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Lo que debe ser dicho

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Günter Wilhelm Grass (* Ciudad libre de Dánzig, 16 de octubre de 1927 – ), es un escritor y artista alemán, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1999 y el Premio Nobel de Literatura en el mismo año. Son múltiples sus compromisos en los campos del arte, la cultura, la política y los derechos humanos.

Con este poema-prosa, Günther Grass ha desatado un tormenta en Alemania. Son pocas las figuras políticas que se han atrevido a respaldar a Grass en sus valientes declaraciones.piensaChile saluda la valentía de Grass para decir por su nombre lo que hay que decir antes de que sea demasiado tarde.

 

Lo que debe ser dicho

Es el pretendido derecho al primer golpe, el cual debe borrar al pueblo iraní sometido y manejado como comparsa que celebra a un héroe bocón, porque en su ambiente se supone la construcción de una bomba atómica.

¿Pero por qué me prohíbo nombrar por su nombre a aquel otro país, en el cual desde hace años –aunque se mantenga en secreto- se dispone de un creciente potencial nuclear aunque sin control, porque no hay acceso a ninguna inspección?

El silencio general de ese hecho, al cual se ha subordinado mi silencio, lo siento como una mentira y una coacción agravatoria. Una sanción aparece como probable, tan pronto como él es ignorado; el veredicto “antisemitismo” es lo corriente.

Ahora, sin embargo, hablo, porque desde mi país, desde el cual crímenes propios, que son incomparables y que de vez en cuando son vueltos a traer y a pedir explicaciones, nuevamente y sólo por negocio, aunque con un discurso rápido es declarado como una reparación de daños, un nuevo submarino es enviado a Israel con la capacidad para guiar cabezales explosivos que todo lo exterminan, allí donde no se ha demostrado la existencia de ni una sola bomba atómica, pero donde el temor es tomado como demostración suficiente, digo yo, lo que debe ser dicho

Ahora, sin embargo, hablo, porque desde mi país, desde el cual crímenes propios, que son incomparables y que de vez en cuando son vueltos a traer y a pedir explicaciones, nuevamente y sólo por razones de negocio, aunque con un discurso rápidamente es declarado como una reparación de daños, un nuevo submarino es enviado a Israel, con la capacidad para guiar cabezales explosivos que lo exterminan todo, allí donde no se ha demostrado la existencia de ni una sola bomba atómica, pero donde el temor es tomado como demostración suficiente, digo yo, lo que debe ser dicho

¿Pero por qué callé todo este tiempo? Porque era de la opinión que mi procedencia, que está marcada por una mácula que jamás se borrará, prohíbe atribuir ese hecho como una verdad al país Israel, al cual estoy y quiero permanecer unido.

Por qué digo recién ahora, ya viejo y con mi última tinta: La potencia atómica Israel hace peligrar la ya frágil paz mundial.  Porque debe ser dicho, lo que mañana podría ser demasiado tarde; también porque nosotros – como alemanes suficientemente incriminados- podríamos ser proveedores de un crimen, que es previsible, con lo cual nuestra responsabilidad con ningún argumento se podría expiar.

Y aceptémoslo: no callo más, porque estoy harto de la hipocresía de occidente; fuera de eso es de esperar, que muchos salgan del silencio, y exijan al causante del peligro evidente a que renuncie a la violencia y que al mismo tiempo exijan, que se controle en forma permanente y sin obstáculos el potencial atómico israelí y las instalaciones atómicas iraníes por una instancia internacional y que esta sea permitida por los gobiernos de ambos países.

Solamente así, se puede ayudar a todos, a los israelíes y palestinos, más aún, a todos los seres humanos, que viven enemistados en esa región ocupada por la locura y finalmente también a nosotros.

– Traducción para piensaChile: Manuel Blumenthal


Nota de la Redacción de piensaChile: Hoy sábado 07 de abril hemos encontrado esta traducción ofrecida por el diario El País de España. Ayudará a una mejor comprensión de lo escrito por el Premio Nobel de Literatura Günther Grass

 

Por qué guardo silencio, demasiado tiempo,

sobre lo que es manifiesto y se utilizaba

en juegos de guerra a cuyo final, supervivientes,

solo acabamos como notas a pie de página.

Es el supuesto derecho a un ataque preventivo

el que podría exterminar al pueblo iraní,

subyugado y conducido al júbilo organizado

por un fanfarrón,

porque en su jurisdicción se sospecha

la fabricación de una bomba atómica.

