La ultra derecha católica ganó la partida
por Miguel Mora (España)
12 años atrás 4 min lectura
El papado de Joseph Ratzinger pasará a la historia por sus intentos —tardíos pero sinceros— de limpiar la imagen de la Curia y de la Iglesia, mancillada por los miles de casos de abusos a menores ocurridos en los últimos 50 años en instituciones y colegios católicos de medio mundo, y por la sistemática tarea de ocultación que emprendió la jerarquía durante el reinado de su antecesor, Juan Pablo II.
Es verdad que Ratzinger fue el brazo teológico de Wojtyla en la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero mientras el Papa estuvo vivo la consigna fue tapar y proteger a las ovejas descarriadas, y sobre todos ellos al líder de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, elevado al altar de asesor principal de Wojtyla e inmune a toda condena pese a la tímida oposición de Benedicto XVI, que solo pudo poner orden cuando llegó al trono de San Pedro y que finalmente puso bajo tutela al movimiento entero.
El ortodoxo cardenal alemán de alma tridentina ha sido durante su mandato un Papa solo, intelectual, débil y arrepentido por los pecados, la suciedad y los delitos —él empleó estas dos palabras por primera vez— de la Iglesia, y rodeado de lobos ávidos de riqueza, poder e inmunidad. La Curia forjada en tiempos de Wojtyla era una reunión atrabiliaria de lo peor de cada diócesis, desde evasores fiscales hasta abogados de pederastas, pasando por contrarrevolucionarios latinoamericanos y por integristas de la peor especie. Esa Curia digna de El Padrino III siempre vio con malos ojos los intentos de Ratzinger de hacer una limpieza a fondo, mientras los movimientos más pujantes y rentables, como los Legionarios, el Opus Dei y Comunión y Liberación, torpedeaban a conciencia cualquier atisbo de regeneración.
La Vaticalia eterna, esa espesa gelatina formada por cardenales y civiles que confunden los intereses de Italia y los del Vaticano y hacen negocios cruzados en los dos Estados mientras deciden las cosas importantes, se ha empleado a fondo en estos siete años para mantener sus privilegios e impedir al mismo tiempo la renovación de la Curia y la modernización de Italia, especialmente en dos sectores, las finanzas y la información, los imperios donde más poder e intereses tienen el Opus Dei y Comunión y Liberación, los movimientos ultracatólicos que más medraron, junto a los Legionarios, durante el largo papado de Wojtyla.
Así, los asuntos turbios y los escándalos han sido moneda corriente, y a vuela pluma se pueden citar varios que demuestran cómo el poder vaticaliano en la sombra, aliado de hierro de ese gran pecador llamado Silvio Berlusconi y dirigido y protegido por su mano diestra, el andreottiano Gianni Letta, ha desafiado de forma reiterada la autoridad y las invocaciones a la honradez del Papa. El falso papel que acusó de homosexualidad a Dino Boffo, director de Avvenire, para forzar su dimisión; los manejos que acabaron con el cese fulminante del presidente del banco vaticano, el Instituto para las Obras de Religión (IOR); el ascenso de Angelo Scola, único cardenal de Comunión y Liberación, al arzobispado de Milán para sustituir al progresista Tettamanzi y preparar el relevo de Ratzinger; el caso nunca aclarado del mayordomo, cabeza de turco de un más que probable espionaje sistemático al Papa; y el escándalo de la Protección Civil que salpicó a un gentilhombre y a media administración berlusconiana son solo algunos ejemplos de esa comunión de intereses entre la política italiana y la curia vaticana.
El papado de Ratzinger, en ese sentido, ha sido un rotundo fracaso: pese a las críticas, su honestidad intelectual es indiscutible, pero al final ha estado muy por encima de los resultados obtenidos. Los lobos han ganado la partida, pero su renuncia, meditada para evitar un segundo calvario en directo como el vivido con la interminable agonía de Wojtyla, sitúa a Joseph Ratzinger como un pastor derrotado y digno que, harto de luchar, se retira a la clausura antes de ser devorado por los buitres. Que sea el primer caso en más de 700 años dice mucho sobre el nivel de la iniquidad con el que ha convivido. Que no se haya filtrado la noticia lo dice todo sobre su soledad.
*Fuente: El País
Artículos Relacionados
Dirigentes, mercachifles, jugadores y pelotas
por Hernán Montecinos (Chile)
14 años atrás 8 min lectura
Reflexiones de Fidel: la tiranía mundial
por Fidel Castro (Cuba)
17 años atrás 33 min lectura
Los socialistas deben pronunciarse sobre las crisis del futuro y sus alternativas
por Rómulo Pardo Silva (Chile)
15 años atrás 1 min lectura
El Cristo de los perdedores
por Jorge Costadoat (Sacerdote Jesuita)
18 años atrás 3 min lectura
Perú: Renunció Pedro Pablo Kuczynski
por Rafael Luis Gumucio Rivas, El Viejo (Chile)
7 años atrás 4 min lectura
Ãlvaro Uribe Vélez, el San Expedito de Sebastián Piñera
por Rafael Luís Gumucio Rivas (Chile)
16 años atrás 5 min lectura
1 Comentario
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Unas letras de despedida a una mujer valiente y ejemplar
por Enrique Villanueva M. (Chile)
2 horas atrás
Despedir a Mercedes Bulnes evocando su aporte, es ser justos con su historia, porque representa a muchos y muchas chilenos y chilenas que se atrevieron a disentir y oponerse de distintas maneras a la dictadura civil militar que encabezó Augusto Pinochet. Evoca el recuerdo respetuoso también de miles de personas que de manera individual jugaron un papel importante a ese proceso, aportando a la derrota del tirano.
“En defensa de la causa saharaui. Testimonios de denuncia, resistencia y solidaridad”
por piensaChile
3 horas atrás
Esta recopilación de artículos y testimonios debería contribuir a que se conozcan mejor las razones de la larga lucha del pueblo saharaui por su libertad e independencia, que tanto recuerda a la del pueblo sudafricano contra el régimen del Apartheid, como denunció en su momento el vicepresidente de la MINURSO, Frank Ruddy.
“En defensa de la causa saharaui. Testimonios de denuncia, resistencia y solidaridad”
por piensaChile
3 horas atrás
Esta recopilación de artículos y testimonios debería contribuir a que se conozcan mejor las razones de la larga lucha del pueblo saharaui por su libertad e independencia, que tanto recuerda a la del pueblo sudafricano contra el régimen del Apartheid, como denunció en su momento el vicepresidente de la MINURSO, Frank Ruddy.
Genocidio en Gaza. La fabricación del consentimiento occidental
por Alain Gresch (Francia)
1 día atrás
«el presidente afirma, en relación a los palestinos, que “la nación entera es responsable” y debe ser “combatida hasta partirla”; el ministro de Defensa declara que no habrá “ni electricidad, ni comida, ni agua, ni combustible”, porque se trata de una guerra “contra animales humanos” y hay que “actuar en consecuencia”.»
Es absurdo esperar que una multinacional que maneja 800 millones de personas, sea dirigida por un sacerdote, teólogo para más remate, con nostalgias de Carlomagno y de San Agustín. Si por lo menos fuera un cuerpo colegiado, algo así como un directorio, con una estructura de información fluida, y un equipo de estudios de la realidad, para poder situarse en el mundo de hoy, quizás pudiera funcionar. Pero
un elefante estructural regido por el pasado, no tiene mucho porvenir, porque no tiene nada que decir de lo que le interesa a las personas.