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Acerca de la Libertad en lo humano

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Una de las palabras más usadas por el Ser Humano es la palabra Libertad.  Esta palabra corresponde para algunos al más preciado de los valores, para otros huele peligrosamente a libertinaje y desbande. Libertad, liberado, privado de su libertad, perdió la libertad, no le dan libertad, no tengo libertad gritan los adolescentes, nos quitan las libertades dicen los pueblos, les damos la libertad de elegir dicen los liberales, libre como el pájaro que vuela…¿De qué estamos hablando?

Como nosotros somos Seres Humanos, tenemos que partir por encontrar este significado dentro de lo que es humano.  Hablar de una libertad humana.  Los animales, que no viven en cautiverio se supone que son libres.  Claro, son libres dentro de las reglas del juego de los que viven en el planeta tierra y son criaturas orgánicas, situación que compartimos los humanos con el reino animal y el reino vegetal.  Así lo primero que sabemos es que somos finitos.  No somos libres de vivir eternamente como criaturas particulares. Quizás si como especie, por algún tiempo, si tenemos la gracia de adaptarnos a los cambios en nuestro entorno físico.

Estamos sometidos a las leyes físicas de la gravedad, de la entropía, por ejemplo y a todas las leyes que regulan a la materia y a la energía en el Universo.  Además como organismos multicelulares estamos sometidos a las leyes biológicas que regulan la vida de las células y de los organismos multicelulares.  Y así suma y sigue subiendo la escala de complejidad.  Somos susceptibles a la enfermedad, que generalmente es otra especie que nos ataca para  poder ella reproducirse rápidamente o es la desregulación de alguna parte de nuestras células que de repente olvida las instrucciones, como ser de morir, en el caso del cáncer, como ser de guardar una forma funcional para el cuerpo, en el caso de la artrosis.

Los animales llevan las instrucciones de la naturaleza escritas en su cuerpo y suelen actuar conforme a ellas.  Se reproducen como lo manda la Madre Naturaleza, en fechas fijas, con compañeros fijos.  Comen aquello para lo cual se adaptaron, se visten o desvisten en su propio cuerpo pelechando o echando pelos y grasa.  Un león no se enamora de una mariposa ni una vaca de un perro.  Pueden, en casos muy especiales, hacer amistad entre especies, pero no es la regla.  Eso sólo pasa en las películas de Walt Disney.

Es decir tienen un radio de libertad que se circunscribe a ser lo que son, y su finalidad es vivir la vida en lo que es, en sus acciones propias. Cuando un animal pierde la libertad, es que pierde la posibilidad de vivir lo que por naturaleza es, y esto sucede cuando se topa con los humanos.

Circos, zoológicos, osos que bailan, animales domésticos, todos han sido perturbados en su ser,  en su belleza, para estar al servicio del Ser Humano, ese pequeño sátrapa que se instaló en este mundo , con su voluntariosa vocación depredadora que no cambia a pesar de las advertencias de la Naturaleza.

¿Y cuál es la naturaleza del hombre, a la cual debiéramos ser fieles si queremos ser libres? La pregunta del millón para la cual hay mil respuestas.  Ensayemos un proceso de búsqueda de algunas respuestas.

¿Dónde está la diferencia del Ser Humano con el resto del Reino Animal?  Yo diría que en el salto cuántico que pegó, no se si para bien o para mal.  Un salto por sobre ese cuerpo que sabe lo que tiene que hacer, por sobre su sistema nervioso autónomo que regula las funciones automáticas.  Por encima de su cerebro de mamífero, por encima de sus emociones.  Un salto que consistió en una estructura nueva, la corteza cerebral, que es como un upgrade de consecuencias imprevistas.

A veces los upgrades son fatales. Ese upgrade lo llevó a la reflexión, es decir comió la fruta del árbol del bien y del mal, como dice el Génesis y se le confundió toda la película, ya que introdujo un paso entre el estímulo y la respuesta instintiva, introduciendo un grado de  libertad nuevo al elegir como quiere responder a los estímulos y así ser dueño de su destino.