Pero ¿por qué me prohíbo nombrar

a ese otro país en el que

desde hace años —aunque mantenido en secreto—

se dispone de un creciente potencial nuclear,

fuera de control, ya que

es inaccesible a toda inspección?

El silencio general sobre ese hecho,

al que se ha sometido mi propio silencio,

lo siento como gravosa mentira

y coacción que amenaza castigar

en cuanto no se respeta;

“antisemitismo” se llama la condena.

Ahora, sin embargo, porque mi país,

alcanzado y llamado a capítulo una y otra vez

por crímenes muy propios

sin parangón alguno,

de nuevo y de forma rutinaria, aunque

enseguida calificada de reparación,

va a entregar a Israel otro submarino cuya especialidad

es dirigir ojivas aniquiladoras

hacia donde no se ha probado

la existencia de una sola bomba,

aunque se quiera aportar como prueba el temor…

digo lo que hay que decir.

¿Por qué he callado hasta ahora?

Porque creía que mi origen,

marcado por un estigma imborrable,

me prohibía atribuir ese hecho, como evidente,

al país de Israel, al que estoy unido

y quiero seguir estándolo.

¿Por qué solo ahora lo digo,

envejecido y con mi última tinta:

Israel, potencia nuclear, pone en peligro

una paz mundial ya de por sí quebradiza?

Porque hay que decir

lo que mañana podría ser demasiado tarde,

y porque —suficientemente incriminados como alemanes—

podríamos ser cómplices de un crimen

que es previsible, por lo que nuestra parte de culpa

no podría extinguirse

con ninguna de las excusas habituales.

Lo admito: no sigo callando

porque estoy harto

de la hipocresía de Occidente; cabe esperar además

que muchos se liberen del silencio, exijan

al causante de ese peligro visible que renuncie

al uso de la fuerza e insistan también

en que los gobiernos de ambos países permitan

el control permanente y sin trabas

por una instancia internacional

del potencial nuclear israelí

y de las instalaciones nucleares iraníes.

Solo así podremos ayudar a todos, israelíes y palestinos,

más aún, a todos los seres humanos que en esa región

ocupada por la demencia

viven enemistados codo con codo,

odiándose mutuamente,

y en definitiva también ayudarnos.

 

Traducción de Miguel Sáenz. El texto original en alemán se publica hoy en el diario Süddeutsche Zeitung.

*Fuente: El País


Was gesagt werden muss
Von Günter Grass

 

Es ist das behauptete Recht auf den Erstschlag, der das von einem Maulhelden unterjochte und zum organisierten Jubel gelenkte iranische Volk auslöschen könnte, weil in dessen Machtbereich der Bau einer Atombombe vermutet wird.

Doch warum untersage ich mir, jenes andere Land beim Namen zu nennen, in dem seit Jahren – wenn auch geheimgehalten – ein wachsend nukleares Potential verfügbar aber außer Kontrolle, weil keiner Prüfung zugänglich ist?

Das allgemeine Verschweigen dieses Tatbestandes, dem sich mein Schweigen untergeordnet hat, empfinde ich als belastende Lüge und Zwang, der Strafe in Aussicht stellt, sobald er mißachtet wird; das Verdikt «Antisemitismus» ist geläufig.

Jetzt aber, weil aus meinem Land, das von ureigenen Verbrechen, die ohne Vergleich sind, Mal um Mal eingeholt und zur Rede gestellt wird, wiederum und rein geschäftsmäßig, wenn auch mit flinker Lippe als Wiedergutmachung deklariert, ein weiteres U-Boot nach Israel geliefert werden soll, dessen Spezialität darin besteht, allesvernichtende Sprengköpfe dorthin lenken zu können, wo die Existenz einer einzigen Atombombe unbewiesen ist, doch als Befürchtung von Beweiskraft sein will, sage ich, was gesagt werden muß.

Warum aber schwieg ich bislang? Weil ich meinte, meine Herkunft, die von nie zu tilgendem Makel behaftet ist, verbiete, diese Tatsache als ausgesprochene Wahrheit dem Land Israel, dem ich verbunden bin und bleiben will, zuzumuten.

Warum sage ich jetzt erst, gealtert und mit letzter Tinte: Die Atommacht Israel gefährdet den ohnehin brüchigen Weltfrieden? Weil gesagt werden muß, was schon morgen zu spät sein könnte; auch weil wir – als Deutsche belastet genug – Zulieferer eines Verbrechens werden könnten, das voraussehbar ist, weshalb unsere Mitschuld durch keine der üblichen Ausreden zu tilgen wäre.

