otro modo no se explicaría el fuerte aumento de la concentración económica. Cuando se  haga una auditoría al dinero gastado por el actual gobierno, probablemente se encontrará que ha aumentado la deuda y que ha ayudado más al sector privado y a sus empresas, pero lo difícil es que hagan una auditoría.
Este modelo seguirá siendo un bien administrado como tal, porque les permite seguir acrecentando la concentración de la riqueza en unos pocos, por lo cual será muy difícil cambiar, hasta que se corrompa totalmente y se desmorone, que es el curso que está tomando, según  vemos por las tensiones políticas en EE UU y en Europa. Las discusiones son por el poder y para repartir la riqueza futura que provendrá del trabajo real, formal o informal, que deben hacer los ciudadanos para sobrevivir, en medio de tanta desesperanza.  En nuestro caso, la banalidad de algunos discursos políticos de los postulantes a la presidencia es impresionante. Algunos proponen y proponen cosas irrisorias y para que decir nada de aquellos que lo van a cambiar todo, sin mencionar cómo, con quién ni con qué lo van a hacer, para un periodo de cuatro años de gobierno.  Eso es seguir faltando a la verdad, y ellos lo saben.
La impresión constante de dinero por parte de la FED, está enmascarando la mala realidad económica de EE.UU. Pero el mercado y la ciudadanía están creyendo esa ficción. ¿Qué clase de techo es uno que cada vez que uno lo alcanza sube?, tal cual lo asegura el economista Peter Schiff. No existe tal techo de deuda en EEUU, si no un mecanismo para vivir sin una producción equivalente. No olvidemos que uno de los mayores avances a que han contribuido los norteamericanos es la manipulación del lenguaje, engañan al cerebro y a través de éste, al bolsillo del ciudadano.

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