Pero el hombre tiene muchos tipos de respuesta dependiendo en qué nivel se sitúe, ya que puede recurrir a varios niveles, y a veces estos niveles son contradictorios, y ¿A cuál nivel le hago caso?  Somos como  perros humanizados o gorilas con calzones.

Me pregunto, por ejemplo :  ¿Cuál es la verdadera naturaleza de un perro pastor?  ¿Ser perro, que es lo mismo que ser lobo, y cuidar ovejitas? ¿ O cuidar ovejitas y comerse una cuando el amo no lo mira? ¿ O , será que en los no sé cuantos miles de años, entre 10.000 y  50.000 fue tanta la domesticación que realmente cambió su naturaleza?   Los frecuentes ataques de perros Rottweiler a sus amos, por ejemplo, muestra que coexisten varias naturalezas tras esta domesticación.

En el caso del hombre, parece ser que durante su evolución, fue adquiriendo varios tipos de respuesta, según su etapa evolutiva, y todas dejaron huella en su cerebro permitiendo escoger  entre varias respuestas a un estímulo.

Si yo fuera marciano y observara a los hombres, vería varias cosas.  Primero lo exitosos que han sido dado que son depredadores natos, a costa de todo bicho viviente incluyendo su misma especie. ¿Y dónde se realiza con mayor libertad lo que los humanos han hecho con gusto y éxito durante el último millón de años? En el acto de sobrevivir  a costa de los demás, en practicar la depredación y  el parasitismo, y ser bastante carroñeros.

Esa es una de sus naturalezas y quedó grabada en alguna parte de su cerebro y bueno, no voy a explicar donde se ven esas actitudes ya que el mundo está lleno de ellas.  Es cuestión de ver los imperios coloniales y las guerras en el siglo 20 y las que llevamos en el siglo 21 y su comportamiento con la población civil.
 

Pero esa depredación no la ejecutan solos, la hacen en jauría.  Entonces existen sentimientos y sensaciones de jerarquía que unen a la jauría igual que los lobos.  Aquí encontramos valores de lealtad e integración de los que son de la misma jauría, dando origen a otro aspecto de su naturaleza.  Esto dejó sus huellas en los partidos políticos, el club de Toby, los equipos de football y el patriotismo.  Las jaurías siempre tienen jefes que comen primero y son los únicos que copulan con las hembras que valen la pena.

Hay jaurías que se dedicaron a asaltar a otros bichos similares.  Como ser el Cro Magnon, es decir, nuestra especie, un upgrading del Homo Robustus que salió de Africa, llegó a Europa y Asia dónde habitaban los Neanderthals, primos hermanos que habían sobrevivido un millón de años al clima europeo con varias glaciaciones y estaban de lo más adaptados   y  Al parecer les quitaron su territorio con armas más eficientes, les copiaron toda su tecnología para el hielo, lo arrinconaron y lo eliminaron.  Es decir puesto en términos metafóricos, Caín mató a Abel  y se quedó tan campante dando origen a los ejércitos y a las colonizaciones y a nosotros.

Pero el clima llevó a los Seres Humanos tipo Cro Magno, es decir nosotros, casi a la extinción.  Los hielos avanzaron, o los calores con sequías y las explosiones volcánicas y cuando quedaban cuatro gatos, se empezó a dar cuenta de lo maravilloso que era el don de la vida, lo bueno que eran los frutos de la tierra, lo importante que eran las mujeres que al igual que la tierra, daban frutos.

Y ante la maravilla de una preñez y un nacimiento, de la luna que se preña y se adelgaza, cae en reverencia con la Madre Tierra y empieza a honrar a la madre, que da vida, y a la abuela que tiene sabiduría.  Comienza a imaginar que su clan es hijo de una gran madre, y cuando se encuentra con otro clan, con otro humano igual a él, piensa que es su hermano.  Así empieza a funcionar y se desarrolla otra parte de su corteza cerebral.  Una parte donde se asientan las experiencias espirituales, las experiencias de comunicación con el universo, y con el mundo de los símbolos.

