El mal uso político de la religiosidad popular
por Leonardo Boff (Brasil)
15 años atrás 4 min lectura
La religiosidad popular está hoy en alza pues ha sido uno de
los ejes fundamentales de la campaña electoral, especialmente en su vertiente
fundamentalista. Fue inducida por la oposición y por un ala conservadora de
obispos de São Paulo, sin apoyo de la
CNBB, acolitada después por pastores evangélicos. Sin
proyecto político alternativo, Serra descubrió que podía llegar al pueblo
apelando a temas emocionales que afectan a la sensible alma popular, como el
aborto y el matrimonio de homosexuales, temas que exigen amplia discusión en la
sociedad, fuera de la campaña electoral. La política hecha sobre esta base es
siempre una mala política porque olvida lo principal: Brasil y su pueblo,
además de suscitar odios y difamaciones que van contra la naturaleza de la propia
religión y que no pertenecen a la tradición brasilera.
La religiosidad popular ha sufrido históricamente todo tipo
de interpretaciones, como forma decadente del cristianismo oficial. Los hijos
de la primera Ilustración (Voltaire y otros) la veían como reminiscencia
anacrónica de una visión mágica del mundo; los hijos de la segunda Ilustración
(Marx y compañía) la consideraban como falsa conciencia, opio adormecedor y
grito ineficaz del oprimido; los neodarwinistas como Dawkins la leen como un
mal para la humanidad, que debe ser extirpado.
Estas lecturas son estrechas pues no hacen justicia al
fenómeno religioso en sí mismo. Lo correcto es tomar la religiosidad por lo que
es: como vivencia concreta de la religión en su expresión popular. Toda
religión es el ropaje sociocultural de una fe, de un encuentro con Dios. En el
interior de la religión se articulan los grandes temas que mueven las búsquedas
humanas: qué sentido tiene la vida, el dolor, la muerte y qué podemos esperar
después de esta cansada existencia. Habla del destino de las personas, que
depende de los comportamientos vividos en este mundo. Su objetivo es evocar,
alimentar y animar la llama sagrada del espíritu que arde dentro de las
personas, a través del amor, la compasión, el perdón y la escucha del grito del
oprimido, sin dejar de lado la cuestión del sentido final del universo. Por lo
tanto, no es poca cosa lo que está en juego con la religión y la religiosidad.
Ella existe en razón de estas dimensiones. Un uso que no respete esta naturaleza
suya, significa manipulación irrespetuosa y secularista, como ha ocurrido en
las elecciones actuales.
No obstante todo esto, hay que tener en cuenta las
instituciones religiosas que poseen un poder y un peso social que desborda el
campo religioso. Este peso puede ser instrumentalizado en diferentes
direcciones: para evitar la discusión de temas fuertes, como la injusticia
social y la necesidad de políticas públicas orientadas a los que más necesitan,
y otros temas relevantes.
En este campo es donde se verifica la disputa por la fuerza
del capital religioso. Y se ha dado de forma feroz en estas elecciones.
Curiosamente el candidato de la oposición, se transformó en pastor al hacer
publicar en un periódico que yo vi: «Jesús es verdad y justicia», firmado con
su puño y letra, como si no nos bastasen los evangelistas para garantizarnos
esta verdad. El sentido es insinuar que Jesús está de su lado, mientras que la
candidata opositora es satanizada, víctima de odio y rechazo. Esto es una forma
sutil de manipulación religiosa.
Un católico fervoroso me escribió que quería «cortarme en
mil pedazos, quemarlos, tirarlos al fondo de un pozo y enviar mi alma a los más
profundos infiernos». Todo esto en nombre de aquel que mandó que amásemos hasta
a los enemigos. El pueblo brasilero no piensa así porque es tolerante y respeta
las diferencias, porque cree que en el camino hacia Dios podemos siempre sumar
y darnos las manos.
Lo único que no desnaturaliza la religiosidad es la práctica
que potencia la capacidad de amor, que nos ayuda a la auto-contención de
nuestra dimensión de sombras, nos despierta a los mejores caminos que realizan
la justicia para todos, garantiza los derechos de los pobres y nos vuelve no
solo más religiosos, sino fundamentalmente más humanos. ¿A quién ayuda la
difamación y la mentira? Dios las abomina.
2010-11-05
*Fuente: Koinonia
Artículos Relacionados
La ética es más determinante que las creencias
por José Mª Castillo (España)
14 años atrás 3 min lectura
Goebbels le corrige la plana a los “honorables’ del Parlamento chileno
por Arturo Alejandro Muñoz (Chile)
11 años atrás 7 min lectura
Argentina: Más violencia en Tres Arroyos
por Oscar Taffetani (Argentina)
18 años atrás 4 min lectura
Piñera es una afrenta a la Memoria de las víctimas de la dictadura
por Cosal (España)
16 años atrás 3 min lectura
Buenaventura: un episodio oculto de la huelga salitrera de 1907
por Iván Vera-Pinto Soto (Iquique, Chile)
21 horas atrás
18 de diciembre de 2025
El oficial al mando ordenó cargar las armas. Primero una descarga al aire. Luego, los disparos directos. Algunos cayeron de inmediato; otros corrieron buscando refugio entre carros y montículos de ripio. La balacera duró pocos minutos. Cuando terminó, el campamento estaba cubierto de polvo, olor a pólvora y gritos de heridos.
Análisis Político Elección, 14 diciembre 2025
por Mesa Nacional Unitaria (Chile)
21 horas atrás
18 de diciembre de 2025
Este desenlace no puede reducirse a una simple derrota electoral. Expresa una crisis profunda del proyecto progresista, una desconexión sostenida con amplios sectores de la sociedad y errores de diagnóstico que las dirigencias no supieron —ni quisieron— corregir, pese a las advertencias oportunamente formuladas.
¡Frente al avance de la reacción, el único camino es la organización!
por Bloque de Organizaciones Populares (Chile)
2 días atrás
17 de diciembre de 2025
Que no nos engañen cuando hablan de libertad, porque esa es solo la libertad para los dueños del poder y del mercado para seguir explotando y oprimiendo. Hablan de orden y seguridad, pero nada cambiará mientras nuestras condiciones de vida sigan siendo las mismas y nuestros derechos continúen siendo negados.
De feministas, socialistas, populares, terroristas y cínicos, con el Sáhara Occidental okupado de fondo
por Luis Portillo Pasqual del Riquelme (España)
1 semana atrás
09 de diciembre de 2025 Artículo publicado originalmente el 13 de noviembre de 2025 en el periódico El Independiente. Lo republicamos con la autorización del autor. La Redacción de…