Und zugegeben: ich schweige nicht mehr, weil ich der Heuchelei des Westens überdrüssig bin; zudem ist zu hoffen, es mögen sich viele vom Schweigen befreien, den Verursacher der erkennbaren Gefahr zum Verzicht auf Gewalt auffordern und gleichfalls darauf bestehen, daß eine unbehinderte und permanente Kontrolle des israelischen atomaren Potentials und der iranischen Atomanlagen durch eine internationale Instanz von den Regierungen beider Länder zugelassen wird.

Nur so ist allen, den Israelis und Palästinensern, mehr noch, allen Menschen, die in dieser vom Wahn okkupierten Region dicht bei dicht verfeindet leben und letztlich auch uns zu helfen.»

kuz/dpa

*Fuente: Der Spiegel

Por qué guardo silencio, demasiado tiempo,

sobre lo que es manifiesto y se utilizaba

en juegos de guerra a cuyo final, supervivientes,

solo acabamos como notas a pie de página.

Es el supuesto derecho a un ataque preventivo

el que podría exterminar al pueblo iraní,

subyugado y conducido al júbilo organizado

por un fanfarrón,

porque en su jurisdicción se sospecha

la fabricación de una bomba atómica.

Pero ¿por qué me prohíbo nombrar

a ese otro país en el que

desde hace años —aunque mantenido en secreto—

se dispone de un creciente potencial nuclear,

fuera de control, ya que

es inaccesible a toda inspección?

El silencio general sobre ese hecho,

al que se ha sometido mi propio silencio,

lo siento como gravosa mentira

y coacción que amenaza castigar

en cuanto no se respeta;

“antisemitismo” se llama la condena.

Ahora, sin embargo, porque mi país,

alcanzado y llamado a capítulo una y otra vez

por crímenes muy propios

sin parangón alguno,

de nuevo y de forma rutinaria, aunque

enseguida calificada de reparación,

va a entregar a Israel otro submarino cuya especialidad

es dirigir ojivas aniquiladoras

hacia donde no se ha probado

la existencia de una sola bomba,

aunque se quiera aportar como prueba el temor…

digo lo que hay que decir.

¿Por qué he callado hasta ahora?

Porque creía que mi origen,

marcado por un estigma imborrable,

me prohibía atribuir ese hecho, como evidente,

al país de Israel, al que estoy unido

y quiero seguir estándolo.

¿Por qué solo ahora lo digo,

envejecido y con mi última tinta:

Israel, potencia nuclear, pone en peligro

una paz mundial ya de por sí quebradiza?

Porque hay que decir

lo que mañana podría ser demasiado tarde,

y porque —suficientemente incriminados como alemanes—

podríamos ser cómplices de un crimen

que es previsible, por lo que nuestra parte de culpa

no podría extinguirse

con ninguna de las excusas habituales.

Lo admito: no sigo callando

porque estoy harto

de la hipocresía de Occidente; cabe esperar además

que muchos se liberen del silencio, exijan

al causante de ese peligro visible que renuncie

al uso de la fuerza e insistan también

en que los gobiernos de ambos países permitan

el control permanente y sin trabas

por una instancia internacional

del potencial nuclear israelí

y de las instalaciones nucleares iraníes.

Solo así podremos ayudar a todos, israelíes y palestinos,

más aún, a todos los seres humanos que en esa región

ocupada por la demencia

viven enemistados codo con codo,

odiándose mutuamente,

y en definitiva también ayudarnos.

 

Traducción de Miguel Sáenz. El texto original en alemán se publica hoy en el diario Süddeutsche Zeitung.

*Fuente: El País

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1 Comentario

  1. Walter Dennis muñoz

    VIVE EN UNA HERMOSA CIUDAD EN ALEMANIA, CON GALARDONES MERECIDOS Y POR LO TANTO, PODRÍA VIVIR TRANQUILO, COMO MUCHOS INTELECTUALES VIVEN ACARICIADOS POR EL MERCADO, LA FAMA MEDIÁTICA Y EL APOYO FINANCIERO PARA VENIR A SURAMÉRICA A DEFENDER LA DEPREDACIÓN DEL FUTURO DE MILLONES DE JÓVENES EN EUROPA Y LATINOAMÉRICA. PREFIERE SER HONESTO Y COMPROMETIDO CON LA VERDAD DESCONOCIDA EN BRUSELAS, EN WALL STREET, FMI. NO SORPRENDE QUE INTELECTUALES QUE TODOS ESPERÁBAMOS SALIERAN A APOYARLO GUARDEN SILENCIO. NADA NUEVO BAJO EL SOL.

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