Y aquí se nos complica la película, y el hombre ya no volverá a ser el mismo.  El mundo se hizo simbólico y cultural, las cosas ya no son solamente lo que parecen, pueden ser algo más.  Y esto se comunica a través del lenguaje  donde se inventan palabras para expresar sentimientos y emociones, para expresar recuerdos y proyecciones futuristas, poesía, metáforas  y sueños,  Filosofía, Política, Química, Física, Música y Astrología.

El Ser Humano empieza a leer mensajes simbólicos en todo lo que lo rodea.  El oso deja de ser oso para convertirse en el símbolo de la fuerza, y ese Oso simbólico protege al clan, es su padre simbólico.  El hombre caza para vivir pero pide permiso a los animales para cazarlos, no vaya a ser que la Madre Tierra se enoje porque le matamos un hijo.

La libertad de depredar está condicionada por el respeto a la Madre Tierra. Pero el hombre es feliz con sus símbolos y con esa unión que lo hace sentirse parte de los ciclos de la naturaleza.  Ya no está solo, él y todo el entorno forman parte de un gran plan cósmico que abarca la tierra y los cielos, y todo lo que contiene. Casi todos los pueblos de origen mongol, incluyendo a los indios americanos, los pueblos siberianos, chinos, tibetanos, japoneses, son herederos  de esta cultura chamánica.

Ese es otro aspecto de la naturaleza humana : la libertad de imaginar utopías  con nostalgia del Paraíso  y con comunicación simbólica.  La libertad de soñar despierto, y de conectarse con sus semejantes y con el cosmos y buscar la trascendencia. La libertad de proyectarse al futuro, de imaginar quién puedo llegar a ser.

Este estadio de la evolución nos separó para siempre del resto del reino animal y condicionó nuestra humanidad.  Somos humanos porque soñamos despiertos, imaginamos mundos, nos conectamos con el universo y anhelamos trascender.  Somos humanos porque estamos conscientes de nosotros mismos y de nuestro devenir y finitud.

De repente en el Medio Oriente, alguien descubre que puede manejar la fertilidad de las plantas, y la fertilidad de los animales y por lo tanto la de las mujeres.  Para esto necesita ser dueño de un pedazo de tierra, de los animales y de las mujeres.  Así comienzan a existir personas que poseen más que los otros, poseen tierras con plantas y animales, con los cuales puede comer todos los días, aún en las épocas en que se acaban los frutos y poseen muchas mujeres que le dan muchos hijos e hijas para venderlos como esclavos o que le trabajen como esclavos.

La  abuela  sabia se transforma en bruja y la mujer en objeto sexual o vientre reproductivo.

Alguien comió el fruto del árbol del bien y del mal, y se sintió Dios, como dice el Génesis. El Ser Humano domina la Naturaleza y la esclaviza y para eso usa su cerebro complejo y simbólico.

El Hombre se separa de la Mujer y se convierte en su opresor, se enamora del poder  y usa su fuerza para obtenerlo.

La Madre Tierra perdió su divina virginidad, su libertad de dar dones iguales para todos, y entramos en las épocas de la propiedad privada y del comercio.  Así los pueblos nómades que seguían a los rebaños  trashumantes se enfrentan con los que se apoderaron de la tierra.

Caín enfrenta de nuevo a Abel, y gana Caín.  Como lo ha hecho varias veces en la historia, pero ahora dotado de un cerebro distinto, potente, enamorado del poder  y separado de su compañera  de vida.  El ahora sueña con poder, con posesiones, y transforma el mundo en eso, en un intercambio de poderes y posesiones.

Vuelve el hombre a la lucha primitiva como medio para preservar sus haberes, se impone la supremacía masculina. Los dioses abandonan la tierra y se van a los cielos donde ruge el trueno y el rayo mata. Se endiosa la violencia y la rapiña, el poder y el asesinato. La mujer pasa a ser mercancía de cambio, y los hombres esclavizan a otros hombres y animales, porque ahora necesitan máquinas biológicas para hacer tareas repetitivas que consumen gran cantidad de energía. ¿Para qué?  Para tener muchos bienes y poder controlar a otros a través de sus necesidades.  Para tener poder.

Se crean códigos de conducta donde la ideología de los más fuertes se impone en forma de mandato divino, donde la pérdida de la libertad física y psíquica asegura  la estabilidad del pueblo. La libertad entre vivir como esclavo o morir es la única que va quedando, junto con la libertad de soñar y hay pueblos que eligieron morir antes que ser esclavos.

Esta etapa es reciente, llevamos en ella unos  9.000 años, contra  quizás 1 millón de años de tendencias  humanizadoras.

Volvimos a la época en que éramos depredadores finos, perdimos casi todas nuestra libertades, pero el  cerebro humano donde están almacenadas todas las etapas de la evolución no olvida.  La capacidad de soñar  mundos mejores queda para siempre grabada en nuestra corteza.  Hay una nostalgia por volver a la Naturaleza, por volver a pertenecer al cosmos ordenado por la Madre Tierra, a que todo sea como debe ser y no manipulado con fines de depredación.

Así nos aferramos a nuestra libertad de soñar, de imaginar mundos mejores, porque en el fondo de nuestro cerebro está el recuerdo de la reverencia ante el misterio, de la satisfacción de la pertenencia, de la sincronía genial en la que fuimos creados.  Y como nosotros somos lo que soñamos, nosotros  fabricamos nuestro futuro como especie en nuestros sueños y estos se hacen realidad en el futuro en nuestros nietos.

El hombre es libre de fabricarse en sus sueños, y por lo tanto debe tener capacidad de soñar mirando a través de la opresión, cualesquiera que esta sea, cultural o física, y sobre todo ideológica.  Debe poder liberarse de ideas preconcebidas destinadas a hacerle ver un mundo borroso y en blanco y negro  que lo condena a ser esclavo de sus propias limitaciones , de pertenecer a la jauría de moda en el barrio donde uno vive.

La historia se mueve como un péndulo, y parece que la etapa de depredación neolítica tiene que ir cambiando, esta vez en forma rápida porque la tierra no resiste, hacia una nueva etapa de valorización de las capacidades que nos hicieron humanos.  Hacia una nueva forma de relacionarnos sin imposición de la fuerza y la violencia, sin basarse en la esclavitud ni la opresión de nadie por nadie.

El 28 de Agosto de 1963, hace 45 años, Martin Luther King Jr.  lideró la mayor marcha por la libertad realizada en los Estados Unidos a Washington D.C. y dijo: “TENGO UN SUEÑO” en un discurso que ha pasado a la historia y Obama es ahora Presidente de los Estados Unidos.

Hace 45 años era impensable en algunos estados de aquel país del norte, un negro fuera a una escuela con un blanco, que compartiera un autobús y que compartiera un barrio .  Pero los sueños se pueden hacer realidad.

Nuestra libertad es hija de nuestros sueños  y nuestros sueños son hijos de nuestra condición de humanos.  Así obtenemos la libertad que soñamos.

Si nuestros sueños van por poseer cosas,  por tener poder por el poder mismo, las cosas nos poseerán a nosotros, seremos sus esclavos y perderemos la libertad incluso de soñar.

Si nuestros sueños no son puros y claros sino son producto de la alienación, de esa especie de estupidez por ingerir lugares comunes  que nos impide reflexionar, nos despertaremos de la borrachera en alguna cárcel fabricada por nosotros mismos.  Y perderemos nuestra humanidad.

Alguien me comenta, que está bueno soñar pero alguien tiene que concretar los sueños.  Y yo agrego que cada uno debe luchar y concretar sus propios sueños y no delegarlos por flojera al líder de la jauría de turno, que seguramente nos traicionará.

Todos los días besamos príncipes que se nos convierten en sapos, poetas que se transforman en tiranos, santos que resultan ser depravados  y Rottweilers que muerden  a sus amigos y se comen las gallinas.

Estas incomodidades son parte de la libertad que nos ha dado este viaje evolutivo cuyo siguiente peldaño es la evolución de la conciencia. Esta, a pesar de ser un viaje colectivo, depende más que nunca de cada uno de nosotros, siendo la evolución de la Humanidad nuestra responsabilidad personal y no delegable.
Abril, 2009

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